¿Soy dependiente emocional?

¿Qué es la dependencia emocional?

La dependencia emocional se puede manifestar tanto con la pareja, como con otras personas de nuestro círculo más cercano, como familiares y amigos. Cualquier tipo de relación puede verse afectada por esta disfuncionalidad y sus efectos negativos alcanzan a llegando a crear un patrón del que es difícil escapar, mas no imposible. (Infante, 2016)

La persona que la padece se olvida de su individualidad y de lo que significa disfrutar de la vida por sí mismo, sienten una insatisfacción y un vacío constante, focalizando toda su vida y atención de la persona amada, y deja de lado otras áreas de su vida como: el crecimiento personal, hobbies, etc. Esta situación no es buscada a nivel consciente, pero con el paso del tiempo se termina viendo lo que ocurre, sin que ya se sepa poner freno (Rull, 2019). 

Dependencia emocional: Síntomas, características y consecuencias - ADPH  Group Executive Education

Te contaré una pequeña historia: 

Ariana de 22 años, era una chica alegre que le gustaba hacer deporte. Tenía pocos amigos ya que le costaba socializar, pero era una buena estudiante en la carrera de nutrición. De pronto, conoció a Christian, y le despierta un gran sentimiento que no había vivido antes con alguien, y empieza a pasar mucho tiempo con él, le dedica gran parte del día. De repente, sin darse cuenta, empieza a dejar y a abandonar todas las otras cosas que hacía antes que también eran fuentes de alegría para ella como: sus amigos, familia, estudio, pasatiempos y entre muchas otras cosas más. Esto hizo que empiece a creer que la única forma de estar bien es con la validación de Christian. Lo que hizo que cada vez, se sintiera más sola y vacía.

En las pocas veces que hablaba con sus amigos, solía decir: «es que no lo entienden, si quiero terminar con él, ya no quiero esto, pero no puedo dejarlo, sé que me duele todo esto, pero cuando no estoy con él me siento peor, siento un vacío que no puedo llenar con nada, toda mi felicidad es por él, pasar tiempo con él, no podría estar sin él. Sé que me lastima, intenté alejarme, pero no puedo y siempre termino perdonándolo y regreso con él, porque solo con él me siento feliz lo necesito a mi lado». 

Ariana dio todo por la otra persona, incluso se puso en segundo lugar en casi todos los aspectos de la relación. Lo hizo por el miedo a ser abandonada, que sería insuperable si se terminara, y como creía que eso es lo peor, eligió el mal menor que es ponerte en segundo lugar, con tal de que la persona que tenía a lado no se fuera, aceptando solamente migajas. 

Por qué llamas amor a lo que en realidad es dependencia emocional

Síntomas de la dependencia emocional:

Las personas que presentan dependencia emocional pueden encontrar algunos de estos patrones en sus relaciones (TopDoctors, s/f.):

  • No soportan estar solas, y la distancia física o emocional con su pareja les representa síntomas de estrés y ansiedad.
  • Miedo a estar solas, no abandonan la relación, aunque no les haga felices.
  • Se muestran sumisos ante su pareja y son capaces de no expresar sus opiniones o no discutir para no disgustar a su pareja.
  • Suelen sentirse inferiores a los demás y sienten que no son suficiente buenos para su pareja, así como se obsesionan con la idea de ser engañados.

Causas de la dependencia emocional: 

Castro (2023) refiere que las causas más comunes y frecuentes que encontramos en la dependencia emocional son:

  • Baja autoestima. 
  • Miedo a la soledad.
  • Muchas inseguridades.
  • Poca confianza en sí mismos.
  • Estado de ánimo negativo. 

Es habitual encontrar comorbilidad de la dependencia emocional con cuadros de ansiedad o depresión.

Peligros de la dependencia emocional:

La autoestima y una mala autorregulación emocional se ven implicadas como efectos de la dependencia.

La persona se olvida tanto de sí misma hasta el punto que comienza a hacer todo lo que a la pareja le gusta, apagando lentamente su voz y autonomía. También hay un miedo a la ruptura, como algo terrible que tiene que evitar a toda costa. La dependencia emocional también afecta al campo de las relaciones interpersonales. Necesitan la aprobación de las personas con las que se relacionan de las personas significativas de su entorno incluso si estas no son significativas en su vida. Por ello, están muy pendientes de su aspecto y de gustar, tanto que incluso pueden llegar a desarrollar un trastorno alimentario. Su atención está volcada al exterior y están muy pendientes de las reacciones de los demás. Su deseo de agradar puede hacer que personas de su entorno se aprovechen de ellas, ya que además tienen una baja capacidad de ser asertivas y de reclamar sus derechos. (Molins, 2021)

¿Cómo superar la dependencia emocional?

  • Busca ayuda profesional.
  • En relación con uno mismo: trabajar en el autoestima y valorar el amor propio.
  • Motivación en objetivos para el crecimiento personal.
  • En el campo de las relaciones interpersonales: es importante crear un equilibrio entre los momentos sociales y los espacios de soledad.

Referencias

Castro, S. (2023). Dependencia Emocional no es Amor. https://www.iepp.es/dependencia-emocional/

Infante, D. (2016). Dependencia Emocional. https://www.topdoctors.es/diccionario-medico/dependencia-emocional

Molins, D. (2021). Los peligros de la dependencia emocional. https://www.topdoctors.es/articulos-medicos/los-peligros-de-la-dependencia-emocional#

Rull, A. (2019). Dependencia emocional: estas son sus consecuencias psicológicas. https://www.elperiodico.com/es/ser-feliz/20190924/dependencia-emocional-consecuencias-psicologicas-7642023

TopDoctors (s/f). Dependencia Emocional. https://www.topdoctors.mx/diccionario-medico/dependencia-emocional/

Storytelling para entrevistas de trabajo

La última vez te conté un poco sobre el storytelling en presentaciones de trabajo, aunque es una técnica muy usada por el marketing, también la puedes usar en muchos otros aspectos de tu vida profesional.

Seguro has estado en entrevistas de trabajo donde te preguntan:

¿Cuáles son sus fortalezas o debilidades?

¿Cómo maneja situaciones de estrés o presión?

¿Qué logros o errores ha tenido en su anterior trabajo?

Estas preguntas (y muchas otras) son preguntas de autoconocimiento, tus respuestas pueden ser rápidas “soy puntual, responsable y proactivo”, “soy bueno manejando situaciones de presión”, “mi mayor logro fue….”

Ahora piensa que por lo menos dos de cada tres entrevistados responden igual a ti, ¿quieres saber cómo responde el que si se queda en el puesto?

Cuenta historias, vivencias y experiencias.

Como vimos antes, las historias se quedan registradas en nuestra mente y generan impacto emocional. El impacto emocional es más difícil de olvidar, además genera mayor atención que otro tipo de respuestas.

Ahora que sabes esto empecemos…

Recuerda situaciones en tu vida profesional donde hayas demostrado una habilidad, reconoce bien la situación.

·         Quienes eran los personajes.

·         Qué problema había y cuál era el contexto.

·         Qué emociones había alrededor de este problema, ¿alguien se enojó?, ¿discutieron?

·         Qué pensaste para solucionar la situación.

·         Cómo propusiste la solución.

·         Cómo llevaron a cabo la solución.

·         Qué emociones generaron las soluciones que planteaste.

·         Qué aprendiste.

Puedes escribir las respuestas en una hoja de papel, para que no se te olvide.

Ahora simplifica.

Por lo general, tendemos a llenar de detalles nuestras historias, puede que esos detalles sean importantes para nosotros, pero realmente, no cambian tu historia en nada y puede hacer qué se pierda el foco de lo que quieres expresar, entonces:

·         Quita personajes que no aporten a tu historia.

·         Un problema, una solución. No caigas en la provocación de explicar varios problemas a la vez.

·         Emociones sencillas, que se expliquen solo por tu historia, no por contextos más complejos.

·         Aprendizajes de tu historia, no de otras situaciones.

Ejemplo

Habilidad: Liderazgo, motivación, organización.

·         Personajes: En mi último trabajo como gerente de proyecto, me enfrenté a un desafío cuando un miembro clave de mi equipo….

·         Problema: … se puso enfermo y tuvo que tomarse un tiempo libre.

·         Emociones: Por esos días, teníamos mucha acumulación de trabajo, todo el equipo estaba muy estresado y esta situación podía generar mayor incomodidad emocional.

·         Solución (propuesta y organización): Tuvimos una reunión con el equipo, nos motivamos y nos comprometimos para reorganizar el trabajo.

·         Emociones post-problema: Finalmente, el equipo logró cumplir con el plazo establecido y liberar el gran estrés que habíamos atravesado esos días.

·         Aprendizaje: El equipo generó sinergia cada vez que un miembro tenía que ausentarse por algún motivo, todos conocíamos las labores del resto para poder apoyarlo en situaciones como estas.

Es probable que no sepas de que trata tu historia hasta que la acabes. No pienses en el título ni en las habilidades que representa. Yo mismo, mientras escribía este ejemplo, no sabía exactamente qué habilidades había descubierto, sino hasta el final.

Un ejemplo de contexto innecesario sería explicar el motivo de la ausencia del miembro del equipo, el tipo de trabajo que realizaba, o incluso qué otros miembros habían, no quiere decir que no sean importantes, solo que la historia debe ser lo más concreta posible para que no pierda impacto.

Otros ejemplos mucho más sencillos:

«En mi trabajo anterior como vendedor, logré superar mi objetivo de ventas en un 20% al desarrollar una nueva estrategia de marketing dirigida a los clientes potenciales».

Ilustra tus habilidades de liderazgo con un ejemplo específico:

«Cuando era líder de un equipo en mi último trabajo, tuve que dirigir un proyecto en el que había muchas opiniones diferentes sobre cómo se debía abordar. Guié a mi equipo a través de un proceso de discusión y consenso para llegar a una solución que satisfizo a todos los miembros del equipo».

Ahora es tu turno de escribir tus historias, simplificarlas y analizar las habilidades que demuestras en cada una, prepárate para tus entrevistas, las entrevistas no sirven para que hagas un resumen de tu CV, el entrevistador puede leer. La entrevista sirvr para conocerte personalmente, saber tu personalidad, temperamento o incluso si mientes o no, de esto “hablaremos” en otra ocasión.

Hoy les quiero contar una historia

Cuando era niño, solía jugar en algún parque cercano a casa durante las tardes, después de hacer mis deberes iba con mis hermanos con algunos juguetes pequeños.

En una ocasión, me puse a jugar con un niño que jamás había visto, pero entendíamos el juego, nos comprendimos casi sin hablar.

Después de media hora de jugar, nos habíamos hecho grandes amigos, como si nos conociéramos de toda la vida, cuando de pronto tuvimos un desencuentro.

