El camino de la autoconfianza

Actualmente, vivimos con una alta demanda en casi todos los aspectos de la vida. Tales como conseguir un buen puesto de trabajo, subir de status social, encontrar pareja, etc. Además, esto se engrandece con las expectativas mostradas en redes sociales donde se ver lo que debería ser una “vida perfecta”.

El miedo al fracaso esta a la orden del día. Me entra a reflexión lo siguiente:¿Cuándo podemos considerar a una persona como alguien exitoso?¿Cómo podemos catalogar a alguien como ejemplo de confianza? Hay líderes o gerentes, con muchos años de experiencia, y siendo los mejores en su trabajo; pero se sienten inseguros y con miedo al fracaso. Entonces entendemos que poseer confianza no solo se debe a la suma de componentes que tienes a tu alrededor, los cuales te ayudan en la vida; sino que también es una mirada personal hacia uno mismo.

Cómo tener autoconfianza: Tres perspectivas diferentes:

1. Desde la Psicología:

La autoconfianza es el autoconcepto que una persona cree o piensa de sí misma. Está determinada por muchos aspectos; por nuestro pasado, nuestro presente y las expectativas de nuestro futuro. Todo lo que pasamos se queda en nuestro subconsciente almacenado y nos predispone a actuar de determinadas maneras en nuestro día a día.

Crea un mundo en el cual te sientas agusto

  • Créalo con tus reglas, donde a partir del conocimiento de tu persona sepas que cosas te afectan más que otras.
  • No te compares con los demás, es momento de alejar de tu mente de todo aquello que te cause dolor, de aquí la importancia de poner límites.
  • Intenta hacer cada día cosas que no te crees capaz de realizar; al hacer algo que pensamos que está fuera de nuestro alcance potenciara grandemente tu autoconfianza al cumplirla. Pero es importante ponerse metas realistas, como tender tu cama todas las mañanas. Si se empieza desde lo más básico, y así al cumplir estas metas, podremos agregar más y de mayor dificultad.
Hay que tener confianza en uno mismo

2. Una mirada cristiana:

Para obtener la bendición de una fuerza mayor, debemos salir primero de nosotros mismos y depositar nuestra confianza en Dios. Él nos dará una base en la que acogernos. Sin duda uno de mis textos preferidos para referirnos a este punto es: “Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo, Jesús” Filipenses 4:14-20. La Biblia es clara y concisa, con soluciones prácticas para nuestra vida, aquí agregaría el dicho “el que tenga oídos que oiga”.

Seguir nuestra vocación de vida nos da autoconfianza, pero muchos la confunden con hacer lo que a uno le gusta, o en lo que es bueno. Pero se refiere a aquello para lo que Dios te ha llamado a hacer en esta vida, por tanto, es un llamado, recordando también otro pasaje bíblico que dice “Pidan y se les dará”.

Confianza en Dios

3. Desde la bioneuroemoción:

La bioneuroemoción es una medicina alternativa, donde a todo tipo de malestar o enfermedad se le encuentra una causa netamente emocional y de esta manera busca sanarla.

Según (Batlló, s.f.), profesora del Enric Corbera Institute: Si un paciente va a una clínica y dice “tengo problemas de autoconfianza”, desde la bioneuroemoción lo que se le responde es: ¿Qué es lo que usted me quiere decir?, se busca la auto indagación del propio individuo. Se busca concretar y relacionar una dificultad en la vida de la persona, donde sufrió un choque emocional tan fuerte que busca hacerse visible en el cuerpo y/o actitudes. Si aplicamos esto al tema de la autoconfianza podemos ver cuál sería el detonante de este sentimiento.

Poner amor a lo que se está haciendo en el presente, sin muchas expectativas, nos hace tener confianza en lo que hacemos. Hay que preguntarse: ¿Qué imagen tengo de mi mismo? y ¿Quién creo que soy? Debemos observarnos profundamente… Pero… ¿Y qué hay de la confianza en el otro? En la Bioneuroemoción, el otro siempre es nuestro espejo, nos dice dónde estamos, al compararnos con este. El desarrollo de una persona se da en un ambiente de confianza y con alguien que haga de guía, dando una confianza de anclaje, para saber a dónde tienes que ir. Por otro lado, también necesitamos equivocarnos y asumir nuestros errores, resolverlos sin el juicio que nos haga sentir después culpables.

Bioneuroemoción. Tomado de: https://sonria.com/bioneuroemocion/

Autoengaño y falsa autoconfianza

Pero cuando no hay un correcto análisis de la situación desde un punto de vista objetivo; cuando no reconocemos nuestros límites. Se busca encubrir carencias y aparece un miedo a enfrentarse a sí mismo; debido a abrazar ideas ilusorias.

