EXPLORANDO EL LABERINTO INTERIOR

Cuando uno es pequeño, su curiosidad y exploración recae sobre lo concreto, el juego se convierte en fuente de diversión y sirve como base para el desarrollo de conocimientos y habilidades futuras. Sin embargo, al crecer, uno busca respuestas a preguntas más complejas que requieren entendimiento de conceptos abstractos y evidentemente uno de los más importantes sería el concepto de la felicidad.

Ahora bien, muchos autores han hablado acerca de ella y realmente no hay un consenso absoluto sobre su definición. Sin embargo, Aristóteles es por excelencia el filósofo que ha profundizado más el tema de la felicidad, encontrando respuestas acertadas que coinciden con estudios recientes. En primer lugar, quisiera abordar un debate entre los argumentos de Aristóteles y Sigmund Freud acerca de la concepción de la felicidad. En un segundo apartado profundizaremos en los bienes que propone Aristoteles para alcanzar la felicidad. En un tercer punto a tratar abordaremos el aporte de la psicología en el logro de la felicidad, para finalmente comprender diversas temáticas que nos ayuden a reflexionar y tomar acción en nuestra vida diaria para ser feliz.

Aristóteles vs Sigmund Freud

Resulta interesante las ideas contrapuestas de dos autores respecto al logro de la felicidad. Por un lado, se encuentra la filosofía aristotélica explicando que las personas realizamos ciertas acciones con un fin determinado, pero ese fin se transforma en un medio para alcanzar algo y realmente sería muy desgastante y decepcionante que todo ello no tuviera un fin último. Por consiguiente, el Estagirita propone que la felicidad es el fin último, no puede convertirse en un medio para conseguir algo porque es autosuficiente, nosotros alcanzamos la felicidad no para conseguir algo, sino para alcanzarla como fin último. Entonces, para Aristóteles la felicidad si es alcanzable, pero “no es un estado, sino una actividad”, es decir, que uno debe trabajar constantemente para al final del camino decir si ha sido feliz o no.

En contraposición, Freud tiene una visión pesimista, porque considera que la felicidad es inalcanzable, fundamentalmente por tres razones:

  • Debido a que el propio cuerpo termina por su propia naturaleza en disolución.
  • Por la naturaleza exterior como eventos destructivos que no se pueden controlar.
  • Desde las relaciones con otras personas, porque estos vínculos comportan sufrimiento. Por lo tanto, Freud cree que es imposible para el ser humano conseguir esta felicidad plena al existir tanta desdicha y sufrimiento.

De todo lo anterior, podríamos hacer una reflexión acerca de si la felicidad es alcanzable o no. Personalmente, considero más acertada la concepción de Aristóteles, y quiero mencionar los argumentos en los que describe distintos bienes para alcanzar la felicidad.

Los bienes según Aristóteles

Pues bien, si vamos por pasos respecto a los bienes que propone Aristóteles, se encuentran los externos considerados como el reconocimiento de los demás, que puede ser en el colegio, en el trabajo, en el hogar, en un grupo social. Después, se encuentran los bienes del cuerpo que son la salud y el placer, en relación a la actividad física, al cuidado del cuerpo, a la alimentación balanceada.

Y finalmente los bienes del alma que está relacionada a la sabiduría y a la contemplación.

El aporte de la psicología

Si quisiéramos aterrizar en aquello que nos provee la psicología para que el ser humano alcance la felicidad diríamos que tiene bastantes herramientas para que una persona pueda llegar a este fin último.

Un psicólogo pretende ayudar a que un ser humano lleve una vida más tranquila, más plena, menos dolorosa, con menos sufrimiento innecesario, es por ello que está muy ligado a este tema de la felicidad. Porque aunque un psicólogo no diga explícitamente lo que uno tiene que hacer para alcanzarla, ayuda a que uno encuentre ese camino y descubra qué puede hacer para sentir esa tranquilidad interior.

Existe un panfleto del doctor Albert Ellis del por qué realmente se convirtió en un terapeuta.

