Entre los sentimientos y la paranoia – Celos

Los celos son, de todas las enfermedades del espíritu, aquella a la cual más cosas sirven de alimento y ninguna de remedio.  – Michel de Montaigne.

Un serio problema se presenta cuando la desconfianza inunda una relación, poco a poco empieza a carcomer los sentimientos positivos y los cambia por inseguridad y control sobre el otro.

¿Puedes prestarme tu celular?,¿Con quién estabas?,¿Dónde estás?,¿Quién es ella/él?

Preguntas que en un contexto saludable son tomadas con calma y tranquilidad como simples curiosidades o peticiones, sin embargo, la falta de confianza las convierte en abrumadoras expresiones de control.

¿Qué son los celos?

Los celos son un quiebre emocional ocasionado por la suposición de una traición o la percepción de una amenaza a perder a alguien que consideramos “nuestro”; si bien podemos tenerlos por amigos y familia, normalmente están ligados a las relaciones de pareja y podríamos denominarlos como celos amorosos, celos sentimentales o celos románticos.

La palabra clave dentro de la definición es percepción, ya que esta palabra refiere una total subjetividad sobre como vemos las cosas a través de nuestros ojos, pasando por nuestros sentimientos e inseguridades. Los celos vienen por diferentes razones y algunas de ellas solo están dentro de nosotros.

Según Pfeiffer y Wong (1989), autores de la escala multidimensional de celos, los celos románticos incluyen tres componentes distintos: cognitivos, emocionales y conductuales. De acuerdo con ello, se manifiestan cognitivamente con pensamientos y preocupaciones paranoicas, emocionalmente con sentimientos como el miedo o la tristeza, y conductualmente con constante vigilancia u observación.

En ocasiones una dosis moderada de celos puede impulsar a cuidar la relación y mantener una llama encendida que aviva los sentimientos más pasionales. Sin embargo, si se desbordan pueden ocasionar la ruptura de la relación.

Claves para manejar los celos

¡Fortalece tu autoestima!

Los celos son producto de la inseguridad y baja autoestima. Ser seguro de uno mismo reforzará la confianza dentro de tu relación y te ayudará a entender y procesar las situaciones difíciles y a tomar decisiones importantes para ti mismo y tu relación.

Reconoce tus emociones y descubre porque te sientes así

Es importante reconocer las emociones que sentimos para poder nombrarlas y compartir nuestro sentir con nuestra pareja. Además reconoce la razón de tu sentir y discrimina entre pensamientos que son suposiciones y los que son realidades.

Tráete de vuelta a la realidad

Básate en los hechos de la situación más que en los pensamientos o miedos que puedan ocasionar los celos.

Comunicación abierta con tu pareja

Trata de expresar lo que necesites a tu pareja, incluso las inseguridades, la comunicación abierta sin juzgar al otro ayudará a sentirte más seguro y manejar dificultades dentro de la relación.

Erradica creencias sobre el amor romántico

Si bien las películas de amor y romance son muy entretenidas, no siempre representan las relaciones de una forma real, ya que fuera de la pantalla grande se presentan dificultades de convivencia, preocupaciones o malentendidos. Entender que no siempre será todo de color de rosa nos brinda la posibilidad de tener la mente abierta a la solución de conflictos.

Acepta el hecho de que tú y tu pareja son individuos

Cuando nos encontramos en una relación podemos sentir que somos 1 con la otra persona. Sin embargo, cada uno tiene su propia vida, intereses, amistades y aficiones, por lo que no hay que olvidar que aunque decidan están juntos aun siguen siendo individuos con sus propios sueños, aspiraciones y percepciones.

La Gratitud y su Influencia en el Crecimiento Personal

La gratitud es una de las emociones más poderosas y transformadoras que un ser humano puede experimentar. Se trata de un sentimiento de reconocimiento y aprecio por lo que se tiene, ya sean experiencias, personas o incluso desafíos que han contribuido al crecimiento personal. La práctica de la gratitud no solo fortalece nuestra salud mental y emocional, sino que también nos permite desarrollar una perspectiva más optimista y resiliente ante la vida.

“La gratitud es un sentimiento interno y poderoso que transforma nuestras vidas”.

La Gratitud desde la Psicología

Dentro de la Psicología Positiva, la gratitud ha sido ampliamente estudiada como una herramienta para el bienestar. Esta corriente, desarrollada por Martin Seligman y otros investigadores, se enfoca en estudiar las fortalezas humanas y cómo promover la felicidad y la resiliencia.

Según estudios en este campo, las personas que practican la gratitud de manera constante experimentan menos síntomas de depresión y ansiedad. Por ejemplo, un estudio realizado en la Universidad de California demostró que quienes escribían diariamente tres cosas por las que estaban agradecidos reportaban un aumento en su felicidad y una disminución en los niveles de estrés.

La gratitud es una práctica que la psicología respalda como fuente de bienestar.”

Gratitud y Amor: Una Conexión Profunda

El amor y la gratitud están estrechamente relacionados, ya que ambos fomentan una actitud positiva y fortalecen los lazos interpersonales. La gratitud nos permite valorar el amor que recibimos de los demás, mientras que el amor nos motiva a expresar y compartir gratitud.

Por ejemplo, en una relación de pareja, expresar gratitud por los pequeños gestos cotidianos refuerza el vínculo y mejora la comunicación. Decir «gracias» por el apoyo emocional, la compañía o una simple muestra de afecto puede hacer que ambas partes se sientan valoradas y queridas. Asimismo, en el ámbito familiar, agradecer el esfuerzo de los padres o hijos fortalece la conexión y genera un ambiente de armonía y respeto.

Desde una perspectiva psicológica, la gratitud también potencia el amor propio. Al reconocer lo que tenemos y lo que hemos logrado, desarrollamos una mayor autoestima y aprendemos a valorar nuestra propia vida. Una persona que practica la gratitud hacia sí misma es más propensa a aceptar sus errores con compasión y a celebrar sus logros sin compararse con los demás.

“La Gratitud fortalece los lazos de amor y unión con los demás “

Beneficios de Practicar la Gratitud

La gratitud impacta positivamente en diferentes áreas de nuestra vida:

  1. Bienestar Emocional: Reduce el estrés y los pensamientos negativos, promoviendo emociones más positivas y una mayor satisfacción con la vida. Por ejemplo, una persona que practica la gratitud puede centrarse en los buenos momentos de su día en lugar de enfocarse en los problemas.
  2. Salud Física: Estudios han demostrado que las personas agradecidas tienen mejor calidad de sueño, menor presión arterial y un sistema inmunológico más fuerte. Un ejemplo de esto es alguien que, al enfocarse en lo positivo antes de dormir, logra conciliar el sueño más rápido y mejorar su descanso.
  3. Relaciones Interpersonales: Expresar gratitud fortalece los lazos afectivos y mejora la comunicación en nuestras relaciones personales y profesionales. Decir «gracias» a un compañero de trabajo por su ayuda o a un ser querido por su apoyo puede fortalecer la relación y crear un ambiente más armonioso.
  4. Resiliencia: Nos ayuda a afrontar mejor los desafíos y a ver las dificultades como oportunidades de aprendizaje y crecimiento. Por ejemplo, una persona que ha atravesado una pérdida significativa puede encontrar consuelo en recordar los momentos felices compartidos con su ser querido.
  5. Autoconocimiento y Crecimiento Personal: La gratitud nos permite reconocer nuestras fortalezas y valorar nuestras experiencias, promoviendo un sentido de propósito y significado en la vida. Un ejemplo es alguien que, al reflexionar sobre los obstáculos superados, desarrolla confianza en su capacidad de afrontar futuras adversidades.