Peleamos sin tregua, no solo con palabras o gritos, sino con golpes, y cuando ya no teníamos nada más que decirnos, cada uno tomó sus fichas ganadas, dejó las perdidas, y con la ira más intensa, nos fuimos.

Al día siguiente nos volvimos a encontrar y nos pusimos a jugar.

Honestamente, no estoy seguro donde oí esta historia, pero me dejó más enseñanzas de las que las que puedo recordar sobre el rencor y el odio. Este relato me atrapó, me emocionó y me enseñó, hoy la puedo recordar como si yo mismo la hubiera vivido.

Ese es el efecto que tiene contar historias, cuando una empieza nuestro cerebro automáticamente presta atención.

¿Por qué?

Cuando nuestro cerebro sabe que viene una historia, empieza a segregar neurotransmisores entre ellos la dopamina, si quieres despertar la atención de tus oyentes en una reunión o auditorio, puedes empezar con «Les voy a contar una historia», automáticamente, nuestro cerebro segregará dopamina, la cuál hará que el cerebro quiera más de ella. Nosotros buscamos el efecto de este neurotransmisor, constantemente, es por ello que invertiremos nuestra atención en la historia, pues esto nos asegura más dopamina.

Les contaré otra historia:

Un explorador se encuentra en su tercer día en la sabana africana, no ha encontrado nada interesante que documentar, está agotado y prepara su vuelta, con la enorme derrota a sus espaldas, mientras está caminando se encuentra frente a una fiera.

La fiera lleva días sin encontrar comida, está hambrienta.

El explorador, consciente de su posición, comienza una carrera de escape. La bestia empieza su feroz caza.

Luego de unos minutos de huida, el explorador se encuentra frente a una caída de varios metros por delante, se acerca a la orilla del cañón, ve un arbusto a mitad de la caída y decide lanzarse e intentar tomar las ramas de aquel arbusto.

La fiera llega a la orilla del cañón, pero le es imposible frenar a tiempo y cae.

El explorador está entre las ramas del arbusto y la fiera, malherida y hambrienta, al final del cañón, esperando a que el cazador baje.

Pasan la noche en esas posiciones, al día siguiente, el explorador abre los ojos, el arbusto ha florecido, una pequeña flor se prende de una de sus ramas.

Probablemente estés esperando el final de la historia, ¿qué pasa con el explorador?, ¿qué pasa con la fiera?

Acabas de experimentar como tu cerebro te pide más dopamina después de haber invertido tu atención en la historia.

Probablemente, la mejor forma de contar historias sea transmitiendo un matiz personal, con una carga emotiva. La felicidad, el miedo, la tristeza, etc., permiten que los oyentes se pongan en el lugar del personaje principal, sientan como él, vivan lo que él vive, y por eso, las historias bien contadas no solo nos aseguran la atención, también llegan a ser inolvidables.

Las historias sirven para crear un escenario o explicar el contexto, y se puede usar en correos electrónicos, en presentaciones de gerencia, en entrevistas de personal, o en reuniones con clientes o potenciales clientes.

Cuando intentamos ir de lo general a lo particular, perderemos la atención de nuestros oyentes rápidamente, es mejor ir de lo particular a lo general, pues esto asegura que nuestra alocución sea más humana, empezar a hablar de las personas y terminar por los procesos, y no al revés

Cuando estaba en la universidad, nos juntábamos en grupos para hacer investigaciones formativas; al final del curso cada grupo exponía su trabajo de investigación ante el docente y los estudiantes, todas las exposiciones tenían la siguiente estructura:

·        Iniciaban contando la historia de la empresa donde habían realizado su investigación, la situación, número de trabajadores, remuneración, jornadas de trabajo, desempeño promedio, todos los datos numéricos de la empresa.

·        Continuaban por describir una situación problemática, como por ejemplo, la falta de motivación, remuneraciones bajas, cómo el personal pierde el tiempo en procesos innecesarios, etc.

·        Finalmente, daban las conclusiones de su estudio, y las sugerencias para mejorar la situación problemática.

Esta estructura es la que tenía el documento de investigación y los grupos expositores la usaron para intentar explicar la investigación que habían hecho, y aunque es un método correcto, también resulta bastante aburrido, la información realmente interesante está en el final de la presentación, con lo que en los primeros minutos de la exposición se ha perdido toda la atención del auditorio.

Cuando nos dimos cuenta de esto, reordenamos nuestra investigación, pusimos un pequeño contexto al inicio de la exposición, e hicimos una serie de preguntas, toda pregunta merece respuesta, es por ello que pudimos generar la dopamina necesaria para que el auditorio invirtiera su atención en nosotros.

La estructura fue la siguiente:

·        Situación: La empresa tiene que entregar X cantidad de paquetes al mes.

·        Problema: La mala noticia es que no se está llegando a la meta, y eso cuesta X dinero al mes/puede costar dinero al mes.

·        ¿Porque?: El personal realiza algunos procedimientos innecesarios que les hace perder el tiempo, falta de personal.

·        Solución: Modificar los procesos en cuestión para hacerlos más ágiles.

·        Beneficio: ¿Cuánto tiempo se ahorra modificando estos procedimientos?, ¿cuánto dinero se ahorra o se gana en el primer mes/ año?

La mayoría de los presentes en aquel auditorio prestó atención de principio a fin, además que había generado cierta frescura a la tarde.

Nuestro cerebro siempre ordena las cosas de lo general a lo particular, como si de un libro o documento se tratase, eso nos da la sensación de control, pero, al explicar con esta estructura, nuestra presentación pierde impacto.

Si quieres mantener la atención de tus oyentes en una reunión, un auditorio o una entrevista de trabajo, intenta contar historias, o presentar los datos de forma más humana, notarás la diferencia en la atención que te prestan.

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«La amiguita esa»: La culpa como persona.

Acto I: El encuentro.

Cinco de la tarde en punto y estoy esperando cabizbaja a que mi cita llegue, generalmente, sus llamados son espontáneos y me sacan de más de un momento ameno. Ella es así, no puedo controlarla, no se cómo podría hacerlo, siempre me ha acompañado, así que supongo que es tarde para decirle que sus «formas y manías» me asfixian un poco; inclusive, me parece la más toxica de mis amistades.

Nuestros encuentros suelen ser así, desesperantes, intensos y llenos de murmuraciones, es como si ella entrara en mi cabeza e hiciera y deshiciera mi vida y experiencias, y luego, como si nada, se va, me hace ghosting y ni se preocupa en indagar si quedé bien con nuestro encuentro. A veces, tan solo quisiera que se preocupara un poco, y no me señalara ni juzgara. Me deja deshecha; y, todavía con eso, apenas siento su presencia, ya salgo corriendo y detengo el mundo para venir a su encuentro.

No la veo llegar bamboleándose con su sonrisa de victoria que sabe que lo logró otra vez, pero su esencia de lo que ella representa ya me inquieta, es como un dolor de cabeza ligero que, sí no le prestas atención se va, y si piensas en ello, o algo te lo recuerda, viene como un rayo, fiero y altanero. Pero, además, debo mencionar lo del estómago, en otros amigos en común, me he enterado que les provoca un hambre voraz y luego un episodio diarreico terrible, mientras que a otros amigos simplemente les quita la ilusión de consentirse, hacerse algo rico y saludable, prefiriendo entonces agazaparse y enrollarse en su madriguera como si de un conejo miedoso se tratara, llegando a extremos de pasar días enteros sin bocado o, solamente, con los necesarios para no marearse y funcionar.

Ya la veo llegar, estacionándose donde todo el mundo pueda notarla y verla en su esplendor, le gusta hacerse notar, cuando ella llega todos deben saber que me frecuento con la culpa, no hay manera de doblar la esquina y desviarme, siempre me consigue. Nuestra agitada conversación de minutos, que se siente como una eternidad inicia así:

—Te veo bastante tranquila. Me enteré de esas reprogramaciones con tu familia, no lo entiendo, tenías tiempo ¿Por qué no aceptaste?

—Bueno, es que yo me sentía…

—Si, tú y tus excusas, es que tu pretendes resolver el problema del universo ignorando a todos, las cosas no son así, te conozco, tú no eres así. Además, esas nuevas actitudes tuyas de querer desprestigiar y no aceptar lo que la gente hace por ti. ¡Aprende a valorar lo que otros te dan!

—Precisamente, he cambiado y pienso que…

—Mira, de verdad que cansas, te quedarás sola de seguir así, tu madre siempre espera que la llames, que le invites cosas, ni que decir de tu padre quien te adora y extraña. Hasta tu adorado hermano, al que dices que extrañas y te importa, siempre huyes, ¿no te da vergüenza tanto desdén?

—Tengo mis razones y estas son…

—¿Sabes qué? Déjalo así, eres una traidora, tu círculo familiar está mejor sin ti y tus cargas. No entiendo como puedes dejar desbancada a la gente, pensar en ti a estas alturas con la supuesta idea de querer «trascender» me resulta una tontería ¿Quién te crees que eres para decirle a la gente tus opiniones e ideas y hacer lo contrario? Te desconozco, tu siempre estabas para todos, conoces lo bonito de esa sensación, no entiendo porqué la dejas de lado. En fin, quédate allí, con tus ideas extrañas, pero eso sí, espero que pienses en lo que te dije.

Acto II: La agitación en casa

Ella se ha marchado y fue una bomba lo que dejó en mi. Me molesta mi mascota, detesto la ropa que cargo, ¿qué estoy haciendo con mi vida?, definitivamente no debí besar a ese chico en esa reunión, ¿en qué estaba pensando? Definitivamente soy un desastre, ella tiene razón.

A veces, pensar en mi me aísla, ¿o estaré haciendo lo correcto? Quizás aquella vez que no contesté la llamada de mi exjefa, aún hoy tendría una puerta abierta, pese a ya no querer trabajar allí, ¿habré hecho lo correcto? No tiene sentido que en este momento me esté reformulando todos los reproches que Culpa me ha dicho en toda mi vida. Necesito que mi cerebro se apagué, dormiré. No me importa tener los dientes sucios, el estómago vacío y la ropa de la calle, solo quiero olvidar.

Acto III: Aceptación y búsqueda de terapia.

Me cansé, ya no soporto estos vaivenes ni ser tratada como una muñeca que debe obedecer a todos, sin embargo, cuando intento zafarme, algo ocurre y vuelvo a entrar en el bucle de castigo, como si mereciera no comer porque expresé lo que pensaba. Necesito ayuda.

