Los niños con discapacidad deben tener las mismas oportunidades para poder fomentar su desarrollo dentro del aula, para ello tenemos que tener una capacitación constante de cómo poder ayudarlos y brindarles el apoyo necesario, según sea el caso o la discapacidad que presenten.
Para lograrlo, primero se debe identificar las distintas dificultades de aprendizaje que se pueden encontrar dentro del aula:
Discapacidad motriz: Niños que presentan alguna discapacidad física.
Trastornos del aprendizaje: Niños que suelen tener dificultad para escribir o leer, también presentan problemas en la ortografía.
Dificultades emocionales: Niños con autoestima baja, que no cumplen normas o reglas, generalmente presentan mal comportamiento.
Discapacidad intelectual: Niños que tienen Síndrome de Down o algún retraso intelectual.
Dificultades sociales: Niños que no pueden expresar o manifestar sus emociones, no suelen hacer amigos, ni mucho menos relacionarse.
TDAH: Trastorno de déficit de atención e hiperactividad.
Trastornos generalizados del desarrollo o TGD: Suelen afectar el desarrollo del cerebro e impiden la interacción con otros niños, asimismo, dificultan la comunicación y expresión de emociones, suelen ser autismo y Síndrome de Asperger.
TOC: Trastorno Obsesivo Compulsivo.
Trastornos de comunicación y lenguaje: Niños con dificultad para la adquisición de lenguaje y dificultad para escribir.
Alto rendimiento: Rendimiento por encima de los demás niños.
Discapacidad sensorial: Discapacidad visual y auditiva.
Trastorno de ansiedad: Miedo y preocupación constante.
Una vez que identifiquemos qué tipo de discapacidad tiene el niño, seremos capaces de hacer un plan para ayudarle: podemos identificarlo a través de la observación, cómo se integra a los demás niños o si se aleja de ellos. También podemos indagar dentro de la familia, si tiene ciertos comportamientos que relacionemos con alguna discapacidad, o si el niño ya recibió un diagnostico apropiado.
Pero ¿cómo ayudar a un niño con discapacidad sin descuidar a los demás niños en el aula? Para ello, hay distintas estrategias que podemos utilizar sin descuidar el aprendizaje de los demás.
Estrategias para trabajar con los niños con discapacidad dentro del aula
Se una guía: Los niños con discapacidad necesitan que una persona este ahí, para dirigirlos en las distintas tareas del día a día, a veces, esto nos resulta frustrante, pero debemos dejar que tengan libertad sin que perjudique su aprendizaje. Podemos utilizar una agenda o un tablero para que vayan anotando las distintas actividades que completen en el día. Una rutina es ideal para que el niño pueda iniciar y terminar una tarea, así se acostumbrará poco a poco a los diferentes retos de cada día.}
Ten paciencia: Es complicado en EBR (Educación Básica Regular) tener un niño con discapacidad dentro del aula, pero tenemos que intentar incluirle, más allá de los días frustrantes, cuando obtienen un aprendizaje, es lo más gratificante con el tiempo, y con apoyo, pueden obtener muchos aprendizajes para su vida diaria.
Fomenta su autoestima: Felicitarle o elogiarle por cada logro, es significativo para ellos, ya que sienten que están más cerca de la meta, Aunque su aprendizaje sea el mínimo, la motivarle es fundamental para que pueda obtener mayores logros.
Retroalimentación: Dar una retroalimentación de lo que se trabajó el día anterior es necesario para continuar con otro tema, es necesario ayudar al niño a que no se olvide de los logros que consiguió el día anterior, así su aprendizaje será mayor y no se le olvidará.
Recursos: Si sabemos que el niño se distrae o no aprende como los demás niños, es necesario cambiar la metodología dentro del aula, por ejemplo: si un cuento no funciona, ¿por qué no reemplazarlo por un video? Sabemos que los niños con discapacidad son más visuales y si acaso tengan alguna discapacidad visual o auditiva, es necesario empezar con la lengua de señas y el sistema Braille.
Promover la inclusión: Es necesario promover la inclusión en nuestra vida diaria, no solo en el aula, sino también en la calle, quitar esos prejuicios, aprender que todos merecemos respeto y que existen personas diferentes.
Ayuda a controlar sus emociones: Podemos ayudarnos de técnicas de relajación o técnicas de expresión de emociones, debemos identificar qué emoción es la que está pasando (temor, alegría, tristeza, etc.) y de acuerdo a ello, dirigirle hacia la manera correcta de expresarla, por ejemplo: la alegría, puede expresarla a través de un abrazo a su compañerito o si no podemos utilizar el dado de las emociones, para que él mismo se dé cuenta de qué emoción experimenta en ese momento.
Dales tiempo para terminar las tareas: No todos terminan las actividades a la par, tenemos que ser tolerantes con el tiempo, ellos necesitan más tiempo que los demás, por eso no hay que hacerlos pasar por situaciones frustrantes, como por ejemplo, decir: “Quien termina primero tiene un premio”, mejor adaptemos eso a “Quien termina primero, ayuda a sus compañeros”, así promovemos la inclusión en el aula.
Material didáctico: Estos materiales nos ayudan a facilitar la enseñanza dentro del aula, por eso es necesario incluirlo en la lista de útiles, algunos pueden estimular a los niños para que su aprendizaje sea más dinámico.
Ser un modelo: Cuando los padres dejan al niño en el aula, las maestras automáticamente somos un modelo para ellos, por eso, debemos comportarnos a la altura, no frustrarnos, mas bien tomarlo todo con alegría, a veces es complicado por los problemas que pasamos todos, pero recibirlos con sonrisas, amor y cariño es esencial, ellos lo agradecerán porque así se convertirá en un aprendizaje significativo.
Sensibilización: Preparar charlas para informar sobre estos trastornos en la escuela de padres o alguna reunión es lo ideal, así los padres estarán informados y podrán aportar más inclusión en sus hogares.
Evaluación: No necesariamente se debe identificar su nivel de aprendizaje a través de un examen, al conocer su discapacidad, podemos buscar otra alternativa para evaluar su aprendizaje dentro del aula.
Estas estrategias nos pueden facilitar la experiencia de tener un niño con discapacidad dentro del aula, es indispensable ponerlas en práctica e ir buscando cuáles más serían oportunas para adaptar al aula, como maestros o psicólogos nos resulta complicado, pero es nuestra labor ayudarle y necesitamos estar capacitados, tener conocimiento, manejo de aula y una estructura didáctica para facilitar el desarrollo del niño.
Sabemos que los niños con discapacidad necesitan apoyo, pero también hay que dejar que sean libres y que aprendan a ser autónomos, no es necesario sobreprotegerlos, debemos brindarles la seguridad para que creen experiencias significativas por si mismos, no hay que ver estas experiencias como algo de temor o riesgo, debemos tener seguridad para poder enseñar.
Para fomentar la inclusión es importante tener una buena relación con los padres de familia, comunicarles lo que su hijo aprendió, cómo se comunicó o simplemente qué comió, todo esto es significativo para la familia, ya que es un avance para su desarrollo. Es complicado tener un niño con discapacidad tanto en el aula como en la familia, por eso hagamos que esta experiencia sea más llevadera a través de la comunicación.
Para finalizar, hagamos que el ambiente educativo inclusivo sea positivo para la educación de ese niño, llevemos un ambiente de paz y tranquilidad, sin temor, sin prejuicios y lleno de valores, estos niños tienen los mismos derechos y responsabilidades, tratemos de que sus experiencias sean únicas.
Actualmente hemos convertido nuestro pensamiento en algo “normal” ¿pero qué es algo normal?, ¿algo tradicional o algo que no esté fuera de lo común? Definitivamente lo que se hace llamar normal es lo tradicional, la escuela, la crianza, la vida diaria o seguir los estándares que tenemos desde que fuimos pequeños.
Pero qué pasa cuando nos topamos con algo “anormal” algo fuera de lo común o simplemente “diferente”, nos sorprendemos o lo apartamos. Eso es lo que sucede con una persona con habilidades especiales, personas con discapacidades intelectuales o personas de “inclusión”, son aquellas personas que tienen diferente manera de expresarse, actuar o desarrollarse.
¿Pero por qué nos genera tanto asombro ver este tipo de personas?¿porque antes no habían o antes no existían? Siempre existieron… Los niños que veíamos en los salones y los señalamos de malcriados porque no podían realizar una tarea de la manera “correcta”, o las personas que siempre les gustaba estar solas los catalogamos de “antisociales”, pero no sabíamos que poseían un trastorno o trauma detrás de cada una de ellas. Aunque siempre existieron nunca nos dimos cuenta de que ellos eran diferentes, simplemente decidimos juzgarlos porque no se expresaban o actuaban igual, no obstante viven entre nosotros, comen como nosotros, aman como nosotros y piensan diferentes cosas como nosotros; en nuestra más profunda esencia, todos somos iguales, pero ellos necesitan más apoyo en el ámbito de su aprendizaje porque decidimos que aprender los cursos básicos del colegio es algo “normal”, tener una profesión es algo normal o simplemente trabajar nos hace normales.