Cómo Cultivar la Gratitud:

Para desarrollar una mentalidad de gratitud, es importante integrarla en nuestra vida cotidiana. Algunas estrategias recomendadas incluyen:

  • Llevar un diario de gratitud: Escribir cada día tres cosas por las que estamos agradecidos ayuda a entrenar nuestra mente para enfocarse en lo positivo. Por ejemplo, anotar «Hoy agradezco haber compartido una comida con mi familia» puede generar una sensación de bienestar.
  • Expresar agradecimiento a los demás: Decir «gracias» de manera sincera a las personas que nos rodean fortalece las relaciones y genera un impacto positivo en ambas partes. Un ejemplo es escribir una nota de agradecimiento a un amigo por su apoyo incondicional.
  • Practicar la meditación o mindfulness: Estas técnicas nos permiten estar más presentes y conscientes de los momentos de gratitud en nuestra vida diaria. Un ejercicio común es cerrar los ojos y recordar algo por lo que estamos agradecidos, como un paisaje hermoso o una conversación significativa.
  • Reenfocar los desafíos: En vez de ver solo los aspectos negativos de una situación difícil, buscar lo que podemos aprender de ella y cómo nos ha hecho crecer. Por ejemplo, en lugar de lamentarse por perder un trabajo, se puede agradecer la oportunidad de encontrar uno mejor y aprender nuevas habilidades.

“La Gratitud se puede practicar todos los días en acciones simples”

Conclusión

La gratitud es un motor poderoso para el crecimiento personal y el bienestar. Incorporarla en nuestra vida nos ayuda a desarrollar una perspectiva más positiva, fortalecer nuestras relaciones y afrontar mejor los desafíos. La Psicología Positiva ha demostrado que la gratitud no solo mejora nuestra salud mental, sino que también nos permite vivir una vida más plena y significativa.

Asimismo, la conexión entre gratitud y amor es clave para el desarrollo de relaciones saludables y una mayor satisfacción personal. Practicar la gratitud hacia los demás y hacia nosotros mismos fomenta el amor, el respeto y la felicidad.

Por ello, practicar la gratitud de manera consciente es una de las mejores inversiones que podemos hacer en nosotros mismos y en nuestro desarrollo como seres humanos.

“La Gratitud nos da fuerza y nos ayuda a crecer en la vida”

El tiempo que tengo conmigo – soledad

“La soledad es una oportunidad para encontrarse a uno mismo”

Alejandro Jodorowsky

Como seres humanos necesitamos de otros, y como muchos animales buscamos pertenecer a una manada, comunidad o grupo que nos haga sentir parte de algo más grande que nosotros mismos, Aristoteles decía “ el hombre es un ser social por naturaleza”, refiriéndose a que es intrínseco en nosotros buscar el contacto con otros individuos.

Si bien tenemos una dimensión individual, estamos ligados a un proceso de socialización, ya que constantemente aprendemos de nuestro entorno y del contacto que tenemos con otras personas.

El desarrollo social que formamos a lo largo de nuestra vida nos ayuda a aprender sobre empatía, habilidades blandas e inteligencia emocional. El primer contacto social que tenemos se da cuando somos pequeños, con nuestro cuidador principal y el entorno en el que crecemos influye en nuestras formas de relacionarnos en el futuro y como sobrellevamos los momentos en los que no estemos acompañados.

Por supuesto, los momentos de soledad están presentes a lo largo de nuestra vida, la pérdida de una persona, el término de una relación, la independización de nuestros padres o incluso el mudarnos a una ciudad nueva.

¿Qué es la soledad?

La soledad puede ser descrita como una circunstancia, un sentimiento o un lugar, en el primer punto hablamos de la situación de estar solo o sin compañía, en el segundo punto es descrito como tristeza o melancolía que se tiene por falta, ausencia o muerte de una persona y por último se describe como un lugar solitario, inhabitado o poco frecuentado. 

Esta situación puede ser voluntaria o involuntaria, en cualquiera de ambos casos tendemos a sentirnos fuera de nuestra zona de confort, el estar solo puede involucrar un enfrentamiento directo con nosotros mismos para el cual, no siempre no estamos preparados.

Sin embargo, en muchas ocasiones la soledad puede presentar un escenario perfecto para escapar de lo abrumador que puede ser el ruido de la sociedad que a veces trae consigo estrés, presiones y preocupaciones.

¿La soledad nos hace sufrir?

Podemos asociar la soledad con el sufrimiento, no obstante, aprender a disfrutar los momentos que tenemos con nosotros mismos nos ayuda a conocernos mejor, analizar nuestros pensamientos y encontrar actividades que personalmente disfrutemos.

Por ello, es importante encontrar momentos de soledad para poder conocernos mejor y disfrutar el tiempo que tenemos con nosotros mismos. Aprender a estar solos nos ayuda a ser más comprensivos con nosotros mismos y a reducir la posibilidad de un apego insano con otros.

Por otro lado, el completo aislamiento durante un periodo prolongado de tiempo puede ser muy lesivo para las personas, produciendo problemas cardiovasculares, dolor de cabeza, ansiedad, depresión e hipertensión.

Necesitamos contacto humano para poder desarrollarnos de una forma sana y productiva, pero es importante darnos tiempo para conocernos mejor y poder desarrollar nuestra autoestima, autopercepción y propios límites.

¿Qué pasa por nuestra mente cuando estamos solos?

Al estar solos pueden invadirnos sentimientos negativos como de rechazo, abandono, inseguridad, miedo y desprotección, por otro lado, nos obliga a encontrarnos con nuestros recursos, pensamientos, emociones, debilidades y fortalezas.

Lo cierto es que cada relación que formamos en nuestra vida conlleva una responsabilidad, lo cual en ocasiones puede presentar presión en nosotros, para formar vínculos sanos es importante conocernos primero y reconocer nuestros límites y posibilidades, nuestra forma de amar, nuestras necesidades y nuestros miedos.

Conocernos y pasar tiempo solo con nosotros, nos permite encontrar una paz que solo podemos hallar en nosotros mismos. Y como decía Schopenhauer “ Es difícil encontrar la felicidad dentro de uno mismo, pero es imposible encontrarla en otro lugar”.