Aquí adjunto el enlace:

https://www.studocu.com/pe/document/universidad-tecnologica-del-peru/introduccion-a-la-vida-universitaria/por-que-realmente-me-volvi-un-terapeuta/102399264

El Dr. Ellis describe cada pensamiento que tuvo desde pequeño hasta la adultez y cuenta cómo se desafió a sí mismo con el fin de construir las teorías que ahora resultan bastante útiles para combatir trastornos que afectan a las personas en la actualidad. Cita a Epicteto quien dijo hace 2000 años “Las personas se trastornan no por los eventos que le suceden sino por su visión de estos eventos” y de forma más contemporánea la psiquiatra Marian Rojas Estapé, en sus conferencias anuncia que, “La felicidad no es lo que nos pasa, sino cómo interpretamos lo que nos pasa, disfrutar de lo bueno cuando llega y gestionar lo malo, cuando llega”. Ambos autores en distintos tiempos coinciden en la importancia de los pensamientos que uno debe traer a su mente.

Existen muchas terapias que contribuyen a tratar los trastornos, sin embargo me gustaría profundizar una de ellas que es la terapia cognitiva conductual, que puede dirigirse a su vez en personas con rasgos de algún tipo de trastorno. Tiene como base el ABC. La A corresponde a la situación descrita de manera objetiva por la persona, la B corresponde a todos los pensamientos automáticos escritos de forma literal que vienen a la mente de la persona y la C indica las emociones que siente la persona tras ese pensamiento y las conductas que realiza después del pensamiento que evoca su mente.

De ahí que, se pueda identificar tipos de pensamientos como las ideas irracionales y las distorsiones cognitivas. Es importante identificarlos porque vienen a nuestra mente de forma tan automática que nos genera un malestar innecesario, y al hacerlos conscientes podemos darnos cuenta de lo irracional y dañino que es pensar de esa manera.

A continuación, describiré diferentes temáticas que pueden contribuir a explorar el camino de la felicidad.

Temáticas para explorar el camino de la felicidad

Vivir el presente

En la actualidad encontramos herramientas como el mindfulness, una técnica de meditación que busca un estado de conciencia acerca del presente, siendo muy esencial porque la gente ahora vive en el pasado y algunos en el futuro, vivimos pensando entonces, en los tiempos que ya pasaron y en los que aún no han llegado, lo cual genera malestar innecesario. Es por ello que el mindfulness y otras herramientas nos ayudan a tomar conciencia del presente, del ahora.

Harvard y las conexiones

La Universidad de Harvard realizó un estudio durante 86 años, en el que participaron cerca de 700 adolescentes para descubrir qué factores lograban hacer a una persona feliz. Llegaron a reconocer que la felicidad se basa en las conexiones. Admite que nosotros podemos encontrar la felicidad en la calidad de las relaciones que tenemos.

Aquí adjunto el enlace del vídeo de la charla TED realizada por Robert Waldinger, profesor de psiquiatría de la Universidad de Harvard y maestro Zen, quien es el cuarto director del estudio.

La gratitud un paso a la felicidad

La gratitud es una de las emociones más poderosas que podemos experimentar. Reconocer y apreciar lo que tenemos no solo transforma nuestra perspectiva, sino también mejora nuestro bienestar emocional.

Desde la psicología positiva, se ha demostrado que practicar la gratitud tiene efectos significativos en nuestra felicidad. Este acto de reconocimiento activa un ciclo virtuoso: al enfocarnos en lo positivo, nuestra mente se entrena para buscar y valorar más experiencias gratificantes.

La gratitud también tiene un impacto en nuestras relaciones. Al expresar agradecimiento hacia los demás, fortalecemos los lazos sociales y fomentamos un ambiente de apoyo mutuo. Estas conexiones son cruciales para nuestra felicidad, como lo mencionamos anteriormente.

Sin embargo, cultivar la gratitud requiere esfuerzo y práctica. En un mundo donde a menudo nos enfocamos en lo que nos falta, puede ser fácil pasar por alto las bendiciones cotidianas. La psicología nos anima a adoptar hábitos que promuevan una mentalidad agradecida, como la meditación o la reflexión diaria sobre lo que valoramos.

Las personas agradecidas podrían encontrar aspectos positivos incluso en los acontecimientos que generan sufrimiento. Esto implica que, las personas agradecidas serían capaces de extraer aspectos positivos y aprendizajes vitales de cada situación y, por tanto, les resultaría más fácil superar de forma positiva la adversidad.