Sin embargo este tipo de personas tienen otras necesidades en su vida, como por ejemplo comer, tomar agua o respirar, no significa que sean diferentes, nosotros también lo hacemos. La realidad es que siempre aprendemos algo nuevo, conocemos algo nuevo y creamos algo nuevo, ellos también lo hacen, por eso significa que somos iguales, y al mismo tiempo diferentes.
Cada persona es única, es un mundo distinto lleno de conocimiento, aprendizajes y desarrollo a su propio ritmo. La enseñanza alternativa está enfocada en eso. Crecer de distinta manera, tener libertad de expresión y libertad de aprendizajes. Fueron creadas para ayudar a las personas con habilidades distintas y aprender a su ritmo, como el método Montessori, especializado en el desarrollo vivencial de niño, que todas las cosas estén a su altura para que él viva la realidad día a día (Britton, 2000), o el método cognitivo conductual que ayuda al niño a establecer límites dentro de él mismo. (Bunge, 2009)
Cuando tenemos la oportunidad de conocer a una persona con habilidades especiales es sorprendente, vemos la libertad que tiene de expresarse o actuar, y nos preguntamos qué estará pensando, por qué pensará así, o qué diría en el contexto en el que nos encontremos. Pero también existe el miedo de lo desconocido y es completamente normal, demos la oportunidad, así como la quisiéramos nosotros, para conocer e implicarnos en la vida de ese ser humano.
Al momento, las escuelas alternativas brindan atención a niños o adolescentes que tengan distintas habilidades, para que puedan aprender a entenderse y comprenderse, conocerse a sí mismos, fomentando la autoestima y detectando peligros alrededor suyo, poniéndo límites que muchas veces no miden. Los padres de los niños y adolescentes con diferentes habilidades se preguntan “¿cómo hará mi hijo para integrarse al sistema educativo o postular a una universidad?”. Mantengamos la mente abierta a que la vida no es solo estudiar o preocuparse por una carrera, los niños deben formarse en muchas otras áreas; gracias a las escuelas de educación alternativa, los pequeños pueden prepararse para el sistema educativo, enseñándoles las normas de convivencia, el abecedario o decir frases como “por favor” o “gracias”.
Dichos pequeños aprenden muchas cosas dentro de las escuelas alternativas, como el desarrollo psicomotriz, enriquecimiento del lenguaje, y los valores como el respeto, el amor, la amistad, la responsabilidad, la honestidad, etc. Pero tampoco pierden la inocencia de la infancia que se puede ver reflejada en el juego, y precisamente jugar es la base de las maestras de nivel inicial para implementar los aprendizajes en los niños pequeños.
Asimismo, los padres de familia aprenden lo que es entender a su hijo o qué es lo que necesita (cómo lo puedo llamar sin que se altere o cómo puedo calmarlo si se altera, por ejemplo). Tener un hijo con habilidades especiales muchas veces es complicado, pero tenemos que quitarnos la venda de los ojos e intentar aprender cómo nosotros podemos ayudarlos, empezar a involucrarnos en su desarrollo y no solo dejarlos en las escuelas. Ser padres es una responsabilidad que tenemos que asumir con responsabilidad y con la mente abierta.
Muchos tememos a lo desconocido, pero es hora de aprender y saber que hay personas con diferentes habilidades entre nosotros, cada uno es diferente e igual en algunos aspectos, pero no hay que dividirnos entre nosotros juzgando o catalogando a las personas, aprendamos todos juntos a vivir en un ambiente de nuevos aprendizajes para que las futuras generaciones no se estanquen en modelos que no sean compatibles con los niños que requieren un abordaje distinto en cuanto a su enseñanza.
Agradezco a los profesionales de la salud que se especializan en los niños y no los dejan solos, luchando junto con ellos y aprendiendo mutuamente; también a las profesoras, no es su culpa no estar capacitadas para interactuar con ellos, pero si vemos que alguno necesita la ayuda correspondiente no lo dejemos solo, no le gritemos, estos pequeños sienten igual que nosotros y por ende tienen miedo como nosotros. Debemos informar a los padres de las necesidades que observamos, capacitémonos en distintos cursos de educación inclusiva para saber cómo actuar ante cualquier situación. Sigamos leyendo e informándonos, recordemos que nunca es tarde para adquirir algún nuevo conocimiento y sobre todo, innovar.
Referencias
Bunge, E., Gomar, M., Mandil, J. (2009). Terapia cognitiva con niños y adolescentes: Aportes técnicos. Buenos Aires: Librería Akadia Editorial.
Britton, L. (ed. 2000). Montessori Play and Learns. España – Barcelona.
Actualmente se vienen dando muchos cambios en el contexto educativo, uno de los principales es dejar de lado la educación estricta, en donde la memorización y los exámenes han dejado de ser protagonistas, para dar paso a una educación más inclusiva y comprensiva, que tiene como objetivo la interiorización en el alumno las ganas de aprender y ser mejor cada día, más allá de hacerlo por el reconocimiento o el afecto de los adultos que lo rodean. Es así que para la Psicología está claro que las ventajas de una educación feliz son muchas, como una mejor adaptabilidad del estudiante en diversos ámbitos, el aumento de habilidades sociales y de relaciones interpersonales satisfactorias, una mejor conducta social, la mejora de autoestima, la facilidad en el aprendizaje y el desarrollo de la resistencia a la frustración. Por otro lado, la consigna es que el profesor debe proponer a sus alumnos expectativas positivas, despertar su interés si ve que los contenidos que se están desarrollando no lo generan por si solos, personalizar las actividades para una mejor motivación y la estimulación de su avance en la mejora de su rendimiento como el restado de su esfuerzo y dedicación.
Definición de aprendizaje
Es relevante hacer la diferencia entre el aprendizaje y la enseñanza, ya que el primero tiene que ver con el alumno y con los conocimientos que este va a desarrollar a lo largo de la clase, y el segundo involucra al profesor como el canal que hará posible este aprendizaje, y así garantizar el desarrollo de sus habilidades tanto cognitivas como afectivas. Por lo que la educación no solo implica conocimientos en el ámbito académico, sino también conocimientos de vida que ayuden al alumno en su auto concepto y en su desarrollo personal.
Según Schunk.D. “El aprendizaje es un cambio perdurable en la conducta o en la capacidad de comportarse de cierta manera, el cual es resultado de la práctica o de otras formas de experiencia”. De esto se desprende que, el aprendizaje provoca un cambio en la persona, que sin práctica no hay aprendizaje, y que se aprende de la experiencia de los demás y de la propia. Asimismo, es importante resaltar que la enseñanza es el procedimiento por el cual el docente dará las pautas a sus alumnos, y que estos al poner en marcha estas indicaciones lograrán el aprendizaje.
Enfoques sobre aprendizaje
Como ya se ha expuesto, existe una transformación de la educación en base al análisis de la psicología, sobre mejores posibilidades de aprendizaje. Según Fenstermacher, hay tres maneras de concebir la enseñanza, cada uno de ellos tiene objetivos y propósitos distintos dentro de la educación. Se observa que lo particular de cada enfoque es lo que cada docente pretende lograr en sus alumnos, llevándolo a utilizar una dirección, tono y estilo diferente. Es así que tenemos tres tipos de enfoques, que nos dan a conocer varios escenarios, sobre la puesta en escena de propuestas muy diversas.
Enfoque Ejecutivo: Es la enseñanza estructurada, que busca un conocimiento específico y produce un aprendizaje particular.
Características del enfoque ejecutivo
a) El docente: planifica las clases, las desarrolla, evalúa su trabajo, se retroalimenta y vuelve a ponerlo en práctica, se convierte en un gerente de los estudiantes y los recursos disponibles por lo que se convierte en el actor principal en la relación maestro-alumno.
b) Contenido: se convierte en un elemento específico que el estudiante debe asimilar y dominar.
c) Concepción de enseñanza: el docente emplea sus habilidades en manejar tiempos y contenidos afines de generar mayores posibilidades para el aprendizaje.
d) Estudiante: Es considerado un ser pasivo que asimila en función de lo ordenado por el director de ejecución. El estudiante ejecuta, pero siguiendo un plan establecido por el maestro con el fin de retener contenidos específicos.
Enfoque Terapéutico: Ayuda al estudiante a mirar en su interior, permite su crecimiento personal y el desarrollo del yo.
