El tesoro de la confianza en uno mismo
En homenaje a Albert Bandura
“Confiar en ti mismo no garantiza el éxito, pero no hacerlo garantiza el fracaso”
– Albert Bandura –
Si alguien realmente confío en sí mismo y después en los demás, fue Albert Bandura. No sólo porque desarrolló el concepto de autoeficacia sino que a su vez también le dio un significado mucho más grande a la teoría de la misma.
En palabras de Bandura la autoeficacia percibida se basa en la perspectiva agente de la teoría cognitiva social (Bandura, 1997 , 2006 , 2008a ).
En este sentido podemos decir que ser un ‘’agente’’ es influir intencionalmente en el funcionamiento y las condiciones de vida de uno, desde este punto de vista, la gente son contribuyentes a las circunstancias de su vida y no sólo producto de ellas.
PROPIEDADES FUNCIONALES BÁSICAS DE LA AUTOEFICACIA
La evidencia convergente de estudios controlados experimentales y de campo verifica que la creencia en las capacidades de uno contribuyen de manera única a la motivación y la acción (Bandura, 1997, 2008b; Bandura y Locke, 2003).
Las creencias de eficacia afectan la automotivación y la acción a través de su impacto en las metas y aspiraciones. Es en parte sobre la base de creencias de eficacia que las personas eligen qué desafíos de objetivos emprender, cuánto esfuerzo invertir en el esfuerzo y cuánto tiempo perseverar ante las dificultades (Bandura, 1997; Locke y Latham, 1990).
Esto solo explicaría que cuando nos enfrentamos a obstáculos, contratiempos y fracasos, quienes dudan de sus capacidades aflojan sus esfuerzos, pueden darse por vencidos prematuramente o conformarse con soluciones más ‘’pobres’’. Por otro lado, aquellos que creen firmemente en su capacidades redoblan su esfuerzo para superar los desafíos.
La eficacia percibida juega un papel influyente, es cierto, pero todo depende en gran medida de las creencias sobre lo bien que uno puede desempeñarse en determinadas situaciones. Los de alta eficacia esperan obtener resultados favorables a través de un buen desempeño, mientras que aquellos que esperan los malos resultados de sí mismos provocan resultados negativos. Los resultados esperados pueden tomar la forma de costos y beneficios materiales, elogio social y reproche, y reacciones afectivas de autoaprobación y autocensura.
Cultivo de las competencias
¡Es cierto! Para mantenerse al día con un mundo que cambia rápidamente, uno debe desarrollarse, actualizarse, y reformar sus competencias en continua autorrenovación. Para lograr esto, debemos desarrollar habilidades en la regulación de los determinantes cognitivos, motivacionales, afectivos y sociales.
De hecho, el crecimiento acelerado del conocimiento y el rápido ritmo de los cambios sociales y tecnológicos están dando prioridad a las capacidades para la automotivación y el autodesarrollo (Bandura, 2002).
Factores de la Autoeficacia
Muchos factores se conjugan como en una quimera maravillosa desde nuestra niñez para mostrar aquellas sendas paulatinas de la Autoeficacia en cada uno de nosotros. Entre ellos se destacan:
Los logros de la actividad
Dado que en la medida que se va obteniendo éxito en las diferentes actividades que se realizan, se acrecienta la confianza (Autoeficacia) en sí mismo y la sensación de competencia personal que caracterizan a una persona autoeficaz pero también a la inversa.
El aprendizaje observacional
Observar comportamientos deseables incentiva el deseo de ser como ellos y, en consecuencia, “modelan” la conducta de los individuos en pro de la Autoeficacia.
En este sentido, podemos entender que el aprendizaje observacional como resultado de la contemplación de conductas de otros seres vivos (ya que no se trata de un término específico para los humanos), así como de las consecuencias.
La principal particular del aprendizaje observacional es que se da sin necesidad de que la persona que aprende obtenga refuerzo. Sin embargo, el refuerzo sí es necesario para que la conducta se lleve a cabo.
Las persuasiones verbales
Resultan también sustanciales, puesto que el hombre es un ser esencialmente social y necesita de la comunicación con los demás, fundamentalmente por medio del lenguaje, es decir, las expresiones verbales (y en gran medida las no verbales) a las que está expuesto desde el inicio de la vida y que resultan un elemento que puede tanto fortalecer como debilitar la expectativa de eficacia personal. Elogiar o decirle a una persona (dentro de límites de lo real, obviamente) que posee o puede alcanzar determinadas habilidades, hará que se eleven cuál pájaro en vuelo su sensación de adecuación, seguridad y confianza (por ende la Autoeficacia), y esto (posiblemente) lo lleve al tan ansiado éxito, incluso a personas que no posean tal vez las virtudes en su totalidad, lleguen a escalar peldaños que los impulse a ser mejores. Sin embargo, también este modelo puede darse a la viceversa, es decir, que frente a persuaciones no tan agradables o favorables (mejor conocidas como las críticas «destructivas» solo por mencionar un ejemplo) pueda que esto desaliente a la persona, y lo aleje de aquella meta ( por más que este sea capaz de lograrlo).
Acá un claro ejemplo de que aquel que cree en los otros puede encender un faro, una luz en el camino:
Conclusiones
El desafío es preservar en el considerable valor funcional de la autoeficacia (sobre todo resiliente.)
Y en este sentido, volvemos a reafirmar que los sistemas de retroalimentación social que pueden ayudar a identificar estas prácticas (positivas estarán más allá del punto de utilidad, porque no solo buscarán el fin de la producción (en el sentido de eficacia) sino también se motivará a la persona a explorarse a sí mismo y sobre todo creer en él (nadie mejor que esa tarea en ocasiones pesada pero decisiva que cada uno de nosotros)
La psicología no puede decirle a la gente cómo deben vivir sus vidas. Sin embargo, puede proporcionarles los medios para efectuar el cambio personal y social.
– Albert Bandura –
Bibliografía:
Bandura , A. ( 1986 ). Social Foundations of Thought and Action: A Social Cognitive Theory . Englewood Cliffs, NJ : Prentice – Hall .
Bandura , A. ( 1991 ). Self – regulation of motivation through anticipatory and self – regulatory mechanisms . In R. A. Dienstbier (ed.), Perspectives on Motivation: Nebraska Symposium on Motivation (Vol. 38 , pp. 69 – 164 ). Lincoln : University of Nebraska Press .
Bandura , A. ( 1997 ). Self – effi cacy: The Exercise of Control . New York : Freeman .
Bandura, A. (1999). Moral disengagement in the perpetration of inhumanities. Personality and Social Psychology Review, 3, 193 – 209.
Bandura , A. ( 2000 ). Exercise of human agency through collective effi cacy . Current Directions in Psychological Science , 9 , 75 – 78