Acto IV: En el consultorio. Entendiendo a la «amiga»

—Ella, más que una amiga es un quiste, es una acumulación que se ha formado a partir de los comentarios de otros. De hecho, es muy valiente de tu parte que la hayas reconocido, y sobre todo, aceptado que se trata de un problema en tu vida, muchas personas la toman como su filosofía para seguir con vida, engañándose, pensando que una vida bajo sus lineamientos involucra cero dolor, y es falso. La complacencia desmedida, el servilismo oportuno y siempre disponible agota, y es una fachada terrible que anuncia que, interiormente, estamos tan deshechos que preferimos encargarnos de otros antes que de nosotros mismos. ¿Te suena familiar?

—¿Cómo que otros la han conformado en mi?

—Definitivamente, la culpa no es un sentimiento que surja de primera mano en nosotros, se constituye cuando socialmente creamos normas y formas de proceder, es decir, lo que para nuestro entorno y contexto es normal como bailar merengue bien apretado y juntando las manos, en otros países puede considerarse inapropiado o solo reservado para parejas. ¿lo ves? Las normas son relativas, pero, cuando se inculcan en nosotros, es difícil reconocerlas como tal, creemos que son parte nuestra, y no, no es así.

—Entiendo, en mi caso, siempre fui la niña idónea que podía cumplir con todo. Nunca pensaba en mí y cuando lo hacía, lo posponía, lo excusaba, simplemente me desdibujé para dibujar una sonrisa en otros.

—La culpa nos lleva a eso, es como dos instancias donde una está juzgando con soberbia y altanería a la contraparte que está mísera y llena de amargura. En tal caso, estas dividida en dos, un juez que te corroe y un preso que clama por su libertad y decisiones. ¿Te resulta familiar?

—¡Eso! Justamente así estoy, no puedo dejar de sentir que tengo que defenderme de mí misma. Tengo muchos pensamientos en mi contra que me dicen que no puedo comprarme nada, que no merezco si quiera un halago, que no puedo salir y hacer mis actividades porque vengo yo en mi mente a gritarme que estas cosas no son para mí, por razones externas o internas. «No salgas a la calle porque si te pasa algo, tú te lo buscaste», «no hables con esos hombres porque tú sabes lo que buscan y sí ocurre algo tú eres la culpable», «no gastes en ropa, tú familia necesita cosas y tu pensando en tonterías»… Es una historia de nunca acabar.

—¿Qué pasaría sí a esta disputa de dos, incluimos un tercero?

—Buen punto, supongo que traería el equilibrio. Sí somos dos, no hay punto de inflexión, pero, el tercero traería el desempate, ¿no es así?

—Exactamente, incluiríamos la culpa que sana a esto, lo podemos llamar Responsabilidad. ¿Qué es para ti la responsabilidad?

Acto V: Poniéndote a prueba

—Ha pasado mucho tiempo. Qué gusto verte de nuevo en sesión. ¿Qué tal tu semana?

—Ha sido un revoltijo total. Me he sentido triste y desanimada, pero, al mismo tiempo, con la esperanza de que las cosas han estado yendo por el cauce que siempre anhelé. Mi amiga, ya sabes cuál, me llamó. Resulta que se enteró que planeo salir de mi trabajo actual. Como siempre, nos citamos y ella llegó bamboleante, altanera y máxima. Y recordé que la responsabilidad es el poder asumir lo que está en mis manos y en mi capacidad de resolución. La situación fue así:

—¿Qué tal? He visto que has salido con otra amiga, «la psicóloga» la llamas. ¿Acaso te ayudará?, estas perdiendo la plata. Aquí lo que funciona es contrariarte de la serie de sandeces que estas cometiendo. No estás aprovechando…

—No te dejaré hablar, lo que hago ahora, lo que hice y lo que haré, está con base a mi bienestar y no el de otros, primero estoy yo y las consecuencias, no la que los demás determinen.

—¿Ah? ¿Cómo te atreves a decir que los demás no tienen necesidades y opiniones? Yo creo que…

—Aburres, los demás pueden hacer de su vida un teatro, yo haré de la mía una obra de arte, con tantas tonalidades que me atreveré por fin a perderme entre ellas y asumir lo consecuente. Responsabilizarme y no victimizarme, o culparme, es el mejor regalo que puedo darme y puedo ofrecer. Adiós, si te veo de nuevo, créeme que será una charla como está, racional, equilibrada, sin disculpas por actos que no cometí o de los que no soy responsable, pero, por sobre todo, con base central en mí. ¿Culpa, te quedas o te vas?

Celos y relatoterapia

Gilmará tiene una personalidad compuesta por las tres primeras letras de su nombre, no me malinterpreten soy su amiga y la conozco desde que nació, tanto así que inclusive compartimos día y mes de nacimiento, por ende, sé con certeza que nuestras vidas iban a estar juntas como dos ríos que si bien marcaban independencia por diversos cauces y desembocaduras, iban a estar cercanos, aunque sin mezclarse, ya saben, la autonomía es necesaria. 

Ella, es hermosa, con unas caderas envidiables, un cabello que aprendió a valorar hace poco y un alma en exceso pura, una carcasa de fuego y hierro, nadie entra fácilmente, es tan difícil que sí estás dentro nunca llegarás a saberlo realmente, este límite es tan profundo que su dolor casi siempre es individual, injusto y la carcome. Esto es debido a que nosotras fuimos criadas con reglas de silencio, los celos, los callas, los muerdes, disimulas y sonríes. Nada ha pasado, eres libre, solo eres un amigo. A esto me refiero, a que lo gil pasa como un atributo más de personalidad.

Las relaciones del silencio

Amistad, solo eso, así resume mi querida Gilmará a todos cuando ve llegar un obsequio, cuando nota mayores atenciones de quien se le ve notoriamente interesado, pero ella, externamente lo minimiza, no quiere develar que por dentro le importa, que se cae de bruces por un beso, por esos buenos días, y que además le importa muchísimo lo que dirán sobre su nuevo prospecto, ella, primeramente controla las habladurías y las asimila, aunque por dentro estalle en cohetes, en otras palabras, es la amiga que en silencio ya se imagina de capa y velo, pero jamás lo confesará.

El problema con esto, es que se convierte en un monstruo que tal cual el Rey Midas que pidió contemplaciones a los dioses, comienza a comerse a sí misma, a fallecer poco a poco porque las imaginaciones no se cumplen, o los intereses se van solo a lo carnal y ella queda relegada otra vez, queda como la amiga linda, sexy y confidente que escucha divertida cada una de las más sucias aventuras, todo chill, nada le interesa, total ¿somos amigos, ¿no? Pero, yo que soy su amiga, se la verdad, le duele, está celosa y necesita saber más después de cada historia de aventuras, que claramente, no fueron con ella.

La adicción cognitiva

Ese hábito insano es nuevo para ella, lo acaba de descubrir hace relativamente poco tiempo, descubrió que es un hambre insaciable que le perjudica, pero, como toda adicción no puede conducirse adecuadamente, la voluntad le flaquea y se vuelve Sherlock Holmes y requiere nombres, saber de orgasmos, si pasó más de una vez o sí es serio o un arrimón de una noche. Ella requiere saberlo todo. Se convierte en una quimera, no la descubres, no la lees, tiene su fino arte de ocultar lo que siente muy bien domesticado, y si es a distancia ¡Uff, es imperceptible!

Ella, se disfraza de una confidente fiel y leal, incapaz de juzgar, pero, lo cierto, es que se invade de envidias y celos asquerosos que le corroen la piel, a continuación, lo que hace es buscar validación externa: usa escotes, se bambolea al caminar, frente y mentón en alto, sonrisa jocosa, ropa atractiva que le haga sentirse poderosa, sin embargo, esta forma de manejar el despecho que ella misma se inventó la rompe en mil pedazos, la ilusión deshecha de lo que ella se fabricó se esfumó, y lo peor, es que sin llegar a nada, realmente.

No lo comenta, se lo sacas a cucharadas.

-Gilmará, sé que no estás bien, habías decidido avanzar con él, hacerle regalos y abrirte emocionalmente, inclusive, le perdonaste esos arranques verbales que tuvo cuando te sentiste mal, le diste una oportunidad diciéndole cómo conducirse contigo en momentos así, para que no se repitiera, es decir, invertiste emociones y esfuerzos en encauzar la cosa, pero, aun así, le decidiste seguir llamándolo amigo.

Y es aquí, cuando arranca y con la mirada más fiera y tenebrosa te dice en un brote de furia con mesura: “Era obvio, menos mal que fue así, porque mientras yo me ilusionaba él se acostó con otra, sí, ese día antes de que pasará lo de mi “mal día”, sí días antes ocurrió. Y yo allí, malgastándome diciéndole cómo me gustaría que me arrullara, ¿Qué no te das cuenta de lo inservible que es seguir?, ¿Qué aquí no vale decirle lo que siento porque él solito se encargó de manosearlo y tirarlo después? Abre los ojos tú”.

La falacia

Se hace la dura, lo dice convencida, pero, en el fondo, está dolida hasta la médula, ella es así, una mujer fuerte pero excesiva consigo misma, ciega a darse cuenta que su valor está por encima de la valoración de sus tacones y su melena, y que, el hacedor de ilusiones que cree es su prospecto idóneo realmente no lo es, es simplemente un payaso que en un acto de abrir y cerrar de ojos destruyó las ilusiones de alguien que pudo darle una calidad de vida y bienestar alto, pero, ya sabes lo que dicen sí no estás listo, no importa lo que tengas al frente, no lo valorarás.

Entonces, para ti Gilmará que se identifica con la historia, o la amiga que la acompaña, te brindo un soplo con aroma a alivio. Celos es querer o anhelar lo que sentiste fue tuyo y se te arrebató. No, nadie es de nadie, las ilusiones en un recipiente equivocado brindan una confusión del demonio, que en un inicio sabía a elixir de vida, te nutría, salvaba del cataclismo existencial, pero es falso, tomabas la salvia de una fachada que jamás se concretó en la realidad, apégate a la idea de que es mentira y no lo mereces. 

Cuida de ti misma, evita el control, los largos cuestionarios, los interrogatorios disfrazados no sirven para acallar la duda, al contrario, afinan el ímpetu de corroborar lo que para ti es una infamia. La deslealtad no se cura con base a detalles absurdos y sin contexto, se hace desde el plano de replantear el lugar donde están y quieren estar, y para eso, se requiere de dos entes bien enterados y comprometidos. Ese proceso de odiar, perdonar, amar y herir que solo tú provocas en la mente, no funciona, reconciliarse sola no tiene sentido, la realidad es lo que está machacando tus entrañas, que lo suavices con la mente solo hará que la mentira perdure.