Estar solos no tiene porque ser una situación de temor o desesperanza, tratemos de ver estos momentos únicos como una oportunidad para conectar con nosotros mismos de una forma en la que logremos conocernos mejor, desarrollar mayor amor propio y poder decir en voz alta “Aprecio el tiempo que tengo conmigo”.

La Espiritualidad y la Neurociencia: Una Nueva Perspectiva para Superar la Depresión

La depresión es una de las afecciones de salud mental más prevalentes a nivel mundial, afectando a millones de personas cada año. Aunque existen numerosos tratamientos efectivos, como la psicoterapia y los medicamentos, el papel de la espiritualidad ha comenzado a ganar atención como un complemento valioso. Nazareth Castellanos, experta en neurociencia, nos ofrece una mirada fascinante sobre cómo la espiritualidad puede influir en el cerebro y ayudar a superar la depresión.

El Cerebro y la Espiritualidad: Una Conexión Profunda

 Según  la Neuro Científica Nazareth Castellanos explica que el cerebro no solo responde a los cambios externos, sino también a las experiencias internas, como las relacionadas con la espiritualidad. Estudios recientes muestran que actividades espirituales como la meditación, la oración o la contemplación tienen un impacto directo en áreas clave del cerebro:

  1. Corteza prefrontal: Relacionada con el pensamiento racional y la regulación emocional. La espiritualidad puede fortalecer esta área, promoviendo una mayor estabilidad emocional.
  2. Sistema límbico: Incluye estructuras como la amígdala, que regula las emociones. Las prácticas espirituales pueden reducir la hiperactividad de esta región, asociada con la ansiedad y la depresión.
  3. Eje HPA (hipotálamo-pituitaria-adrenal): Responsable de la respuesta al estrés. La meditación y la oración ayudan a regular este sistema, disminuyendo los niveles de cortisol (hormona del estrés).
Cuáles son las áreas especializadas en el lenguaje dentro del cerebro

El Silencio Neuronal: Camino al Bienestar

Nazareth Castellanos describe cómo durante la meditación se genera un «silencio neuronal», un estado en el que la actividad en el cerebro se organiza y calma. Este proceso activa zonas que generan sensaciones de bienestar y felicidad. En este estado, el cerebro no está sobrecargado, permitiendo que las emociones se regulen de manera natural y promoviendo un equilibrio interior.

Neuroplasticidad: El Poder del Cambio Cerebral

Uno de los conceptos más destacados en la neurociencia moderna es la neuroplasticidad: la capacidad del cerebro para cambiar y adaptarse. Nazareth Castellanos subraya que las prácticas espirituales, al ser repetitivas y significativas, fomentan cambios estructurales y funcionales en el cerebro. Por ejemplo:

  • Meditación consciente: Incrementa la densidad de materia gris en regiones relacionadas con la atención y la autorregulación emocional.
  • Gratitud y reflexión espiritual: Fortalecen conexiones neuronales en circuitos asociados con el bienestar y la resiliencia.

Estas transformaciones permiten que las personas enfrenten la depresión con mayor fortaleza y reducen la probabilidad de recaídas.

Una mujer meditando en la playa al atardecer. | Imagen ...

Turbamiento Neuronal y Sufrimiento

Cuando el cerebro no está en un estado meditativo, su actividad neuronal puede volverse caótica debido a la cantidad de información que recibe del corazón y del exterior. Este estado de hiperactividad genera turbamiento, excitación y, como resultado, sufrimiento. La incapacidad del cerebro para procesar esta información de manera equilibrada contribuye al aumento del estrés y la ansiedad, debilitando el bienestar emocional.

Beneficios Prácticos de la Espiritualidad

La integración de la espiritualidad en el manejo de la depresión ofrece numerosos beneficios:

  1. Reducción del estrés: La meditación y la oración disminuyen la actividad del sistema nervioso simpático, promoviendo un estado de calma.
  2. Fortalecimiento de la conexión social: La espiritualidad fomenta el sentido de pertenencia y apoyo mutuo, elementos clave para superar la depresión.
  3. Mejora en la perspectiva de vida: Las prácticas espirituales ayudan a las personas a encontrar significado y propósito, lo que contribuye al bienestar general.
Hallan una fórmula para encender y apagar circuitos cerebrales sin cirugía  - INVDES

Conclusión

La espiritualidad, respaldada por la neurociencia moderna, se presenta como una herramienta poderosa para complementar los tratamientos tradicionales de la depresión. Al fomentar cambios positivos en el cerebro y promover el bienestar integral, ofrece a las personas una vía para reconectar consigo mismas y superar los desafíos emocionales. Si estás enfrentando depresión o conoces a alguien que lo esté, considera explorar la espiritualidad como parte de un enfoque terapéutico integral.

Referencias:

  • Castellanos, N. (Varios tutoriales sobre neurociencia y espiritualidad).
  • Estudios recientes sobre meditación y depresión en neurociencia cognitiva.

Desenrolla tu esterilla y relaja tu mente: una práctica que transforma tu bienestar

       

“La salud es todo un mundo. No sólo abarca al cuerpo, sino también a la mente y al espíritu… y no sólo abarca al dolor o al placer actual, sino también todo el ser y la perspectiva del hombre”

James H. West

A inicios de este año, decidí probar algo nuevo: asistir a mi primera clase de yoga. Estaba buscando un espacio tranquilo donde pudiera calmar mi mente y aprender algo diferente, aunque admito que me sentía un poco nerviosa. Nunca había practicado yoga y, siendo honesta, tampoco me considero muy buena en deportes. Sin embargo, desde el primer momento, la experiencia fue increíblemente acogedora. La instructora, con su paciencia y claridad, hizo que me sintiera cómoda, y el ambiente relajante, en una clase pequeña de siete personas llenas de buena energía, terminó por conquistarme. Descubrí que el yoga era justo lo que necesitaba: una práctica que no solo me ayudaba a relajarme, sino también a cuidar mi cuerpo y manejar mejor el estrés diario.

Si, así como yo, estás en busca de una actividad que te permita no solo mantener tu cuerpo saludable sino también mantener en calma tu mente, el yoga podría ser una buena opción para ti también.

Yoga: calma en medio del caos

El yoga es una práctica que combina movimientos físicos, respiración consciente y meditación, convirtiéndose en una herramienta poderosa para manejar el estrés y calmar la mente. Durante una clase, el ambiente controlado —con música suave, iluminación tenue y una guía clara por parte del instructor— crea un espacio seguro donde es más fácil desconectarse de las preocupaciones diarias. La atención plena que se desarrolla a través de las posturas y la respiración no solo ayuda a reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés, sino que también promueve una sensación de equilibrio emocional. Este enfoque integral permite liberar tensiones físicas y mentales, ofreciendo un respiro en medio del caos cotidiano.