Características del enfoque terapeuta
a) El docente: se convierte en un guía y asistente del estudiante para que logre alcanzar su propio conocimiento.
b) Contenido: Es un saber de naturaleza edificante, relativo, pues es elegido por el estudiante de acuerdo a sus intereses; por tal motivo es diverso según los intereses y necesidades de cada uno.
c) Concepción de enseñanza: el docente asiste en la selección, desarrollo y evaluación de lo que el estudiante está interesado en aprender para convertirlo en una persona auténtica.
d) Estudiante: en este enfoque es el actor principal, el que elige ser y aprender.
Enfoque Liberador: Reflexiona sobre la naturaleza humana, comprende otras formas de percibir el mundo y crea individuos íntegros, morales y libres.
Características del enfoque liberador
a) El docente: se convierte en un modelo como académico y ejemplo para el estudiante, por lo que debe poseer virtudes y conocimientos que pueda mostrar frente a ellos. El profesor es un hacedor de conocimiento.
b) Contenido: deben ser conocimientos tratados con profundidad, calidad y de las maneras (de producción de conocimientos y actitudes) que el docente considere. Es decir, el profesor debe conocer la episteme y la gramática de la disciplina que enseña, no desde la opinión o la información, sino participando de las formas de producción de esos saberes.
c) Concepción de enseñanza: se trata de liberar el pensamiento del estudiante de los estereotipos que trae y así desarrolle su propio espíritu. Por eso el modelo debe recrear las formas de producción de los saberes o conocimientos.
d) Estudiante: aprende los contenidos de calidad y puntos de vista críticos frente a ellos, de esta manera establece una nueva relación con el saber.
¿Qué hace que estos enfoques sean diferentes?
Si bien existen alternativas, no hay un enfoque mejor ni peor, ya que cada uno responderá al objetivo que se quiere lograr de acuerdo al contenido y al estilo del docente. Entonces estilo ejecutivo estará más dirigido a la enseñanza de contenido formal en donde el alumno debe ser pasivo y en mi opinión no le permite desarrollarse en su totalidad, pero que bien podría darse cabida entre los estudiantes de la facultad de derecho de cualquier universidad, en donde aún se exige cierta rigurosidad y disciplina en la enseñanza; el estilo terapéutico en un contexto donde es necesario abordar conceptos como la autoestima y el autoconocimiento, para la realización de las sesiones; y el liberador que comprende no solo lo académico, sino los principios y valores del educando, así como su formación personal, siendo el docente un referente educativo importante en todo sentido. A continuación, ejemplos más extendidos de lo tratado, esperando una mejor comprensión.
Ejecutivo: Es la enseñanza estructurada, cuando el docente como el director de ejecución, busca lograr un conocimiento específico y particular en el estudiante que tiene el papel de pasivo y dirigido en la enseñanza. Por ejemplo, Juan estudia la carrera de derecho y en su clase de derecho tributario, su profesor les ha dicho que solo dictará cátedra y que lo único que le interesa es que se aprendan de memoria los artículos de la normativa trabajada. El contenido del curso es planificado por su docente, su metodología es dar el curso la primera hora y hacer preguntas de lo trabajado en la segunda a modo de puntos extras. El docente ya indicó que el examen será oral y que tiene la facultad de preguntar cualquier tema del curso, porque es su obligación dominarlo, y que de lo contrario, no esperen aprobarlo.
Terapéutico: El docente es elegido por el alumno y como guía de este, lo ayuda en su introspección, permite su crecimiento personal y el desarrollo de su yo. Por ejemplo, Karla ha empezado hace poco la carrera de psicología, y en el curso de observación del comportamiento, su docente le ha dicho que para ser una buena psicóloga y saber observar a sus pacientes, tiene que auto observarse ella primero y encontrar sus fortalezas y debilidades, ya que necesita auto examinarse y estar en equilibrio con ella misma para poder trasmitir esa inteligencia emocional en sus futuros pacientes.
Liberador: El docente se presenta como un modelo moral y académico, que ayudará al alumno a reflexionar sobre la naturaleza humana, formando individuos íntegros, morales y libres, de pensamiento crítico, y capaces de salirse de los parámetros de lo convencional. Por ejemplo, Rosa estudia psicología, y siempre quiere llegar a tiempo a la clase de experimental, porque su profesora no es nada convencional. Su docente explica el tema y luego van a la práctica, buscando artículos académicos, y debatiendo en clase de los mismos, aplicando los conocimientos adquiridos. La calidad del contenido de ese curso es sin duda uno de los mejores, y la profesora no solo se remite a lo académico, ya que es muy incisiva con los principios y la ética del psicólogo en el campo de la investigación. Rosa ha visto a varios compañeros interesarse en el curso, solo por la forma de enseñar de la docente.
Por un aprendizaje feliz
Manuel de la Rúa, profesor titular en Cuba, quien ha desarrollado investigaciones en ciencias sociales, teoría curricular y el uso de las TICs en la enseñanza, resaltó tres ideas claves para una educación de calidad, en su conferencia titulada educación y felicidad. Primero, la unidad afecto – cognitiva en el proceso de formación es condición necesaria para la educación feliz, el disfrute de aprender y enseñar potencia el desarrollo personal de los alumnos y la escuela debe continuar transformándose para cumplir bien su función social. Segundo, nos da las características de una educación feliz como son: la seguridad en el contexto educativo para que el estudiante no se sienta vulnerable por ninguna circunstancia; atrayente en el sentido de lograr el interés en los contenidos que el profesor está impartiendo; el respeto basado en una relación horizontal y en el diálogo; la empatía que debe existir entre el profesor y el educando para que pueda imperar una relación armoniosa; que todos los alumnos tengan la posibilidad de éxito en base a su esfuerzo y dedicación; que se enfrenten retos para promover en el estudiante su crecimiento académico y personal; y por último que se dé la inclusión de los intereses del alumno en su aprendizaje continuo para un ambiente retador que motive su desarrollo personal y en su compromiso con la sociedad como persona. Tercero, la transformación para disfrutar del aprendizaje como un proceso personal de desarrollo que implica la participación activa del sujeto que aprende.
Eduardo Aguilera, especialista en problemas de la infancia en el Gobierno de Chile, nos dice que, el sistema educativo actual nos pide productividad y no felicidad. Existen refuerzos sociales para la sobre exigencia, y padres orgullosos de los logros de sus hijos, logros que en verdad son los logros de los padres y que sus hijos hacen realidad para hacer a sus padres felices pero no a ellos mismos porque a veces confundimos conceptos, pensamos que nuestra felicidad está en lo que haga feliz a nuestros padres o a los demás, no pensamos en nosotros mismos, lo que traerá como consecuencia adultos infelices y confundidos con su vida en el ámbito laboral y profesional. La auto exigencia desgasta mentalmente y está mal si se aplica para que los demás te quieran y no porque te interesa verdaderamente ser el mejor.
Para finalizar, la educación ha sufrido grandes cambios, y la psicología como agente activo, ha sido la base para lograr su desarrollo, involucrando las emociones, y el estudio del desarrollo cognitivo del alumno, más allá de las capacidades que estos puedan tener, ya que si bien debe esperarse el mejor resultado, la educación y más propiamente dicho, el proceso de aprendizaje, debe responder a las particularidades y al sentir del estudiante, para velar por su bienestar como persona, y logro de su desarrollo integral, que lo hagan sentirse apto y a gusto, para enfrentar futuros retos, siento el docente el encargado de ejecutar el mejor modelo de evaluación para lograr en estos un desarrollo pleno, no solo a nivel académico, sino a nivel personal. Asimismo, contrariamente a un enfoque ejecutivo, se debe tratar de formar la crítica y la autonomía en el alumno, para que sea un ente capaz de dar soluciones y lograr un cambio, y no solo este resignado a seguir las instrucciones que le dicta el sistema. Por otro lado, la educación debe tener como finalidad formar ciudadanos emocionalmente estables y cómodos con su entorno, que aporten a la sociedad, de acuerdo a lo que los motiva, y los hace felices.
Bibliografía
Fenstermacher, G. y Soltis, J. (1998). Enfoques de la enseñanza. (3.° ed.). Buenos Aires: Editorial Amorrortu.
La pandemia por COVID-19 originó muchos cambios drásticos en diferentes aspectos de la vida diaria de las personas en todo el mundo, tales como la forma de vivir y de relacionarse; siendo la educación uno de los aspectos de más transformación, debido a que ante el contexto de emergencia sanitaría, las sesiones de aprendizaje tuvieron que pasar de presenciales a virtuales. Nuestro país no fue ajeno a esta realidad, y una de las poblaciones más afectadas con las nuevas metodologías implantadas fueron los estudiantes universitarios, ya que ante la necesidad de continuar sus estudios a pesar del contexto de pandemia, tuvieron que adaptarse a esta nueva realidad. Según (Orbegozo, 2020), “la tasa de deserción universitaria llegó al 18,6% en el país, seis puntos porcentuales más respecto al 2019 que son atribuibles a la pandemia del COVID-19”. (s.p.). Es así que, debido a ese nuevo escenario, se han presentado dificultades como los problemas de visión debido a la luz azul que emiten los dispositivos, los problemas técnicos, los problemas emocionales, pérdida de peso, entre otros.