El amor como fuente de la felicidad

El amor y la felicidad son dos conceptos profundamente entrelazados. Estos elementos influyen en nuestra vida emocional y moldean nuestra salud mental y bienestar general.

Desde la perspectiva psicológica, el amor se presenta como una necesidad básica, tan esencial como la alimentación o la seguridad. La teoría del apego, formulada por Bowlby, sugiere que nuestras primeras relaciones influyen en cómo nos conectamos emocionalmente más adelante en la adultez. Un amor seguro puede ser un poderoso motor de felicidad, mientras que las relaciones disfuncionales pueden provocar angustia y malestar.

Es importante señalar que la felicidad no depende únicamente del amor romántico. La amistad, la familia y las conexiones comunitarias también juegan un papel crucial. El amor, en sus múltiples formas, actúa como un pilar que sostiene nuestra salud emocional.

En la actualidad, el individualismo puede llevarnos a subestimar la importancia de las relaciones interpersonales en nuestra búsqueda de la felicidad. Sin embargo, la psicología nos recuerda que el bienestar emocional no es un destino solitario, sino un viaje compartido. Fomentar conexiones genuinas, ser vulnerables y abrirse a los demás son pasos fundamentales para cultivar tanto el amor como la felicidad.

“El amor es el antídoto al miedo, al sufrimiento, al dolor y a la muerte. No hay nada que nos sane más que querer a alguien. Somos más fuertes cuando amamos y nos sentimos amados”. Marian Rojas Estapé.

Para finalizar, este artículo lleva por título “explorando el laberinto interior” porque al ser un laberinto, un lugar con diferentes caminos en el que uno siente que se aleja o acerca a la salida, tan similar es la vida de las personas. Cada uno de nosotros tenemos diferentes vivencias, entre triunfos y adversidades, cada persona al ser única, encuentra esas respuestas en distintos momentos de sus vidas.

Pero lo cierto es que no importa en qué etapa de la vida uno se encuentre, nunca es tarde para aprender y decidir ser feliz. Y tú, ¿Estás construyendo tu propio camino de la felicidad?

La importancia de la presencia paterna para una hija

Se observa en las noticias como aumenta la violencia entre hombres y mujeres. Cada día más víctimas y victimarios.

¿Como así?

Cuando una mujer no se respeta a sí misma, y nunca aprendió a quererse, busca ese querer fuera de ella, ya sea en la aprobación a toda costa de la pareja. los hermanos, las amistades. ¿Y porque ocurre esto? Porque en su niñez su familia la condicionó para que sea así. Una madre o un padre machista da ese ejemplo de por vida en el subconsciente de los niños.

A cuántas jóvenes se les podrá hacer la “broma” de: “un día tu papá salió a comprar pan y no regresó” aludiendo al hecho de que el padre abandono el hogar y el completo cuidado de ella y su familia. En nuestra sociedad podría resultar recurrente y tal realidad afecta mucho psicológicamente, la mujer buscará en su próxima pareja en la mayoría de los casos el padre ausente y este le brinde una extrema atención a sus necesidades basándose en un apego ansioso, mujeres dependientes (aguantando insultos, golpes, etc).

Una familia disfuncional con padres separados, mala relación entre hermanos es el principal bicho de la sociedad, las personas crecen con una concepción errada de lo que es un comportamiento normal de una persona en sociedad, y crecen con muchas inseguridades qué los hace seres violentos, irrespetuosos, orgullosos, prepotentes con una idea de que esa máscara los protege y repitiendo patrones de comportamiento qué vio en la familia.

Ejemplo de caso:

Supongamos que una familia de esposos tiene 2 hijas, pero la primera hija la engríen demasiado, hasta el punto de que no hace sus deberes y todo se lo hacen. pero a la segunda la descuidan bastante y le hacen comparaciones constantes de “porque no eres tan inteligente como tu hermana, sigue sus pasos”, “ay… mi primera hija es bien despierta, no como la segunda que para en las nubes”. El maltrato de familiares, primos, y más la ausencia paterna la harán una mujer con baja autoestima y conformando una visión distorsionada de ella misma aceptando una cadena de maltratos toda su vida. ¿Claro está, si no sabe poner límites, quién le enseña de estos? Pues el padre, es el que nos enseña a defendernos de la vida.