Protégete y resguárdate de la tormenta de pensamientos de recordar sus palabras que comunicaron el hecho. No vale la pena darle tantas vueltas, no sirve molestarte por mucho tiempo y sufrir por ello, lo que queda es decidir ¿Qué harás con la ira? O construyes o te marchitas.No se trata de fingir, no me malentiendas, se trata de que los celos cuando son desmedidos, cuando no se ha dado nada realista, que solo están «tonteando», «vacilando» o simplemente es una situación de «saliditas sin más» date la oportunidad de hacer un alto y revisarte, y, en segunda instancia, revisar qué sucede allí afuera, ¿realmente quieres seguir invirtiendo energías y empecinarte en quién te está dando todas las señales de que emocionalmente no está disponible? Cuestionarte duele y salva, no hay puntos medios, pero, es necesario.

Insomnio: 856 ovejas

¿ALGUNA VEZ HAS INTENTADO CONTAR OVEJAS PARA DORMIR?

Es muy probable que tu respuesta haya sido afirmativa, por lo que saber el origen de esta frase puede resultarte interesante.

A inicios del Siglo XII, Pedro Huesca escribió un libro en donde recopilaba fábulas, una de ellas mencionaba a un rey que tenía serias dificultades para poder conciliar el sueño, por lo que, en su desesperación, convocó a un cuenta cuentos para que cada noche le contará una historia diferente.

Una de esas largas noches, el rey ya había escuchado cinco relatos del cuenta cuentos, y aún no podía dormir. El narrador iba quedándose sin historias, y sin ideas, y ya había pasado muchas noches en vela, por lo que inició contándole al rey, la historia de un campesino que había comprado dos mil ovejas, y que para llevarlas a casa, necesitaba hacerlas cruzar por un puente angosto, por lo que las ovejas debían pasar de dos en dos. Es así que, el narrador le encargó al rey que llegará a pasar las dos mil ovejas para poder contarle el final de la historia. Este conteo era prácticamente inacabable, por lo que, el rey llegaba a dormirse a los minutos, y el narrador cumplía su objetivo, lograr que el rey durmiera.

Analizando factores psicológicos, una de las principales razones por las que este consejo: «Cuenta ovejas para dormir», prevalece en el tiempo, es porque incentiva a que nos concentremos en seguir el número, dejando menos espacio mental para otro tipo de pensamientos. Así mismo, si se pierde el hilo de la numeración, se debe empezar de nuevo, y la actividad resultaría cada vez más y más aburrida. Y tiene mucho sentido, porque efectivamente uno puede llegar a dormirse también de aburrimiento.

Este cuento, como muchos otros, deja un sabor de familiaridad a los oyentes, ya que, lo hemos escuchado en repetidas ocasiones. Cuando se escucha un relato conocido, se ingresa a un grado de relajación que estimula el sueño.

El cuento de las ovejas tiene una estructura encadenada, esto quiere decir que, presenta una palabra u oración que se va repitiendo a lo largo de la narración. Este efecto, deja cierta sensación de comodidad y seguridad.

CARACTERÍSTICAS DEL SUEÑO SALUDABLE

La cantidad de sueño que necesitamos depende de varios factores, especialmente del grupo etario al que pertenezcamos:

Por otro lado, se considera como adecuado conciliar el sueño o volver a dormirse, en caso de ser adulto, en un lapso de 30 minutos, y en caso de ser niño o adolescente, en un lapso de 20 minutos. A esto se le conoce como latencia del sueño.

INSOMNIO: ALMOHADA DE PENSAMIENTOS

El insomnio pertenece a la familia de las disomnias o trastornos del sueño en donde está alterada la cantidad y la calidad del sueño.

Se trata de una dificultad persistente en el inicio, duración, consolidación o calidad del sueño, a pesar de que no existan condiciones externas que influyan negativamente.

CONSECUENCIAS DEL INSOMNIO

Las consecuencias emocionales del insomnio se vivencian desde dos líneas de tiempo distintas, una de ellas se da mientras se intenta dormir y no se logra, lo que genera mayor inquietud mental, frustración y desesperación. La segunda, se refiere a la afección emocional que surgirá al despertar y durante el transcurso de la vigilia, en donde la capacidad de gestionar las emociones suele verse afectada, presentando características como la presencia de irritabilidad, baja tolerancia a la frustración.

Una consecuencia emocional extrema al insomnio, es la ansiedad anticipatoria y el miedo intenso a la hora de dormir (somnifobia).

El insomnio tiene como consecuencia cierta ralentización de algunos procesos cognitivos: la concentración, el proceso de consolidación de la memoria durante la noche, así como también somnolencia, disminución de energía física y fatiga.

Suelen aparecer dolores de cabeza o cefaleas, tensión muscular y síntomas gastrointestinales. Del mismo modo, la conducta se ve alterada, con mayores índices de impulsividad, hiperactividad e incluso puede llegar a tener menor control de su agresividad (Morin, Leblanc & Daley, 2006).

Otra de las consecuencias de la insatisfacción del sueño, es que la privación del sueño anterior, al día siguiente, activará una mayor necesidad de cantidad de sueño en la persona, convirtiéndose en un círculo vicioso.

Todo esto afecta la posterior vigilia de la persona, y por ende su funcionamiento diurno en varias esferas de vida. Esta última condición es necesaria para poder establecer el diagnóstico.

Es necesario conocer de forma específica las características del insomnio, ya que servirá como punto clave para el diagnóstico e intervención

INSOMNIO POR EL MOMENTO DE APARICIÓN

-.-.-.-.-.- INSOMNIO DE CONCILIACIÓN -.-.-.-.-.-

La dificultad aparece al inicio del sueño (incrementando la latencia del sueño). Es decir, presentar dificultad mayor a 30 minutos para lograr conciliar el sueño.

-.-.-.-.-.- INSOMNIO POR MANTENIMIENTO -.-.-.-.-.-

A este tipo de insomnio se le conoce como despertares frecuentes.

Se trata de la dificultad para mantener el sueño una vez alcanzado acorde a las horas de sueño adecuadas. Puede tratarse de un insomnio intermitente, en donde hay periodos en los que la persona se despierta, o puede tratarse de la dificultad para lograr conciliar el sueño luego de haber despertado tiempo antes de concluirlo.

-.-.-.-.-.- INSOMNIO DE DESPERTAR PRECOZ -.-.-.-.-.-

También conocido como insomnio terminal o sueño no reparador, consiste en que la persona se despierta antes de cumplir su ciclo de sueño, generando la sensación de no haber descansado lo necesario.

INSOMNIO POR SU DURACIÓN

-.-.-.-.-.- INSOMNIO TRANSITORIO -.-.-.-.-.-

Se caracteriza por una duración menor o igual a siete días, es generado por algún episodio de estrés agudo, o por cambios en el ambiente, como por ejemplo: viajar a un destino con diferente zona horaria, asignación de un nuevo horario de trabajo, etc.

-.-.-.-.-.- INSOMNIO AGUDO -.-.-.-.-.-

También conocido como insomnio de corta duración, ya que se cursa en un lapso de uno a tres meses. El insomnio agudo suele verse originado porque la persona se encuentra atravesando algún proceso de adaptación, como por ejemplo: duelo, divorcio, mudanza, nacimiento de un hijo, etc.

-.-.-.-.-.- INSOMNIO CRÓNICO -.-.-.-.-.-

Se caracteriza por la aparición de problemas tres veces por semana como mínimo, durante el periodo de más de tres meses. Este tipo de insomnio tiene una causa psicológica y/o orgánica. Manifestándose en mayor medida al inicio o mantenimiento del sueño.

INSOMNIO POR SU NATURALEZA

-.-.-.-.-.- INSOMNIO EXTRÍNSECO -.-.-.-.-.-

Este tipo de insomnio es generado por causas ambientales, que pueden incluir: higiene del sueño, uso de sustancias psicoactivas, circunstancias estresantes, etc.

-.-.-.-.-.- INSOMNIO INTRÍNSECO -.-.-.-.-.-

En cambio, el insomnio intrínseco abarca factores personales de causa psicológica y/o orgánica, como el insomnio primario, las apneas obstructivas del sueño, el síndrome de las piernas inquietas, etc.

INSOMNIO POR SU ORIGEN

-.-.-.-.-.- INSOMNIO PRIMARIO -.-.-.-.-.-

Se trata del insomnio no orgánico / idiopático.

-.-.-.-.-.- INSOMNIO SECUNDARIO -.-.-.-.-.-

Se consideran causas orgánicas, tales como:

Asociado a enfermedades neurológicas: Como por ejemplo, la epilepsia, el Parkinson, Alzheimer, demencias.

Asociado a enfermedades psiquiátricas: Problemas o trastornos del estado del ánimo (depresión, ansiedad), trastorno de estrés post-traumático, trastorno obsesivo compulsivo, problemas de abuso de sustancias, esquizofrenia, etc.

Asociado a enfermedades médicas: Problemas cardiovasculares, respiratorios (síndrome de la apnea de sueño), cáncer, problemas de la próstata, etc.

TRATAMIENTO: HACER DORMIR AL INSOMNIO

Se requiere iniciar por completar la historia clínica del paciente, tomando en cuenta antecedentes, tipo de personalidad, comorbilidad con otros problemas psicológicos, hábito de sueño, alimenticio y de ejercicio, ronquidos, bruxismo, repercusiones diurnas, eventos traumáticos que se correlacionen a la aparición del insomnio, etc.

Posterior a ello, se determinarán las técnicas idóneas para brindar tratamiento, como puede ser la higiene del sueño, técnicas de relajación y mindfulness, terapia cognitivo conductual (técnica de preocupación constructiva), técnicas del control de estímulos, técnica de restricción del sueño, entre otras.

BIBLIOGRAFÍA:

Bobes J. No te rindas ante los trastornos del sueño. Ed. Rialp.1992.  

