¿Y si hablamos de la muerte? Continuación…

“Doctora, últimamente me siento triste, sin ganas de nada, no tengo apetito y tengo muchas ideas en mi mente a veces no quisiera despertar… Hace 6 meses falleció mi hermano, me dicen que debo estar bien, que ya pasó mucho tiempo, que a mi hermano no le gustaría que yo esté triste… Pero yo sólo quiero llorar  y pensar que esto no es real,  ¿usted cree que estoy mal?

Confesiones cómo ésta escucho a menudo en consulta, muchos piensan que sólo se debe hablar de la vida y cómo vivirla o que hay emociones buenas y malas;  que no hay que llorar a los  muertos porque se ponen tristes o “no los dejamos descansar en paz”, y que todos viven el duelo de manera similar.  La única vez que nos permiten llorar y se alegran es cuando nacemos, luego se nos lo prohíben… Somos analfabetos emocionales. Cuando llegan a la primera sesión no son conscientes ni de sus emociones, ni pensamientos. Creen que los responsables son los demás o que lo que sienten está mal, pero juntos trabajamos el observar sus emociones sin juzgar, dándole la bienvenida tanto a la alegría cómo a la tristeza, al goce y al dolor. 

En mi caso, los pequeños golpes que me iba dando la vida, no fueron suficientes para despertarme, tuve que tocar fondo para descubrir por fin qué era lo realmente importante, para aprender a disfrutar de las cosas cotidianas. Recuerdo en mi  formación en Psicología que nuestra mente sólo tiene dos objetivos: buscar el placer y evitar el dolor. Sin embargo, una vida en absoluto placer, sin percibir las otras emociones básicas, estaría indicando un desequilibrio y de seguro alguna enfermedad mental.

Nos han enseñado que los errores son fracasos, que no podemos equivocarnos, la equivocación conlleva castigo. El castigo nos expone, nos avergüenza, nos hace sentir culpables y produce dolor. ¿Pero de verdad es que podemos ser perfectos? Esta exigencia impuesta por los sistemas educativos y aceptada por nosotros desde niños como si fuera real, nos lleva a inhibir la autenticidad que hay detrás del dolor. ¿Y si lo que entendemos por castigo fuese realmente una bendición?

Probablemente hayas escuchado que el dolor es inevitable y el sufrimiento opcional. Pero es posible que esta afirmación te haya despertado cierta confusión y rechazo. Estos dos conceptos, aunque muchas veces aparezcan unidos, son opuestos. Además, la tendencia de reacción de cada persona hacia alguno de ellos tiene mucho que ver con sus vivencias tempranas. Es decir, con el modo en que aprendimos a gestionar la frustración y los cambios. El dolor es una reacción natural ante un suceso desagradable, una experiencia transitoria, cambiante, que se diluye si la abrazamos y permitimos. El sufrimiento, por el contrario, puede alargarse indefinidamente: depende de nosotros crearlo o ponerle fin por medio de la aceptación, ya que se produce cuando nuestro pensamiento se resiste a una sensación que considera molesta. Cuando nos sumimos en el sufrimiento nos sentimos víctimas injustamente tratadas por la vida e incapaces de controlar lo que sucede. 

El dolor nos da un mensaje que nos protege y regenera, nos inspira y enseña el camino correcto, nos hace más fuertes, nos permite aceptar realidades diferentes. Nos enseña cuáles son nuestras limitaciones, y a partir de ese momento, entrenarlo (como si fuese un músculo) nos hace más resilientes.  Si fallece un ser querido, si perdemos una relación importante o si quedamos desempleados es normal que el dolor aparezca. En general cualquier pérdida significativa, cualquier situación en que nuestras expectativas se rompan nos generará este sentimiento.

Todos reaccionamos de forma diferente a la muerte y echamos mano de nuestros propios mecanismos para sobrellevar con el dolor que ésta conlleva.

Cuando evocamos en nuestra memoria la palabra “duelo”, suponemos que estamos hablando de pérdidas humanas y que tiene que ver sólo con la muerte. Nos cuesta pensar que si nos mudamos a otro país o cambiamos de trabajo también vivimos un duelo, que si me cortan una pierna debido a una enfermedad también lo transito, al igual que cuando pongo fin a una relación. Un divorcio o alejarte de alguien con quien mantenías un vínculo afectivo es un “duelo de vivos”,  la aflicción es más intensa porque sabes que la persona aún está y puedes imaginártela en su rutina diaria o hasta te la puedes volver a encontrar. Es más difícil procesarlo y sanar, a veces quedan palabras pendientes, conflictos no resueltos que se van arrastrado. Se viven las mismas etapas que en una defunción; el shock o negación de no entender, la rabia junto a la culpa y reproches, la tristeza profunda que es la etapa más larga hasta llegar a la anhelada “aceptación”.

Sea por deceso o por alejarse de alguien, en ambos casos no respetan lo que podemos llegar a sentir, quieren vernos bien. Si estamos en el velorio nos dan agüita de azar o incluso pastillas para calmarnos ¿Y cuándo podremos llorar la ausencia de esa persona? Se dice que duelo que no se llora no avanza; no es que lo superemos del todo y volvamos a hacer nuestra vida como si nada, se aprende a caminar con  el pesar. Sentir confusión, rabia, desesperanza es natural;  hay que  atravesar todas las fechas especiales como Navidad, Día de la madre, o los cumpleaños sin la presencia de esa persona.

En el camino del duelo hay que tomar decisiones, vamos eligiendo continuamente la forma de recorrerlo y en este trayecto hay una serie de tareas que han de realizarse para conseguir una sana elaboración del mismo:

  1. Aceptar la ausencia, para poder llegar a esto primero debemos atravesar los distintos estadios identificados por la psiquiatra suiza Elisabeth Kübler-Ross en su libro «Sobre el duelo y el dolor»
  • Negación: La persona no asume la muerte o separación , puede entrar en estado de shock y sentir la sensación de que está viviendo un sueño o pensar que su ser querido va a  volver en cualquier momento, puede haber una cierta sensación de irrealidad y las emociones se pueden bloquear.
  • Culpa: Pensamientos cómo “no haber hecho lo suficiente” o “no haberse portado bien con el otro”, por ejemplo. Sentirse culpable por haber provocado una discusión o por no estar presente en el deceso.
  • Rabia: Los sentimientos de frustración y de rabia cuando se produce una muerte son naturales, y es necesario hacer consciente esta emoción para no transformarla en rabia hacia nosotros mismos pues es cuando surge la culpa patológica.
  • Desesperanza: En esta etapa la emoción principal es la tristeza al hacerse consciente de la pérdida. Este dolor nos hace conectar con un sentimiento profundo de soledad y vacío, podemos llegar a tener la sensación de que sin el otro no podemos vivir.
  • Aceptación: Cuando admitimos la muerte es momento de empezar a rehacer nuestra vida. Hacerse la idea que la otra persona ya no está no quiere decir que ya no nos duela o no la echemos de menos. Aprendemos a vivir sin ella, aunque siempre nos quedará su recuerdo.

2. Abrirse al dolor, permitirse sentir todo ese dolor, mirarlo, abrazarlo, expresarlo, no esconderlo o reprimirlo. Permitirnos también los momentos de tregua (sino sería como mirar fijamente al sol) ya que el duelo fluctúa entre el sentir y el hacer, la orientación a la pérdida y la orientación a la recuperación.

3. Aprender a vivir sin esa persona, todo lo que antes se hacía de forma compartida o lo realizaba la otra persona ahora ha cambiado y con ello, nuestras responsabilidades, costumbres… Una parte tuya muere y hemos de reestructurar nuestra identidad, no solamente como individuos sino también en relación con los demás.

4. Encontrar de nuevo sentido a la vida, volver a ocuparse de ella y de los vivos. También es cierto que para transmutar un gran dolor es necesario encontrar un propósito o proyecto cuyo amor sea proporcional a la magnitud del dolor sufrido.

Se dice que en la sociedad existe una tendencia negadora a la muerte y se arraiga la idea de ésta como si fuera un fantasma. Pero de igual forma la experiencia dice que si a este fantasma se le pone nombre y apellido se le integra y se vuelve parte de nuestra vida. Jorge Bucay, terapeuta y escritor argentino en su libro “El camino de las lágrimas” nos habla sobre las necesidades emocionales de las personas que atraviesan una pérdida y cómo verse satisfechas:

  • Necesitan ser escuchadas y creídas en toda su historia de la pérdida.
  • Sentirse protegidas y tener permiso para expresar emociones.
  • Ser validadas en la forma de afrontar el duelo (saber que esto que les pasa es natural, está bien hecho y no es malo sentirse así).
  • Estar en una relación de apoyo desde la reciprocidad (que la otra persona le entienda gracias a una experiencia similar o que la otra persona “sepa” de lo que está hablando el afectado).
  • Que respeten su individualidad y forma de procesar el duelo.
  • Necesitan poder expresar amor y vulnerabilidad ante otras personas.

Todos en algún momento hemos experimentado un duelo, ya sea por terminar una relación,  por el diagnostico de una enfermedad o la pérdida de un ser querido. Quiero terminar éste artículo con algunas ideas que pueden ayudar a transitar este tiempo:

  • Busca el apoyo de familiares y amigos.  Es importante saber que en ocasiones preferimos estar solos o acompañados, va a depender del momento. Es normal sentirnos confusos y no saber qué es lo que deseamos, ten paciencia, no te culpes, ve a tu ritmo.
  • Intenta compartir tus malos momentos con personas diferentes para que ninguna de ellas pueda sentirse desbordada.
  • Evita tomar decisiones importantes de forma precipitada. En ocasiones la emoción es la que intenta controlar esa decisión y no siempre es la acertada.
  • Permítete estar en duelo emocional, pero a la vez es positivo marcarse pequeñas obligaciones con la finalidad de no aislarse y recuperar nuestra vida familiar, social, laboral y personal.
  • Te sugiero ver de manera gradual los recuerdos que te resulten dolorosos, no quieras correr ni exponerte en exceso. Poco a poco lo irás consiguiendo y el sufrimiento irá disminuyendo.
  • Intenta cuidarte a ti mismo, a través de la alimentación, el ejercicio físico, el descanso, la reducción de hábitos no saludables.

Soy consciente de que los consejos que te acabo de proponer no son fáciles de seguir. Pero no olvides que todos tenemos una capacidad de adaptación inimaginable. Te animo a que cada vez que sientas ese dolor y esa tristeza tan intensa que puede llegar a invadirte por dentro, intentes sustituirlos por amor. Amor hacia lo que tuviste, amor por todos los buenos momentos vividos.

Referencias

Jorge Bucay (2006). El camino de las lagrimas. España: Grijalbo.

Elisabeth Kübler-Ross ( 2005). Sobre el duelo y el dolor. Barcelona: Ediciones Luciernaga.

¿Y si hablamos de la muerte? Primera parte

No se puede pensar: “Voy a ser feliz el día que mi papá se mejore definitivamente”. Tengo que ser feliz hoy con su cáncer. Y él también. Pero ojo: puedo «ser feliz y no estar contenta». En la quimioterapia, la gente es feliz pero no lo vive contenta. Nadie quiere estar en ese lugar. Sin embargo, agradece cada circunstancia, cada sonrisa, cada día. Esa gente tiene conciencia de la muerte aprendió a disfrutar de la vida.

¿Por qué en vez de hablar de cómo tenemos que vivir, hablamos de que queremos hacer antes de morir? Una de las características del ser humano es darse cuenta de su temporalidad, de que no estará vivo siempre. La muerte nos acompaña desde el principio del camino. Esto ha sido siempre un drama terrible para nosotros, que a lo largo de nuestra existencia tenemos que enfrentarnos a situaciones que conllevan dolor. Entender que es tan parte nuestra como nacer, mencionarla es adecuado porque permite mayor consciencia en el trajín diario y que los duelos por las pérdidas sean también transiciones más naturales.