Qué trabajar en terapia psicológica:

En muchos casos, las heridas que deja un padre ausente pueden ser difíciles de superar por cuenta propia. Si este es tu caso, te aconsejamos asistir con un psicólogo, te proporcionará el apoyo y las herramientas necesarias para aliviar tu sufrimiento, como:

–        Desarrollar competencias en las siguientes áreas: emocional, social, cognitiva, moral y desarrollo personal.

–        Desarrollar la resiliencia, recurso fundamental para superar las condiciones adversas de la vida.

–        Ayudar a los niños, niñas y adolescentes a desarrollar factores protectores frente a la adversidad y, particularmente, a la ausencia de los padres.

–        Desarrollo de habilidades sociales, para afrontar y superar los sentimientos de ausencia y lograr bienestar. Como un recurso para el desarrollo de competencias en la infancia; encontrando que los niños con comportamiento disruptivo tienen menos habilidades sociales, mostrando así que la práctica de comportamientos sociales, favorece el bienestar, la adaptación y la aceptación de los otros.

–        Estrategias de afrontamiento y regulación emocional.

–        Ayudar a descubrir los recursos internos y externos con los que cuenta. (Dacosta, s.f.)

Referencias:Dacosta, C. C. (s.f.). Codex Psicologia. Obtenido de https://codexpsicologia.com/crecer-con-padres-ausentes/

Amor a Kilómetros, ¿será posible?

“Te espero cuando miremos al cielo de noche: tú allá y yo acá”. Mario Benedetti

Siempre he sido escéptica respecto a las relaciones a distancia. En lo personal, la cercanía física, el contacto diario y la posibilidad de compartir pequeños momentos son de vital importancia en cualquier relación de pareja. Pienso que, sin estas interacciones cotidianas, una relación no podría prosperar. Es difícil que solo ver a alguien a través de una pantalla o escuchar su voz a través de una llamada, reemplace la experiencia cotidiana en pareja. Esa idea me acompañó durante mucho tiempo, convenciéndome de que las relaciones a distancia simplemente no eran viables a largo plazo.

Sin embargo, mi mejor amiga logró desafiar por completo estas ideas mías. Hace tres años conoció a alguien mientras estudiaba en el extranjero, y lo que empezó como una conexión casual terminó convirtiéndose en una relación seria, pese a los kilómetros de por medio. Durante meses vi cómo, a través de dedicación, paciencia y comunicación, lograron mantener una relación que yo jamás hubiera creído posible. Hoy, están comprometidos y se casarán en nueve meses. Esta experiencia me ha hecho replantear mis creencias y reconocer que, aunque no son fáciles, las relaciones a distancia pueden funcionar si ambas partes están dispuestas a comprometerse y a construir algo sólido desde la distancia. Es importante considerar que, como toda relación, mantener algo perdurable en el tiempo conlleva desafíos también, los cuales veremos a continuación:

  1. Desafíos comunes en las relaciones a distancia

Una de las principales barreras es la comunicación limitada, aspectos como diferencias de horario y falta de contacto físico pueden traer problemas en la relación de pareja. Aunque las videollamadas y los mensajes son herramientas útiles, no siempre logra el efecto que una conversación cara a cara tendría. Este distanciamiento puede generar malentendidos, especialmente si una de las partes siente que la otra no está tan presente como desearía. A esto se suma el reto de los celos y la inseguridad, que a menudo emergen cuando no se tiene acceso constante al entorno de la otra persona. La falta de proximidad puede alimentar miedos sobre lo que está ocurriendo en la vida de la pareja, y sin una base sólida de confianza, estas emociones pueden crecer desmedidamente. Además, si la distancia es prolongada puede generar un profundo sentimiento de soledad. Aunque la conexión emocional sea fuerte, la ausencia física puede llegar a afectar la manera en que se vive el amor. La falta de cercanía, de compartir rutinas diarias o de simplemente estar presentes uno para el otro puede hacer que, con el tiempo, la distancia se sienta aún mayor. Esta sensación de soledad, si no se aborda adecuadamente, puede debilitar el vínculo y hacer que la relación se tambalee o incluso termine.