Una práctica poderosa

Los beneficios del yoga van más allá de la relajación; esta práctica fortalece el cuerpo, mejora la flexibilidad, favorece la postura y estimula la circulación. A nivel emocional, fomenta la conexión con uno mismo, ayuda a liberar emociones reprimidas y mejora la calidad del sueño. Además, su versatilidad es una de sus mayores virtudes: el yoga no requiere grandes instalaciones ni equipos costosos, por lo que puede practicarse en casa, en un parque al aire libre, solo o acompañado de amigos. Esto lo convierte en una actividad accesible y adaptable a cualquier estilo de vida, permitiéndonos integrarlo de manera fácil en nuestra rutina para disfrutar de sus múltiples beneficios. A continuación, en el enlace podrás encontrar un video de una clase modelo de yoga, que solo te tomará 25 minutos, ¡te ayudará a relajarte si lo necesitas!

Aunque muchas veces asociamos el yoga con adultos en busca de relajación, esta práctica también ofrece beneficios significativos para niños y adolescentes. Estudios recientes han demostrado que integrar el yoga y el mindfulness en sus rutinas puede ayudar a reducir el estrés, mejorar el estado de ánimo y fomentar habilidades de autorregulación emocional. En un mundo donde los jóvenes enfrentan presiones escolares, sociales y tecnológicas, el yoga se presenta como una herramienta accesible para cultivar resiliencia y promover su bienestar emocional desde edades tempranas.

Además, el entorno escolar se ha convertido en un espacio ideal para implementar estas prácticas, ya que no solo contribuyen a un mejor manejo de la ansiedad, sino que también potencian la empatía, el autocontrol y la calidad de las relaciones interpersonales. Estas habilidades son fundamentales para su desarrollo integral, ayudándolos a enfrentar desafíos cotidianos con mayor calma y confianza. La incorporación de sesiones de yoga en grupo, ya sea en casa o en el colegio, puede ser una forma divertida y efectiva de que los niños y adolescentes aprendan a cuidar tanto su mente como su cuerpo.

Palabras finales…

Para concluir, a lo largo de este artículo hemos podido ver que el yoga, es una práctica accesible y transformadora que puede adaptarse a cualquier estilo de vida y edad. Ya sea que busques relajarte, mejorar tu bienestar físico o fortalecer tu equilibrio emocional, el yoga ofrece innumerables beneficios para la mente y el cuerpo. Si nunca lo has intentado, este es el momento perfecto para empezar. No necesitas ser experto ni tener una gran flexibilidad, solo un espacio cómodo y la disposición de conectar contigo mismo. Puedes probar una clase en un estudio, explorar un video en casa o incluso disfrutarlo al aire libre en un parque. Anímate a dar ese primer paso y descubre cómo el yoga puede convertirse en una herramienta adicional para tu salud y bienestar. ¡Tu cuerpo y mente te lo agradecerán!

Referencias:

Kerekes, N., Söderström, A., Holmberg, C., & Ahlström, B. H. (2024). Yoga for Children and Adolescents: A Decade-Long Integrative Review on Feasibility and Efficacy in School-Based and Psychiatric Care Interventions. Journal of Psychiatric Research. https://doi.org/10.1016/j.jpsychires.2024.11.016

“Mañana lo hago”: El Costo Emocional de Posponer

Desde hace varios días o, mejor dicho, desde hace más de un mes, había estado posponiendo escribir esta entrada de blog. Aunque siempre he considerado este espacio como algo terapéutico, lo dejé de lado, optando por actividades que me resultaban más cómodas. Fue precisamente esta decisión la que me inspiró a abordar el tema de hoy.

Estoy segura de que muchos hemos postergado tareas importantes, ya sean académicas o laborales, (hasta incluso personales) especialmente aquellas que nos generan estrés o incomodidad. Sin embargo, posponer estas tareas no nos libra de ese malestar; al contrario, lo agrava cuando finalmente no nos queda de otra que enfrentarnos a la actividad pendiente. Este fenómeno tiene un nombre bastante conocido: procrastinación.

¿Qué es la procrastinación?

La palabra procrastinación proviene del latín pro, que significa “después”, y crastinus, que se traduce como “mañana”. Solomon y Rothblum (1984) definieron la procrastinación como el retraso voluntario de tareas hasta el límite del plazo establecido. Por lo general, estas tareas no son particularmente gratificantes, y aplazarlas suele acarrear consecuencias negativas, como el aumento del estrés y la ansiedad.

Más recientemente, Zhang y Ma (2024) encontraron que la procrastinación está vinculada a la preferencia por recompensas inmediatas sobre las futuras. Es decir, preferimos actividades que nos brinden placer o alivio inmediato, como ver un episodio de nuestra serie favorita, en lugar de enfrentarnos a una tarea compleja. Esta recompensa instantánea nos da una sensación momentánea de bienestar, pero la tarea pendiente sigue ahí, acumulando frustración.

Procrastinación, autoestima y emociones

Ghasempour et al. (2024) señalan que la procrastinación puede incluso afectar nuestra autoestima. Cuando postergamos, no solo evitamos una tarea, sino que también reforzamos la idea de que no somos capaces de enfrentarla, lo que impacta nuestra percepción de valía personal. Además, Tong et al. (2024) indican que la regulación emocional desempeña un papel crucial en la procrastinación. Aprender a manejar nuestras emociones nos ayuda a reinterpretar las tareas desde una perspectiva más positiva, reduciendo su impacto emocional negativo. De esta forma, la procrastinación ocurre cuando percibimos que la aversión a la tarea es mayor que la utilidad del resultado. Sin embargo, al revaluar cognitivamente la situación, podemos disminuir esta aversión o incrementar la percepción del beneficio, facilitando la acción.

Miedo al fracaso: el motor oculto

Aunque se ha estudiado mucho sobre la procrastinación en contextos académicos y laborales, pocas veces se aborda cómo posponemos nuestras propias metas personales por miedo al fracaso. Enfrentarse al fracaso es doloroso, y a menudo preferimos evitar ese malestar quedándonos en nuestra zona de confort. Sin embargo, esta aparente “seguridad” es en realidad una forma de fracaso garantizado, pues nunca sabremos si hubiéramos logrado aquello que deseábamos. Danne et al. (2024) estudiaron cómo el miedo al fracaso influye en la procrastinación, encontrando que esta tendencia disminuye con la edad. Los adultos jóvenes somos los más propensos a procrastinar debido a este miedo, mientras que, con los años, es probable que la conciencia de la finitud de la vida nos lleva a priorizar lo que realmente importa.

Memento Mori: Vivir con Propósito

Esto me lleva a reflexionar sobre la importancia de recordar que la vida es finita. El concepto de memento mori —“recuerda que vas a morir”— nos invita a valorar cada día y a vivir con propósito. No se trata solo de sobrevivir, sino de encontrar un sentido único para nuestra vida, uno que no esté dictado por expectativas sociales, sino por nuestras propias aspiraciones y valores. Memento mori no se trata solo de recordar que algún día pereceremos, si no de tener presente que ¡Estamos vivos! Memento Vivere, y que merecemos vivir la vida que queremos.