¿Podemos decir entonces que conversar de la muerte es saludable?, creo que “Es sanador”. Nos aporta recursos, nos posiciona en otro lugar ante la vida, nos ayuda a practicar la gratitud y tener una postura de aprendiz ante ella.

Esta es una de las claves para que se pueda disfrutar plenamente de nuestro paso por aquí, hay que darle un poco más de acogida a la muerte, que deje de ser tabú, aceptarla para que nos ayude a transitar con mayor intensidad, con mayor disfrute.

Todos entendemos que en algún momento nos vamos a ir, pero no lo hacemos real, no lo tenemos consciente hasta que perdemos a alguien muy cercano, cayendo en sobrevivir desde un lugar muy omnipotente, “como si fuéramos eternos , aún sabiendo desde el minuto cero que sí somos seres finitos”.

Yo quisiera departir desde mi historia en que pude ver la muerte tan de cerca, en el año 2016 tuve a mi segunda hija y debido al embarazo se me formaron múltiples cálculos en la vesícula que si bien de manera externa no había problema, por dentro me estaban destruyendo. Tenía algunos cólicos, unos manejables otros peor que un parto, pero mi respuesta era: “me voy a operar más adelante que mi hija pequeña cumpla seis meses”; cada día eran más fuertes hasta que en uno de esos colapsé… Cuando tuve conciencia estaba en la clínica en una camilla con un dolor insoportable,  recuerdo la cara de los médicos preocupados, mi esposo con cara de desesperanza y yo retorciéndome en la camilla, no recuerdo más. La mañana siguiente desperté,  estaba hospitalizada con suero, él a mi lado y el médico, al verme abrir los ojos dio una sonrisa más grande que la de un niño cuando abre su regalo de Navidad. Me explicaron que había sufrido de una pancreatitis y que en la mayoría de casos era mortal, “hace dos días falleció un chico en la habitación de al lado por el mismo diagnostico”, comentó el doctor seguido por estas palabras: “estas viva por milagro”.

Estuve dos semanas hospitalizada sin ver a mi familia, sin probar alimento alguno;  todo era suero. Tenía los brazos destrozados e hinchados. Los primeros días fueron buenos porque me los tomé como un descanso sin embargo cuando me daban más días de hospitalización y ya me estaba olvidando de masticar por lo que no probaba alimento, empezó a salir mi lado impaciente; hubo días que lloraba, otros que rezaba y también venían las preguntas: ¿Por qué a mí? algún motivo debe haber… buscaba y buscaba. Finalmente lo encontré; antes de esto vivía renegando de mi historia y del rol que me había tocado, agestada 24 x 7, sin una pisca de gratitud, envidiando la libertad de los otros, anclada en el pasado con sentimientos de melancolía. Hoy puedo decir gracias “pancreatitis” porque así me di cuenta que no seré eterna, que no tengo el control de nada ni de nadie y que debo conectarme con el presente aquí y ahora cómo un regalo, ser agradecida, ponerme en el papel de alumna ante la vida y sobre todo gozar de quienes tengo hoy conmigo.

«Ofelia» por John Everett Millais, representa una escena de Hamlet por William Shakespeare

El poder hablar de esto es lo que me va a ayudar a vivir mejor cada instante, a disfrutar de mis seres queridos, de lo natural, de lo cotidiano. Conversar de la muerte, propia o ajena, suele ser difícil. Rodeos, excusas, palabras cómo “no hables de eso”, “te vas a poner bien” son las que usamos al ver a alguien enfermo. Sin embargo, con la pandemia de coronavirus como protagonista y de cara a una estadística que pone en evidencia constante la lista de víctimas, la finitud se hizo visible así cómo los procesos de duelo.

La muerte no es lo único que provoca duelos en la vida: puede haberlos por cualquier tipo de desenlace, desde la baja en un trabajo, defunción o hasta una mudanza. Es un proceso de adaptación emocional ante cualquier pérdida. Puedes hacerlos hasta por el extravío de algún objeto, lo que cambia es cómo se va a desarrollar, si voy a ser más o menos consciente de eso. El duelo se desarrolla de manera individual, cada uno lo transita a su manera donde lo único en común es poder aceptar las circunstancias, así recién podemos ver qué mensaje hay detrás.  Esto tiene que ver con codificar elementos de la inteligencia espiritual: ese para qué le da sentido a esa experiencia, ese para qué invita a que valoremos nuevos hábitos, evaluar nuestros afectos, hayamos cambiado prioridades, aumentemos nuestros espacios de conciencia, tengamos mucho mayor conocimiento de vivir en gratitud y con flexibilidad.

La Dra. Arango que lanzó su libro “Mundos Invisibles” discute sobre la muerte y el duelo, donde señala que no podemos elegir cómo morir pero si cómo poder morar bien. Según Arango asumir la certeza de deceso, además, ayuda a disfrutar el día, a estar en paz y a ser más feliz. Esto no significa no tener dificultades porque los retos y los problemas hacen parte de la evolución , sino actuar con bondad, compasión y honestidad. “Las personas que viven bien están conectadas con su alma y un alma buena es aquella consciente de los valores básicos que deben guiar a un ser humano bondadoso”. Se trata de experiencias naturales que deberían estar más presentes en la cotidianidad. Pues como ella dice, “si aprende a hablar de la muerte la gente se libera de muchos temores y vive con mayor tranquilidad”.

“El duelo es un proceso totalmente natural, no es patológico y no es una enfermedad”. No siempre se necesita de ayuda psicológica para llevarlo adelante; sin embargo, hay cierto tipo de pérdidas que quizás hagan que se necesite ayuda profesional desde el principio…

Referencia

Arango, E. L. (2016). Mundos invisibles: Una guía para comprender el viaje del alma de regreso a su hogar y contactarnos. Colombia: Penguin Random House

Los estudiantes universitarios y la enseñanza virtual

La pandemia por COVID-19 originó muchos cambios drásticos en diferentes aspectos de la vida diaria de las personas en todo el mundo, tales como la forma de vivir y de relacionarse; siendo la educación uno de los aspectos de más transformación, debido a que ante el contexto de emergencia sanitaría, las sesiones de aprendizaje tuvieron que pasar de presenciales a virtuales. Nuestro país no fue ajeno a esta realidad, y una de las poblaciones más afectadas con las nuevas metodologías implantadas fueron los estudiantes universitarios, ya que ante la necesidad de continuar sus estudios a pesar del contexto de pandemia, tuvieron que adaptarse a esta nueva realidad. Según (Orbegozo, 2020), “la tasa de deserción universitaria llegó al 18,6% en el país, seis puntos porcentuales más respecto al 2019 que son atribuibles a la pandemia del COVID-19”. (s.p.). Es así que, debido a ese nuevo escenario, se han presentado dificultades como los problemas de visión debido a la luz azul que emiten los dispositivos, los problemas técnicos, los problemas emocionales, pérdida de peso, entre otros.

La Educación a distancia

Se puede considerar como una estrategia educativa que permite que los factores de espacio y tiempo, ocupación o nivel de los participantes no condicionen el proceso enseñanza – adquisición de conocimientos. Asimismo, el aprendizaje es un proceso de dialógico que se desarrolla con mediación pedagógica, dada por el docente que utiliza los avances tecnológicos para ofrecerla. Se caracteriza por lo siguiente. Primero, la mayor parte de la comunicación educativa es entre docente y estudiantes y entre estos últimos ocurre de manera independiente. Segundo, implica una comunicación de dos direcciones (docente–estudiantes y entre estudiantes) con el objetivo de permitir y apoyar el proceso educativo. Tercero, emplea tecnología para mediar la comunicación de ambos canales. (Garrison y Shale, 1987, p.12).

Ventajas y desventajas que brinda la educación a distancia

Algunas de las ventajas comprende: el acceso flexible al contenido que va más allá de lo que se puede obtener en el aula; la oportunidad de acceder a la información desde cualquier punto donde exista conexión a Internet; se integran diversos recursos para optimizar el proceso de enseñanza – aprendizaje, se potencia el aprendizaje colaborativo y cooperativo; las aportaciones mejoran en cuanto a calidad se refiere gracias a la flexibilidad temporal de la que nos dota el uso de estos sistemas; existe retroalimentación no solo con el docente, sino con el resto de compañeros; potencia la motivación; e incrementa la participación de las personas, las cuales toman conciencia de que son responsables de su propio aprendizaje. (Segura y Gallardo, 2013, p.7). Así también, no podemos obviar que existen desventajas en el uso de estos sistemas, como son: la volatilidad de la información y la necesidad de una conexión estable a la red, es decir, cualquier problema técnico no previsto puede provocar una gran pérdida de información, así como la falla en la entrega de tareas; y la dependencia de la realización de las clases virtuales, a la conexión a la red, sin la cual no sería posible acceder a dicha información. (Segura y Gallardo, 2013, p.4).

El rol del tutor en las clases virtuales

Además de las características del facilitador del aprendizaje en línea, este adquiere y desarrolla ciertas funciones como: ofrecer retroalimentación, mantener canales de comunicación, propiciar la armonía, lograr que el papel del estudiante durante el proceso sea lo más activo posible, procurar que el entorno virtual sea el idóneo, ayudar en la gestión del tiempo de forma correcta, organizar trabajos colaborativos en la virtualidad, verificar el nivel en el uso de tecnologías, ofrecer recursos didácticos de alta calidad y evaluar el medio virtual que se utilizará. (Mora, 2010, p.106).

Factores que repercuten en la perspectiva del estudiante

Diferentes estudios que analizan esta problemática, nos dicen que se tienen posiciones diferentes, respecto a la perspectiva de los estudiantes universitarios hacia las clases virtuales.

Respecto a la identificación de los factores positivos que el estudiante puede visualizar en la modalidad virtual, encontramos a la practicidad en el ámbito geográfico, la inmediatez en la comunicación, y la flexibilidad en el tiempo, que le brindan al estudiante una mayor comodidad para llevar a cabo las sesiones de clase. Por otro lado, vemos que hay un mejor trabajo cooperativo, un mayor uso de recursos multimedia, una mejor organización, la facilidad de las clases grabadas, el desarrollo de conocimientos informáticos, la preparación natural para un entorno cada vez más digital, y el desarrollo de la autonomía.

En relación al estudio de los factores negativos, los estudiantes se han enfrentado a un contexto de grandes cambios, tanto académico, social y laboral si fuera el caso, haciéndolos más propensos a sufrir problemas emocionales, debido a la presión y la exigencia social que en algún punto no tomó en cuenta este aspecto. Añadido a esto, podemos observar otros problemas como son la falta de conectividad, la falta de recursos tecnológicos, y la falta de conocimiento sobre el uso de herramientas tecnológicas; los cuales en un primer momento impidieron el reconocimiento por parte del alumno, de la modalidad de estudios virtual. Por otro lado, se ha visto que el estudiante es más proclive a emociones negativas, y a distraerse más en el transcurso de la clase, esto último debido a las diferentes aplicaciones y redes sociales disponibles, en esta modalidad. Asimismo, existe una preocupación, respecto al desarrollo de habilidades y capacidades como las relaciones interpersonales, que se dan de forma diferente ahora, en comparación de cómo se daban presencialmente, donde había más contacto humano y eran más dinámicas. Así también, existe disconformidad por parte del estudiante, en relación a la evaluación mayormente grupal, lo cual lo hace dependiente de la capacidad de otros integrantes del grupo a la hora de recibir una calificación. Asimismo, los recurrentes problemas de visión por estar constantemente expuestos a la luz de las pantallas de los diferentes dispositivos digitales, tanto para llevar a cabo sus clases en línea, como para la realización de sus labores académicas, entre otros. Por otra parte, los problemas de internet y las fallas técnicas, son una de las principales causas de no cumplir con la consigna dada en la sesión virtual en línea. Como último factor, la calidad de la enseñanza virtual no es la misma que la presencial, ya que no hay un desarrollo de habilidades interpersonales, y debido a que la virtualidad ha permitido que los estudiantes por aula se tripliquen, la comunicación entre el alumno y el docente se ha visto afectada. 