  • Estrategias para fortalecer una relación a distancia

En el apartado anterior hablamos de los desafíos que enfrentan las relaciones a distancia, pero también es esencial ofrecer estrategias que ayuden a superarlos. Una de las más importantes es aprovechar al máximo las herramientas tecnológicas disponibles. Además de los mensajes de texto, es útil incorporar videollamadas regulares, que permiten una conexión más cercana, para ello podemos utilizar aplicaciones como Zoom, FaceTime o Skype. Otro aspecto crucial es el establecimiento de metas en común, tener un objetivo compartido, ya sea planear el próximo reencuentro o trabajar juntos en un proyecto personal o profesional, puede ser un motor que mantenga la motivación y el sentido de unidad a pesar de la distancia. Esto ayuda a que la relación tenga una dirección clara y un propósito, lo que fortalece el compromiso entre ambos. La honestidad y la confianza también juegan un papel fundamental en cualquier relación a distancia. La transparencia es clave para evitar malentendidos y garantizar que ambas partes se sientan seguras en la relación.

Finalmente, compartir pequeñas rutinas puede hacer que la distancia se sienta menos abrumadora. Actividades sencillas como ver una película al mismo tiempo, cenar «juntos» a través de una videollamada o leer el mismo libro pueden mantener viva la chispa y generar momentos de conexión genuina. Estas rutinas no solo ofrecen un sentido de cercanía, sino que también permiten que ambos compartan experiencias y fortalezcan la relación.

  • El impacto emocional de la distancia en la pareja

Como último punto, es importante abordar el impacto emocional que la distancia puede tener en una pareja. Las relaciones a distancia, aunque complicadas, ofrecen una oportunidad única para que cada individuo se enfoque en su propio desarrollo personal. Estar separados permite a ambos trabajar en sus metas individuales, intereses y crecimiento personal, lo que, a su vez, enriquece la relación cuando vuelven a encontrarse. Sin embargo, no podemos ignorar que la distancia afecta aspectos esenciales como la intimidad y la cercanía física, factores que son cruciales en cualquier relación amorosa. Esta ausencia puede generar frustración, pero también es una prueba de paciencia y resiliencia.

Finalmente, cuando llegue el momento de reunirse de nuevo, ambos tendrán una apreciación renovada por la presencia física del otro. Lo que antes se daba por sentado —un abrazo, una conversación cara a cara o incluso una simple caminata juntos— será visto como un verdadero privilegio y un regalo. La distancia puede enseñar a valorar lo esencial, y al final, las parejas que superan estos desafíos suelen salir más fuertes, con un amor más sólido y profundo.

Canción: «Hey There Delilah» — Plain White T’s.

Para concluir, es importante reconocer que las relaciones a distancia, aunque presentan diferentes obstáculos y desafíos, no están condenadas al fracaso. Si bien la separación física puede generar incertidumbre, soledad y dificultades de comunicación, estos obstáculos no son insuperables. Las parejas que logran desarrollar paciencia y confianza mutua suelen encontrar maneras creativas de fortalecer su vínculo, incluso a kilómetros de distancia. La clave está en tener una comunicación constante y honesta con la pareja, en la capacidad de escuchar y expresar lo que uno piensa y siente, y en el compromiso de ambos de mantener viva la relación a pesar de lo que pueda pasar en el camino.

A lo largo del tiempo, muchas parejas descubren que la distancia, en lugar de debilitarlas, les ha permitido conocerse más profundamente y valorar más los momentos juntos. Las relaciones a distancia pueden ofrecer la oportunidad de crecimiento personal y de fortalecer el amor de una manera única, ya que enseñan a las personas a ser más pacientes y conscientes del valor del compromiso. En definitiva, aunque no son el tipo de relación más fácil, muchas historias de éxito demuestran que, con el esfuerzo adecuado, pueden no solo sobrevivir, sino prosperar y perdurar en el tiempo.

«La distancia solo es una prueba para ver qué tan lejos puede viajar el amor.»