Morin C, Leblanc M, Daley M, et al. Epidemiology of insomnia: prevalence, self-help treatments, consultations, and determinants of help-seeking behaviors. Sleep Med. 2006;7(2):123-30.Citado en PubMed:PMID:16459140

Dedos cruzados: Mitomanía

«Había estado esperando mucho tiempo para que ese momento llegará, y cuando pasó me quedé atónito. En poco menos de 20 días atrás, Larita me había contado que se iría a estudiar a Londres, me sentí alegre y a la vez con una especie de nostalgia anticipada. Le compré unos aretes y le escribí una nota, antes creía que nunca era demasiado tarde para decirle a la persona que quieres lo que sientes. Cuando nos despedimos me devolvió el te quiero, y realmente me quedé sin palabras. Subía constantemente fotos a sus redes sociales de lugares impresionantes. Un día me dijo que escribir textos no era lo suyo, y que mejor solo habláramos por videollamada antes de dormir, sacamos el cálculo de la diferencia horaria, y así, sin salir de nuestras habitaciones, fuimos descubriendo el mundo. O eso pensé, luego de casi un año de relación, se me ocurrió invitarla a una cita, cada uno elegiría el restaurante de su preferencia, y tendríamos la videollamada con un nuevo escenario. Y realmente fue así, aunque se cayó el telón. Larita, me dijo que no podía porque tenía trabajos académicos que presentar, pasaron varios días sin conversar, me sentía preocupado, así que, viajé en el bus hacia la casa de sus padres, en el camino pensaba que necesitaba asegurarme que estuviera bien, pero no tenía claro que les diría al verlos. Me senté frente al parque, y vi la luz del cuarto de Larita encendida, me pregunté si su hermana menor estaría durmiendo allí, pero mientras empezaba a acercarme, vi que quien se asomaba a la ventana era Larita. Quise creer que acababa de llegar, y que estaba por darme una sorpresa. Se me humedecieron los ojos, y di media vuelta. En medio del viaje, decidí escribirle, diciéndole que no era necesario hacer una videollamada fuera de casa, que la extrañaba. Larita me respondió a los minutos confesándome que ella también me extrañaba, nuevamente me quedé sin palabras, esta vez no era de alegría, ni de nostalgia anticipada, era de miedo. Prendió la cámara, y noté que era el mismo cuarto, la misma almohada, la misma colcha, las paredes tenían el mismo color, y el reflejo del espejo proyectaba los mismos objetos. No podía creerlo, Larita me había mentido, Londres nunca fue su hogar, Larita no se había mudado, seguía viviendo a tan solo veinte minutos de mi casa».

Decidí empezar este tema con un relato corto, porque vamos a analizar las características de la mentira y de la mitomanía, puntos que describen el perfil psicológico del personaje de Larita.

Psicología de la mentira

Mentir significa decir deliberadamente lo contrario de lo que se sabe, se cree o se piensa que es cierto, con el fin de engañar a alguien, o a un grupo de personas. También se considera como mentira el ocultar una verdad que se sabe es necesaria de compartir. Así mismo, una mentira puede ser una verdad selectiva, simulada o exagerada. En general, mentir es un engaño deliberado y consciente.

Uno de los principales motivos del engaño es para formar o manejar las impresiones de los demás, usualmente esto esta direccionado a generar una imagen «socialmente aceptable». Es así que, uno de los propósitos de mentir es para sentir que se satisface la necesidad de aceptación social, seguridad y protección.

El proceso de la mentira camufla una necesidad de proyección hacia un objetivo, como por ejemplo, proyectar mayor educación, atractivo, poder, inteligencia…

Las personas mienten también ante algún tipo de amenaza real o imaginaria, como lo es el miedo al abandono, al rechazo, con el fin de protegerse, evitar alguna pérdida, obtener algo a cambio de la mentira, etc.

Por otro lado, al mentir también se obtiene placer, esto es porque la persona que miente puede disfrutar de cómo logra los objetivos deseados, llegando incluso a sentirse más astuto que los demás, reforzando un tipo de complejo de superioridad, que se traduce en una baja autoestima.

La persona que miente sabe que corre el riesgo de ser descubierta, y la percepción de este riesgo favorece la producción de adrenalina, por lo que, personalidades con tendencia a conductas de riesgo tienen mayor predisposición a la mentira.

Mentir supone caer en una especie de tela de araña, ya que muchas veces se tendrá que construir una mentira sobre otra para mantenerla, incluso a mediano y largo plazo.

Diferencias entre mentir y mitomanía

La principal diferencia es el fin de la mentira, mientras que una persona mentirosa lo hace con un objetivo, como alguno de los mencionados previamente, la persona con el diagnóstico de mitomanía no.

Es necesario distinguir el grado de mentira, la frecuencia, duración, contextos. Ya que, la mitomanía se refiere a una conducta de tipo compulsiva.

Las personas mitómanas no necesariamente se llegan a creer sus propias mentiras, algo que no suele suceder con una persona mentirosa, quienes tienden a alterar ese episodio de realidad, reasignándole otras características que cumplan con su mentira.

Una de las diferencias más evidentes, es el impacto a nivel de consecuencia que se puede llegar a tener, una persona con mitomanía tiende, con el tiempo, a ser vista por los demás con recelo, desconfianza, y a haber deteriorado significativamente sus relaciones interpersonales.

Mitomanía: El Síndrome de Pinocho

A la Mitomanía también se le conoce como la Pseudología fantástica, o popularmente como el «Síndrome de Pinocho», se trata de un problema psicológico, que consiste en presentar una conducta repetitiva del acto de mentir, haciéndolo prácticamente de forma espontánea.

La persona mitómana tiene una grave dificultad para resistirse al impulso de mentir, y ha ido «entrenando» sus procesos cognitivos (atención, concentración, memoria), por lo que, le resulta sumamente sencillo crear una realidad falsa con argumentos de distintas variantes.

Investigadores de la Universidad de California del Sur han analizado el cerebro de personas con el diagnóstico de mitomanía, y han descubierto que tienen un 14,2% menos de materia gris que las personas honestas. Concluyendo que, esto se correlacionaría con otorgarle una menor importancia a los aspectos morales y a presentar una mayor desinhibición.

Muchas veces, la mitomanía se asume como parte de la sintomatología de patologías psíquicas, en donde el foco de la acción de mentir podría explicar parte del diagnóstico. Las principales patologías que la incluyen son los Trastornos de personalidad límite, antisocial, del control de impulsos (Cleptomanía, Ludopatía), y dentro de los trastornos de adicciones.

Si te interesa saber más de este tema, te recomiendo la serie de Netflix «Inventado a Anna».

Bibliografía utilizada:

Ferrari, L. (2011). Cómo descubrir la mentira y al mentiroso. www.tusbuenoslibros.com

EL MARAVILLOSO MUNDO DE EDOS

De cómo enfrentar los miedos y superar la nostalgia

El mundo infantil está plagado de un romanticismo arrollador, donde todo se pinta de manera rosada, con un sabor pastel y un sonido similar a campanas que tintinean gustosamente a pie del oído pero, sabemos que no es así.

En sesión, muchas veces nos topamos con situaciones extraordinarias, de parte de madres y padres e inclusive cuidadores que acuden a nuestra sala de citas para recibir un soplo de esperanza y muchas de veces de valentía para tomar aquella decisión que tanto aqueja. Cuando acuden con niños la cosa se pone peliaguda porque no solo es hablar en el idioma nativo sino que además, debe ser comprensible, realista pero al mismo tiempo cuidadoso para no malograr la ya inquietante experiencia.

¿Cómo hablarle a los niños?

En otra época, los niños callaban y mordían su recelo. Muchas veces inclusive se veían privados de su expresión porque un manotazo injusto se iba contra ellos, pero, muchas de estas actitudes en la crianza (sí es que se le puede hablar así) ya hoy no son del todo tan habituales de conseguir.

Enhorabuena papá o cuidador que estás leyendo esto, gracias por preocuparte por no dañar una vida o por buscar una alternativa al «eso no te interesa porque eres un niño», y más bien hacer un puente como quien dice: «ven, siéntate aquí que vamos a hablar sobre aquello que paso con tu hermanita y el tío Gustavo».

Muchas veces, verter un poco de minutos y segundos en está vida pueden ser una inversión costosa, sin embargo, cuando se trata de hacerle ver a un niño una realidad que le concierne, esa inversión se convierte más adelante en una ganancia absoluta. Así que, respira profundo, recuéstate bien de tu silla y reflexiona sobre estas sugerencias:

  • Aclara en tu mente las aguas emocionales. ¿Cómo es esto? Sencillo, hablando se entiende la gente, por lo tanto, hablar con un humano y no con un ogro ya es mucho. No es juzgar ni tirarle piedras a otros por efecto de la cólera, es hablar, y para ello, el tema debe tener un inicio, desarrollo y cierre, ármalo en tu cabeza y luego en ese orden, exprésalo.
  • Habla en un idioma comprensible. «Las células plasmáticas del área del intersticio de tu abuelito están en una variación sistémica….» ¿lo entiendes? yo, honestamente no, así que probablemente un chiquito, tampoco. Habla en términos adecuados, pero, siempre cercanos a la realidad, y sí es de decir: pene o vagina, dilo tú, que eres confiable, no esperes que Youtube u otra persona con otras intenciones lo haga.
  • Disfruta. Es difícil decirlo y todavía más hacerlo, y aunque muchas veces son temas acalorados, complicados y dolorosos, es un momento donde dos almas se conectan, para compartir un saber. No todo debe ser doloroso o complejo, pero en momentos como estos, donde escapar sería más valioso que el oro, el enfrentar con coraje y con un amigo de apenas un metro, es muchísimo más satisfactorio a mediano y largo plazo. Tómate tu tiempo, estabilízate y ve de la mano con él o ella a una resolución realista y esperanzadora.

Un ejemplo vale más que mil palabras, lo mismo que una imagen, así que aquí traigo ambos, una pequeña historia de cómo encarar de forma melosa algunos episodios que en vida pueden ser complejos llegando a quitarnos las palabras, sucesos como el sentirse desamparado, con miedo, a punto de enfrentar un obstáculo temible y la tan aterradora nostalgia, se pueden convertir en quimeras de poliestireno siempre y cuando logremos expresarla adecuadamente.

En las coloridas calles de Calabacín 503-Cercado, una gran ráfaga de viento llevó la casa de Chiquinquirá hasta el misterioso mundo de Deva, un lugar fantástico donde habitan los Ezas, además de los Edos, un tanto más allá los GRRRR, y en sana paz los Iuhgg y Algos.

Chiquinquirá llegó a conocerlos un día que su casa se levantó por los cielos y fue a parar junto a aquel lugar, pero no estaba sola, había una linda voz que la acompañaba, no tenía forma, ni pesaba, pero sí que hablaba, se llama Lara, y siempre la aconsejaba, aunque a veces Chiquinquirá decidía por sí misma y hacía lo contrario, pero no era todo el tiempo.

Este misterioso viento, dejó a Chiquinquirá en medio de un lugar lleno de plantas altísimas como edificios, no estaba mamá para ayudarla, por lo que sintió miedo, y tras salir de casa y andar por todos lados, su voz interior, es decir, Lara le dijo: como no sabemos dónde estamos ni a dónde ir, vamos avanzando hasta llegar a algún lugar. Chiquinquirá aceptó, y tras muuuucho caminar, llegó al fin a una gran muralla de hierro.

Chiquinquirá estaba solita, estaba con mucho miedo, se sentía desamparada, pero, al llegar a una gran muralla de hierro, estaba contenta, porque pensó que sí tocaba la puerta alguien la ayudaría.