El optimismo como antídoto

Kashiwakura y Hiraki (2024) proponen que el optimismo respecto al futuro reduce significativamente la procrastinación. Cuando visualizamos un futuro que nos motiva, es más fácil evitar distracciones y enfocarnos en acciones que nos acerquen a nuestras metas. Tener claridad sobre nuestro propósito nos proporciona un norte hacia el cual dirigir nuestras acciones.

Reflexión final

Sin embargo, es importante reconocer que no todos procrastinamos por las mismas razones. Las creencias, experiencias y contextos individuales juegan un papel crucial en este comportamiento. Si te encuentras atrapado en un ciclo de procrastinación, incluso después de probar estrategias comunes como fijar plazos o usar guías de productividad, tal vez sea el momento de explorar estas dificultades a través de la psicoterapia. Enfoques como la Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) o la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT) han demostrado ser efectivos para abordar la procrastinación.

No se trata de ser “flojo” ni de una simple falta de disciplina. A menudo, procrastinamos por miedo o por creencias limitantes que nos impiden avanzar. Explorar estas barreras y trabajar en nuestras emociones, pensamientos y valores nos permitirá vivir la vida que realmente queremos y merecemos.

Referencias:

Danne, V., Gers, B., & Altgassen, M. (2024). Is the Association of Procrastination and Age Mediated by Fear of Failure?. Journal of Rational-Emotive & Cognitive-Behavior Therapy, 42. 433 – 446. https://doi.org/10.1007/s10942-023-00527-w

Ghasempour, S., Babaei, A., Nouri, S., Basirinezhad, M., & Abbasi, A. (2024). Relationship between academic procrastination, self-esteem, and moral intelligence among medical sciences students: a cross-sectional study. BMC Psychology, 12(225). https://doi.org/10.1186/s40359-024-01731-8

Kashiwakura, S. & Hiraki, K. (2024). Future optimism group based on the chronological stress view is less likely to be severe procrastinators. Scientific Reports, 14, 11338. https://doi.org/10.1038/s41598-024-61277-y

Solomon, L. & Rothblum, E. (1984). Academic procrastination: Frequency and cognitive-behavioral correlates. Journal of Counseling Psychology31(4), 503 – 509. https://doi.org/10.1037/0022-0167.31.4.503 

Tong, T.,Bai,Y., & Feng, T. (2024). The cognitive mechanism of reducing procrastination by emotion regulation: The mediation role of task aversiveness. Acta Psychologica Sinica, 56(4), 458 – 468. https://doi.org/10.3724/SP.J.1041.2024.00458

Zhang, P. & Ma, W. (2024). Temporal discounting predicts procrastination in the real world. Scientific reports, 14, 14642. https://doi.org/10.1038/s41598-024-65110-4

NECESITO de ti: DEPENDENCIA EMOCIONAL

“ El instinto de los hombres no se basa en el amor en la sociedad, sino en el miedo a la soledad” – Arthur Schopenhauer.

Es curioso como los seres humanos tendemos a buscar el afecto y contacto con otras personas, es una necesidad emocional, psicológica, física y afectiva que suele guiar nuestro actuar en especial en etapas tempranas de la vida.

Según la Real Academia Española, el amor es definido como el sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro y unión con otro ser. Sin embargo, no todos amamos de la misma manera, los constructos relacionados al amor cambian de acuerdo a nuestras propias experiencias, carácter, autoestima, personalidad.etc.

El apego es un vínculo que creamos desde muy pequeños, normalmente desarrollado por la forma en la que conectamos con nuestro principal cuidador, esto tiende a definir nuestras necesidades dentro de nuestras relaciones y la forma en la que interactuamos dentro de estas.

Actualmente, el contacto continuo con otras personas es básico para la satisfacción emocional, pero un factor importante como las redes sociales, han influenciado de forma exponencial la necesidad de “ ser vistos”  y de recibir respuestas inmediatas a nuestras acciones.

En un mundo donde la autoestima depende de corazones virtuales enviados por personas que conocemos poco o nada, ejecutando interacciones banales que aparentan interés y reconocimiento; sin lugar a dudas, las relaciones han cambiado su dinámica.

En el 2018 el instituto de Andaluz de sexología y psicología se refirió a la dependencia emocional como la esclavitud del siglo XXI. En el 2022 la revista San Gregorio de la Universidadd Nacional de Huancavelica publicó un artículo sobre la dependencia emocional en estudiantes universitarios en aislamiento social obligatorio debido al Covid – 19, teniendo como conclusión que una de cada tres mujeres y uno de cada dos hombres se encuentran en el nivel moderado o servero de dependencia emocional hacia la pareja.

La dependencia emocional hace referencia a un apego patológico, un estado de subordinación extrema hacia otra persona casi siempre debido a la necesidad de mantener el vínculo emocional y el afecto de esta.

Normalmente relacionada a una autoestima baja, la persona con dependencia emocional abandona su propio YO para poder “ encajar” en un papel que piensan debe cumplir dentro de una relación disfuncional en la que las decisiones son tomadas en su mayoría por la otra persona.

También se presenta un miedo exagerado a la separación, culpabilidad, ansiedad, miedo a la soledad, control de la pareja, celos y ruptura de relaciones interpersonales con amigos o familia.

La teoría define 3 tipos de dependencia emocional:

Dependiente afectivo. Asume el rol de demandante y necesitado, requiere atención, afecto y valoración.

Dependiente instrumental. Asume el rol necesitado, y demanda protección, orientación y cuidados.

Codependiente. Su rol es el de dador, salvador y ayudado de la otra persona. Provoca o acrecienta la dependencia del otro para asegurar su permanencia y convertirse en una persona imprescindible.

Claves para una relación sana

Es importante recordar que dentro de una relación sana la comunicación es abierta, viene en dos sentidos, se escucha y se es escuchado, sin miedo a juicios.

Hay mucho respeto y  lealtad mutuos que crean un lazo de confianza y seguridad dentro del vínculo; además, es vital el tiempo de calidad y el entendimiento de lo que la otra persona necesita para sentirse valorada ( lenguajes del amor ), aceptar que habrá diferencias, tener tiempo para uno mismo y cultivar las relaciones con la familia y amigos.

En la película “ las ventajas de ser invisible” el personaje del profesor Bill Anderson, dijo: “ aceptamos el amor que creemos merecer”, quererse a uno mismo es la base en la que cementaremos todas las relaciones y vínculos que crearemos a lo largo de nuestras vidas.

No hay que olvidar que la base para generar relaciones saludables, son el autoconocimiento y la autoestima, aceptar lo que somos y ser conscientes de lo que podemos mejorar, respetar nuestros límites y estar abiertos a respetar los límites de los demás.

Referencias

Real Academia Española. (2014). Diccionario de la lengua española (23a ed.).

Castelló, J. (2012). La superación de la dependencia emocional: Cómo impedir que el amor se convierta en un suplicio. Ediciones Corona Borealis.

Castro, S. (6 de febrero de 2024). Dependencia emocional no es amor. Instituto Europeo de Psicología Positiva.