“La falsa autoconfianza ayuda a producir un autoengaño que permite a la persona evadirse del verdadero estado interno de autoconfianza que en muchos casos está detrás de la “máscara”. Esta forma de evitación, la falsa autoconfianza, puede traer consigo graves consecuencias, pues te hace más débil y te aleja de la realidad”. (García Allen, 2021)

Autoengaño en los deportistas (Vease 1)

Conclusión

Existen muchas formas de llegar a la autoconfianza una de ellas es Dios, Él nos pone las cosas desde un punto de vista práctico y espiritual; y a través de la Biblia es como podemos guiar nuestros pasos en la vida, no por nada es el libro más leído en el mundo. Sin embargo, si este punto no resuena contigo, se puede comprender la autoconfianza desde la Psicología y la bioneuroemoción, que brindan un aporte valioso en el desarrollo personal.

Referencias

  • Batlló, M. (s.f.). Onda Cuantica. Obtenido de: https://www.youtube.com/watch?v=Fbi6gGZ_yHg
  • García Allen, J. (2021). Psicología y Mente. Obtenido de: https://psicologiaymente.com/psicologia/falsa-autoconfianza-autoengano

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  1. https://www.deportesaludable.com/deportes/el-autoengano-y-la-falsa-confianza-de-los-deportistas/

El día que FB dejo de funcionar

Puede que para casi ninguna persona le resulte ajeno que el pasado 4 de octubre, se experimentó fallos masivos que desencadenaron la caída de WhatsApp, Instagram y Facebook. Situación que fue vivida por usuarios de gran parte del mundo, lo que convierte a este suceso en un evento histórico (Pérez, 2021). Situación que expuso la gran necesidad tecnológica que se tiene. Así como la dependencia que esta puede causar.

Es importante resaltar, que si bien Facebook como empresa ofrece como principal producto un medio de comunicación informal. No obstante, la sostenibilidad de esta plataforma radica en la venta publicitaria, y de herramientas de comercio. El acceso a la información de los usuarios convierte esta plataforma en una base de datos ideal para el comercio de artículos específicos. Por tanto, si el acceso a estas herramientas se interrumpe, el comercio en sí mismo se ve imposibilitado (Facebook, s. f.).

Factores de riesgo

A nivel demográfico, los adolescentes son el grupo población más susceptible a presentar interés por las redes sociales, lo que sumado a su inexperiencia y búsqueda nuevas sensaciones, los convierte en un grupo de riesgo.

Por otra parte, las personas que se encuentran en un estado emocional de vulnerabilidad psicológica son susceptibles a buscar aprobación por medios virtuales. Así mismo, la impulsividad, trastornos alimenticios, baja autoestima, entre otros; son patologías que pueden verse relacionadas con comportamientos obsesivos. Por tanto, es importante reconocer la fijación con las redes sociales, debido a que estas pueden resultar perjudiciales para el tratamiento de dichas patologías (Echeburúa & de Corral, s. f.).

▷ Demografia ¿Que es la Demografía? | Datos Demográficos

Efectos psicológicos

El acceso a las redes sociales se ha normalizado tanto, que gran parte de la vida social, afectiva y laboral, se desarrollan en entornos virtuales. Por lo que, puede no resultar extraño el apego a dispositivos electrónicos, como el teléfono, la Tablet o el pc.

La adicción a redes sociales son un problema real, que año tras año se extiende como un enemigo silencioso. Esto se debe a que, como toda adicción, esta inicia tras la realización de alguna actividad de forma desmedida. La cual, genera dependencia y resta libertad al ser humano al estrechar su campo de conciencia y restringir la amplitud de sus intereses. (Echeburúa & de Corral, s. f.)

De acuerdo con una investigación realizada a estudiantes adolescentes, la gran mayoría de los entrevistados demuestra una relación inversamente proporcional entre la adicción al internet y las habilidades sociales. Es decir, que cuanto mayor sea el grado de adicción a las redes sociales, menor son las habilidades sociales. (Vergara & Carranza, 2016)

Entre los efectos principales se puede apreciar (Fundación Victoria, s. f.):

  • El perjuicio de las relaciones personales.

Cuando el centro de la atención son las redes sociales, se suele descuidar las relaciones más cercanas, como las familiares, amigos, compañeros de trabajo y pareja.

  • Provoca estrés y ansiedad.

La aprobación social relacionada a las redes, puede ser un claro estresor. La retroalimentación que se recibe es muy sugestiva, en especial cual la persona en cuestión requiere de aprecio y atención.

  • Afecta la concentración

El constante interés por revisar las nuevas publicaciones, y las interacciones que se reciben de estas, pueden llegar a perjudicar otras áreas. Un claro ejemplo, se aprecia cuando se requiere cumplir con un trabajo, informe o tarea que resulta poco atractivo, dado que el sujeto preferirá ocupar su tiempo y atención en las redes sociales, olvidando el trabajo.