Toc toc, se escuchó. Un señor desde lo alto, vestido de morado y con lentes enormes del mismo color se asomó muy temeroso. Chiquinquirá le saludó muy alegre y con voz fuerte, se armó de valor y gritó a lo alto: ¡Holaaaaa!, necesito ayudaaaaa. El señor, que estaba amurallado, temblando de miedo, comenzó a dar la voz de alarma: ¡un intruso! Y todos comenzaron a buscar refugio.

De repente, el rey de la ciudad Edos, pues así se llamaba aquel lugar dijo con voz miedosa: no debe entrar ¿o sí debería entrar?, no, no debe ¿pero, y sí es buena? O tal vez no lo sea ¿pero, y si me ayuda? O tal vez nos coma, ¡qué terrible!

Mientras tanto, Chiquinquirá no se daba por vencida, estaba decidida a encontrar ayuda y Lara insistente le decía: vámonos, suficiente de insistir. No obstante, Chiquinquirá, recordaba a su mamá diciéndole que, con buenos modales había posibilidad de tener éxito. Entonces, Chiquinquirá limpió su voz –cof, cof- y dijo: ¡Hoooolaaaa! Soy muy buena y alegre, pueden abrir la puerta ¿por favor?

El rey, que estaba escuchándolo todo a través de sus mensajeros de la muralla, reflexionó: uhmmm, sí es un monstruo, no diría por favor. Pero, ¿y sí es una trampa?, ¿qué debo hacer? ¡qué miedo, qué miedo! El país de Edos jamás había tenido tantos problemas, pero… ¿y sí me ayuda?

Chiquinquirá, afuera de la muralla, y cada vez más decidida a entrar, siguió esperando pacientemente, hasta que, desde arriba, un hombrecito morado como su rey, le dijo en una voz tan pequeña como un ratoncito: ssssseñorita, ¿qué quiere?

Y Chiquinquirá muy emocionada respondió: señor, buenos días o tardes, aún no sé qué hora es, porque no tengo reloj ¿usted tiene un reloj o perritos? Bueno, un momento, quería preguntar ¿dónde estoy?, ¿quién eres? ¿me ayuda? Por favor-dijo con una gran sonrisa.

El hombrecito morado, fue corriendo a decirle al mensajero del rey, y éste al saberlo, se dijo muy confiado: es una niñita, una niñita chiquitita, de seguro no nos comerá ¿y sí come ciudadanos moraditos de Edo al vapor? ¡Ay! Qué miedo. Pero, ¿y sí no? Mmmm, es una niña, mejor sí que entre y así nos ayuda y yo la ayudo, y quedamos bien ayudados-pensaba temeroso el rey, hasta que resueltamente dijo- Señor Mensajero Real, le ordeno que traiga a esa niña ante mí, y dígale a mi Mayordomo Real que traiga mi armadura, nunca se sabe qué comen los niños de hoy en día.

De este modo, el Rey de Edos se preparó con su armadura de guerra morada, llena de placas de hierro, más que armadura, parecía un caparazón de tortuga. Y finalmente, el gran momento, Chiquinquirá entró por la pequeñita puerta de la muralla, casi a gatas, le dieron sus anteojos morados y comenzó a recorrer la morada y vacía ciudad.

– ¿Por qué todo es chiquitito?, ¿por qué no hay nadie? ¿por qué todo es morado? Mis manos, pies, cabello, el cielo, todo es morado ¡POR QUÉ! – con esta última pregunta, su voz retumbó por todo el país, y los ciudadanos morados de Edos temblaron de miedo. Luego de caminar un poco, llegó con el Rey Morado Edos, quien estaba debajo de la mesa.

-Señor, ¿qué le pasa? Un rato, hmmm, ¿por qué es tan pequeñito y moradito? ¿Por qué…? –

– ¡Basta niña feroz!, soy el Rey del País Edos, dime, ¿nos comerás? Y se honesta, te lo digo, no tenemos buen sabor- Chiquinquirá, respondió:

-jajajajajja, yo no como personas ¿qué le pasa? Me ayuda a encontrar mi casa ¿por fis? – dijo muy sonriente y divertida. El rey, muy asustado, pero no tanto como antes, sacó la cabeza de la mesa y dijo:

– ¿Así que no me comerás? Bien, te ayudare, sí me ayudas tu a mí, de ese modo, nos ayudaremos ayudaradamente, ¿bien? – Ante esto, Chiquinquirá dudó, ¿qué tipo de ayuda le daría una niña a un rey tan miedoso? Pero, su voz interior Lara, le señaló: escucha antes de hablar, averigua qué desea y luego, decidimos. Ante esto, Chiquinquirá dijo:

-Bueno, ¿qué quieres? -muy dudosa caminó hacia la puerta-  estoy perdida, no sé a dónde ir, cómo llegar a casa, extraño a mis padres.

– ¡oh!, estás perdida, te ayudaré, los niños necesitan que los cuiden- dijo el rey finalmente saliendo de la mesa con su enorme caparazón- sí, te ayudaremos, somos el País de Edos, somos miedosos, pero bondadosos; ese es nuestro lema. Te propongo que, sí tú capturas al Gran Rugidor, te ayudaremos a llegar a casa, el Gran Sabio siempre lo sabe todo, él sabrá cómo llevarte a casa. Mi mayordomo te llevará a alistarte. – Y con aire tranquilo, llamó-: ¡Gran Mayordomo! Lleve a la pequeña a prepararse para el combate contra el Gran Rugidor.

Chiquinquirá estaba muy alegre, saltaba de alegría, al fin llegaría a casa. Entonces, cerró el trato. Olvidó preguntar qué era el Gran Rugidor, ella solo quería llegar a casa, sentirse protegida y alegre, como de costumbre.

Chiquinquirá, solo pensaba en lo feliz que estaría de llegar a casa, por lo que solo caminaba tras el mayordomo. Cuando al fin alcanzaron una amplia habitación morada, le indicaron que debía vestirse con hombreras, cascos, una gran lanza, botas y una cota de malla, por supuesto, todo morado, entonces, Chiquinquirá se sorprendió y comenzó a sentir un gusanito en el estómago que subió hasta la garganta, hizo que sus piernas temblaran y se sintiera mal ¡estaba teniendo miedo!

Cuando Chiquinquirá se dirigió al camino que conducía al Gran Rugidor, su voz interior Lara, le decía que no la dejaría sola, que estaría para ella de forma incondicional, qué debía enfrentar sus miedos y que, sí sentía tristeza, debía sacudir su cabecita y dejar que la tristeza se fuera, es bueno sentirla porque indica que algo no está, pero, no hay que retenerla por mucho tiempo, le decía.

Cuando el Gran Mayordomo Real le indicó que debía ir al bosque encantado, a las afueras de la ciudad y allí en una cueva encontrar al Gran Rugidor, Chiquinquirá tembló de miedo, pero, la animó el hecho de reunirse de nuevo con su mamá, así que caminó con paso firme.

Mientras caminaba por el bosque, se distrajo. Flores, mariposas, una rana, dos troncos morados grandes, un saltamontes morado chiquitito…y así, iba mencionando todo lo que veía y sin darse cuenta pasó por encima de la temida cueva, al cabo de varios pasos, comenzó a sentir cómo el suelo temblaba.

– ¿¡QUÉ HACES AQUÍ?, ¡NIÑA, VETE! SOY EL GRAN RUGIDOR, RAWRSSSR. – dijo con voz grave y haciendo temblar a los troncos con cada palabra-

-yo soy Chiquinquirá, y si te venzo regresaré a casa con mi mamita, señor Monstruo, ¿Vive aquí? – replicó Chiquinquirá, con temor, aunque su curiosidad, pudo más que ella y no evitó preguntar-

-CLARO QUE VIVO AQUÍ, ES MI CASA. ¿ACASO NO TE DOY MIEDO? -expresó el Gran Rugidor confundido, pero igual de atemorizante-

-Un rato, si eres así de grande y tan peludo con esos colores rojos y amarillos, ¿por qué eres de colores y los otros son moraditos chiquitititos? – seguía preguntando Chiquinquirá- y, además, ¿por qué eres así de grande? ¿por qué estás tan molesto? ¿siempre fuiste así de grande y enojón? – a lo que el Gran Rugidor, respondió:

– ¡BASTA! PREGUNTAS DEMASIADO, SOPLARÉ TAN FUERTE QUE TE LLEVARÉ AL SIGUIENTE CONTINEN…-intentó decir el monstruo, pero Chiquinquirá, lo interrumpió.

– ¡Espera, espera! Sí te ayudo a que seas chiquito y enojón regresaré a casa y tú a la tuya, porque a lo mejor tienes una casita o una casota y una mamita con hermanos que te esperan ¿quieres?

Ante esto, el corazón del Gran Rugidor, que creía muerto hace mucho tiempo, comenzó a palpitar ¡claro, madre y hermanos! Los había olvidado. Cuando lo recordó, se hizo chiquitito, era un hombrecillo morado, que se quedó confundido y feliz, algo así como confeliz o confunliz, según le comentó a Chiquinquirá tiempo después.

Cuando Chiquinquirá notó el cambio en el ahora ex Gran Rugidor, le siguió preguntando, qué le había pasado, y este le respondió:

-Yo antes trabajaba para el reino entregando paquetes del correo, sí, aquí también tenemos mucha correspondencia. Y bueno, me despidieron y me enfurecí, llevaba muchos años así enfurecido hasta que un día no lo soporté más y grite y grité y grité tan fuerte, que me hice grande en mi último grito para el que tome aire en mis pulmones por cinco días, y me inflé. Luego de eso, me volví como loco, derrumbe casas y el rey me expulsó a las afueras en este bosque, y he vivido solo muchos años, sin mi mamita y hermanas ¿cómo estarán? Ahora me siento muy triste.

Ante esto, Chiquinquirá se acercó y le dio un abrazo y le dijo: -no te preocupes por lo que pasó, está pasado y en el pasado se quedará, ahora, tienes que ver lo que está sucediendo ahora, es algo muuuuuy bonito, eres libre y puedes regresar a casa, y ser feliz con tu familia o con una nueva, puedes tener ahora esposa e hijos. Aquí, rugiendo, no eras feliz, pero ahora, si puedes. Tu mamita y hermanas, habrán estado extrañándote, pero, siguieron con su vida intentando ser feliz nuevamente. Ahora, tu puedes serlo. Y sabes ¿qué te aconsejo? –

El ex gran Rugidor la miró con sus grandes ojos de hombrecito morado y preguntó muy intrigado: – ¿qué puedo hacer? Todo lo que has dicho tiene mucho sentido, ahora, quiero saber más-

Y Chiquinquirá respondió: – Crea tu trabajo haciendo juguitos felices, y así serás tu propio jefe, y comprarás helados para todos. Y bueno, no puedo decirte más, debo ir a casa con mi propia familia que me quiere y seguramente extraña, adiós ex Gran Rugidor, te daré mi número de teléfono y sí quieres, escribes y si no quieres, no escribas, seguramente yo estaré igual, lo importante, es que los dos estemos tranquilos y felices con nuestras familias ¿sí? –

El ex monstruo aceptó de inmediato, aunque algunas ideas le parecieron propias de una niña pequeña, estaba satisfecho, le dio todas las gracias del mundo a Chiquinquirá y tomó su número de teléfono escrito en una hoja de árbol, se fueron por caminos distintos y, nuestra heroína al llegar al pueblo victoriosa, encontró que todos aplaudían y gritaban: ¡CHIQUINQUIRÁ, VIVA CHIQUINQUIRÁ!