Los aspectos negativos serán el punto de referencia de nuestra preocupación, ya que si bien la virtualidad en las sesiones de aprendizaje ha representado una evolución en este ámbito; la transición a esta nueva forma de enseñanza ha afectado de sobremanera a una gran parte de la población de estudiantes universitarios. En consecuencia, se ha generado un gran estado de frustración porque a primera vista, y para muchos involucrados, las clases no fluyen como deberían. Del mismo modo, la coyuntura del COVID-19 ha generado diversos cambios en el estilo de vida de las personas y como consecuencia ha traído cambios en la salud mental siendo uno de ellos el estrés. Según Cordova (2020), “Los constantes cambios seguirán apareciendo en el sector educativo. Sin embargo, se tiene claro que el uso de las tecnologías en la educación ha llegado para quedarse.” (s.p.).

La psicología y el estudio de esta problemática

La emoción con la que los estudiantes se encuentran al momento de ingresar a clases es muy importante en el proceso de atención, memoria, toma de decisiones, así como de otros procesos cognitivos; por esta razón es importante que se motive al estudiante a tomar riesgos y a experimentar con nuevas ideas y posibilidades, incentivarlos a no tener miedo a equivocarse, pero también reforzar que sus equivocaciones deben servir para reforzar su conocimiento. Es así que la falta de motivación debido a los problemas emocionales, se ha presentado en una parte de los estudiantes de diferentes edades, pero principalmente en los de educación superior. Algunos factores son el exceso de responsabilidades, la alta carga de trabajo o tareas, las evaluaciones de los profesores, la competitividad el temor al fracaso o no alcanzar las metas autoimpuestas, aceptación del grupo de pares, la rivalidad entre compañeros, cambios en los hábitos alimentarios, horarios de sueño, el cansancio cognitivo, entre otros. Asimismo, un factor determinante, es la carencia o la poca práctica de hábitos de estudio que puede ser evidenciada cuando los estudiantes no utilizan adecuadamente su tiempo para realizar sus labores académicas, no utilizan técnicas de estudio, estudian a última hora o tienden a distraerse con facilidad. Lo indicado anteriormente influye en gran parte en el rendimiento académico, ya que el no poder satisfacer sus necesidades, provoca en los educandos problemas emocionales, debido al estrés, la preocupación, somnolencia, desconcentración, nerviosismo, fatiga, depresión, entre otros.

En relación a la rama de la psicología que debe observar este fenómeno, tenemos a la psicología social, ya que comprende la prevención, abordaje y una mayor consideración de los problemas sociales. Asimismo, promueve el cambio en el entorno social, el mejoramiento de la calidad de vida, y el bienestar de la comunidad, teniendo como una de sus pautas principales que lo social afecta directamente a lo personal. Es así que, esta rama de estudio nos ayuda a entender el yo social de las personas, en base al entorno en el que viven, y el rol que la sociedad les impone. Según Myers y Twenge (2019), “La psicología social es la ciencia que estudia la forma en que las situaciones influyen sobre nosotros, en especial el modo en que las personas se perciben y afectan entre sí”. (p. 2). En consecuencia, esta disciplina se encarga de atender los problemas psicosociales, saliendo del estudio individual de las personas, para estudiarlas en comunidad.

Esta disciplina de la psicología será encargada de estudiar, la reacción de los estudiantes universitarios, hacia las clases virtuales, en el contexto de la pandemia, ya que ese proceso de cambio, ha afectado el comportamiento de muchos estudiantes universitarios; por lo que, debemos centrarnos en la importancia de conocer cómo las emociones activan la conducta motivada en la población estudiantil; conceptos relacionados a su bienestar integral, que le permitirán desarrollar acciones que favorezcan su motivación, en este caso hacia la toma de conocimientos en línea.

Algunos estudios ponen de manifiesto la presencia de estados afectivos tales como miedo y ansiedad, y por otro lado, motivación y compromiso afectivo como factores clave que contribuyen facilitando u obstaculizando los procesos de aprendizaje; planteando que es importante conocer la percepción que tienen los estudiantes universitarios en la situación de aprendizaje en función del grado de desafío y familiaridad que representan para ellos, también de su relevancia para alcanzar metas personales, y comprender las emociones que experimentan en estas situaciones. Por ello, estudian las relaciones entre los ambientes percibidos de aprendizaje y las experiencias emocionales de esos actores, encontrando que la ansiedad, la ira, la frustración, el estrés y el aburrimiento aparecen condicionadas por la percepción negativa de los estudiantes en la situación de la educación en línea, en donde el estudiante experimenta una diversidad de emociones relacionadas con las tareas de aprendizaje en el contexto académicos de las clases virtuales.

Respecto a la teoría de la motivación que se acopla a esta problemática, tenemos a la teoría de la activación, que consiste en la fuerza interior que impulsa, en este caso al alumno, a realizarse en su día a día, la cual es diferente en cada persona, ya que depende de la situación en que el individuo se encuentre. Es este sentido, encontramos que los estudiantes con una perspectiva negativa hacia las clases virtuales, probablemente sientan emociones negativas, que no les permitan activarse psicológicamente, sintiéndose sin la energía necesaria para enfrentar los retos académicos habituales. Por lo que, es importante que se realice esta activación fisiológica, es decir, que se motive al alumno, para que este tenga emociones positivas a la hora de responder en el ámbito académico; previniendo escenarios de estrés, ansiedad, y otros problemas emocionales muy presentes en la virtualidad.

Recomendaciones

Es importante realizar evaluaciones constantes a los alumnos por parte de la institución educativa a su cargo, a fin de que puedan estar atentos a un problema en el futuro y puedan brindar el apoyo que se requiera. Asimismo, es relevante que se realicen diversas actividades como baile o algún deporte, ya que está comprobado que realizar actividad física libera, hormonas como la dopamina y oxitocina las cuales inhiben la serotonina que es liberada en situaciones de estrés. Así también, la organización de un horario de estudios en sintonía con la vida personal del estudiante, para evitar tener sobrecargo de actividades, les servirá como un plan de estudios personalizado en atención a sus necesidades. Por otro lado, debe dejar de lado el uso de los celulares en el transcurso de la sesión de clases, si no es para un uso académico, y así evitar la falta de concentración y la procrastinación, ya que traerá como consecuencia estrés y preocupación al no poder cumplir con las consignas propuestas por el docente. Por otra parte, se debe asegurar al educando, un lugar que esté despejado de todo tipo de distracción y donde no haya el ingreso del ruido, así como contar con los recursos y medios adecuados para su aprendizaje.

En relación a la prevención y tratamiento de los estudiantes afectados emocionalmente por la transición de la presencialidad a la virtualidad en sus sesiones de aprendizaje, es primordial que se trabaje una buena gestión de las emociones de la mano de una buena motivación y el autoconocimiento, ya que lo ayudarán a superar las complicaciones en la virtualidad, presentadas con mayor intensidad en contextos como el actual. Es así que una buena gestión de emociones en los estudiantes, evitará problemas de estrés, enojo, ansiedad, frustración, tristeza, soledad, fatiga, falta de concentración, entre otros. Teniendo en cuenta que la educción en línea se ha impuesto de modo obligatorio, debido al estado de necesidad social a causa de la pandemia por COVID-19, esta última como un factor secundario en el surgimiento de la negatividad. Del mismo modo, un mejor autoconocimiento y autoconcepto en los alumnos, permitirá que este sea consciente de sí mismo, de lo que le afecta y sobre sus necesidades, siendo mucho más fácil que pueda tomar medidas respecto a las emociones negativas que pueda tener a causa del contexto que está viviendo. De la misma manera, el fortalecimiento de conceptos relacionados al bienestar emocional, reforzarán en el alumno conceptos relacionados a su desarrollo personal, lo que implica una mejor inteligencia emocional, la cual le permitirá hacer frente de mejor forma a las dificultades que le representa esta nueva realidad.

Conclusiones

La modalidad virtual estará tomando un papel significativo en el futuro de la educación a nivel mundial, por lo que, si bien se observa la aceptación de los estudiantes de esta forma de aprendizaje a pesar de las dificultades presentadas en el periodo de adaptación, también se observan problemas emocionales debido a esta nueva metodología. En consecuencia, es importante tener presente el factor emocional si se desprende de la actitud negativa del educando hacia la virtualidad de sus clases. Asimismo, se debe trabajar en brindar una adecuada motivación mediante ejercicios de activación fisiológica; y en los cambios desde el punto de vista didáctico que permitan una mayor implicación del estudiante en el proceso de aprendizaje. Actualmente es un hecho que el apropiado manejo de las emociones puede intensificar enormemente la motivación y la toma de conocimientos

Finalmente, es relevante que la aplicación de este sistema virtual establezca mejoras con el fin de obtener mejores resultados en comparación con la modalidad de estudios presencial, desde el punto de vista de las vivencias de los estudiantes, así como en su bienestar integral; por lo que se debe conocer la perspectiva que tienen estos hacia la educación en línea, y de esa manera tener una mejor visibilidad del contexto, para poder identificar un posible problema y hacer una intervención adecuada.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Córdova, L. (19 de Agosto de 2020). ¿Cómo abordar la salud emocional durante las clases virtuales? HERO Startup. https://herostartup.com/blog/termometro-emocional-como-abordar-la-salud-emocional-de-los-estudiantes-durante-las-clases-virtuales/  

Myers, D. y Twenge, J. (2019). Psicología Social. (13.° ed.). Ciudad de México: Editorial MCGRAW-HILL Interamericana Editores, S.A. de C.V.

Orbegozo, F. O. (28 de setiembre de 2020). Unos 174.000 estudiantes peruanos dejaron la universidad en lo que va del 2020. El Comercio. https://elcomercio.pe/lima/sucesos/unos-174000-estudiantes-peruanos-dejaron-la-universidad-en-lo-que-va-del-2020-noticia/  

Garrison, D., y Anderson, T. (2005). El e-learning en el siglo XXI: investigación y práctica. Barcelona, Octaedro. Recuperado de: file:///C:/Users/MI%20PC/Downloads/AJDE_MappingBoundaries.pdf

Mora, F. (2010). “Papel del tutor virtual en la educación a distancia”. Revista Calidad en la Educación Superior, 104-109 pp. file:///C:/Users/MI%20PC/Downloads/410-Texto%20del%20art%C3%ADculo-589-1-10-20140626.pdf

Segura, A. y Gallardo, M. (2013). Entornos virtuales de aprendizaje: nuevos retos educativos. España: Universidad de Granada. file:///C:/Users/MI%20PC/Downloads/Dialnet-EntornosVirtualesDeAprendizaje-5226650.pdf

Mi querida amiga «Ansiedad»

Y todo comenzó así…

¡Hola! Sé que hubieras preferido que no escriba esta carta pero aquí estoy, he llegado con más fuerza, anteriormente te visitaba pero solías ignorarme, creo que aún no tienes idea de quién soy. Me presento, soy tu amiga Ansiedad, no te asustes hoy vengo en son de paz, por cierto ¿por qué no me aceptas?