La Educación a distancia
Se puede considerar como una estrategia educativa que permite que los factores de espacio y tiempo, ocupación o nivel de los participantes no condicionen el proceso enseñanza – adquisición de conocimientos. Asimismo, el aprendizaje es un proceso de dialógico que se desarrolla con mediación pedagógica, dada por el docente que utiliza los avances tecnológicos para ofrecerla. Se caracteriza por lo siguiente. Primero, la mayor parte de la comunicación educativa es entre docente y estudiantes y entre estos últimos ocurre de manera independiente. Segundo, implica una comunicación de dos direcciones (docente–estudiantes y entre estudiantes) con el objetivo de permitir y apoyar el proceso educativo. Tercero, emplea tecnología para mediar la comunicación de ambos canales. (Garrison y Shale, 1987, p.12).
Ventajas y desventajas que brinda la educación a distancia
Algunas de las ventajas comprende: el acceso flexible al contenido que va más allá de lo que se puede obtener en el aula; la oportunidad de acceder a la información desde cualquier punto donde exista conexión a Internet; se integran diversos recursos para optimizar el proceso de enseñanza – aprendizaje, se potencia el aprendizaje colaborativo y cooperativo; las aportaciones mejoran en cuanto a calidad se refiere gracias a la flexibilidad temporal de la que nos dota el uso de estos sistemas; existe retroalimentación no solo con el docente, sino con el resto de compañeros; potencia la motivación; e incrementa la participación de las personas, las cuales toman conciencia de que son responsables de su propio aprendizaje. (Segura y Gallardo, 2013, p.7). Así también, no podemos obviar que existen desventajas en el uso de estos sistemas, como son: la volatilidad de la información y la necesidad de una conexión estable a la red, es decir, cualquier problema técnico no previsto puede provocar una gran pérdida de información, así como la falla en la entrega de tareas; y la dependencia de la realización de las clases virtuales, a la conexión a la red, sin la cual no sería posible acceder a dicha información. (Segura y Gallardo, 2013, p.4).
El rol del tutor en las clases virtuales
Además de las características del facilitador del aprendizaje en línea, este adquiere y desarrolla ciertas funciones como: ofrecer retroalimentación, mantener canales de comunicación, propiciar la armonía, lograr que el papel del estudiante durante el proceso sea lo más activo posible, procurar que el entorno virtual sea el idóneo, ayudar en la gestión del tiempo de forma correcta, organizar trabajos colaborativos en la virtualidad, verificar el nivel en el uso de tecnologías, ofrecer recursos didácticos de alta calidad y evaluar el medio virtual que se utilizará. (Mora, 2010, p.106).
Factores que repercuten en la perspectiva del estudiante
Diferentes estudios que analizan esta problemática, nos dicen que se tienen posiciones diferentes, respecto a la perspectiva de los estudiantes universitarios hacia las clases virtuales.
Respecto a la identificación de los factores positivos que el estudiante puede visualizar en la modalidad virtual, encontramos a la practicidad en el ámbito geográfico, la inmediatez en la comunicación, y la flexibilidad en el tiempo, que le brindan al estudiante una mayor comodidad para llevar a cabo las sesiones de clase. Por otro lado, vemos que hay un mejor trabajo cooperativo, un mayor uso de recursos multimedia, una mejor organización, la facilidad de las clases grabadas, el desarrollo de conocimientos informáticos, la preparación natural para un entorno cada vez más digital, y el desarrollo de la autonomía.
En relación al estudio de los factores negativos, los estudiantes se han enfrentado a un contexto de grandes cambios, tanto académico, social y laboral si fuera el caso, haciéndolos más propensos a sufrir problemas emocionales, debido a la presión y la exigencia social que en algún punto no tomó en cuenta este aspecto. Añadido a esto, podemos observar otros problemas como son la falta de conectividad, la falta de recursos tecnológicos, y la falta de conocimiento sobre el uso de herramientas tecnológicas; los cuales en un primer momento impidieron el reconocimiento por parte del alumno, de la modalidad de estudios virtual. Por otro lado, se ha visto que el estudiante es más proclive a emociones negativas, y a distraerse más en el transcurso de la clase, esto último debido a las diferentes aplicaciones y redes sociales disponibles, en esta modalidad. Asimismo, existe una preocupación, respecto al desarrollo de habilidades y capacidades como las relaciones interpersonales, que se dan de forma diferente ahora, en comparación de cómo se daban presencialmente, donde había más contacto humano y eran más dinámicas. Así también, existe disconformidad por parte del estudiante, en relación a la evaluación mayormente grupal, lo cual lo hace dependiente de la capacidad de otros integrantes del grupo a la hora de recibir una calificación. Asimismo, los recurrentes problemas de visión por estar constantemente expuestos a la luz de las pantallas de los diferentes dispositivos digitales, tanto para llevar a cabo sus clases en línea, como para la realización de sus labores académicas, entre otros. Por otra parte, los problemas de internet y las fallas técnicas, son una de las principales causas de no cumplir con la consigna dada en la sesión virtual en línea. Como último factor, la calidad de la enseñanza virtual no es la misma que la presencial, ya que no hay un desarrollo de habilidades interpersonales, y debido a que la virtualidad ha permitido que los estudiantes por aula se tripliquen, la comunicación entre el alumno y el docente se ha visto afectada.
Los aspectos negativos serán el punto de referencia de nuestra preocupación, ya que si bien la virtualidad en las sesiones de aprendizaje ha representado una evolución en este ámbito; la transición a esta nueva forma de enseñanza ha afectado de sobremanera a una gran parte de la población de estudiantes universitarios. En consecuencia, se ha generado un gran estado de frustración porque a primera vista, y para muchos involucrados, las clases no fluyen como deberían. Del mismo modo, la coyuntura del COVID-19 ha generado diversos cambios en el estilo de vida de las personas y como consecuencia ha traído cambios en la salud mental siendo uno de ellos el estrés. Según Cordova (2020), “Los constantes cambios seguirán apareciendo en el sector educativo. Sin embargo, se tiene claro que el uso de las tecnologías en la educación ha llegado para quedarse.” (s.p.).
La psicología y el estudio de esta problemática
La emoción con la que los estudiantes se encuentran al momento de ingresar a clases es muy importante en el proceso de atención, memoria, toma de decisiones, así como de otros procesos cognitivos; por esta razón es importante que se motive al estudiante a tomar riesgos y a experimentar con nuevas ideas y posibilidades, incentivarlos a no tener miedo a equivocarse, pero también reforzar que sus equivocaciones deben servir para reforzar su conocimiento. Es así que la falta de motivación debido a los problemas emocionales, se ha presentado en una parte de los estudiantes de diferentes edades, pero principalmente en los de educación superior. Algunos factores son el exceso de responsabilidades, la alta carga de trabajo o tareas, las evaluaciones de los profesores, la competitividad el temor al fracaso o no alcanzar las metas autoimpuestas, aceptación del grupo de pares, la rivalidad entre compañeros, cambios en los hábitos alimentarios, horarios de sueño, el cansancio cognitivo, entre otros. Asimismo, un factor determinante, es la carencia o la poca práctica de hábitos de estudio que puede ser evidenciada cuando los estudiantes no utilizan adecuadamente su tiempo para realizar sus labores académicas, no utilizan técnicas de estudio, estudian a última hora o tienden a distraerse con facilidad. Lo indicado anteriormente influye en gran parte en el rendimiento académico, ya que el no poder satisfacer sus necesidades, provoca en los educandos problemas emocionales, debido al estrés, la preocupación, somnolencia, desconcentración, nerviosismo, fatiga, depresión, entre otros.
En relación a la rama de la psicología que debe observar este fenómeno, tenemos a la psicología social, ya que comprende la prevención, abordaje y una mayor consideración de los problemas sociales. Asimismo, promueve el cambio en el entorno social, el mejoramiento de la calidad de vida, y el bienestar de la comunidad, teniendo como una de sus pautas principales que lo social afecta directamente a lo personal. Es así que, esta rama de estudio nos ayuda a entender el yo social de las personas, en base al entorno en el que viven, y el rol que la sociedad les impone. Según Myers y Twenge (2019), “La psicología social es la ciencia que estudia la forma en que las situaciones influyen sobre nosotros, en especial el modo en que las personas se perciben y afectan entre sí”. (p. 2). En consecuencia, esta disciplina se encarga de atender los problemas psicosociales, saliendo del estudio individual de las personas, para estudiarlas en comunidad.