Guillen, A ( 2024). Que es la dependencia emocional. Blog: PSICOPARTNER

Oré. J ( 2022). Dependencia emocional en estudiantes universitarios en aislamiento social obligatorio por Covid-19.Revista San Gregorio. Recuperado de:. https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/8839103.pdf

ReiDoCrea. Revista electrónica de investigación Docencia Creativa. Volumen 2. Páginas 143-148.

«Disociación, el escape que necesitamos»

Imagina esto: te encuentras en medio de una discusión familiar, un clásico, y sin darte cuenta, de repente te encuentras mirando al vacío como si estuvieras paralizado(a). No es que no te importe lo que está pasando, es solo que, de alguna manera, tu mente decide tomar un pequeño descanso…mental, por supuesto. Esto me pasó hace poco. Mis hermanos estaban discutiendo como si no hubiera un mañana y, sin querer, mi cerebro hizo «click» y me desconecté. Mi cuerpo seguía allí, pero mi mente se fue a dar una vuelta, quien sabe a donde. ¿Te suena familiar?

¡No todo es tan malo como parece!

La disociación, es un mecanismo tan humano que nos permite «escapar» de una situación emocionalmente abrumadora, no es algo que deba ser visto necesariamente como algo negativo. En muchos casos, es una respuesta adaptativa, algo que nuestro cerebro hace para protegernos, para sobrellevar momentos de alta tensión emocional.

Pero, claro, en exceso no es tan bueno. Cuando se vuelve habitual o excesiva, puede interferir con nuestra capacidad para conectar con la realidad y las personas que nos rodean, por ejemplo, a veces me pasa que cuando leo un libro, tengo que volver a leer la misma oración varias veces, es como si mis ojos estuvieran en el papel, pero mi mente estuviera en otro lado o a veces, me doy cuenta de que estoy haciendo algo en piloto automático, como cuando camino sin darme cuenta de a dónde voy, o de repente llegó a un lugar sin recordar cómo llegué allí. ¿También te pasa?

La disociación, como ves, puede ir desde una simple desconexión momentánea hasta episodios más largos, pero, en su forma más momentánea, es una forma de protegernos cuando las cosas se vuelven emocionalmente complejas, cuando estamos sobreestimulados, o cuando pasamos por mucho estrés.

¿Por qué a veces no es tan funcional?

La disociación puede ser útil como una estrategia rápida para lidiar con el estrés, pero cuando se convierte en un mecanismo de defensa habitual, puede dejar de ser funcional.

Si tu mente se desconecta cada vez que algo se vuelve incómodo o abrumador, es probable que evites procesar las emociones que necesitas enfrentar. A largo plazo, esto puede hacer que las emociones no resueltas se acumulen y que te desconectes cada vez más de la realidad. Además, cuando la disociación se vuelve frecuente, puede afectar tus relaciones, ya que estar presente y conectar con los demás se vuelve más difícil.

Si «huyes» mentalmente en una conversación o durante una actividad importante, puedes perderte momentos importantes de conexión emocional con los demás. Y, aunque es comprensible que quieras evitar el conflicto o la incomodidad, a largo plazo, esto puede generar sentimientos de aislamiento o desconexión.

Es importante recalcar que en casos de trauma severo, como abuso o violencia, la disociación puede ser una respuesta de supervivencia y es un tema mucho más complejo del que se redacta en este artículo.

En estos casos la mente se «desconecta» para protegerse del dolor insoportable de la experiencia. Este tipo de disociación, aunque adaptativa en ese momento, puede volverse crónica y dificultar el proceso de sanación. En situaciones de estrés postraumático (TEPT), por ejemplo, la disociación puede ser un síntoma persistente, ya que la mente busca escapar de las emociones y recuerdos traumáticos que no han sido procesados.

¿Cómo lidiar con la disociación?

Hay técnicas muy útiles para traer de vuelta nuestra atención al presente y hacer que nuestro cerebro se conecte nuevamente al «aquí y ahora».

  1. Respiración profunda: Cuando me siento «fuera de mí misma», una de las mejores maneras de regresar al presente es parar un momento y tomar una respiración profunda. Inhala por la nariz, llena tu abdomen de aire (no solo el pecho) y exhala lentamente por la boca. Hazlo varias veces. Esto ayuda a calmar el sistema nervioso y a traer tu foco de atención al aquí y al ahora.
  2. Grounding (o enraizamiento): Esta es una técnica sencilla y poderosa. Se trata de usar nuestros sentidos para estar en el presente, por ejemplo, si sientes que te estás desconectando, puedes tocar un objeto con textura (como una taza, una bola antiestrés o algo que esté cerca), sentir su temperatura o peso. Incluso puedes detenerte a notar cosas en tu entorno: «¿Qué veo? ¿Qué escucho? ¿Qué huelo?» Esto te conecta con el mundo real y te ayuda a salir del piloto automático.
  3. Validación emocional: Hacer una pausa y reconocer en voz alta: “Ok, estoy disociando porque esta situación me está abrumando”, “aguanta, estoy disociando” es un primer paso. Validar tus emociones (incluso las que te hacen querer huir) puede ayudar a disminuir su intensidad.
  4. Movimientos físicos: A veces, simplemente mover el cuerpo ayuda a liberar tensiones. Caminar, estirarse o incluso saltar un poco en el lugar puede hacer maravillas para devolver la atención al cuerpo y salir de ese «mood automatico».
  5. Practicar mindfulness o atención plena: Hacer ejercicios pequeños de mindfulness en tu día a día, como estar 5 minutos completamente presente mientras tomas tu café, disfrutas de una caminata o te bañas, puede ayudarte a entrenar tu cerebro para estar más consciente y menos propenso a desconectarse en situaciones difíciles.

Todos tenemos nuestras formas de lidiar con lo que nos abruma. Sin embargo, aprender a manejarla y a conectar nuevamente con la realidad cuando sea necesario, es necesario  para mantener un balance emocional óptimo.

«Así que, la próxima vez que tu mente se pierda en un viaje astral, dale la bienvenida con una sonrisa y dile: “aquí estás de nuevo, disociando”. Pero también recuerda traer tu mente al “aquí y ahora”, con cariño, respeto y si es necesario, un poco de humor. “oye Ale, pellizca tu mano o toca tu nariz”. Porque, al fin y al cabo, ¿quién no se ha escapado un poco de vez en cuando?

“La vida no es un problema a ser resuelto, sino una realidad a experimentar”

 Alan Watts

¿Cómo perder tu salud mental en 10 días?