El rey la recibió y le dijo con tono solemne frente a todos: eres bienvenida a mi país siempre que quieras, Edos está muy agradecido, te doy ahora el código secreto del gran Mago, él sabrá cómo llevarte a casa.

Chiquinquirá estaba muy contenta, hizo nuevos amigos, un país entero la creía su heroína y lo más importante, accedió a verse con el Gran Mago y luego de las palabras mágicas: ¡AZUL MIAU, BALOO, JAJA! Llegó de inmediato a la puerta de su casa, allá en Calabacín 503-Cercado y se encontró con su mamá, quien la abrazó y le preguntó ¿dónde estaba? Y comenzó a relatarle toda la historia.

¿Qué sucedió con el ex Gran Rugidor? Bien, mientras a Chiquinquirá la vitoreaban en todo el país de Edos, el ex Gran Rugidor, se metió por un huequito en la muralla de las afueras del bosque y llegó a su casa, como todos estaban al pendiente de Chiquinquirá, le fue fácil llegar hasta su antiguo hogar sin ser visto.

Su madre y hermanas estaban en la Gran Plaza, todos estaban allí frente al gran acontecimiento, aunque tristes, pues, no vieron a su amado familiar. Cuando por fin llegaron y vieron a su amado perdido hace tanto tiempo, lloraron y rieron, se abrazaron y saltaron, eran en aquel momento más felices que antes.

Porque antes, eran felices, aprendieron que, cuando una persona no está, la vida debe seguir, existe un agujerito en el corazón, pero todo debe continuar.

El ex monstruo, le dijo todo lo que había pasado y tras recuperarse de la emoción inicial, comenzaron a comer en familia.

 Luego, el ex Rugidor inició un nuevo camino rehízo su vida, buscó empleo y lo encontró de la manera en que Chiquinquirá le había aconsejado, conoció a una señorita y se casó con ella, tuvo 15 hijos e hijas, y estaba muy contento, hacía mucho que Chiquinquirá no le escribía ni él a ella, pues, cada quien rehacía su vida, pero, en el corazón de ambos existía ese lugar especial para cada uno. No vivían juntos, pero, cada uno sabía de la existencia del otro, se deseaban bien, aunque no se hablaban, lo importante es que cada uno estaba contento con el lazo que los unía y con sus familiares con los que compartían día a día.

Mi osito Teddy tiene cáncer

¡Hola!, mi nombre es Teddy, soy un oso de color café chocolate, y también soy el juguete preferido de mi persona favorita, Daisy. Ella tiene 6 añitos, le gustan los dragones, las burbujas y los cuentos de magia. Este año Daisy va a seguir aprendiendo a escribir y a leer en su colegio, y luego de hacer sus tareas, sin excepción alguna, cómo todos los años seguiremos jugando hasta gastar la última cuota de imaginación del día. Este es mi diario, y cómo podrás ver, por cada día diferente en el que escribo, el color del fondo va cambiando.

Nuestra casa tiene tres pisos, es bastante espaciosa, y tiene color celeste cielo clarito. Vivimos junto a Alexander, el hermano mayor de Daisy, mamá, papá, y Frida, la gata. Desde que Daisy era una bebé, los fines de semana, vamos a pasear a la granja de los abuelos. Al final de esos divertidos paseos, siempre termino lleno de lodo y algunas veces de unas cuantas hormigas. Por lo que, luego de regresar a casa, los domingos por la tarde, tenemos nuestro famoso baño de espuma. Daisy es una niña espontáneamente feliz, tiene la risa más bonita del mundo, cuando se ríe lo hace a carcajadas, como quién usa todo el corazón para vivir.

A Daisy también le gusta mirarse por varios minutos frente al espejo mientras hace caras graciosas. Definitivamente soy el que más la conoce, porque siempre la observo, y trato de estar ahí para ella, a veces siendo un amortiguador para que no se lastime su cabecita cuando tropieza, otras veces, siendo blandito y abrazable, especialmente cuando tiene miedo a los monstruos antes de dormir, o siendo un simple saco de box para cuando está muy enojada, y mi rol favorito, siendo su gran confidente, cada que me susurra algún secreto nuevo al oído.

Estos últimos días, nuestra relación ha cambiado, no sé si es por ella, o por mi, pero siento algo extraño, me he pasado toda la tarde pensando en eso, y he concluido los siguiente: Daisy actúa cómo si estar a mi lado le resultara por momentos incómodo, es como si me estuviera ocultando algo. Por ejemplo, estos últimos días no me ha mirado directamente a mis dos botones color negro oscuridad, que tengo como ojos. También, la he escuchado llorando sola y cuando me ha visto, ha sonreído de inmediato, pero evidentemente no era la sonrisa de hace unos días, en la que usaba todo el corazón …

Ayer la madre de Daisy empezó a empacar la ropa de todos, pensé por un momento que sería una buena época para las vacaciones, pero la ropa que colocaba la mamá en las maletas no era ropa de playa. Durante el viaje hubo un silencio profundo color remolino, y luego de que papá estacionara el carro, ingresamos a un lugar de paredes color blanco nieve, con muchas luces color amarillo sol, y con un gran silencio color transparente, aunque tendré que buscar otro color para el silencio, porque ya me había dicho antes Daisy que, el transparente no era un color.

luego

Hoy me pincharon con una aguja tan grande y larga que la sentí hasta dentro de mi relleno de algodón. Y, después de pincharme a mí, fue el turno de Daisy, y desde ese momento hasta que nos trajeron el almuerzo, ella se la pasó llorando. En las noches me cuesta dormir porque en las madrugadas suena la ambulancia, y suena muy fuerte, y eso no solo me despierta a mí, lo peor de todo es que despierta a Daisy, y también despierta a mamá o a papá. Son muchos cambios, lo bueno es que siempre podremos usar nuestra imaginación para poder viajar a dónde deseemos.

Me siento tan nostálgico, que hasta empiezo a extrañar a Alexander, aunque el prefiere jugar con los soldaditos color verde petróleo, hoy lo eché de menos. Alexander no vino con nosotros, porque está en la casa de la abuela, lo sé porque antes de venir aquí, pasamos a dejarlo.

Después de varios días de no entender porque ya no íbamos al colegio a aprender las vocales, y los números, Daisy me ha dicho al oído que iba a contarme un secreto, y realmente era secreto, porque lo dijo con una voz tan bajita, que casi no la escucho: «Estamos en un hospital de verdad». Supongo que hizo la aclaración «de verdad» porque solíamos jugar a los doctores en su cuarto, y la caja de cartón de la lavadora vendría a ser el hospital de mentira. Luego añadió: «Nos vamos a quedar una temporada aquí, hasta que te sanes», eso último no me gustó ya quería ir a casa, tenía muchas preguntas, pero Daisy giró, y se quedó completamente dormida. A veces me siento triste, sobretodo cuando veo su carita de preocupación, eso definitivamente es lo que menos me gusta. No sé cómo decirle que a mi no me duele tanto, más allá del momento, quizá. A ella pareciera que le duele la mayor parte del día. Me enojo conmigo mismo, porque creo que es mi culpa que ya no estemos en casa, y que Daisy no sea la de antes, la echo de menos, nos echo de menos a todos.

Estos días he tenido las emociones mezcladas, como aquella vez en la que decidimos hacer una plastilina gigante juntando todos los colores, pensamos en un inicio que nos saldría color arcoiris, pero quedó un color café zapato.

Por otro lado, debo admitir que tenemos a un buen doctor que nos visita todos los días, menos domingos, se llama Doctor Julián, es alto, moreno, de ojos color caramelo dulce, y con manos suavecitas. Siempre que nos visita me acaricia la cabeza, y luego lo hace con Daisy, y la mayor parte del tiempo está sonriendo. En el bolsillo de su camisa tiene stickers, y nos llena un calendario que está en la pared con cada visita. Nos ha prometido un paseo por el patio cuando lleguemos a 35, pero aún nos faltan diez.

Hay días buenos, días regulares y días como hoy, días malos, cada vez que viene el doctor, me dice: «Hola Teddy, vamos a iniciar con el tratamiento de hoy», y hace varias cosas de forma muy rápida, cosas que no entiendo, y luego, hace las mismas cosas con mi querida Daisy, pero cuando las hace con ella, se demora más tiempo. No me gusta cuando Daisy me mira con miedo, y lo hace solamente cuándo es mi turno, porque cuando le toca a ella, está bien valiente.

Un mes se pasa volando, dijo un día el Doctor Julian, y nos regaló un lapicero de unicornio, Daisy se emocionó mucho, pero la sonrisa no duró tanto tiempo. Creo que es porque tenemos unos tubitos como sorbetes sin color en el brazo derecho. El tema está en que Daisy y yo somos diestros, por lo que, no podemos dibujar como tanto nos gustaba, y no vamos a poder hacer un buen uso del lapicero de unicornio por ahora, pero estamos aprendiendo cada día a ser más pacientes. De igual forma, a papá se le ha ocurrido una idea color brillante, y nos trajo una radio, que reproduce audiocuentos, ese día escuchamos uno de mis favoritos: «Peter Pan». Siento que ya nos estamos acostumbrando, cada día es más sencillo, este hospital va a ser como nuestra casita temporal, y la abuela suele decir que hay que vivir el presente, porque nada se repite.

Hoy la tira de stickers del Doctor Julián se ha acabado, y hemos logrado salir al patio, ha sido un día maravilloso. A pesar de todo, me gusta vernos más unidos como familia, al inicio no entendía qué significaba estar enfermo, pero hoy escuché a mamá decirle a papá, que había sido una idea maravillosa traerme para acompañar a Daisy, pensé que era ella quién me acompañaba a mi. Bueno, en realidad lo hacemos ambos. Durante su conversación, usaban términos que no comprendía, hasta que mamá dijo que Daisy estaba luchando contra el cáncer. Y, papá le dijo, que si uno enfermaba en casa, todos lo sentíamos, que todos luchaban contra el cáncer en realidad. Y, ahí recién entendí, mi forma de apoyarla es mediante la empatía. Si ella enferma, yo también siento, si ella sonríe, yo también reiré.