Lo digo porque la última vez que me acerqué a ti me ignoraste por completo, tuve que manifestarme con un dolor de pecho o una migraña pero me pasaste por encima. Te di muchas señales para que pararas y no fuiste capaz ni querías, seguías atendiendo llamadas, diciendo sí a todo, tratando de demostrar a los demás quién eres, pensando en lo que no va a pasar…. Por eso hoy, aunque no me gusta actuar así, me he puesto firme y he cogido valor para presentarme. Sé que me odias y yo en cambio te quiero proteger. Sé que dices que ojalá no me hubieras conocido y yo sin embargo desespero cuando ni caso me haces. He venido para alertarte; a veces me paso, lo sé, pero si respiraras mejor, si hicieras lo que te apeteciera, si fueras menos exigente… nos lo harías más fácil a las dos y eso lo sabes.

¿Recuerdas esa vez que te dio un dolor de cabeza? ¿O cuando tuviste insomnio por más de dos horas? ¿O qué tal esa vez que, sin apetito te metiste un atracón de chocolates?, todas esas veces era yo tratando que me escucharas pero seguías con tu ritmo de vida, seguiste con tu misma manera de pensar… Entonces intenté algo más fuerte, hice que te temblara el ojo, que te diera gastritis  y que te sudaran las manos… pero tampoco lo percibiste. Bueno no te sientas recriminada , sólo quiero pedirte un favor…

¿Quieres hacer el favor de parar de trabajar cuando te envío señales?, ¿de actuar con asertividad y no decir «sí» a todo?, ¿de dejar de preocuparte por lo que aún no ha llegado y seguramente no pase? Cuídate, atiende a tu cuerpo, a tu emoción. Toma mis visitas como avisos de que es tiempo de conectar contigo misma. De que cuando ocultas tu rabia, tu ira, tu tristeza… favoreces a que yo aparezca, lo único que llevo tratándote de decir todo este tiempo, es que… ya es tiempo de evolucionar, necesitas hacerlo, no hay de otra. Necesitas crear cambios muy profundos dentro de ti, pues en realidad no estás disfrutando de tu vida y no te sientes plena.  Por eso pretendo ayudarte a recuperar tu esencia y para lograrlo, tendrás que deshacerte de lo que te impide contactarla.

Deseo ayudarte a ver precisamente qué te impide contactar con tu sentido de vida, con tu pasión por vivir, con tu alegría y con tu verdadero ser que es tu esencia.  Cada vez que yo aparezca en tu vida, será porque por ti misma no te has dado cuenta que no estás siendo plena y feliz, así es que si vuelvo a aparecer, no te asustes… mejor agradéceme que llegué y escúchame….

¿Te gustó la carta? Creo que si la ansiedad nos hablara nos podría decir eso y más. Todos alguna vez en nuestra vida hemos sufrido de intranquilidad, angustia; algunos en nivel más elevado que otros pero al fin y al cabo todos hemos experimentado ese vacío en la panza, la aceleración de nuestro ritmo cardiaco, las ideas rumiantes, el exceso de futuro, entre otras señales que nos manda nuestra querida amiga “ Ansiedad”

Ya sea por la pandemia o por una sobredosis de redes sociales los niveles de ésta se pasean por las nubes. Vamos a empezar por definirla. Es una emoción normal que se experimenta en situaciones en las que el sujeto se siente amenazado por un peligro externo o interno. Muy a menudo confundimos el síntoma (angustia, inquietud, insomnio, etc…) con el problema en sí , es una señal de alerta, una advertencia de que algo no anda bien. Por poner un ejemplo sencillo, sería como la fiebre que aparece como reacción y defensa ante una infección en nuestro organismo. Habría que diferenciar entre miedo (la persona conoce el objeto externo y delimitado que le amenaza y se prepara para responder) y ansiedad (el sujeto desconoce el objeto, siendo la amenaza interna y existiendo una dificultad en la elaboración de la respuesta).

Es normal sentir agobio por mudarse, empezar un empleo nuevo o hacer un examen. Este tipo de sensación es desagradable, pero puede empujar a la persona a trabajar mas duro. Por otra parte, cuando se habla de una ansiedad sana ésta viene y va, pero no interfiere con el día a día de la persona. Debemos, por lo tanto, ver qué problema está tratando de resolver (aunque de forma poco acertada), qué función está cumpliendo, preguntándonos de dónde viene, qué necesitamos revisar y sobre qué está tratando de llamar nuestra atención. Ella puede traernos mensajes distintos a cada uno de nosotros, la clave está en ver cuáles son para iniciar a tratar su origen y no solamente eliminar de forma superficial las molestias que nos ocasiona.

¿Cuáles son las causas de la llegada de nuestra amiga ansiedad?

Las causas de los trastornos de ansiedad son complicadas. Muchas podrían ocurrir en el acto, algunas pueden conducir a otras. Entre las más comunes está el estrés ambiental, dificultades en  el trabajo, problemas en las relaciones interpersonales, querer controlar la situación, genética, se dice que las personas que tienen familiares con un trastorno de ansiedad son más propensas a experimentar uno ellas mismos. Además, se cree que las áreas cerebrales responsables del manejo del miedo pueden estar interferidas.

Se presenta con síntomas físicos que pueden variar de una persona a otra. En su manifestación más intensa, se dan las llamadas crisis de ansiedad en las que los síntomas son más agudos y en ocasiones pueden acompañarse de sensación de muerte, de locura o de pérdida de control. Todo ello provoca un intenso malestar más o menos continuado que puede derivar en un «miedo al miedo», es decir: lo que inicialmente causaba incomodidad se acaba transformando en temor a percibir los síntomas y malestares que provoca ella. Muchas veces nace a partir de emociones reprimidas o mal gestionadas.

Hay muchas razones para rechazar lo que sentimos, puede ser que en nuestra familia de origen no nos enseñaron a manejar nuestros afectos, puede que creamos que nos van a llevar a extremos que no podremos controlar, a lo mejor hace que nos juzguemos… En cualquier caso, las emociones rechazadas o mal gestionadas degeneran frecuentemente en molestias y problemas mayores. Conocer cómo vivimos éstas y aprender a realizar una gestión más sana de ellas es esencial para evitar que aparezcan en otras formas más perjudiciales.

Los síntomas generales son: Respiración rápida y poco profunda, aceleración de las pulsaciones del corazón, inquietud constante, problemas de concentración, dificultad para dormir, entre otros; estos síntomas pueden variar en intensidad y frecuencia debido a que cada uno reacciona de acuerdo a lo aprendido. Por otra parte, con respecto al diagnóstico, en muchas ocasiones se recorre un largo trayecto de pruebas médicas, visitas a urgencias del hospital y que al final del proceso te dicen: “Usted no tiene nada, tiene ansiedad, lo que tiene que hacer es relajarse y tomarse la vida de otra forma”. Y te preguntas… “¿Y eso? ¿Y ahora cómo lo hago?”. Desde muchos ámbitos, incluido el médico y sanitario en general, existe mucho desconocimiento sobre cómo tratarla psicoterapéuticamente, y se apela en frecuentemente a la fuerza de voluntad sin dar herramientas o estrategias de manejo.

Cuando nuestra «amiga» aparece en nuestra vida, lo natural es que queramos solucionarla lo antes posible. Ante nuestra “prisa” por estar mejor o resolver lo que nos preocupa podemos no darnos cuenta que es necesario un proceso que puede durar más tiempo del que nos gustaría. Ante casos agudos de ansiedad o algunos trastornos asociados a ella puede ser oportuno una medicación que nos ayude a rebajar el malestar o los momentos más intensos, pero debemos tener en claro que son un recurso que actúa sobre los síntomas pero no soluciona el problema de base.

La ansiedad no se cura con pastillas sino a través de un proceso de terapia con el que atenderemos el mensaje que viene a traernos, conocer el origen y darle su tiempo para tratarla a profundidad. Ser conscientes de que necesitamos un tiempo para mejorar, trabajar en sus causas  y aprender recursos con los qué gestionarla, serán los pasos para vencer la ansiedad, recuperar el equilibrio y prevenir futuras apariciones; aquí te menciono algunas actividades que nos pueden ayudar:

-Organiza cualquier actividad que te cause presión o alguna fecha límite, elabora listas para hacer que las tareas abrumadoras sean más manejables y comprométete a tomarte un tiempo libre del estudio o del trabajo.

– Ejercicios de relajación: Esto incluye meditación, practicar una respiración diafragmática o profunda, baños con aceites corporales o esencias agradables, pueden realizarse en una tina, descansar en un lugar oscuro y practicar mindfulness.

-Ejercicios para reemplazar pensamientos negativos por positivos: haz una lista de los pensamientos negativos que podrías estar teniendo como resultado de la ansiedad, y escribe otra lista junto a ella que contenga pensamientos positivos y creíbles para reemplazarlos.

-Red de apoyo: habla con personas conocidas que te apoyen, como un familiar o un amigo.

-Ejercicio: el esfuerzo físico puede mejorar la autoestima y liberar sustancias químicas en el cerebro que desencadenan sentimientos positivos.

Consejería: Buscar apoyo psicológico es una buena opción, el psicólogo te brindará las herramientas necesarias para que la puedas aceptar y convivir  con ella, recuerda que desde que aceptas tenerla ya te estás haciendo cargo.

Anímate a correr el riesgo de conocer y aceptar a nuestra amiga «Ansiedad».

Desconocimiento, y miedo a las vacunas

El proceso de vacunación puede ser rastreado a 1796, cuando Edward Jenner observo que las mujeres que estaban expuestas a las llagas de vacas infectadas con viruela bobina, mostraban mayor resistencia a la variante humana. Como resultado de esta hipótesis, años mas tarde el Dr. Pasteur postuló que las enfermedades podían ser atenuadas, si se introducía intencionalmente un virus o bacteria debilitado. Postulado que puso a prueba en 1885, cuando trató exitosamente el caso de un niño mordido por un perro con rabia. En la actualidad, se puede afirmar que gracias a esta práctica, virus como el de la viruela fueron declarados erradicados (American Academy of Pediatrics, s. f.).

La vacunación como proceso de inmunización global, puede ser considerado como uno de los grandes éxitos de la humanidad (Garcia Sanchez, 2017). La incidencia de fatalidades tras la inoculación es muy baja si se compara con los pacientes que no recibieron ningún tratamiento. El procedimiento de acción consistente en la introducción de un microbio invasor, el cual se encuentra muerto o debilitado, tras el reconocimiento del sistema inmune, se generan anticuerpos preparados para combatir posibles infecciones (OMS, s. f.).

Miedo a las vacunas

El miedo es una emoción caracterizada por un intenso sentimiento de desagrado, provocado por la percepción de un peligro real o supuesto. Esta reacción es natural, puesto que prepara al cuerpo ante una amenaza. (Riera Peraferre, 2013)

El miedo a las vacunas puede centrarse en dos puntos, los grupos activistas que rechazan activamente el proceso de vacunación, y las personas que al no encontrarse del todo seguros prefiere no “arriesgarse”. En ambos casos, se evidencia que tras haber erradicado varias enfermedades, disminuyendo el grado de propagación y los efectos de las mimas, se a perdido el miedo; cambiando este por el miedo a los efectos secundarios de las vacunas.(Garcia Sanchez, 2017)

Los grupos activistas suelen tener ideologías prestablecidas, presentando información bajo la perspectiva de su opinión o religión. Estos grupos suelen considerar que su perspectiva es la correcta, negando el debate o estudio de perspectivas adicionales. Lo que puede conllevar a la aparición de sesgos. Es decir, que estos grupos pueden distorsionar o negar información acorde a sus ideales.