Esta disciplina de la psicología será encargada de estudiar, la reacción de los estudiantes universitarios, hacia las clases virtuales, en el contexto de la pandemia, ya que ese proceso de cambio, ha afectado el comportamiento de muchos estudiantes universitarios; por lo que, debemos centrarnos en la importancia de conocer cómo las emociones activan la conducta motivada en la población estudiantil; conceptos relacionados a su bienestar integral, que le permitirán desarrollar acciones que favorezcan su motivación, en este caso hacia la toma de conocimientos en línea.
Algunos estudios ponen de manifiesto la presencia de estados afectivos tales como miedo y ansiedad, y por otro lado, motivación y compromiso afectivo como factores clave que contribuyen facilitando u obstaculizando los procesos de aprendizaje; planteando que es importante conocer la percepción que tienen los estudiantes universitarios en la situación de aprendizaje en función del grado de desafío y familiaridad que representan para ellos, también de su relevancia para alcanzar metas personales, y comprender las emociones que experimentan en estas situaciones. Por ello, estudian las relaciones entre los ambientes percibidos de aprendizaje y las experiencias emocionales de esos actores, encontrando que la ansiedad, la ira, la frustración, el estrés y el aburrimiento aparecen condicionadas por la percepción negativa de los estudiantes en la situación de la educación en línea, en donde el estudiante experimenta una diversidad de emociones relacionadas con las tareas de aprendizaje en el contexto académicos de las clases virtuales.
Respecto a la teoría de la motivación que se acopla a esta problemática, tenemos a la teoría de la activación, que consiste en la fuerza interior que impulsa, en este caso al alumno, a realizarse en su día a día, la cual es diferente en cada persona, ya que depende de la situación en que el individuo se encuentre. Es este sentido, encontramos que los estudiantes con una perspectiva negativa hacia las clases virtuales, probablemente sientan emociones negativas, que no les permitan activarse psicológicamente, sintiéndose sin la energía necesaria para enfrentar los retos académicos habituales. Por lo que, es importante que se realice esta activación fisiológica, es decir, que se motive al alumno, para que este tenga emociones positivas a la hora de responder en el ámbito académico; previniendo escenarios de estrés, ansiedad, y otros problemas emocionales muy presentes en la virtualidad.
Recomendaciones
Es importante realizar evaluaciones constantes a los alumnos por parte de la institución educativa a su cargo, a fin de que puedan estar atentos a un problema en el futuro y puedan brindar el apoyo que se requiera. Asimismo, es relevante que se realicen diversas actividades como baile o algún deporte, ya que está comprobado que realizar actividad física libera, hormonas como la dopamina y oxitocina las cuales inhiben la serotonina que es liberada en situaciones de estrés. Así también, la organización de un horario de estudios en sintonía con la vida personal del estudiante, para evitar tener sobrecargo de actividades, les servirá como un plan de estudios personalizado en atención a sus necesidades. Por otro lado, debe dejar de lado el uso de los celulares en el transcurso de la sesión de clases, si no es para un uso académico, y así evitar la falta de concentración y la procrastinación, ya que traerá como consecuencia estrés y preocupación al no poder cumplir con las consignas propuestas por el docente. Por otra parte, se debe asegurar al educando, un lugar que esté despejado de todo tipo de distracción y donde no haya el ingreso del ruido, así como contar con los recursos y medios adecuados para su aprendizaje.
En relación a la prevención y tratamiento de los estudiantes afectados emocionalmente por la transición de la presencialidad a la virtualidad en sus sesiones de aprendizaje, es primordial que se trabaje una buena gestión de las emociones de la mano de una buena motivación y el autoconocimiento, ya que lo ayudarán a superar las complicaciones en la virtualidad, presentadas con mayor intensidad en contextos como el actual. Es así que una buena gestión de emociones en los estudiantes, evitará problemas de estrés, enojo, ansiedad, frustración, tristeza, soledad, fatiga, falta de concentración, entre otros. Teniendo en cuenta que la educción en línea se ha impuesto de modo obligatorio, debido al estado de necesidad social a causa de la pandemia por COVID-19, esta última como un factor secundario en el surgimiento de la negatividad. Del mismo modo, un mejor autoconocimiento y autoconcepto en los alumnos, permitirá que este sea consciente de sí mismo, de lo que le afecta y sobre sus necesidades, siendo mucho más fácil que pueda tomar medidas respecto a las emociones negativas que pueda tener a causa del contexto que está viviendo. De la misma manera, el fortalecimiento de conceptos relacionados al bienestar emocional, reforzarán en el alumno conceptos relacionados a su desarrollo personal, lo que implica una mejor inteligencia emocional, la cual le permitirá hacer frente de mejor forma a las dificultades que le representa esta nueva realidad.
Conclusiones
La modalidad virtual estará tomando un papel significativo en el futuro de la educación a nivel mundial, por lo que, si bien se observa la aceptación de los estudiantes de esta forma de aprendizaje a pesar de las dificultades presentadas en el periodo de adaptación, también se observan problemas emocionales debido a esta nueva metodología. En consecuencia, es importante tener presente el factor emocional si se desprende de la actitud negativa del educando hacia la virtualidad de sus clases. Asimismo, se debe trabajar en brindar una adecuada motivación mediante ejercicios de activación fisiológica; y en los cambios desde el punto de vista didáctico que permitan una mayor implicación del estudiante en el proceso de aprendizaje. Actualmente es un hecho que el apropiado manejo de las emociones puede intensificar enormemente la motivación y la toma de conocimientos
Finalmente, es relevante que la aplicación de este sistema virtual establezca mejoras con el fin de obtener mejores resultados en comparación con la modalidad de estudios presencial, desde el punto de vista de las vivencias de los estudiantes, así como en su bienestar integral; por lo que se debe conocer la perspectiva que tienen estos hacia la educación en línea, y de esa manera tener una mejor visibilidad del contexto, para poder identificar un posible problema y hacer una intervención adecuada.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Córdova, L. (19 de Agosto de 2020). ¿Cómo abordar la salud emocional durante las clases virtuales? HERO Startup. https://herostartup.com/blog/termometro-emocional-como-abordar-la-salud-emocional-de-los-estudiantes-durante-las-clases-virtuales/
Myers, D. y Twenge, J. (2019). Psicología Social. (13.° ed.). Ciudad de México: Editorial MCGRAW-HILL Interamericana Editores, S.A. de C.V.
Orbegozo, F. O. (28 de setiembre de 2020). Unos 174.000 estudiantes peruanos dejaron la universidad en lo que va del 2020. El Comercio. https://elcomercio.pe/lima/sucesos/unos-174000-estudiantes-peruanos-dejaron-la-universidad-en-lo-que-va-del-2020-noticia/
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Mora, F. (2010). “Papel del tutor virtual en la educación a distancia”. Revista Calidad en la Educación Superior, 104-109 pp. file:///C:/Users/MI%20PC/Downloads/410-Texto%20del%20art%C3%ADculo-589-1-10-20140626.pdf
Segura, A. y Gallardo, M. (2013). Entornos virtuales de aprendizaje: nuevos retos educativos. España: Universidad de Granada. file:///C:/Users/MI%20PC/Downloads/Dialnet-EntornosVirtualesDeAprendizaje-5226650.pdf
Vamos a imaginar que somos unos niños(as) y que vamos a aprender las partes de la planta. Para lo cual nos dan a escoger dos opciones que se mencionan a continuación:
Primera Opción: Se nos brindará una clase donde estemos sentados en nuestro pupitre, escuchando la explicación del docente mientras señala un dibujo de una flor y sus partes.
Segunda Opción: Ir al jardín observar las flores con detenimiento su color, su forma y sentir su aroma. Después pasar la mano por cada parte de la flor y descubrir lo suave de sus pétalos, lo rugoso de sus hojas y la dureza de su tallo.
Si fueras un niño(a) ¿Cuál de estas dos opciones escogerías para aprender las partes de la planta? Estoy segura que la gran mayoría se inclinaría por la segunda alternativa.
En ocasiones, los adultos olvidamos esa mirada de niño donde todo nos causaba impresión y admiración. Así, este artículo pretende revisar acerca de la importancia de usar los sentidos como vía de aprendizaje y sobretodo resaltar la importancia de la estimulación sensorial en edades tempranas.
Hay una gama de objetos que estimulan los sentidos de forma integral, tales como: botellas, cajas, cubos y tableros sensoriales.
De hecho, varios de estos objetos están basados en la propuesta educativa de María Montessori, quien no sólo señala la importancia de la estimulación temprana en de 0 a 3 años, también hace hincapié en brindar experiencias sensoriales a los niños, tal como indica en la siguiente frase:
“El niño que tiene libertad y oportunidad de manipular y usar su mano en una forma lógica, con consecuencias y usando elementos reales, desarrolla una fuerte personalidad.”
María Montessori
¿Por qué es importante la estimulación sensorial en edades tempranas?