REFERENCIAS:

Sánchez Escárcega, J., & Oviedo Estrada, L.  (2005). Amor.com: vínculos de pareja por internet. Revista Intercontinental de Psicología y Educación, 7(2), 43-56.

Pensar antes de hablar – inteligencia emocional

Seguramente en algún momento han escuchado la frase “piensa antes de hablar”, dentro de una discusión, cuando dijimos algo de lo que nos arrepentimos o cuando herimos a alguien con nuestras palabras.

Esta frase se refiere a que cuando pasamos por un momento difícil, una discusión o en general alguna situación que represente personalmente una ofensa o un problema tendemos a reaccionar de una manera apresurada o impulsiva.

Esto ocurre debido a que, entre la percepción, la emoción y la conducta, existe la inteligencia emocional, este término se refiere a la conexión de la conducta y la emoción desde la percepción, en la que más allá de lo que haya ocurrido, consideramos las consecuencias de nuestras reacciones sin dejar de lado nuestros sentimientos.

Significa comprender nuestras emociones tanto como la de los demás, ayudando al proceso de regulación que finaliza en una reacción apropiada y más controlada, esto ayuda a expresar nuestro sentir ya sea positivo o negativo forjando relaciones más sólidas y honestas.

Para entenderlo mejor, un poco de teoría

Goleman (1995) sostiene que las competencias emocionales se dividen en dos categorías: intrapersonales e interpersonales. Las primeras se refieren a la relación que establecemos con nosotros mismos y la segunda a las relaciones que tenemos con los demás, teniendo en cuenta que la primera significa conocer nuestras propias emociones, límites y percepciones y la segunda la dinámica que tenemos con cada persona.

Además, se refiere a este tipo de inteligencia como una herramienta para la adaptabilidad de cada uno de nosotros ante los cambios, ya que las emociones influyen en cada reacción.

Atribuyó 5 puntos fundamentales dentro de la Inteligencia emocional:

Autoconocimiento: Es el saber que una persona adquiere de sí mismo, relacionado con la introspección, un término que nos guía hacia una mirada profunda a nuestro interior no solamente relacionado a nuestras emociones sino también a nuestros actos y sus causas.

Autorregulación: Este punto se relaciona con la capacidad de desarrollar una evaluación de nosotros mismos, entendiendo nuestras maneras y aprendiendo a responder a las situaciones que se nos presentan, pasando por diferentes fases planificación, ejecución y autorreflexión.

Motivación: El conjunto de factores externos o internos que nos llevan a hacer lo que hacemos y tomar las decisiones que nos llevarán a una meta.

Empatía: También relacionada con la afinidad, simpatía y comprensión, se refiere a comprender lo que los demás sienten y sus razones de actuar.

Habilidad social: Este punto es un tanto amplio de comentar debido a que engloba muchos elementos que la componen, el desarrollo de la comunicación asertiva, la escucha activa y los puntos anteriormente mencionados compondrán nuestra capacidad para crear y mantener relaciones con otras personas.

Todas estas cualidades conforman la inteligencia emocional, en algunas personas está más desarrollada por lo que son capaces de mantener posturas reguladas y lograr calmar las emociones más feroces; sin embargo, llegar a ello no es tarea fácil, ya que hay que trabajar cada uno de estos aspectos y ello conlleva energía y tiempo.

Según Mayer y Salovey (1997) debemos ser “pensadores con un corazón” que logramos percibir, comprender y manejar relaciones sociales.

Al mismo tiempo estructuraron un modelo de 4 ramas interrelacionadas, en primer lugar la percepción emocional que se aboca a identificar las emociones tanto ajenas como propias; segundo, la facilitación emocional del pensamiento referido a poder aprovechar las emociones para apoyar la solución de problemas o la toma de decisiones; tercero,  la comprensión emocional relacionado al entendimiento de como las emociones se relacionan e impactan en las acciones de otras personas; y por último la regulación emocional capacidad de ajustar las emociones para poder moderar o distanciarse de la emoción para tomar acciones más controladas.

FINALMENTE, NO HAY QUE OLVIDAR QUE …

La inteligencia emocional no se trata de poner de lado las emociones que se consideran negativas, sino saber sobrellevarlas y canalizarlas de una forma positiva ya que todas las emociones cumplen una función adaptativa en nuestras vidas.