A cute sick little boy is sitting with his stuffed animal on a chair waiting for a chemotherapy appointment to treat his cancer. He is optimistically smiling.

Jugar en la naturaleza, y no tener ningún techo que tape el cielo, ha sido de lo más bonito. Daisy no dejaba de moverse, y la veía mirar alrededor con ojos color esperanza.

———————-¿FIN?———————

Antes de profundizar un poco más en el tema, creo que es importante aclarar que todo lo que veía Teddy en Daisy, es en realidad, LO QUE DAISY PODRÍA VER EN SUS PADRES… Un conjunto de emociones, que varían en intensidad a cada momento, y no es para menos, la incertidumbre de vivir una situación así, genera miedo, ansiedad, tristeza, enojo, cólera, alegría… Y quizá en este punto, desees regresar al principio del cuento, para generar una mayor empatía, especialmente si en tu familia alguien atraviesa por este difícil momento. Recuerda mientras lees nuevamente el cuento, tratar de ver a través de los ojos de Teddy, porque así te miran tus hijos(as).

La Psico-Oncología, es una rama de la Psicología que nos permite abordar casos de personas y familias que han sido diagnosticados con cáncer, y que luchan día a día. La información en esta sección tiene el objetivo de promover la comprensión emocional que requiere esta condición médica.

Vamos a hablar de dos puntos, primero, sobre la psicología de un niño(a) que atraviesa por esta condición médica. Y luego, sobre la red apoyo, padres, cuidadores, familia, amigos, etc.

HABLEMOS DE DAISY:

DAISY INICIA EL TRATAMIENTO:

Los primeros días suelen ser los más difíciles, aparece el inmenso miedo a lo desconocido, a lo incierto. Los hijos comúnmente reaccionan a la noticia del diagnóstico de cáncer con una postura similar a la que reflejan sus padres.

A su vez, la forma en la que reaccionen va a depender de varias variables, principalmente de, la edad y de las características de su personalidad.

Asimilar el diagnóstico es un proceso emocional, es probable que haya existido una molestia o dolor físico previo a la detección, así como también es probable que haya sido imperceptible. Pero cuando tenemos la noticia, caemos en la cuenta de que es real, realmente nos está sucediendo.

Aquí es donde surge la ansiedad, y gradualmente, una pérdida de autonomía, lo que aumenta la dependencia hacia nuestros cuidadores. La sensación de pérdida de control en un niño(a), puede ser experimentada como una posible amenaza, hecho que provoca malestar emocional.

El cáncer influye en las distintas áreas de funcionalidad del niño, modificando, por ejemplo, sus rutinas de vida, a nivel académico, social, familiar, hecho puede ir agravando este malestar emocional. Allí radica la importancia del apoyo psicooncológico desde el momento en dónde se cuenta con el diagnóstico médico, con el fin de desarrollar estrategias de afrontamiento promoviendo la adaptación del niño(a), y de su familia.

En esta fase inicial surge la necesidad de psico-educar al niño(a), es importante que ellos sepan el nombre de su cáncer, y que reciban información breve y didáctica sobre el tratamiento. Sugiero también realizar un ejercicio de imaginiería y de visualización a corto plazo, para que vean cómo cambiarán algunas cosas, durante este periodo.

Resulta bastante útil leer libros o cuentos de esta temática, y si es factible, promover el contacto social con otros niños o adolescentes con el mismo diagnóstico. La filmoterapia también abre una puerta de proyecciones en el niño respecto a los protagonistas, quienes resaltan por su valentía, y perseverancia. Recomiendo mostrarles cortometrajes, o películas que puedas haber revisado previamente.

Vamos avanzando poco a poco, que usualmente uno de los aspectos más difíciles es aceptar la situación. Lo más importante, es tener en cuenta que, desde este punto nuestra inteligencia emocional tendrá una gran posibilidad de incrementar a pasos agigantados, usaremos nuestro coraje, trabajo en equipo, tolerancia, liderazgo, pero sobre todo, nuestra empatía y amor propio.

DAISY CONTINUA CON EL TRATAMIENTO:

El lenguaje universal de los niños(as) es el juego, tómate un momento para pensar en estrategias lúdicas que ayuden al niño(a) a disminuir la incertidumbre. Por ejemplo, la técnica que utilizó el Dr. Julián, en el cuento descrito previamente, para la cuál, le aplicaba al osito Teddy primero las intervenciones médicas, cómo las inyecciones, y luego, recién a la niña. Esto facilita una breve preparación emocional, es cómo que ver lo que va a ocurrir, lo hace saber que tendrá un inicio y un fin, que hay personas a su alrededor cuidándolo(a), que todos los presentes saben que le va a doler, pero que lo hacen para que logre estar bien.

Así mismo, se pueden instaurar otras técnicas, como que, el niño(a) escriba cartas, haga dibujos o audios, para motivar a niños(as) que atraviesan por una situación similar. No olvidemos que dar fuerza a los demás, nos da fuerza a nosotros mismos. Y si tiene la posibilidad de conocerlos, mucho mejor, poder observar en un tercero lo que nos sucede físicamente, es una oportunidad para nuestro autoconocimiento.

El calendario de citas o procedimientos, es una especie de economía de fichas (Técnica conductual), que facilita a los niños el obtener una recompensa (De preferencia una experiencia a lo material), al culminar un ciclo. Pegar stickers cada día, o en cada procedimiento, hará que sientan una motivación que les permita ver a mediano plazo.

Del mismo modo, la lectura terapéutica, tiene un propósito psicoeducativo. Existen varios autores de cuentos o audiocuentos para niños de todas las edades, en dónde abordan este tipo de situaciones, ¿Por qué es educativo? Ayudará a que los niños(as) se identifiquen con algún personaje, y encuentren las palabras para expresar mejor lo que sienten a sus padres, médicos o cuidadores, entre muchos otros beneficios.

Otro tema que aborda la «Psico-oncología», es el dolor. Algunos procedimientos invasivos se consideran incluso más dolorosos y ansiógenos que el propio cáncer. Es importante aprender técnicas que ayuden a manejar las sensaciones dolorosas. Una de ellas inicia justamente en crear un «Termómetro del dolor», para que los niños(as) puedan calificar algunas intervenciones, e identificar que, muchas de estas situaciones son más tolerables que otras. Esto también ayudaría en describir su dolor al personal de salud. Sumándole a esto, la técnica de respiración diafragmática, relajación muscular progresiva, entre muchas otras que explicaré en futuros artículos.

Por otro lado, cuando les sucede algo «malo» a los niños(as), tienden a desarrollar sentimientos de culpa, hace unas semanas tuve un caso en el que la niñita refería que por haber hecho alguna travesura, recibía «una especie de castigo» al enfermarse. Manifestar ese tipo de pensamientos solo aumentaría su malestar. Es por esto que, resulta muy valioso entender su percepción de la situación. Para esto podemos conversar con ellos, preguntarles que piensan y sienten respecto a lo que sucede.

Es interesante analizar la mayor parte posible del contexto de tratamiento médico, y buscar orientar cada situación a la realidad psicológica infantil. En ese sentido, las formas más comunes de administración de los medicamentos en la quimioterapia, son mediante sonda intravenosa, medicamentos, inyecciones y tratamiento vía intratecal (Los medicamentos son inyectados en la parte baja de la espalda empleando la técnica de punción lumbar). Para lo cual, se puede representar, primero con un peluche o muñeco, el procedimiento que luego se le hará al niños, para permitirles familiarizarse y entender lo que sucederá a continuación.

Del mismo modo, es importante resaltar que, por la misma condición médica podrían aparecer cambios físicos, como la pérdida de peso, la caída de cabello, la alteración del sueño, entre otros. Y estas alteraciones, en muchos casos, se intensifican con el tratamiento.

Aunque no ocurre en todos los casos, pongámonos en la situación de la caída del cabello, muchos se lo tomarán con calma, pero para otros, especialmente si ya están en una etapa de pubertad o adolescencia, esto podría generarles emociones intensas. Es importante darles un tiempo de preparación a su nueva imagen.

Es común no tener cabello, es más, de seguro conocemos a personas que no lo tienen, ya sea por alguna condición médica, o simplemente por un corte de su elección. La forma en la que llevamos el cabello es parte de nuestro estilo, y la forma en la que no lo llevamos también debería de serlo. Por lo mencionado, dales a los hijos(as) la oportunidad de decidir qué quieren hacer respecto a esto, pueden decidir también si gustan usar algún complemento, como gorritos, turbantes, pañuelos o pelucas. Este punto es muy importante para ellos, dado que, por lo menos en cierta forma «tienen el control de su aspecto».

Otro punto importante para abordar es respecto al personal de salud que se encarga de los cuidados de tu hijo(a), se sugiere hacer lo posible para que el niño(a) tenga un solo médico de confianza, o un grupo reducido de profesionales de la salud. Esto para que pueda familiarizarse y tener mayor confianza durante su tratamiento. Especialmente en el caso de niños(as) pequeños(as). En caso de un cambio de médico, tratar de ir preparándolos con alguna fotografía del mismo, o contándoles algo personal sobre el médico. Ej. «Tu nuevo Doctor se llamará Javier, y le encantan los perritos, tiene en casa uno, que es muy travieso y es de raza salchicha, cómo los perritos que vimos aquella vez…»

Uno de los aspectos más importantes durante la fase de tratamiento, es asumir que, el niño(a) la va a pasar mal por momentos, pero que a la vez, mientras eso suceda, está ocurriendo algo bueno, porque recibe lo que necesita para ganar esta batalla.

DAISY DICE ADIÓS AL TRATAMIENTO:

Cuando un niño(a) culmina la batalla contra el cáncer, y le dan el alta, automáticamente se embarga de alivio, y poco a poco retorna la sensación de control sobre su propio cuerpo, esto supone un proceso realmente reconfortante.

Claro, es cierto, tiene que haber un seguimiento posterior a la recuperación, que incluye visitas al médico, y algunos exámenes que seguirán siendo parte de la rutina, pero ya se ha recuperado gran parte de la salud, y a partir de ese momento, tendrás a un hijo(a) mucho más resiliente, que ha desarrollado una serie de competencias psicológicas, cómo la perseverancia, paciencia, trabajo en equipo, tolerancia a la frustración, y sobretodo, ganas de vivir una gran vida.

Este artículo va dirigido con mucho cariño y respeto a una gran amiga, que en este momento se encuentra luchando, junto a su familia, por la salud de su pequeña. Ella me inspiró a profundizar en este tema, y es que, ella es tan fuerte y resiliente, que puedo asegurar que la mayor parte del tiempo lo mira todo color esperanza.