De acuerdo con Gómez y Fenoy (2016), la estimulación sensorial en edades tempranas, es importante porque el infante aprende de su entorno a través de los sentidos.
La estimulación sensorial está relacionada al desarrollo cognitivo y es que cuando entras en contacto con un objeto recibes una información completa del entorno. veamos este funcionamiento a través del siguiente ejemplo.
Un niño de 2 años tiene en sus manos un tomate, se le guía a que sienta su color, textura, sabor y olor. También se le invita a descubrir su peso si es liviano o pesado.
A través de la actividad y con las pautas indicadas por parte de un adulto, hemos introducido varios conceptos importantes como el color rojo, cantidad, textura, etc. También se ha logrado aumentar el vocabulario del bebé.
Toda esta información detallada, se dirige al cerebro en especial a las áreas relacionadas con el aprendizaje y cognición.
¿Qué beneficios trae la estimulación sensorial?
De acuerdo con Arch, Lino y Alfaro (2013), indican que las experiencias que estimulan las vías sensoriales potencian las conexiones sinápticas en el cerebro y contribuyen a la maduración de funciones especializadas del cerebro. Además de mencionar que aquellos aprendizajes donde los niños experimenten haciendo uso de sus sentidos genera la integración de ambos hemisferios cerebrales.
A través de la Estimulación Sensorial las conexiones sinápticas del cerebro se fortalecen
Los sentidos son un medio para recibir información del entorno, mientras la percepción ayuda a procesar dicha información. Por ello, una estimulación sensorial genera aprendizaje significativo, ya que se conjugan las sensaciones y las percepciones (Agudelo y otros, 2017).
Las experiencias sensoriales generan que el niño tenga un aprendizaje significativo
El niño entra en contacto con el material: lo huele, pinta, toca y observa los colores. Durante la estimulación sensorial el alumno toma un papel activo en el aprendizaje genera sus propios conceptos
En resumen, a nivel neurofisiológico la estimulación sensorial fortalece a varias áreas del cerebro. A nivel cognitivo, el infante desarrolla un aprendizaje significativo, es decir, se hacen más sólidos y perennes sus conocimientos. Además de generar autonomía, ya que el niño descubre por sí solo la información de su entorno.
¿Cómo se puede propiciar una estimulación sensorial eficaz?
Generar una experiencia completa
En primer lugar, tomar en cuenta que no sólo se puede usar el tacto, ya que los receptores de sensibilidad se extiende en toda la piel, de ahí la importancia de que el niño o bebé no solo manipule un determinado material también lo puede oler o pasarlo por su rostro (Agudelo y otros, 2017).
2. Asociar la experiencia a emociones positivas
Por otro lado, es importante saber que toda experiencia sensorial está ligada con las emociones:
“La oportunidad de percibir genera en el sujeto la capacidad de emocionarse”
Gómez y Fenoy, 2016
Las percepciones están unidas a una emoción. Al entrar en contacto con un objeto se pueden suscitar diversas emociones tanto negativas como positivas. En realidad va a depender de la forma en cómo vive la experiencia el niño, por ello es importante el rol y guía del adulto en el proceso. De ello va a depender crear un vínculo sólido de la experiencia sensorial y emoción.
3. Considerar el factor motivacional
Para que esta experiencia resulte positiva es importante tomar en cuenta el factor motivación. Lo primero es fijarse en los intereses de los niños para que de esa manera ellos se sienta motivados a realizar su actividad,
Una propuesta de Gómez y Fenoy (2016) es que el niño realice un dibujo de un mapa señalando la ruta hacia el lugar de su interés por ejemplo el parque, el mercado o un jardín cercano.
Conclusiones
Para que la experiencia sensorial sea sólida es vital la participación del adulto , ya que se encargara de guiar al niño en usar todos sus sentidos y asociar emociones positivas durante la realización de la actividad.
La estimulación sensorial genera grandes beneficios en el desarrollo cognitivo y fortalece al cerebro. Además de ser una experiencia divertida, usar los sentidos para aprender genera autonomía y aprendizaje significativo, es decir, todo aquella información que se registró con los sentidos va a quedar grabado para siempre en la memoria del bebé o infante.
Referencias
Agudelo, L., Pulgarín, L., y Tabares, C. (2017). La Estimulación Sensorial en el Desarrollo Cognitivo de la Primera Infancia. Fuentes. 19 (1), 79-83. Recuperado de:
Arch, E., Lino, A., y Alfaro, A., (2013). La importancia de la estimulación de las áreas implicadas en el procesamiento y sus efectos en el neurodesarrollo. Medigrahic, 81(1), 69-73. Recuperado de: https://www.medigraphic.com/pdfs/circir/cc-2013/cc131l.pdf
Gómez, C., y Fenoy, B. (2016). La sensorialidad como estrategia para la educación patrimonial en el área de educación infantil. Roderic. 7(10), 54-69. Recuperado de:
En abril del 2020 inicié con algunos apuntes respecto al impacto de la pandemia en la salud mental, hoy a poco más de un año, puedo presentar una cuarta parte (Al final de este texto dejó los 3 links anteriores, por si alguien desea curiosear un poco más). Esta pandemia, a pesar de su complejidad, nos está brindando una luz gigante a aquellos que nos pausamos a observar la conducta humana.
En estos últimos meses me he encontrado varias veces con la frase: «La pandemia de salud mental». Y creo que es muy honesta, tanto que me he permitido usarla un par de veces. Hay datos interesantísimos, en los que necesitamos profundizar día a día, a veces siento que no puedo dejar de pensar en todas ventanas que nos abren el ingreso a la mente de las personas, que hoy en día han aprendido a vivir más adentro que afuera.
Creo que nunca antes había escuchado a mis pacientes hablar con tanta urgencia de su necesidad de recibir atención, de ser escuchados.
El capítulo IV de mis apuntes en pandemia: «No quiero prender la cámara», surge a raíz de que a la fecha, no he tenido un sólo paciente adolescente que no se haya negado a activar la cámara del dispositivo electrónico con el que fuese a conectarse a sus clases virtuales (En cualquiera de las plataformas más utilizadas como Zoom, Skype, etc.)
Muchos padres y docentes se preguntan: ¿Cuáles son las razones por las cuáles les cuesta tanto hacerlo?, me comencé a cuestionar sobre lo mismo hace meses, me costaba entender, porque así como muchos de los padres o profesores, yo tampoco usaba tanta tecnología cuando era adolescente. Entonces me di cuenta que, la recopilación de datos se tenía que basar en primero identificar las diferencias generacionales, para que fuesen criterios de exclusión al auto-análisis, y es que el primer paso, es dejar de comparar a los adolescentes del hoy, con los adolescentes que fuimos, es realmente distinto.
Me parece importante dejar para más adelante el tema de la influencia de la tecnología en los distintos grupos generacionales en cuanto al desarrollo de la personalidad, estilos de apego, formas de afrontamiento, habilidades sociales, etc.
¿Qué significa encender la cámara en las clases para un adolescente?
En la adolescencia uno tiende a sentirse más observado, porque realmente comienza a importar más y más el aspecto físico. Hacer las clases virtuales frente a una pantalla, hubiese sido como si nos hubiesen puesto un espejo al frente nuestro durante toda la jornada académica.
Es importante resaltar que en esta época de vida, los adolescentes suelen obsesionarse con algunas ideas sobre su auto-imagen, las cuales abstraen de la opinión que piensan que los demás tiene sobre ellos.
Por la presión social, muchos adolescentes están plenamente convencidos de que su aspecto físico es crucial para alcanzar la felicidad.
Al tener su reflejo frente a ellos, muchos adolescentes se siente vigilados y están concentrados en lo que su lenguaje no verbal dice, y piensan mucho antes de tener algún movimiento.
Creo firmemente que cuando crezcan van a ser los mejores lectores de gestos, posturas, pero a la vez, corren el riesgo del mayor disimulo social.
Esta nueva rutina «obliga» a los estudiantes a mostrar sus espacios privados, y la mayoría de estudiantes adolescentes tienden a hacer las clases aislados de las demás personas del hogar, y que mejor alternativa que su habitación. Aunque no solo es el tema visual, a este grupo de edad suele incomodarle también los ruidos provenientes de su hogar. Entonces, ¿No resulta invasivo el obligarlos a que enciendan la cámara?
Con la metodología virtual se agudiza el temor a equivocarse públicamente y a ser juzgados por los demás. Por lo que, esta nueva modalidad de enseñanza, esta ocasionando que varios estudiantes desarrollen ansiedad a la exposición social.
Pensar que su conexión a internet podría fallar durante su exposición, o justo cuando se les pida participar. Aunque es una situación que escaparía de su control, genera gran preocupación. Así como también, el pensar en que su imagen se quedaría congelada por varios segundos frente a todos los demás.