Desarrollando nuestra inteligencia emocional no solamente estaremos mejorando nuestra reacción a diversas situaciones sino, nuestra percepción de estas, abrazando cada emoción que se presente, entendiendo mejor a los demás y a nosotros mismos para así potenciar nuestras relaciones y “pensar antes de hablar”.

Referencias:

Goleman, D. (1995). Inteligencia emocional. Barcelona, España: Kairós.

Martins, J (2024). La importancia de la inteligencia emocional. recuperado de: https://asana.com/es/resources/emotional-intelligence-skills

Ruiz, A (2023). Emociones negativas. Recuperado de: https://www.iepp.es/emociones-negativas/

GUÌA POST RUPTURA ACTUALIZADA 2024

“Porque te tengo y no
porque te pienso
porque la noche está de ojos abiertos
porque la noche pasa y digo amor
porque has venido a recoger tu imagen
y eres mejor que todas tus imágenes
porque eres linda desde el pie hasta el alma
porque eres buena desde el alma a mí
porque te escondes dulce en el orgullo
pequeña y dulce
corazón coraza

porque eres mía
porque no eres mía
porque te miro y muero
y peor que muero
si no te miro amor
si no te miro

porque tú siempre existes dondequiera
pero existes mejor donde te quiero
porque tu boca es sangre
y tienes frío
tengo que amarte amor
tengo que amarte
aunque esta herida duela como dos
aunque te busque y no te encuentre
y aunque
la noche pase y yo te tenga
y no.”

(Corazón Coraza, Mario Benedetti)

Para Ding et al. (2021) La ruptura es uno de los eventos más recurrentes en nuestra vida e influye en la estabilidad del bienestar y la felicidad en forma de estrés, ansiedad, depresión, abuso de sustancias, trastornos del sueño y de la alimentación.

La ruptura amorosa requiere de un proceso de adaptación que implica flexibilidad, las experiencias previas y creencias (Ponce & Bismarck, 2020)

Hoy en día, las personas atribuimos una ruptura a problemas para satisfacer determinadas necesidades dentro de la relación (Bravo et al., 2017).

¿Qué otros factores están en relación a una ruptura?

El lado oscuro del corazón (1992)

El día de hoy vamos a presentarles una guía post ruptura y acompañaremos a Oliverio, protagonista de “El lado oscuro del corazón” (1992) interpretado por Darío Grandinetti.

¡Alerta de Spoiler!

Oliverio es un poeta que se gana la vida recitando poemas usando sus dones de seductor conoce a una mujer que llama su atención, Ana, una prostituta que posee las mismas capacidades de seducción. Oliverio reconoce estar enamorado de ella y aunque pasan muchos momentos juntos, ella decide dejarlo para tener una mejor vida con su hija, dejando a Oliverio destrozado, pero sembrando una semilla de autocompasión en él.

El “quid”…

La autocompasión es el nivel de afrontamiento eficaz y resiliente ante acontecimientos importantes como lo es la ruptura amorosa y brinda un apoyo emocional de manera interna y una motivación intrínseca para seguir adelante (Braehler & Neff, 2020)

Nuestro protagonista al experimentar su ruptura decidió afrontarlo de una forma peculiar haciendo que la desdicha salga de su vida e incluso se permitió la oportunidad de conocer a alguien más.

Suele pasar que luego de una ruptura evitamos implicarnos emocionalmente en una relación para evitar sufrir una nueva perdida sin embargo para Kansky y Allen (2018) esto solo privaría que desarrollemos intimidad con los demás incluyendo familia y amigos.

El desarrollar la capacidad de responder al dolor puede brindarnos una mirada amable de la ruptura como parte del ser humano y que beneficia el crecimiento personal (Chau et al., 2022)

En una investigación realizada en la Universidad de Almería, España (Peña & Pozo, 2024) se señaló que uno de los factores principales de una ruptura es la perdida de la intimidad o desvinculación romántica, donde hay una dificultad en la cercanía y en la conexión con la pareja. Así mismo, se evidenció que las relaciones mas largas presentaron un nivel de duelo mayor junto a mayor malestar y que las personas que no iniciaron la ruptura presentan un nivel mas alto de duelo que los que la iniciaron. Y se concluyó que el desarrollo de autocompasión se relaciona con una mejor adaptación.