Por otra parte, el grupo que parte del desconocimiento suele ser mas receptivo en el estudio o debate. Lo que permite establecer sesiones psicoeducativas, dado que en su mayoría relaciona su miedo al desconocimiento, la desinformación y la asociación a experiencias negativas, que no necesariamente guardan relación.

Tripanofobia, qué es y cómo superar el miedo a las inyecciones


Medios de comunicación.

Los medios de comunicación son un punto importante a tomar en cuenta, puesto que la influencia que estos tiene en la percepción de la población es muy grande.  Un claro ejemplo es lo ocurrido durante el año 2018 en Brasil, durante la campaña de vacunación contra la fiebre amarilla. Se esparcieron rumores en redes sociales sobre la peligrosidad de las vacunas, llegando a afirmar que tras la inoculación se podría perder la vida. Situación que redujo el alcance programado del 95% al 76% (Mejia et al., 2020).

En Perú, se observó que tras la propagación de informacion errónea la comunicación entre amigos o familiares brindaba cierto grado de fiabilidad, lo que contribuía a la propagación de miedo y exageración. Por otra parte, se demostró que el grado de educación influye en la reducción de la propagación del miedo (Mejia et al., 2020).

Cómo afectan los Medios de Comunicación en los Adolescentes? – Fundación  APTA

Conclusiones

El miedo generalizado está asociada al desconocimiento. Por lo que, este se suele remediar con la educación, lo que representa una responsabilidad tanto para el gobierno como para la población. Entonces, si se comparte posts no verificados, se puede contribuir a la desinformación.

La incidencia de efectos secundarios y enfermedades relacionadas se da en situaciones muy específicas. Dado que en su mayoría, las vacunas no presentan efectos que contribuyan en la aparición de enfermedades, ni mucho menos en la aparición de situaciones de riesgo de vida. No obstante, el proceso de vacunación requiere de una supervisión cercana, dado que existe la posibilidad de reacciones alérgicas.

El proceso de vacunación puede ser opcional en circunstancias controladas. Sin embargo, cuando se establece situaciones en las que el bienestar de la población en general se está comprometido, las políticas de salud pública pueden imponer medidas restrictivas para reducir la propagación de enfermedades.

Por último, se requiere impulsar programas de alfabetización digital. Se a demostrado, que la influencia de los medios de comunicación influye en las creencias y acciones de la población. Por lo que, si estas provienen de medios no confiables pueden acarrear conflictos que ponga en riesgo la salud pública.

Recomendaciones

Tras el reconocimiento de educar a los grupos poblacionales, Canadá emitió una guía de trabajo con padres indecisos con el proceso de vacunación (MacDonal et al., s. f.).

 Este se compone de 5 puntos:

  1. Entender las preocupaciones especificas de los padres.

Escuchar atentamente, no a todos les preocupa los mismo. Contrastar las dudas de los padres, poner en valor las causas, destacando los datos negativos de las enfermedades, como la muerte o lesiones que acaben en discapacidad.

  • Utilizar técnicas de entrevista motivacional.

Usar supuestos que generen el escenario ¿Cómo te sentirías si tu hijo tuviera una enfermedad grave por no haberle vacunado? Usar cifras positivas, “ las vacunas son efectivas en el 99% de los niños”, mejor que “hay 1% de efectos secundarios”.

  • Ser firmes en el mensaje, usar un lenguaje claro al hablar de los riesgos de la enfermedad.

Repetir el mensaje, informar sobre evidencias de beneficios y riesgos equitativamente.

  • Proponer a los padres técnicas para el control del dolor al vacunar.

Como el uso de hielo, analgésicos y antinflamatorios de uso tópico y oral.

  • Evitar el rechazar o dejar de atender a los niños no vacunados.

El rechazo o discriminación, puede contribuir entorpecer el dialogo.

Referencias

American Academy of Pediatrics. (s. f.). Historia de las vacunas. HealthyChildren.org. Recuperado 11 de octubre de 2021, de https://www.healthychildren.org/Spanish/safety-prevention/immunizations/Paginas/History-of-Immunizations.aspx

Garcia Sanchez, N. (2017). Hablemos de Vacunas. https://archivos.fapap.es/DetalleArticulo/_l1urTLlmMtVrea6WrA0sG_M2Fx54BM31SXAQLUqI_fmsceXdvIqbpxm0DoceT9QksNIAnH4-9xW0_yGAM_n2SQ

MacDonal, N., Desai, S., & Gerstein, B. (s. f.). Working with vaccine-hesitant parents: An update | Canadian Paediatric Society. Recuperado 12 de octubre de 2021, de https://www.cps.ca/en/documents/position/working-with-vaccine-hesitant-parents

Mejia, C. R., Rodriguez-Alarcon, J. F., Garay-Rios, L., Enriquez-Anco, M. de G., Moreno, A., Huaytán-Rojas, K., Huancahuari-Ñañacc Huari, N., Julca-Gonzales, A., Alvarez, C. H., Choque-Vargas, J., Curioso, W. H., Mejia, C. R., Rodriguez-Alarcon, J. F., Garay-Rios, L., Enriquez-Anco, M. de G., Moreno, A., Huaytán-Rojas, K., Huancahuari-Ñañacc Huari, N., Julca-Gonzales, A., … Curioso, W. H. (2020). Percepción de miedo o exageración que transmiten los medios de comunicación en la población peruana durante la pandemia de la COVID-19. Revista Cubana de Investigaciones Biomédicas, 39(2). http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_abstract&pid=S0864-03002020000200001&lng=es&nrm=iso&tlng=es

OMS. (s. f.). Vacunas e inmunización: ¿qué es la vacunación? Recuperado 11 de octubre de 2021, de https://www.who.int/es/news-room/q-a-detail/vaccines-and-immunization-what-is-vaccination

Riera Peraferre, G. (2013). Estrategias para minimizar el dolor, el estrés y el miedo a la vacunación  infantil.

Efectos del distanciamiento social

Tras haberse decretado estado de pandemia, la gran mayoría de los gobiernos optó por seguir protocolos de distanciamiento social. Entre los que se enumera los periodos de aislamiento o confinamiento obligatorio, estas medidas son dadas tanto para personas que hayan estado en contacto con algún paciente diagnosticado, como para personas que residan en centros con altos índices de contagio  (OMS, 2021). Sin embargo, estas medidas si bien fueron expuestas en el marco de la salud pública, en muchas ocasiones esta acarreando problemas de salud psicológica. Puesto que, el ser humano por naturaleza es un ser altamente social, resiente en gran medida las restricciones que impidan compartir afecto.

Qué debe saber sobre el distanciamiento social

Antecedentes.

Los primeros días de pandemia, se vieron marcados por el desconcierto. Tras el cierre de frontera, varios ciudadanos se encontraban en ciudades, estados y hasta en países distintos a de su residencia habitual. Según cifras de la cancillería dadas al diario el comercio, a mediados de marzo del 2020, al menos 14,500 peruanos se encontraban “varados” tras el cierre de la frontera peruana (Astos Sánchez, 2020).  Este suceso, lejos de ser anecdótico nos demuestra la vulnerabilidad vivida por estas personas, puesto que, si bien algunos pudieron tramitar su retorno por medios privados, muchos se vieron en la necesidad de solicitar ayuda a los países anfitriones.  Por otra parte, tras la llevada al Perú, estos debieron pasar por “cuarentenas” obligatorias, las cuales en su mayoría se daban en completa soledad. Debido que, para evitar posibles contagios, estos no podrían regresar a sus hogares.

Efectos.

Después de reflexionar sobre los distintos sucesos vividos por la comunidad, se puede aseverar que tras los periodos de aislamiento las personas que estuvieron aisladas, al menos 3 semanas, vieron modificado su bienestar psicológico (Ahumada, 2020). En experimentos de laboratorio, se pudo evidenciar que en caso de animales; en relación a si fueron criados en comunidad, o sin demás miembros de su especie, estos responderán de distinta forma a situaciones de estrés o ansiedad. Siendo que la crianza en comunidad presenta condiciones mas idóneas para el bienestar de estas. Por otra parte, si estos son aislados tras haber vivido en comunidad, puede presentar respuestas menos favorables a la frustración. (Cuenya et al., 2011)

Otro punto se refleja en la disfunción para adquirir nuevas habilidades, puesto que, parte de los procesos de aprendizaje tiene base en las relaciones sociales. Es decir, que al socializar con miembros de igual o mayor instrucción, se facilita la “adquisición” de los hábitos, valores y conocimientos culturales. (Yubero, 2004)

Consecuencias

Como principal consecuencia del aislamiento social se puede nombrar al estrés, ansiedad y depresión. Ya que, el desconcierto generalizado por la pandemia se ve agravado por un reducido sistema de contención. En otras palabras, al no tener amigos o familia que puedan servir de ayuda, los conflictos personales se agravan. En otra instancia, se puede apreciar que, dependiendo de las características de la población, este desarrolla distintos cuadros patológicos. En el caso de las mujeres, se puede apreciar que estas demuestran sintomatología depresiva mayor al del grupo masculino. (Prieto-Molinaria et al., 2020)

Así mismo, se puede referenciar que un sector claramente afectado es de las personas que estudian y trabajan. Puesto que, estos al buscar mejores oportunidades suelen abandonar su lugar de origen, lo que contribuye a encontrarse viviendo solos.

Dolor crónico y el confinamiento por COVID-19

Alternativas

El uso de medios virtuales como las video llamadas son altamente empleados para reducir la brecha que impuso las medidas sanitarias. Sin embargo, se debe de tener mucho cuidado con las alternativas a tomar. Puesto que, se evidenció que exceso de tiempo libre o estrategias erróneas podrían desarrollar problemas adyacentes. Como alternativas negativas se suele evidenciar el abuso de bebidas alcohólicas, el consumo de drogas, la sobre exposición a pantallas y el uso desmedido de juegos de video.

Conclusiones

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A raíz de la situación de pandemia, se evidencia que la dinámica social se ha visto modificada, lo que conlleva situaciones atípicas, como el distanciamiento social. Evento que únicamente puede ser comparado como el estado de guerra por los efectos en el día a día.

Como conclusión, se puede afirmar que la falta de socialización puede desencadenar efectos nocivos en la salud mental de la población, suscitando episodios de estrés, ansiedad y agravando cuadros depresivos. Por lo que, se recomienda emplear alternativas virtuales para estimular la comunicación. Así mismo, en caso los síntomas no mejoraran, el buscar ayuda especializada es clave para evitar conflictos mayores.

Referencias

Ahumada, P. S. M. (2020). Efectos del aislamiento social y la cuarentena sobre el bienestar subjetivo de los chilenos durante el brote de COVID-19. SciELO Preprints. https://doi.org/10.1590/SciELOPreprints.368

Astos Sanchez, M. (2020, mayo 23). Coronavirus | Perú | “Estamos cerca y no hacen nada por ayudarnos”: Más de 5.600 peruanos siguen varados en Latinoamérica | Covid-19 | MUNDO. El Comercio Perú; NOTICIAS EL COMERCIO PERÚ. https://elcomercio.pe/mundo/latinoamerica/coronavirus-peru-estamos-cerca-y-no-hacen-nada-por-ayudarnos-mas-de-5600-peruanos-siguen-varados-en-latinoamerica-covid-19-noticia/

Cuenya, L., Fosacheca, S., Mustaca, A., & Kamenetzky, G. (2011). Efectos del aislamiento en la adultez sobre el dolor y la frustración. Psicológica, 32, 49-63.