Otra de las razones por las cuales se les dificultan las clases virtuales, es porque mencionan que al poder ver a todos en una misma pantalla, se distraen con mayor facilidad.
«No es como cuando estabas en el salón de clase, y si volteabas la profesora te llamaba la atención, ahora tu miras al frente, y nadie sabe que es lo que realmente estás viendo».
¿Cuáles son los síntomas de esta ansiedad social?
Las interacciones diarias de las clases remotas generan los siguientes síntomas y signos:
-Ansiedad elevada.
-Angustia por sentirse avergonzado o humillado.
-Percepción incomodidad.
-Tensión.
-Temor al pensar que serán juzgados por los demás.
-Temor a tener que interactuar con los demás, especialmente si se trata de personas extrañas.
-Temor a que los demás noten su angustia, al reflejarla en algunos síntomas físicos, como por ejemplo, sudoración, voz temblorosa, sonrojarse, tensión muscular, etc.
-Desmotivación académica.
-Conductas evitativas al tener que prender la cámara y/o el micrófono, para el desarrollo de las clases virtuales, y mucho más si les toca participar.
-Después de participar, tener ideas obsesivas sobre los errores identificados, aunque muchas veces la mayoría de estos son magnificados.
Estos síntomas varían en nivel de gravedad en base a los recursos psicológicos que tuviese el adolescente, antes de iniciar con esta nueva metodología. El nivel de comodidad en las situaciones sociales depende de los rasgos de la personalidad y de las experiencias de vida.
El estrés intenso puede afectar la rutina diaria, la relación intrafamiliar, el proceso de aprendizaje, hábitos de estudio, ejecución de tareas académicas, entre otras actividades.
Escopofobia:
Es es un trastorno de ansiedad caracterizado por un miedo permanente y patológico a ser visto por los demás o a percibir que los demás depositan su atención sobre ellos.
Recomendaciones:
El aprendizaje debe ser afectivo, motivacional, por lo que es necesario promover estrategias que permitan reconstruir la interacción con los estudiantes, capacitando a los docentes en estrategias psicoeducativas y en la gamificación de actividades, con el fin de propiciar un entorno menos distante y más amigable con los estudiantes.
Es importante que la cámara del docente este encendida en todo momento, pero podría considerarse alguna opción para que los estudiantes, independientemente de que prendan o no la cámara, no puedan estar viéndose a sí mismos, y al resto, durante toda la jornada académica, es probable usar algún tipo de filtro para que sea solo una la persona que los observe y pueda monitorearlos. Esto a excepción de cuando tengan que participar.
Encender la cámara no debería ser obligatorio para todos los casos, es recomendable evitar el condicionamiento al uso de la cámara, con las calificaciones o asistencia. Tendiendo en cuenta los casos específicos, en dónde se este presentando este nuevo tipo de ansiedad social a la exposición virtual. En donde también es recomendable la asistencia psicológica.
Se puede sugerir el uso de fondos virtuales para evitar que perciban una exposición a su privacidad.
Tener en cuenta otros medios de participación, como las respuestas por audios, o mediante el uso del chat.
Este artículo esta inspirado en una investigación sostenida en las consultas psicológicas con los distintos padres y niños. Por lo que, voy a presentar a un personaje, de nombre José Gabriel, construido para permitirme hacer una simulación de lo que sucede en la vida de los niños mientras cursan sus clases virtuales.
José Gabriel, será caracterizado como un niño de nueve años, estudiante del 3er grado de primaria en un colegio mixto, colegio al que asiste desde que tiene 3 añitos. Vive en un departamento en el 4to piso de un edificio, junto a su hermana Clarita, de 4 años, y a sus dos padres. Su madre trabaja a medio tiempo, vendiendo productos de estética por internet, y su padre es agente inmobiliario.
Normalmente, el padre de José Gabriel lo despierta a las 7am, luego de eso, él se asea, va al comedor a desayunar junto a sus padres y hermanita, y posteriormente, se traslada al espacio asignado para poder hacer sus clases virtuales.
Y así, empieza, su nueva rutina de vida: Hacer click, abrir la plataforma, ingresar su usuario y contraseña, colocarse los audífonos, escuchar y observar al profesor(a), hacer las actividades que se indican, como por ejemplo, escribir, dibujar, pintar, leer, resolver, analizar, y en todo el proceso, tratar de aprender.
Nuestro hogar es un espacio privado en el que guardamos todo lo que necesitamos para nuestra supervivencia (alimentos, abrigo, medicinas…), lo solemos complementar con aparatos electrónicos que nos faciliten cumplir con nuestras funciones de vida (cocina/cocinar, lavadora/lavar, televisor/entretenimiento). Aparte de ello, recurrimos a decorarlo con objetos que nos evoquen emociones agradables, como por ejemplo, fotografías, cuadros, flores, plantas, etc.
Es como un refugio en donde tratamos de guardar lo que necesitamos, y realmente pasamos tanto tiempo ahí, que ya hemos perdido la cuenta, y lo sentimos hasta como parte nuestra. Es más, si la vida fuese una película, para la mayoría, nuestro hogar sería una de las escenografías más frecuentadas.
Hasta antes de la cuarentena, para los niños el hogar podría ser visto cómo un espacio de comodidad. Sin embargo, actualmente, se trata del contexto espacial en donde se han ido materializando todas sus actividades.
Las paredes del colegio, se han pintado del color de nuestra sala, habitación, cuarto de estudios, etc. Resulta interesante reconocer que hoy en día, la casa es el nuevo colegio.
Por todo lo mencionado anteriormente, podemos afirmar que, en nuestros hogares existen muchas distracciones, especialmente para los niños(as) y adolescentes, como por ejemplo, la TV, el celular, los juguetes. Es más, quizá muchos de estos objetos los adquirimos en algún momento de nuestras vidas justamente para «distraer» a nuestros hijos(as).
Continuaré describiendo el caso de José Gabriel, quien desde que inicio la cuarentena, viene desarrollando sus labores académicas en la mesa del comedor. Uno de los motivos de consulta, fue que, él se distraía constantemente desde que se sentaba, incluso se tomaba mucho más tiempo del habitual en responder los ejercicios.
Un día de terapia, le pedí a su madre que se sentará en el lugar de estudios de José Gabriel, y que hiciera de forma «impulsiva» todo lo que le provocara. Ella inició mirando los cuadraditos de los individuales, luego los levantó y con la mano izquierda pellizco y doblo cada esquina. Después de unos instantes, se sirvió un vaso con jugo color naranja, y se inclinó para mirar hacia abajo de la mesa, notando que, bajo la silla de José Gabriel, había una cajita de madera, enseguida recordó y dijo en voz alta: «Esta es la cajita en dónde le regalamos soldaditos la navidad pasada». Seguido a ello, comenzó a apoyar los pies en la cajita, y notó que la distancia entre la laptop y sus ojos era muy lejana, por lo que, trató de acercarla, pero entonces, no habría espacio para el cuaderno de estudios. Luego de resignarse, comenzó a pintar en una hoja reciclada, y cuándo el lápiz se quedó sin punta, inició la búsqueda del tajador en una cartuchera de interminables útiles de estudio. Luego, se puso de pie, dirigiéndose hacia la cocina, en búsqueda de un tacho de basura… Y así, nos pasamos una hora, ella «sintiéndose niña», y yo, cómo un «detective entendiendo la encrucijada».
«Definitivamente no es lo mismo», pensé. La distancia entre las cosas, la mesa larga y grande, la silla de adultos, la cajita de soldados usada como una especie de apoyo pisa-tierra, la distribución espacial del material académico, la cantidad de estímulos…
Del mismo modo, antes de culminar la sesión narrada, la madre de José Gabriel, había tomado dos vasos de jugo, y se había comido dos panecillos. Lógico, pensé, comer es lo que hacemos en la mesa del comedor. Es por esto que, hay que analizar el espacio asignado a nuestros hijos, observar la diferencia en la funcionalidad del ambiente previo, y tratar de disfrazar este nuevo espacio.
Como es evidente, los niños necesitan un espacio tranquilo y agradable donde logren concentrarse para hacer las actividades escolares.
En terapia, con ambos padres de José Gabriel, empezamos retirando los objetos distractores identificados previamente, aplicando la «Técnica de control de estímulos», que intenta controlar cualquier estimulo que provoca una conducta, con el objetivo de limitar o retirar las condiciones en las que surge la dificultad conductual.
Aparte de ello, hicimos una lluvia de ideas para «re-decorar» el espacio de estudio, hecho que luego los padres de José Gabriel concretizaran en casa. Y así, quedó fijada como una rutina preestablecida, el tener que hacerlo, antes de iniciar la jornada académica, así cómo el tener que, retornarlo a su forma original cada momento de comida.