  • No he comido desde que terminamos…
  • Bien por ti. Escribe acerca de eso
  • No usaré mi vida privada para una historia
  • Lo entiendo ¿quién usará la vida privada de Michelle para una historia?
  • Yo lo haré
  • Bien
  • No, no, no. Lana con todo respeto, Lori no tiene porque meterse en mi vida privada y yo no puedo permitirlo
  • Yo lo haré
  • ¿Qué?
  • Yo intentaré hacerlo y tú serás mi inspiración
  • ¿Para?
  • Mira a Michelle. Es una gran china ¿no?
  • Una mujer extraordinaria, pero tiene un problema con sus relaciones personales y no sabe lo que esta haciendo mal, al igual que muchos lectores
  • Sigue
  • Así que estaba pensando en que podría empezar a salir con un chico y luego alejarlo usando los clásicos errores que las mujeres como Michelle cometen todo el tiempo. Llevare un diario de eso y se llamará como encontrar tu amor al revés.
  • Que no hacer…
  • Como perder a un hombre en 10 días. Sí, hazlo
How to Lose a Guy in 10 Days dir. Donald Petrie (2003)

Basándonos en la premisa de la peli How to Lose a Guy in 10 Days (2003) en este artículo abordaremos lo que NO debes hacer si quieres mantener una buena salud mental 😊

¿Cómo perder tu salud mental en 10 días?

How to Lose a Guy in 10 Days dir. Donald Petrie (2003)

  1. NO TE HAGAS CASO

Para empezar, sea lo que sea que estes sintiendo invalídalo, no identifiques que emoción estas sintiendo y si puedes distráete saliendo a fiestas de manera descontrolada combinando tragos o teniendo relaciones casuales.

El diario de Bridget Jones dir. Sharon Maguire (2001)

2. DEJA QUE LA ANSIEDAD TE GANE

Sobrepiensa, ¡sobrepiensa! para que los pensamientos te invadan y abrumen durante tu día y que se te imposibilite ser productiva. Además, hazlo notar a los demás para que ellos se vean obligados a tomar distancia de ti.

Gossip Girl dir. Eduardo Garza (2007)

3. OLVIDA ESO DE SER FUNCIONAL

Falta al trabajo o a la escuela y permítete ser despedido o suspendido.

Sex Education dir. Ben Taylor (2019)

4. AÍSLATE

Para que estar con amigos o familia si puedes estar completamente solo/a.

To the Bone dir. Marti Noxon (2017)

5. ATRACONES

Date atracones de comida, ¿Para qué alimentarnos saludablemente si podemos optar por comer muchas golosinas y frituras?

Insatiable dir. Andrew Fleming (2018)

6. DESCUÌDATE

No te bañes, ni te pongas linda

The Office Temp. 9 dir. Randall Einhorn (2005)

7. CHAO AMIGOS Y FAMILIA

No acudas a tu red de apoyo como amigos y familia, pelea con ellos

Euphoria dir. Sam Levinson (2019)

8. NO PASA NADA

Finge que todo está muy bien

Fleabag dir. Harry Bradbeer & Tim Kirkby (2016)

9. NO LE TOMES IMPORTANCIA

No practiques ejercicios de meditación para controlar tus emociones ni mucho menos acudir a terapia para conectar tu niño interior para tratar de entender de dónde surgen tus inseguridades, traumas o estilos de apego.

Pequeña grandes amigas dir. Boaz Yakin (2003)

10. SIGUE ASÍ

Repite todo lo anterior y en 10 días… ¡habrás perdido tu salud mental!

Pearl dir. Ti West (2022)

Este artículo de cierto modo confrontativo y sarcástico a diferencia de un articulo explicativo sobre lo que hay que hacer busca promover una conciencia sobre nuestras acciones en torno a nosotros mismos, conciencia que no tuvieron las protagonistas de las películas sugeridas.

Estas 10 recomendaciones harán que lo compruebes (risas).

Buen día.

EXPLORANDO EL LABERINTO INTERIOR

Cuando uno es pequeño, su curiosidad y exploración recae sobre lo concreto, el juego se convierte en fuente de diversión y sirve como base para el desarrollo de conocimientos y habilidades futuras. Sin embargo, al crecer, uno busca respuestas a preguntas más complejas que requieren entendimiento de conceptos abstractos y evidentemente uno de los más importantes sería el concepto de la felicidad.

Ahora bien, muchos autores han hablado acerca de ella y realmente no hay un consenso absoluto sobre su definición. Sin embargo, Aristóteles es por excelencia el filósofo que ha profundizado más el tema de la felicidad, encontrando respuestas acertadas que coinciden con estudios recientes. En primer lugar, quisiera abordar un debate entre los argumentos de Aristóteles y Sigmund Freud acerca de la concepción de la felicidad. En un segundo apartado profundizaremos en los bienes que propone Aristoteles para alcanzar la felicidad. En un tercer punto a tratar abordaremos el aporte de la psicología en el logro de la felicidad, para finalmente comprender diversas temáticas que nos ayuden a reflexionar y tomar acción en nuestra vida diaria para ser feliz.

Aristóteles vs Sigmund Freud

Resulta interesante las ideas contrapuestas de dos autores respecto al logro de la felicidad. Por un lado, se encuentra la filosofía aristotélica explicando que las personas realizamos ciertas acciones con un fin determinado, pero ese fin se transforma en un medio para alcanzar algo y realmente sería muy desgastante y decepcionante que todo ello no tuviera un fin último. Por consiguiente, el Estagirita propone que la felicidad es el fin último, no puede convertirse en un medio para conseguir algo porque es autosuficiente, nosotros alcanzamos la felicidad no para conseguir algo, sino para alcanzarla como fin último. Entonces, para Aristóteles la felicidad si es alcanzable, pero “no es un estado, sino una actividad”, es decir, que uno debe trabajar constantemente para al final del camino decir si ha sido feliz o no.

En contraposición, Freud tiene una visión pesimista, porque considera que la felicidad es inalcanzable, fundamentalmente por tres razones:

  • Debido a que el propio cuerpo termina por su propia naturaleza en disolución.
  • Por la naturaleza exterior como eventos destructivos que no se pueden controlar.
  • Desde las relaciones con otras personas, porque estos vínculos comportan sufrimiento. Por lo tanto, Freud cree que es imposible para el ser humano conseguir esta felicidad plena al existir tanta desdicha y sufrimiento.

De todo lo anterior, podríamos hacer una reflexión acerca de si la felicidad es alcanzable o no. Personalmente, considero más acertada la concepción de Aristóteles, y quiero mencionar los argumentos en los que describe distintos bienes para alcanzar la felicidad.

Los bienes según Aristóteles

Pues bien, si vamos por pasos respecto a los bienes que propone Aristóteles, se encuentran los externos considerados como el reconocimiento de los demás, que puede ser en el colegio, en el trabajo, en el hogar, en un grupo social. Después, se encuentran los bienes del cuerpo que son la salud y el placer, en relación a la actividad física, al cuidado del cuerpo, a la alimentación balanceada.

Y finalmente los bienes del alma que está relacionada a la sabiduría y a la contemplación.

El aporte de la psicología

Si quisiéramos aterrizar en aquello que nos provee la psicología para que el ser humano alcance la felicidad diríamos que tiene bastantes herramientas para que una persona pueda llegar a este fin último.