OMS. (2021, abril 19). Declaración acerca de la séptima reunión del Comité de Emergencias del Reglamento Sanitario ‎Internacional (2005) sobre la pandemia de enfermedad por el coronavirus de 2019 (COVID-19)‎. https://www.who.int/es/news/item/19-04-2021-statement-on-the-seventh-meeting-of-the-international-health-regulations-(2005)-emergency-committee-regarding-the-coronavirus-disease-(covid-19)-pandemic

Prieto-Molinaria, D. E., Aguirre Bravo, G. L., de Pierola, I., Luna Victoria-de Bona, G., Merea Silva, L. A., Lazarte Nuñez, C. S., Uribe-Bravo, K., Zegarra, Á. C., Prieto-Molinaria, D. E., Aguirre Bravo, G. L., de Pierola, I., Luna Victoria-de Bona, G., Merea Silva, L. A., Lazarte Nuñez, C. S., Uribe-Bravo, K., & Zegarra, Á. C. (2020). Depresión y ansiedad durante el aislamiento obligatorio por el COVID-19 en Lima Metropolitana. Liberabit, 26(2). https://doi.org/10.24265/liberabit.2020.v26n2.09

Yubero, S. (2004). CAPÍTULO XXIV SOCIALIZACIÓN Y APRENDIZAJE SOCIAL. 26.

“Pandemia”, una oportunidad para el amor romántico


En los actuales días, todo ha cambiado, el tener restringido el contacto físico hacia los demás, a muchas parejas ha afectado, especialmente en un nivel comunicativo, sensitivo y emocional.
En el amor, es muy importante el tacto, el sentirnos, es el receptor más directo, que nos ayuda a sentir la temperatura, la tersura de la piel, la finura, y delicadeza de está. Lo cual nos hace establecer un vínculo emocional con el ser amado. Pero, debemos saber que este no es el único camino para desarrollar el vínculo emocional en pareja. Antes de la pandemia, no estábamos acostumbrados a usar un sentido o dos de manera frecuente, como el oído o la vista; que se usan en una video llamada o llamadas telefónicas, sin embargo, al no poder llevarse a cabo un contacto personal, lo hacemos. Sin embargo ¿Qué tal sí a estos receptores sensoriales (visión, audición) les sacamos ventaja y crecemos en el amor romántico? Pues para empezar bien en uno de los proyectos tan importantes de la vida, como lo es una relación; habrá que ser cuidadosos en el crecimiento de este.


¿Qué es el amor romántico? Se define como un «vínculo apasionado-espiritual-emocional-sexual entre un hombre y una mujer, que refleja una alta estima mutua de su valor como persona» (Branden en Cuetos, 2016, p. 7).


La base principal del amor romántico es la amistad verdadera, porqué de allí nace el conocimiento profundo del ser humano, lo cual ayudará a evitarnos la presión del tedioso y tan utilizado estira y afloja, cuando en temas de conquista y seducción se trata. Además, cuando estamos en el proceso de conquista sabemos que la otra persona nos está evaluando, por ello, la comunicación se hace mucho más rígida y lo que buscamos es que sea distendida y natural, sin presión ni prejuicios, como si habláramos con nuestro mejor amigo. Agregar también que esto será una prueba para saber si aquella está dispuesta a esperar por uno. La paciencia está en la forma de ser. Los seres humanos más analíticos y reflexivos, planifican sus actos con mayor facilidad. Además, según la psicología, la persona que es más paciente, es más consciente de las necesidades de la otra, por lo tanto, son más empáticas. Debemos apreciar esta virtud en el ser amado.

Ilustración 1: pareja en pandemia



Ventajas de usar la tecnología para sembrar la amistad sólida con nuestra pareja:

  • Sembraremos la paciencia, pues uno esperará por el otro. El tiempo de
    espera por la persona querida, nos hará valorarla más.
  • Aprenderemos a oírnos mutuamente, con el fin de comprendernos.
    Usaremos más este sentido y lograremos entender el lenguaje de las
    palabras, pues estas nos muestran el fondo de una persona.
  • Iremos poco a poco conociendo cada detalle que nunca pensamos que
    tendría nuestra pareja. El hablar es terapéutico, sana y descubres
    emociones ocultas.
  • Lo tecnológico, nos llevará a momentos de galantería
    pasada, todo depende de la inventiva de la pareja, pueden escribirse
    cartas virtuales o tener citas por video llamada, son muchas las propuestas donde incentivaremos nuestra creatividad.
  • Fortaleceremos la confianza, pues al no vernos, este será un pilar que
    debemos mantener, si queremos seguir creando el lazo.
  • Se darán vínculos espirituales, si la pareja así lo desea, ya que se disminuirá significativamente el contacto físico, relaciones sexuales o besos.

Tomado de: https://pulso.news.blog/page/50/

Ahora les contaré una historia muy linda sacada de la Biblia: sobre Jacob, que era un joven que trabajó como campesino en las tierras de su tío Labán, donde vio a sus dos hijas: Raquel y Lea, y este se enamoró perdidamente de la última. Jacob le dijo a Labán que trabajaría en su campo siete años por su hija Raquel. Y así lo hizo. Pero cuando llego el tiempo del casamiento, Labán le dijo que debía casarse con Lea porque era costumbre contraer nupcias con la hija mayor primero, y si quería a su hija menor, debía trabajar otros siete años. Entonces Jacob decidió laborar gratis catorce años en total, para tener a su hija Raquel, sin quejarse y por amor, aceptó tal tarea. (Miprimerabiblia, 2020). Ver también 1
Aprendamos de esta historia. Que el amor todo lo espera, todo lo soporta. Si Jacob pudo resistir catorce años para estar con el amor de su vida, nosotros con dos años de pandemia no estamos en nada.

Pintura » El beso» de Chagall



Conclusión:
Debemos aprovechar las adversidades para ser creativos, tener otra
perspectiva de las cosas y sacarle provecho a la tecnología; esta puede ser
nuestra aliada o enemiga, según la usemos. Mientras nos ayude a comunicarnos profundamente con el ser amado, vale la pena intentar.

Referencias:

Cuetos, G. (2016). El amor a lo largo de la historia. XVII Congreso virtual internacional de psiquiatría. Recuperado de : https://psiquiatria.com/trabajos/usr_1299974717.pdf

Miprimerabiblia. (26 de Agosto de 2020). Jacob Trabaja para Labán. Youtube. Obtenido dehttps://www.youtube.com/watch?v=P0nhX2atH7Q.

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1. En tiempos antiguos la endogamia y poligamia estaban permitidas en el pueblo judío y sus ancestros. Así mismo era común que un hombre pudiese tomar a una mujer como esposa a cambio de trabajar para su padre.

ADIÓS A TRAVÉS DEL CRISTAL

Suena el teléfono, se hace un nudo en tu garganta y con gran expectación contestas. Del otro lado de la línea, entre una nube de susurros, sólo alcanzas a escuchar la terrible noticia de que tu familiar ha contraído el virus.

Y como una bola de nieve que se convierte en avalancha, la angustia crece en tu interior, porque sabes que hay una enorme posibilidad de perder a ese ser querido. Entonces, el médico y los medios de comunicación te dicen que hay altas probabilidades de que tu familiar se salve, porque no está en ningún grupo de riesgo. Una leve luz de esperanza se va encendiendo, pero se apaga furtivamente con la repentina noticia de que tu familiar se fue.

Al irse tu familiar dejo un hueco en tu corazón y una cama hospitalaria vacía, que es necesaria ocupar inmediatamente por uno de los miles de contagiados. Por lo que, tienes que actuar de prisa y en automático, acelerar los trámites de defunción, sin tiempo de llorar ni de procesar el duelo.

Y como si no fuera suficiente, todavía queda un paso más: el entierro. En donde sólo está permitido que te acompañe pocos familiares y debes de realizar el entierro con prisas, porque el virus está ahí acechando, rondando a la espera de un menor descuido para atacar.

Todo acontece en forma fugaz sin pausas y sin tiempo para procesar el duelo. Sin embargo, al final del día te tomas un respiro para cerrar los ojos, recordar con cariño al ausente, derramar unas lágrimas, colocar tus manos en la ventana y decir adiós a través del cristal.

DUELO EN PANDEMIA

De acuerdo con García (2020), durante una pérdida la persona vive cambios a nivel exterior e interior. Es decir, la persona que enfrenta un duelo, tiene que adaptarse a la ausencia del ser querido, hacer cambios en su rutina y a ello se le añade esa pregunta sin aparente respuesta de: ¿Por qué se fue?

Tal es la razón, por la que se afirma que cuando un ser humano afronta una pérdida se encuentra en una etapa de transición. Esta etapa no es igual para todos, en algunas personas y dependiendo de sus habilidades de afrontamiento dicha transición puede darse o no de forma saludable.

Sin embargo, debido a la situación actual es casi imposible que una etapa de transición sea saludable. Así lo afirma Moreno (2020): “Sabemos que la muerte de nuestro ser querido es siempre una vivencia difícil, sin embargo, el duelo por COVID-19 tiene algunos aspectos adicionales. Uno de ellos, es la rapidez de los acontecimientos, es decir, la imposibilidad de anticipar, asimilar y prepararnos para lo que viene”.

Por otro lado, para que exista una transición saludable durante el duelo, es de vital importancia que la persona tenga una participación proactiva en el proceso, por ejemplo, participar de ceremonias o ritos de despedida (García, 2020).

Lo que significa que el aspecto cultural influye en los procesos de duelo. Tal es el caso de nuestro Perú, donde los ritos de despedida en cada una de las provincias destacan por su colorido, música y comida.

Es así que, en distintas partes de la sierra hay una costumbre llamada “Lavado de Ropa”, en la cual los dolientes se dirigen al río para lavar la ropa del difunto, cinco días después de su deceso. Luego, en la noche todos los miembros de la comunidad (niños, jóvenes y ancianos) se reúnen para velar la ropa del difunto, adornado de cruces y flores blancas.

Rituales como el “Lavado de Ropa” e incluso los convencionales como la misa, los velorios, se realizan en compañía aliviando la carga y regocijando el alma. Rituales, donde cada miembro alivia su dolor fundiéndose en el abrazo fraterno del otro.

Es inevitable, no sentir nostalgia al recordar esas épocas cuando se podía procesar el duelo en compañía de los familiares y realizando los ritos ceremoniales que todo fallecimiento requiere.

CARACTERÍSTICAS DEL DUELO EN PANDEMIA

Durante una catástrofe o conflicto, el duelo deja de ser común para adquirir las características de ser prolongado y de mayor intensidad, llegando a producir desbordes emocionales, dando lugar a la posibilidad sufrir trastornos depresivos. Es que los duelos en catástrofes, adquieren tales características por la “soledad y falta de apoyo durante el proceso, la inexistencia o inadecuada ejecución del luto mediante ritos religiosos” (Briceño et al. 2020).

Entonces, como la enfermedad del COVID-19, ha sido declarada pandemia mundial por la OMS, significa que estamos en un contexto de catástrofe. Por lo tanto, estamos viviendo duelos múltiples, de larga duración y traumáticos.

En una entrevista, realizada por Asto (2020), el psicólogo Roberto Álvarez, menciona que ante una pérdida el ser humano comienza a reflexionar sobre el significado de la vida y es un momento en donde se cuestiona sobre el por qué esa persona ya no le acompaña. Sin embargo, con la pandemia los duelos no sólo traen cuestionamientos filosóficos, también se desbarató el falso sentido de omnipotencia del ser humano, debido a que la ciencia no logra descifrar al COVID-19 en su totalidad, se vive en una constante incertidumbre de no saber qué va a pasar el día de mañana.

Antes de la pandemia, cuando una persona perdía un ser querido, se le decía que iba a ser un proceso y que después regresaría a la normalidad. Sin embargo, en estos tiempos de duelo colectivo ¿cómo se le dice a una persona que va a regresar a la normalidad? Si tal normalidad es parte del pasado.