Ahora bien, si tenemos un escritorio destinado únicamente para las labores académicas en casa, repensamos si su ubicación facilita el aprendizaje. Normalmente escogemos un rincón de su habitación para colocarlo, pero a veces puede ser interesante, especialmente cuando son más pequeños, reservar un espacio en la sala para ello, así, los podremos supervisar con mayor frecuencia.
Así mismo, para que los niños sientan que cambian de rutina, puedes crearles dos ambientes de estudio. De esa forma, podrán ir alternando en el transcurso del día, acorde a los cursos que lleven en sus clases virtuales, esto también ayuda a mantenerlos en movimiento, y a flexibilizar, de cierto modo, su rutina.
La luz es otro factor clave, la mayoría de clases virtuales se dicta en turno diurno, esto facilita que los estudiantes realicen sus actividades con luz natural, aseguremos que la ubicación del escritorio o mesa de estudio, obtenga el mayor beneficio de recibir la luz del día, en base a su posición. Es más frecuente que, en las tardes hagan las tareas escolares, por lo que, resultaría interesante, tal cuál se lo sugerí a los padres de José Gabriel, se sienten a leer un libro, a distintas horas del día y comprueben la eficacia de la luz en la consecución de sus objetivos.
Por otro lado, es necesario que la mesa y la silla de estudios, mantengan unas proporciones adecuadas a las medidas del niño(a), y este punto es uno de los más importantes para garantizar la permanencia del niño en el espacio físico, dado que, si se siente incómodo, evadirá la situación, levantándose cada que pueda.
En ese momento de la terapia, ya organizando lo que se pudiera ver de forma externa al proceso de aprendizaje, consideré instruir a José Gabriel, y a sus padres, en la técnica de autoobservación, la que utilizamos para identificar las conductas no observables externamente. Una vez efectuado el entrenamiento, se le entrega una ficha que él pintaría con sus diseños favoritos, para que allí anotara cada que, algún hecho o situación acerca de su espacio de estudio le incomodará. A los 5 días de seguimiento, teníamos tres fichas completas, con datos no previstos, como: «Me da hambre el olor de la comida cuando mamá la prepara», «Suena el timbre de la clínica que está al frente a cada rato, y ladran mis perritos», «Me duele la espalda, porque la silla es dura», «No me gusta que atrás mío esté la pared y no me pueda mover», etc.
A raíz de estos comentarios, cada día fuimos mejorando el espacio escolar de José Gabriel, y Clarita, su pequeña hermana, quien tuvo la iniciativa de unirse a nuestros objetivos, justo al momento en el que pensábamos en que nombre colocarle a este espacio de estudio, en donde fluyeron las siguientes ideas: «Cuarto de cuadernos», «Colegio en casa», «Espacio de astronautas», etc. A estas alturas, el objetivo es que interioricen el concepto del nuevo espacio.
Una de nuestras últimas aventuras junto a José Gabriel, y su familia, fue emplear la técnica de Arteterapia, para relajarnos y crear decoraciones adecuadas para su espacio académico (Dibujos, notas motivadoras, estante con trofeos, una mascota vegetal, etc.).
Durante este proceso de acomodación del espacio académico, recordemos ir alternando el juego con la comunicación, para consolidar el vínculo de confianza con el niño(a).
Hace unos meses, la situación era completamente distinta, cómo hemos podido analizar, la diferencia entre las clases virtuales y las clases presenciales es abismal, y no sólo para José Gabriel. Por esto, es necesario que cambiemos de expectativa, una clase virtual no va a cumplir los mismos criterios que se tomaban en consideracion en una clase presencial, y viceversa.
Tratemos de continuar favoreciendo la adaptación de nuestros niños(as) enfocados en sus necesidades.
En estos tiempos buscamos información inmediata, la rapidez de respuesta se ha convertido en una necesidad implícita, y una de las principales herramientas suele ser el “confiable” buscador de Google:
«¿Qué significa soñar con el mar?», «¡Necesito un remedio para la tos!», “Traductor de español a francés”, «¿Cómo manejar los berrinches de un niño?», «Consejos para superar una relación amorosa», «¿Cómo saber qué carrera estudiar?»…
El buscador nos presentará distintas fuentes. Algunas de ellas realmente nos darán claridad, pero otras sólo lograrán confundirnos aún más.
Es importante tener en cuenta que nuestras necesidades tienen niveles de relevancia, y ante alguna no trascendental, la herramienta del buscador será, en definitiva, nuestra mejor solución, pero si requerimos, por ejemplo: analizar un tema de salud, de crianza, o de preferencias vocacionales, deberíamos derivar nuestro problema a un especialista.
En esta oportunidad, profundizaré en una estrategia bastante común, empleada por los jóvenes que se encuentran en búsqueda de su vocación, para esto, mediante un análisis experimental breve, ingresaré al buscador de google, y escribiré: “Test psicológico para saber qué carrera estudiar”. Hecho esto, ingresaré a algunos enlaces para revisar qué respuesta obtengo:
1) ¡El mejor test para saber tu carrera ideal!: Luego de culminar el test, obtuve los siguientes resultados:
Mi primera opción es la profesión “Paisajista”, la cual se refiere a la especialidad de arquitectura del paisaje. Aparte de lo mencionado, los resultados me sugieren estudiar Psicología, Biología o Economía, entre otras. Los resultados mezclan varios perfiles entre el artístico-creativo, naturaleza, social asistencial y económico, esto me resulta confuso.
Vamos con un segundo test, a ver si tengo un mejor alcance:
2)Test de orientación Vocacional:
Ahora mis resultados me dan las opciones de: “Arquitectura, Diseño & Arte” y “Medicina & Salud”, siento que me he alejado aún más de mi vocación.
Vamos con un último test al azar:
3) Test: ¿Cómo saber cuál es tu carrera ideal?
Este test fue el más rápido, me tomó tan solo tres minutos. Es importante señalar que se trata de una herramienta creada en Colombia, por ende, se ajusta a su realidad educativa, la carrera determinada por esta herramienta es: Artes representativas y afines.
En síntesis, según los «Tests» efectuados en Google, mi vocación es afín a las siguientes carreras:
– Test No 1: Paisajista, Psicología, Biología, Investigación, Economía, Editor. – Test No 2: Arquitectura, Diseño y Arte, Medicina y Salud. – Test No 3: Artes representativas.
Los resultados que obtuve cuándo realicé orientación vocacional con una Psicóloga, me proyectaron a convertirme en: Psicóloga, Escritora, Trabajadora Social, Abogada. Todas estas careras son afines a los intereses de servicio social, literario y persuasivo. Y bueno, actualmente soy psicóloga y mi pasatiempo es escribir, y considero que fue la mejor elección… pero me pregunto: ¿Qué hubiera pasado si tomaba como referencia los resultados que el buscador Google me ofrecía?
Ahora, mencionaré las diferencias entre un Test Confiable y un Test que no pasó por un análisis estadístico.
PRIMERA DIFERENCIA: Si resuelves un test confiable, obtendrás un criterio de validez, mediante el cual, podrás saber si la prueba que respondiste cumple o no con los criterios de sinceridad. Esto se refiere a qué muchas veces en distintas pruebas puede existir confusión al completarlas, o disimulo social (índice de falsedad de información), y este criterio busca identificar si el test resuelto ofrece datos sinceros sin contradicciones, o caso contrario, se procede a invalidar la prueba.
SEGUNDA DIFERENCIA: Para la creación de una prueba confiable, se deben realizar una serie de pasos, que implican un estudio extenso de bibliografía, descripción de constructos, validación del test por expertos, aplicación de la prueba piloto a una muestra, análisis estadístico de los ítems para validar que se mide lo que se pretende medir con cada uno, elaboración de baremos que estandarizan los puntajes, etc. Muchos de estos criterios, son omitidos en la elaboración de un Test no Confiable.
TERCERA DIFERENCIA: La validez de una prueba psicológica se refiere al grado en que un instrumento produce resultados consistentes y coherentes. Es decir, en que su aplicación repetida al mismo sujeto u objeto produce resultados iguales. Acorde a la previa investigación efectuada, las tres pruebas me dieron resultados distintos. Si hubiera resuelto tres pruebas psicológicas con validez, mis resultados deberían ser congruentes entre sí.
Es importante mencionar, que los Tests confiables, válidos y objetivos, son herramientas de los psicólogos, y aquí radica la importancia de acudir a un especialista para determinar un perfil vocacional que se ajuste a tu realidad. Recuerda que todos los datos obtenidos en un Test psicológico deben ser validados en una o varias entrevistas.
En síntesis, dejar al azar una decisión de vida, cómo lo es la decisión vocacional, o ponerla en manos de fuentes no seguras, es un riesgo sin sentido, que podría tenernos los siguientes cuarenta o cincuenta años, dedicándonos a algo que simplemente no nos gusta.