¿Qué consecuencias conlleva el uso excesivo o el mal uso de las redes sociales?
El Internet ha contribuido a numerosos beneficios a la sociedad, pero también ha generado riesgos, como la adicción a la tecnología y las consecuencias del mal uso. Es indudable que en la actualidad la tecnología y las redes sociales han llegado para quedarse y están profundamente integradas en nuestras vidas cotidianas. Sin embargo, los niños, adolescente, jóvenes y adultos enfrentan peligros de manera particular, muchas veces, no son plenamente conscientes de las posibles consecuencias negativas en sus vidas que podrían generar perjuicios para la salud mental y la integridad. Cada vez más, los menores reciben teléfonos inteligentes a una edad temprana sin un control adecuado sobre su uso, sin límites horarios ni información preventiva. Esto está contribuyendo a un aumento acelerado de la adicción a las nuevas tecnologías y al uso inadecuado.
Muchos de nosotros disfrutamos estar conectados a las redes sociales, pero el uso excesivo de estas plataformas puede provocar adicción, ansiedad, depresión, baja autoestima, aislamiento entre otros.
La directora de Salud Mental del Ministerio de Salud, July Caballero Peralta, subrayó que es necesario fortalecer espacios de diálogo en el hogar donde se converse sobre las vidas de sus integrantes propiciando confianza y seguridad en niñas, niños y adolescentes; así como establecer límites claros en el tiempo y calidad de contenido al que los menores están expuestos en las redes.
¿Qué ocurre cuando las redes sociales afectan nuestra salud mental?
Aunque las redes sociales ofrecen beneficios significativos en términos de conectividad y comunicación, su uso excesivo está vinculado a un incremento en problemas de salud mental, afectando la percepción que tienen de sí mismos y de los demás en la vida real.
Estos son algunos de los principales problemas de salud mental que se han incrementado con el uso excesivo de los medios sociales (Maza,2024):
- Trastornos del sueño
El uso desmedido de las redes sociales ha sido asociado con un incremento en la aparición de trastornos de sueño, ansiedad, depresión y problemas de autoestima, sobre todo en los más jóvenes, personas con edades comprendidas entre 16 y 26 años.
- Acoso cibernético o ciberbullying
Así mismo, también se ha identificado la presencia de otros problemas como el bullying cibernético o ciberbullying, el cual es cada vez más frecuente entre los escolares, universitarios y adultos jóvenes.
Muchos de ellos admiten haber participado de este fenómeno, ya sea contribuyendo con el acoso cibernético o siendo víctimas de este. En este sentido, las redes sociales también se han convertido en un espacio en donde muchos descargan sentimientos de hostilidad y rechazo hacia otras personas, especialmente escudados en el anonimato, la falta de límites claros y la poca o nula consecuencia inmediata que tiene este tipo de comportamiento en línea.
- Ansiedad y síndrome de abstinencia
Por otra parte, aquellos que tienen dificultades para controlar el uso de las redes sociales, constantemente han experimentado síntomas de ansiedad, por la necesidad de estar conectado constantemente y así mantenerse actualizados de lo que sucede a su alrededor.
Esto ha llegado incluso a afectar hábitos de alimentación y sueño, generando una suerte de dependencia en algunas personas.
- Baja autoestima
Entre otros de los efectos del uso desmedido de las redes sociales, está el efecto negativo entre aquellas personas que las utilizan como una suerte de parámetro a partir del cual tienden a compararse.
Por ejemplo, estar pendientes de las publicaciones de amistades que se encuentran disfrutando de salidas o viajes, puede generar en algunas personas sentimientos de baja autoestima, ansiedad y depresión por sentir que no tienen los mismos logros o experiencias o también por considerar que lo que tienen no es suficiente en comparación con lo que muestran otras personas en una situación diferente.
Señales de advertencia
Las principales señales que indican una dependencia de las tecnologías de la información y comunicación o de las redes sociales, y que pueden reflejar una transición de una afición a una adicción, incluyen (Young, 1998):
- Reducir el sueño a menos de 5 horas para mantenerse conectado a la red, dedicando tiempos de conexión excesivamente largos.
- descuidar otras actividades importantes, como el contacto con la familia, las relaciones sociales, el estudio o el cuidado personal.
- Recibir quejas de personas cercanas, como familiares o amigos, sobre el uso excesivo de la red.
- Pensar constantemente en la red, incluso cuando no se está conectado, y experimentar irritación extrema cuando la conexión es lenta o se interrumpe.
- Intentar limitar el tiempo de conexión sin éxito, y perder la noción del tiempo mientras se está en línea.
- Mentir acerca del tiempo real que se pasa conectado o jugando a videojuegos.
- Aislarse socialmente, mostrarse irritable y experimentar una disminución en el rendimiento académico.
- Sentir una euforia o excitación inusual al estar frente al ordenador.
Estrategias de prevención
Es necesario un enfoque equilibrado en el uso de las tecnologías y las redes sociales.
Los padres y educadores deben ayudar a los niños y adolescentes a desarrollar la habilidad de la comunicación cara a cara, lo que, entre otras cosas, supone (Ramón-Cortés, 2010):
- Limitar el uso de aparatos y pactar las horas de uso del ordenador.
- Fomentar la relación con otras personas.
- Potenciar aficiones tales como la lectura, el cine y otras actividades culturales.
- Estimular el deporte y las actividades en equipo.
- Estimular la comunicación y el diálogo en la propia familia.
- Desarrollar actividades grupales, como las vinculadas al voluntariado.
En conjunto, estas estrategias están diseñadas para ayudar a los niños y jóvenes a desarrollar hábitos saludables de uso de la tecnología, equilibrando su tiempo en línea con otras actividades y garantizando un entorno digital seguro.
Restringir el tiempo de conexión a la red durante la infancia y adolescencia (no más de 1,5-2 horas al día, excepto los fines de semana), ubicar los ordenadores en áreas comunes (como el salón) y supervisar el contenido al que se accede son estrategias adicionales importantes (Mayorgas, 2009).
BIBLIOGRAFÍA:
- https://clinicasanfelipe.com/blog/las-redes-sociales-y-nuestra-salud-mental-una-relacion-compleja
- https://www.gob.pe/institucion/minsa/noticias/913714-uso-indiscriminado-de-redes-sociales-podria-generar-perjuicios-para-la-salud-mental-e-integridad-de-ninos-y-adolescentes
- https://buenasnoticiastv.org/2018/08/12/jovenes-internet-y-adicciones/?gad_source=1&gclid=CjwKCAjw_ZC2BhAQEiwAXSgCli476gJz6vGNBbw3hN63o2F4lbgD-2yBwfCzFzTrrDWuHez5H1WhExoCqnYQAvD_BwE
- https://www.redalyc.org/pdf/2891/289122889001.pdf