Una ruptura amorosa es dolorosa y angustiante, pero podemos elegir experimentar el dolor o el sufrimiento evitando el dolor.

¡El lado oscuro del corazón es nuestra recomendación fílmica para ustedes queridos lectores ya que contiene poesía, comedia y mucho romance!

Referencias

Más Allá del Placer: La Conexión Espiritual en el Sexo

En este mundo modernizado donde todo se puede conseguir de manera inmediata, el sexo no es la excepción. Esta facilidad ha llevado, en muchos casos, a una hipersexualización y a conductas de riesgo que pueden exponernos no solo a enfermedades de transmisión sexual (ITS) sino también a riesgos emocionales más profundos.

El propósito de esta entrada no es juzgar cómo cada persona vive su vida sexual, sino invitar a una reflexión consciente sobre desde qué lugar nos estamos relacionando sexualmente con otros. ¿Desde qué punto estamos entregando nuestro ser, nuestro cuerpo, y nuestra energía sexual a alguien más?

Según la cultura oriental, nuestro cuerpo y mente están conectados a través de centros energéticos llamados chakras, que en sánscrito significa «círculos». Existen siete chakras principales, y mantenerlos alineados es esencial para llevar una vida equilibrada (Sharamom y Baginski, 2017).

El primer chakra, conocido como el chakra raíz o Muladhara, está ubicado en la base de la columna vertebral, entre el perineo y el coxis. Este chakra es fundamental para nuestra identidad física, nuestra estabilidad y nuestro sentido de seguridad y está caracterizado por el color rojo. Nos enraíza a la tierra y nos conecta con la vida material, estableciendo las bases de nuestras necesidades básicas y emocionales. Si este chakra está desalineado, podemos sentirnos inseguros, desconfiados, e incluso desarrollar timidez hacia nosotros mismos y hacia otros, lo que nos impide establecer relaciones sanas.

El segundo chakra, conocido como el chakra sacro o Svadhisthana, se encuentra debajo del hueso púbico, en la región genital y el plexo hipogástrico. Este chakra está asociado con la identidad emocional, la creatividad, el deseo y la capacidad de sentir y desear. Es el depósito de nuestra energía vital y está caracterizado por el color naranja. Cuando este chakra está desalineado, podemos experimentar problemas sexuales, dificultades para expresar nuestras emociones y una desconexión con nuestra creatividad y pasión.

Durante un encuentro sexual, no solo se produce una conexión física con la otra persona, sino también una conexión energética, especialmente a través de estos dos chakras. Al conectar de esta manera, absorbemos parte de la energía de la otra persona y también compartimos la nuestra. Es por ello que es importante reflexionar sobre cómo te sientes después de cada encuentro sexual: ¿te sientes revitalizado o, por el contrario, drenado y vacío?

Ver el sexo no solo como un acto placentero, sino como un medio para expresar nuestro ser en libertad con la otra persona, desnudando no solo nuestro cuerpo sino también nuestra alma, nos permite generar una conexión más profunda. Este tipo de intimidad espiritual no solo alimenta la pasión en la relación, sino que también fortalece un vínculo íntimo y significativo con la otra persona.

Para concluir, les comparto un fragmento del libro El hombre en busca de sentido de Viktor Frankl (1946): «El amor es un fenómeno tan primario como pueda ser el sexo. Normalmente el sexo es una forma de expresar el amor. El sexo se justifica, incluso se santifica, en cuanto que es un vehículo del amor, pero sólo mientras éste existe. De este modo, el amor no se entiende como un mero efecto secundario del sexo, sino que el sexo se ve como medio para expresar la experiencia de ese espíritu de fusión total y definitivo que se llama amor» (p. 113).

La intimidad es el espacio donde lo divino se encuentra con lo humano – David Deida
(libro El camino del hombre superior)

Referencias:

Sharamon, S. & Baginski, B. (2017). El gran libro de los Chakras. Conocimientos y técnicas para despertar la energía interior. Editorial EDAF

Frankl, V. (1946). El hombre en busca del sentido. Herder Editorial