¿CÓMO SOBRELLEVAR EL DUELO EN TIEMPOS DE PANDEMIA?

Es importante considerar a todos aquellos que en estos tiempos han perdido un familiar. Y es que a ellos les tocó una época de protocolos de bioseguridad, de prohibiciones, de no reunirse con varias personas y de aislamiento social.

A pesar de no estar en tiempos normales, es posible procesar un duelo de forma saludable. Para ello, se les brindará unas tres recomendaciones que aliviarán el dolor de la pérdida:

Recomendación 1: Escribir Poesía

Afrontar la pérdida de un ser querido, significa no quedarse con el dolor en el interior, es necesario expresar y comunicar lo que uno siente. Por ejemplo, escribiendo un diario o creando un poema. Al escribir, se resignifica los hechos y se elabora la pérdida desde otra perspectiva.

Así lo hizo la poetisa peruana Blanca Varela, quien perdió a su hijo Lorenzo en un accidente de tránsito. Ella, plasmó el dolor de esta pérdida en un poema “Si me escucharas”.

Si me escucharas/ tú muerto y yo muerta de ti/ si me escucharas/ hálito de la rueda/ cencerro de la tempestad/ burbujeo del cieno/ viva insepulta de ti/ con tu oído postrero/ si me escucharas.

(Blanca Varela-1996)

Recomendación 2: Reuniones Virtuales

Se recomienda, hacer uso de la tecnología para realizar reuniones virtuales, a través de plataformas como zoom o meet, donde los dolientes puedan realizar un rito de despedida virtual acorde a sus creencias. Por ejemplo:

Antes de iniciar la reunión virtual, cada miembro de la familia puede sostener una vela y uno de ellos realizar una oración. Después, cada familiar puede compartir una anécdota vivida con el familiar fallecido. También se puede compartir un consejo que le brindó la persona ausente.

Recomendación 3: Fotografías del Recuerdo

Una bonita forma de recordar a nuestros seres queridos ausentes es darles un espacio en la sala donde estén las fotografías de los familiares, adornado de flores de papel o se pueden colocar velas alrededor. Es un ritual simbólico y que ayuda a fortalecer los vínculos familiares.

Duelo en tiempos de Coronavirus ¿Cómo afrontar una pérdida? - Parkinson  Villarrobledo

LUCES DE ESPERANZA

Todos poseemos la “capacidad de afrontamiento” que es la habilidad individual de afrontar la pérdida de un ser querido, y la poseemos todos, sólo que es necesario fortalecerla. Ya que, en estos tiempos de pandemia los duelos se convirtieron en traumáticos y prolongados.

Tal como asevera, García (2020) la capacidad de afrontamiento es “un recurso útil en tiempos de necesidad y de la COVID que permite hacer frente a los desafíos específicamente relacionados con la pérdida”.

También, es importante hablar de la muerte desde un punto de vista positivo. La razón está en que “nos permite ser conscientes de que puedes vivir cada instante de tu vida sabiendo que no eres eterno, pero que cada día es importante” (Álvarez, 2020).

Aunque, el futuro sea incierto y extrañemos esos abrazos reconfortantes, el coronavirus no ha impedido que el ser humano encuentre una salida a esta situación. Tal vez, no podamos reunirnos como antes, sin embargo, todavía se puede avizorar luces de esperanza:

“Hay algo que está claro que no se ha llevado la muerte, y es el amor y el poder entrar en el recuerdo y en el corazón para despedirse, aunque sea de manera simbólica”

(S. Chávez, 2020 – El Comercio)

REFERENCIAS

Asto, M. (18 de mayo del 2020). ¿Cómo tener una mirada positiva de la muerte en tiempos de coronavirus?: Dos expertos en duelo dan su mirada. El Comercio. https://elcomercio.pe/mundo/actualidad/coronavirus-y-muerte-como-afrontar-la-perdida-de-un-ser-querido-durante-la-pandemia-dos-expertos-en-duelo-dan-su-mirada-covid-19-noticia/

Briceño, B., León, A., Medina, N. y Gonzales, J. (2020). Anotaciones en torno al duelo durante la pandemia COVID-19 en Latinoamérica. Revista Latinoamericana de Psiquiatría, 1(19), 6-12. Recuperado de: http://www.apalweb.org/docs/revista_20.pdf#page=6

García, A. (Diciembre de 2020). VII International Symposium of the Graduate Nursing Program of the Paulista School of Nursing at Unifesp. Congreso llevado a cabo en la Universidad de Sao Paulo. https://www.researchgate.net/profile/Alfonso-Garcia-Hernandez/publication/347510473_Aproximacion_al_proceso_de_duelo_en_tiempos_de_pandemia/links/5fdf3b2345851553a0d653c9/Aproximacion-al-proceso-de-duelo-en-tiempos-de-pandemia.pdf

Moreno, B. (2020). Duelo y Pandemia: “Viudas del Adiós”. Revistas Científicas Complutenses, 17(2), 401-402. Recuperado de: https://revistas.ucm.es/index.php/PSIC/article/view/71364

Reyes, J. (21 de abril del 2012). Jupaimarca, la tierra de las almas perdidas en Anchash. RPP. https://rpp.pe/peru/actualidad/jupaimarca-la-tierra-de-las-almas-perdidas-en-ancash-noticia-474099#:~:text=Pichcay%2C%20la%20costumbre%20del%20lavado,despu%C3%A9s%20de%20producida%20su%20muerte.

Wiener, G. (10 de enero del 2016). Blanca Varela: Martirologio y redención. El Comercio. https://elcomercio.pe/eldominical/articulos-historicos/blanca-varela-martirologio-redencion-260727-noticia/#:~:text=En%201996%2C%20viajando%20de%20Lima,muri%C3%B3%20en%20un%20accidente%20a%C3%A9reo.&text=Es%20lo%20que%20hizo%20Blanca,pero%20tambi%C3%A9n%20contra%20la%20estridencia.

PANDEMIC LOVE

Inolvidable nada más

Ni nada menos tú serás…

Inolvidable – Laura Pausini –

 

  El amor en cuarentena

Cuántas veces hemos sentido aquellas mariposas en el estómago cuando estamos enamorados o cuando el brillo de nuestros ojos nos delatan a más no poder…

Se nos hincha el pecho como de un gorrioncito al coger aire a punto de cantar. Es cierto, de sólo pensar en esa persona sonreímos, o bien, nos sonrojamos. 

Pero ahora en pandemia todo es mucho más complicado. El amor es una disciplina y el amar, es todo un arte; es por eso que una persona enamorada es un alquimista. Deseando descubrir o descifrar el encanto particular de aquella persona que le mueve el piso a más no poder. 

Hoy por hoy, esto tiene un truco, no como antiguamente se hacía; aunque todo es válido. Las cartas, las postales y las serenatas son infaltables y sobre todo infalibles. Pero eso era en tiempos de nuestros abuelos, ellos pueden dar fe de eso. Ahora lo último que está de moda son los  streaming, las videollamadas por diversas plataformas y las conversaciones cibernéticas en plena madrugada.

Aunque no quisiera ser la bruja del cuento (tengo que hacerlo) y romper (solo por un instante) tu mundo de fantasías y sueños. ¡Paciencia! ¡sólo tomará unos segundos!

¡Experimenta tu lado más dulce! 

¡Vamos a  ponernos melcochos! En especial si estamos en los veintes. En una etapa donde la distancia puede ser una pequeña piedrita en el zapato. Lo mejor para mantener nuestra relación de manera sana, es no perder esa alegría que se vive en el comienzo de ella. 

La psicóloga española Lola Fatás, especialista en terapia de pareja, nos indica: “Lo más importante, lo primordial, es mantener la comunicación emocional.” (2020). El desarrollo de nuestras emociones y su claro proceder en nuestras relaciones, es el fin más grande para poder generar esa homeostasis con nuestro entorno. 

Según Fatás, mantener las costumbres, es una muy buena vía para cultivar la sintonía con nuestros seres amados, especialmente con aquel que es el dueño o princesa de nuestro corazón.

 Los mensajes inesperados, no solo aquellos que posiblemente al verte con esa persona le dejabas muy bien escondido en su cartera o billetera, sino también los inbox en cualquier momento, acompañado de una foto especial, un pensamiento o algo que te recuerde a tu pareja, es un gran detalle en plena cuarentena. La belleza está en las cosas pequeñas y simples de la vida. ¡Recuerdalo siempre!

Si eres de escribir, ¡pues los poemas son perfectos para ti! En caso de ser hábil en el dibujo, sorprende a esa persona especial con tu talento. No hay nada mejor que sentirnos inspirados y el amor es aquel combustible volátil para estallar tu creatividad e imaginación. 

Rompe con la rutina 

Los medios de comunicación (además de la cuarentena) nos han dado el empujón certero a un abismo que vamos descubriendo y alumbrando con una pequeña lamparita. La relación casi transparente e inadvertida entre los medios masivos de comunicación y nuestras emociones es obvia. Saquémosle el jugo y el provecho a esto. La mejor forma para esto, es no perder el encanto, es decir, volver al inicio. Siempre debemos tener presente cómo era nuestra vida antes, para así poder reajustar los cabos sueltos. 

Usa aquella camisa que le gustaba, la blusa floreada, el vestido de noche si es una cena a la luz de las velas y también de la pantalla. Las noches de películas por Netflix son válidas también, viendo la pantalla al mismo tiempo en pijama y canchita con gaseosa, sabiendo que el otro está en la misma sintonía, es un triunfo. 

Darle vuelta a cada situación de nuestra vida y con una sonrisa, es la mejor manera de afrontar cada obstáculo que se nos atraviesa en el camino. La actitud es lo que marcará la diferencia. La disposición y la apertura al cambio será positivo, siempre y cuando lo quieras así. No perder aquello que éramos y seguimos siendo, humanos. Darle a la virtualidad, a esa pantalla fría, un toque de calidez y amor. Sentir al otro, no debe ser una odisea cibernética, sino que, a pesar de la distancia física, el compartir momentos especiales no debe ser un impedimento por la coyuntura actual. 

Balanza del amor 

Evalúa tu relación 

Sabemos que no todo es miel sobre hojuelas, mucho menos color rosa pastel. El amor es como un carrusel, tiene sus altos y bajos. Poner en una balanza lo más importante para ti, en ocasiones puede ser difícil, pero es necesario.

Saber que siente el otro es fundamental. ¡Piensalo! No solo los momentos dulces de tu relación son los más importantes, sino también donde no hay luz, donde la oscuridad se hace presente. Es de este modo (quizás) que cupido quiera mostrarte o darte la oportunidad para entrar en el corazón de tu pareja, saber que no le deja dormir, soñar o incluso, pensar. 

Validar las emociones negativas (sobre todo) es muy importante, y aún más en estos momentos, donde nadie quiere mostrar esa vulnerabilidad a flor de piel. Evaluar cada aspecto de tu relación, traerá a ti (también a tu pareja) una madurez para entender si algo está pasando desapercibido en medio de tanto alboroto. El interés por llamarse por meet o zoom, los mensajes en la bandeja de entrada, la confianza de pedir ayuda cuando lo necesites o viceversa, entre tantos otros aspectos, serán puntos claves a tratar. Nadie mejor que tú, para saber si las cosas han cambiado. ¡Esperemos que para bien!

Lo más importante ¡También eres tú! Evalúa tu comportamiento 

Por último, la cereza del pastel. Eres importante (¡No sabes cuanto!) y es por eso que hacer un autoanálisis es muy positivo, no solo para crecer uno mismo, sino también para evolucionar y subir cada escalón y etapa de tu relación. 