Un psicólogo pretende ayudar a que un ser humano lleve una vida más tranquila, más plena, menos dolorosa, con menos sufrimiento innecesario, es por ello que está muy ligado a este tema de la felicidad. Porque aunque un psicólogo no diga explícitamente lo que uno tiene que hacer para alcanzarla, ayuda a que uno encuentre ese camino y descubra qué puede hacer para sentir esa tranquilidad interior.

Existe un panfleto del doctor Albert Ellis del por qué realmente se convirtió en un terapeuta.

Aquí adjunto el enlace:

https://www.studocu.com/pe/document/universidad-tecnologica-del-peru/introduccion-a-la-vida-universitaria/por-que-realmente-me-volvi-un-terapeuta/102399264

El Dr. Ellis describe cada pensamiento que tuvo desde pequeño hasta la adultez y cuenta cómo se desafió a sí mismo con el fin de construir las teorías que ahora resultan bastante útiles para combatir trastornos que afectan a las personas en la actualidad. Cita a Epicteto quien dijo hace 2000 años “Las personas se trastornan no por los eventos que le suceden sino por su visión de estos eventos” y de forma más contemporánea la psiquiatra Marian Rojas Estapé, en sus conferencias anuncia que, “La felicidad no es lo que nos pasa, sino cómo interpretamos lo que nos pasa, disfrutar de lo bueno cuando llega y gestionar lo malo, cuando llega”. Ambos autores en distintos tiempos coinciden en la importancia de los pensamientos que uno debe traer a su mente.

Existen muchas terapias que contribuyen a tratar los trastornos, sin embargo me gustaría profundizar una de ellas que es la terapia cognitiva conductual, que puede dirigirse a su vez en personas con rasgos de algún tipo de trastorno. Tiene como base el ABC. La A corresponde a la situación descrita de manera objetiva por la persona, la B corresponde a todos los pensamientos automáticos escritos de forma literal que vienen a la mente de la persona y la C indica las emociones que siente la persona tras ese pensamiento y las conductas que realiza después del pensamiento que evoca su mente.

De ahí que, se pueda identificar tipos de pensamientos como las ideas irracionales y las distorsiones cognitivas. Es importante identificarlos porque vienen a nuestra mente de forma tan automática que nos genera un malestar innecesario, y al hacerlos conscientes podemos darnos cuenta de lo irracional y dañino que es pensar de esa manera.

A continuación, describiré diferentes temáticas que pueden contribuir a explorar el camino de la felicidad.

Temáticas para explorar el camino de la felicidad

Vivir el presente

En la actualidad encontramos herramientas como el mindfulness, una técnica de meditación que busca un estado de conciencia acerca del presente, siendo muy esencial porque la gente ahora vive en el pasado y algunos en el futuro, vivimos pensando entonces, en los tiempos que ya pasaron y en los que aún no han llegado, lo cual genera malestar innecesario. Es por ello que el mindfulness y otras herramientas nos ayudan a tomar conciencia del presente, del ahora.

Harvard y las conexiones

La Universidad de Harvard realizó un estudio durante 86 años, en el que participaron cerca de 700 adolescentes para descubrir qué factores lograban hacer a una persona feliz. Llegaron a reconocer que la felicidad se basa en las conexiones. Admite que nosotros podemos encontrar la felicidad en la calidad de las relaciones que tenemos.

Aquí adjunto el enlace del vídeo de la charla TED realizada por Robert Waldinger, profesor de psiquiatría de la Universidad de Harvard y maestro Zen, quien es el cuarto director del estudio.

La gratitud un paso a la felicidad

La gratitud es una de las emociones más poderosas que podemos experimentar. Reconocer y apreciar lo que tenemos no solo transforma nuestra perspectiva, sino también mejora nuestro bienestar emocional.

Desde la psicología positiva, se ha demostrado que practicar la gratitud tiene efectos significativos en nuestra felicidad. Este acto de reconocimiento activa un ciclo virtuoso: al enfocarnos en lo positivo, nuestra mente se entrena para buscar y valorar más experiencias gratificantes.

La gratitud también tiene un impacto en nuestras relaciones. Al expresar agradecimiento hacia los demás, fortalecemos los lazos sociales y fomentamos un ambiente de apoyo mutuo. Estas conexiones son cruciales para nuestra felicidad, como lo mencionamos anteriormente.

Sin embargo, cultivar la gratitud requiere esfuerzo y práctica. En un mundo donde a menudo nos enfocamos en lo que nos falta, puede ser fácil pasar por alto las bendiciones cotidianas. La psicología nos anima a adoptar hábitos que promuevan una mentalidad agradecida, como la meditación o la reflexión diaria sobre lo que valoramos.

Las personas agradecidas podrían encontrar aspectos positivos incluso en los acontecimientos que generan sufrimiento. Esto implica que, las personas agradecidas serían capaces de extraer aspectos positivos y aprendizajes vitales de cada situación y, por tanto, les resultaría más fácil superar de forma positiva la adversidad.

El amor como fuente de la felicidad

El amor y la felicidad son dos conceptos profundamente entrelazados. Estos elementos influyen en nuestra vida emocional y moldean nuestra salud mental y bienestar general.

Desde la perspectiva psicológica, el amor se presenta como una necesidad básica, tan esencial como la alimentación o la seguridad. La teoría del apego, formulada por Bowlby, sugiere que nuestras primeras relaciones influyen en cómo nos conectamos emocionalmente más adelante en la adultez. Un amor seguro puede ser un poderoso motor de felicidad, mientras que las relaciones disfuncionales pueden provocar angustia y malestar.

Es importante señalar que la felicidad no depende únicamente del amor romántico. La amistad, la familia y las conexiones comunitarias también juegan un papel crucial. El amor, en sus múltiples formas, actúa como un pilar que sostiene nuestra salud emocional.

En la actualidad, el individualismo puede llevarnos a subestimar la importancia de las relaciones interpersonales en nuestra búsqueda de la felicidad. Sin embargo, la psicología nos recuerda que el bienestar emocional no es un destino solitario, sino un viaje compartido. Fomentar conexiones genuinas, ser vulnerables y abrirse a los demás son pasos fundamentales para cultivar tanto el amor como la felicidad.

“El amor es el antídoto al miedo, al sufrimiento, al dolor y a la muerte. No hay nada que nos sane más que querer a alguien. Somos más fuertes cuando amamos y nos sentimos amados”. Marian Rojas Estapé.

Para finalizar, este artículo lleva por título “explorando el laberinto interior” porque al ser un laberinto, un lugar con diferentes caminos en el que uno siente que se aleja o acerca a la salida, tan similar es la vida de las personas. Cada uno de nosotros tenemos diferentes vivencias, entre triunfos y adversidades, cada persona al ser única, encuentra esas respuestas en distintos momentos de sus vidas.

Pero lo cierto es que no importa en qué etapa de la vida uno se encuentre, nunca es tarde para aprender y decidir ser feliz. Y tú, ¿Estás construyendo tu propio camino de la felicidad?