Mira dentro de ti, (hacer introspección) es el mejor camino para dar el siguiente paso. Conocerte más. Es cuando, sobre todo, en la adversidad, que descubrimos de lo que estamos hechos. No, no solo de carne y huesos, sino también de sentimientos. Entender que en estos momentos difíciles para muchos, (en realidad para todos) no es fácil pensar más allá de las preocupaciones del día a día, pero en el silencio es mucho más sencillo oír el latir de nuestro corazón y la voz de nuestra conciencia. La ansiedad y la depresión pueden tocar nuestra puerta como huéspedes inesperados, más aún en situaciones como esta. ¡no temas! Ser honesto, decir la verdad ante todo, es el mejor camino al entendimiento de uno mismo, pero también al de los demás.

Abre tu corazón, es decir, recibir la ayuda no solo de tu familia, amigos y seres queridos es importante, sino también de un especialista. De ser necesario el psicólogo será un aliado idóneo al igual que tu círculo más íntimo y cercano. De igual modo, abrir tu mente a tu pareja, tener la confianza y el respeto suficiente será fundamental para que la distancia no afecte tu relación, pero por sobre todo, no dañe tu ser y lo más profundo y hondo de ti, tu alma y en especial, tu salud mental.  

Referencias:

Velasco, F. (2007). Amor, pareja y posmodernidad. En L. Eguiluz (2007) (comp.) Entendiendo a la pareja, (pp. 116- 140). México, D. F.: Pax.

Ricardo Treviño (20 de mayo del 2020). Noviazgo en tiempos de COVID: que la cuarentena no truene tu relación. Tecnológico de Monterrey. Recuperado de:  https://tec.mx/es/noticias/nacional/salud/noviazgo-en-tiempos-de-covid-que-la-cuarentena-no-truene-tu-relacion

Heraldo de Aragón. (10 de abril del 2020). Coronavirus: ¿cómo llevar una relación en cuarentena si no vivimos en la misma casa?. Recuperado de:  https://www.heraldo.es/noticias/aragon/2020/04/10/coronavirus-como-llevar-una-relacion-durante-la-cuarentena-si-no-vivimos-en-la-misma-casa-1368375.html

Psicoterapeutas.com (26 de marzo del 2020). Relación de pareja a distancia por el coronavirus. Recuperado de: http://www.psicoterapeutas.com/terapia_de_pareja/relacion_de_pareja_en_la_distancia.html

RESURGIR DE LAS CENIZAS

Seguramente no espeábamos pasar por este periodo de cuarentena, de pronto se paralizara no solo el mundo exterior, sino también nuestro mundo interior. Las dinámicas familiares cambiaron, y se convirtieron en unas vacaciones forzadas.

Los primeros dí­as de convivencia los tomamos como un feriado o un fin de semana, pero con el paso de los dí­as, notamos el cambio, los horarios, la rutina. Y así, el tiempo de la convivencia familiar incrementó, pero algo que no se paraliza fueron los gastos, las deudas, y entonces notamos que nuestra economí­a disminuí­a, y con ello surgieron las preocupaciones, y el estrés no tarda en aparecer, el temor al contagio o a la posibilidad de perder a algún familiar.

Actualmente la economí­a del país se encuentra en un estado de recesión, esto puede provocar un aumento de pobreza y desigualdad?, Banco Mundial (2020). A pesar de ser productores de materia prima y aportar a la industria mundial, esta paralización económica a causa del Covid- 19 tiene como resultados, según el INEI, que 2.7 millones de peruanos perdieran su empleo, otras empresas cambiaron de rubro o quebraron. Todo esto afecta a diversos sectores del país, tanto restaurantes, como al rubro turí­stico, de transporte, industrias textiles, etc.

Analizando todo esto, es cuando viene a mi cabeza la palabra «Resiliencia», que significa la capacidad de las personas para salir de algún problema, para sobreponernos. Si ponemos en páctica este término en conductas y acciones podremos disminuir nuestra angustia, mejorando no solo nuestra situación económica, sino especialmente nuestras relaciones interpersonales y nuestro bienestar emocional.

¿Qué es la resiliencia?

En los años 60′ el término se entendía como la capacidad de las personas para mantenerse patológicamente sanos y exitosos, a pesar de afrontar situaciones de riesgo, como pobreza extrema, violencia, familias disfuncionales (con múltiples problemas), situaciones de estrés, crisis existenciales, etc.

Una definición sustentada de resiliencia es la siguiente: ¿La capacidad que tiene la persona o grupo de personas para salir de adversidades, permite descubrir talentos?.

La resiliencia en sociologí­a es la capacidad que tienen los grupos sociales para sobre ponerse a resultados adversos, reconstruyendo sus ví­nculos internos.

La resiliencia no es un rasgo de personalidad, sino que se refiere, a cuando las personas participan como actores y fuentes de adaptación, y las escuelas, familias, comunidades se convierten en el escenario para demostrarla, junto a los factores protectores.

Promover la resiliencia se refiere a desarrollar la capacidad de las personas para lograr solventar los recursos, para poder ganar autonomí­a en integración y transformación de hechos adversos que pueden atravesar. Teniendo así la capacidad de poder crear nuevos recursos que permitan mejorar la situación económica.

Los individuos desarrollan la resiliencia de acuerdo a sus necesidades, siendo capaces de sobreponerse a afectos nocivos y de minimizarlos. Todo esto depende de su edad, formación académica, situación familiar, y planes de vida futuros.

Podemos identificar en las personas que tienen la capacidad de sobreponerse a los golpes emocionales, que tienden a construirse frente a las dificultades, y a reservarse cuando las circunstancias lo ameritan.

Otros conceptos psicológicos asociados a la resiliencia:

Apego: Es un lazo afectivo irrompible que generamos las personas desde nuestros primeros años de vida. Inicialmente, en la mayorí­a de los casos se tratarí­a de los progenitores, ya que nos sentimos protegidos y rodeados de afecto al tener contacto con ellos, o por lo menos es lo que buscamos.

La primera persona que menciona el término «Apego», fue el Psicoanalista Británico John Bowby, quien se intereso por las necesidades que tení­an los niños sin una familia. Este autor elabora la teorí­a del apego, con el fin de poder comprender los ví­nculos afectivos, poder expresar las emociones, una de sus conclusiones indicaba que al ser separados de la figura de apego, podrí­amos experimentar depresión y enojo.

Autoestima: Es la estima que nos tenemos a nosotros mismos, desde el aspecto fí­sico, emocional e intelectual. Su formación tiene un componente social en base a las interacciones. Coopersmith, mencionaba que «Autoestima es el concepto de uno mismo de forma positiva o negativa, y que, con este concepto, el individuo se cree capaz o no, de poder lograr el éxito».

Autoconcepto: Se refiere a como nosotros mismos nos podemos llegar a interpretar, de forma perceptiva, teniendo la capacidad de expresar lo que uno piensa de sí­ mismo, también se involucra el estado de ánimo y las reacciones conductuales.

El autoconcepto visto de forma positiva es la base de un adecuado funcionamiento personal, en ambiente profesional y social, ayudándonos a sentirnos bien con nosotros mismos.

Asertividad: Consideramos que es una manera de poder expresar los sentimientos, ideas e inquietudes personales, de manera sincera, permitiendo que los demás entiendan lo que nos esté pasando y alcanzando un acuerdo en base a un respeto mutuo.

Se entiende como un grupo de conductas o acciones emitidas, expresadas por una persona desde un punto interpersonal, es también la expresión de sentimientos de forma externa tanto para un individuo como para un grupo, esperando el respeto de las opiniones y deseos.

Inteligencias Múltiples: Durante muchos años se estudiaba a la inteligencia desde una perspectiva genérica, pero con el transcurso de los años, Howard Gardner, identificó que existí­an ocho tipos de inteligencias, que estaban estructuradas en forma de malla, y que se interrelacionaban entre sí­, estas pueden identificarse por alguna habilidad en especial e innata, son componentes genéticos.

Estas ocho inteligencias son:

Inteligencia Lingüística Verbal: Se refiere a las habilidades de poder escuchar, leer, escribir, hablar, pensar, tener buena memoria y capacidad narrativa.

Inteligencia Lógico Matemática: Capacidad para poder resolver problemas numéricos, pensar, experimentar, calcular y analizar.

Inteligencia Viso Espacial: Tiene la habilidad de organizar sus ideas de forma gáfica, fotogáfica, poder observar detalladamente, dibujar y pintar.

Inteligencia Musical: Habilidad de componer, tocar algún instrumento, seguir las melodí­as, bailar y disfrutar mucho de la música.

Inteligencia Corporal Cinestésica: Habilidad de escenificar, poder interpretar de forma corporal, actuar, realizar deportes y actividades lúdicas.

Inteligencia Naturalista: Tiene una conexión especial con la naturaleza, poder observar, explorar ambientes naturales, poder cuidar a los seres vivos.

Inteligencia Intrapersonal: Las habilidades de poder reflexionar, pensar, evaluar, planificar ideas, soñar constantemente, haciéndose análisis internos.

Inteligencia Interpersonal: Capacidad de cooperación, compartir, enseñar e interactuar, comunicar mensajes de forma empática.

Recomendaciones para estimular tu resiliencia:

  • Reconoce y acepta los cambios de vida que estas afrontando.
  • Descubre tus habilidades ocultas, esto puede ser inicialmente complicado para algunos, pero para ello puedes pedir ayuda de familiares y amigos, preguntándoles que habilidades creen que tienes, con esta tarea se puede realizar un listado y luego seleccionar las que más te gustan.
  • Realiza planes futuros, en base a metas de corto y mediano plazo, es importante que estos planes sean realistas contigo mismo.
  • Piensa de forma positiva constantemente.
  • Confí­a en ti, amate y respétate, puedes aceptar crí­ticas y consejos, pero estos no deben de afectarte demasiado.
  • No le temas al fracaso, considéralo un aprendizaje regular.
  • Cada cambio que realices as? se el mí­nimo, te llevar? hacia tus metas.
  • Realiza actividades, deportivas y recreativas, ya que te ayudaran a despejar tu mente.
  • Proponte resolver problemas de a pocos, haciendo resaltar tus habilidades.
  • Motívate a ti mismo, para seguir adelante, recuerda que toda adversidad es momentánea.
  • Busca ayuda si es necesario.
  • Ser agradecido contigo mismo y con las personas que accedieron a colaborar contigo.

Referencias:

Uriarte, J (2005). La resiliencia, Una nueve perspectiva en psicopatologí­a del desarrollo, Revista de Psico didáctica. Recuperado de https://www.redalyc.org/pdf/175/17510206.pdf

Gago, J. (2014). La teorí­a del apego. El ví­nculo, Agintzari S. Coop. De Iniciativa Social, Escuela Vasco Navarra de Terapia de Familia. Recuperado de https://www.avntf-evntf.com/wp-content/uploads/2016/06/Teor%C3%ADa-del-apego.-El-v%C3%ADnculo.-J.-Gago-2014.pdf

Begoña, E. (2006). Resiliencia: Definición, Caracterí­sticas y Utilidad del Concepto, Revista de psicóloga clí­nica Vol 11. Recuperado de https://aepcp.net/arc/01.2006(3).Becona.pdf

Valek, M. (2011), Autoestima Motivaciones Sociales en Estudiantes de Educación Superior, Enciclopedia Virtual Eumend.net, Recuperado de https://www.eumed.net/libros gratis/2011b/971/bases%20teoricas%20de%20la%20investigacion.html

Banco mundial, Recuperado de https://www.bancomundial.org/es/country/peru/overview