  • Pérdida de tiempo

Continuando con el punto anterior, cuando el punto de atención recae en las redes sociales, es fácil perder la noción del tiempo. No resulta extraño, que, tras pasar gran parte del día en las redes, no se hayan logrado concluir los objetivos del día.

  • Daño en el sistema nervioso

El abuso de la tecnología puede ser responsable de daños irreversibles en la salud, como fatiga, trastornos del sueño, resequedad y tensión ocular; pérdida de memoria y daño cervical.

  • Trastornos alimenticios

El sedentarismo relacionado a la fijación con las redes sociales puede causar que el estado físico no sea el adecuado, lo que puede desencadenar la aparición de trastornos alimenticios.

Terapia cognitivo-conductual

Es importante resaltar que la elección del modelo terapéutico puede variar de paciente en paciente, debido a que no todos reaccionan favorablemente.

Una alternativa de tratamiento es la terapia cognitivo-conductual, puesto que reporta eficacia terapéutica en el tratamiento de adicciones. Entre las técnicas de tratamiento, se enumeró el autorregistro del uso que se realiza, y la toma de conciencia de las consecuencias del uso excesivo; la creación de objetivos, la psicoeducación y la modificación de pensamientos irracionales. (Orzack et al., 2006)

Así mismo, este enfoque pretende la creación de hábitos que faciliten la organización y gestión del tiempo, de tal forma que se reconozca los beneficios y potenciales riesgos del uso de las redes sociales y el internet. (Marco & Chóliz, 2013)

Terapia centrada en soluciones. Este tipo de terapia pertenece al… | by  Mariana Vargas | Medium

Conclusiones

Es importante reconocer los factores de riesgo relacionados con la adicción al internet y a las redes sociales, debido a que puede pasar desapercibidas complicando el cuadro clínico.

El trabajo, aficiones y el deporte, son alternativas útiles para tratar la frustración resultante de la reducción de tiempo en redes sociales. La interacción en medios más tradicionales, y los logros relacionados con las actividades alternativas, facilita la creación de hábitos. Así mismo, resalta la influencia de la familia, amigos y parejas; las relaciones afectivas son claves para la creación de puntos de apoyo. Debido a que, el refuerzo positivo que tiene las comunicaciones asertivas, el acompañamiento y el soporte emocional (Cequea et al., s. f.).

La creación y seguimiento de tratamientos, debe de realizarse tras la evaluación clínica, cada paciente presenta particularidades muy específicas, por lo que si se mantiene un único modelo; este puede generar rechazo por la poca eficacia. Es decir, que el fracaso terapéutico puede significar, el abandono y pérdida de confianza en la clínica.

Por otra parte, es importante la derivación psiquiátrica, puesto que la falta de estabilidad del paciente imposibilita el tratamiento psicológico.

Referencias

Cequea, M. M., Monroy, C. R., & Bottini, M. A. N. (s. f.). La productividad desde una perspectiva humana: Dimensiones y factores. 37.

Echeburúa, E., & de Corral, P. (s. f.). Adicción a las nuevas tecnologías y a las redes sociales en jóvenes: Un nuevo reto Addiction to new technologies and to online social networking in young people: A new challenge. 7.

Facebook. (s. f.). Acceder a la configuración de los artículos instantáneos. Servicio de Ayuda de Facebook Para Empresas. Recuperado 25 de octubre de 2021, de https://es-la.facebook.com/business/help/1991907254467023

Fundacion Victoria. (s. f.). Consecuencias del uso excesivo de las redes sociales. Fundación Victoria. Recuperado 26 de octubre de 2021, de https://www.fundacionvictoria.org.ni/consecuencias-del-uso-excesivo-de-las-redes-sociales/

Marco, C., & Chóliz, M. (2013). Tratamiento cognitivo-conductual en un caso de adicción a Internet y videojuegos. International Journal of Psychology, 18.

Orzack, M. H., Voluse, A. C., Wolf, D., & Hennen, J. (2006). An Ongoing Study of Group Treatment for Men Involved in Problematic Internet-Enabled Sexual Behavior. CyberPsychology & Behavior, 9(3), 348-360. https://doi.org/10.1089/cpb.2006.9.348

Pérez, E. (2021, octubre 4). WhatsApp, Facebook e Instagram están caídos: Los servidores fallan a nivel global [Actualizado: ya funcionan]. Xataka. https://www.xataka.com/aplicaciones/facebook-instagram-whatsapp-estan-caidos-servidores-fallan-a-nivel-global

Vergara, J. A. D., & Carranza, J. Y. (2016). Adicción a las redes sociales y habilidades sociales en estudiantes de una institución educativa privada. Propósitos y representaciones, 4(2), 5.

¿Por qué es importante llevar a mi hijo adolescente a la psicóloga?

La etapa de transición de vida de la niñez a la adolescencia es una fase compleja, como puente está la pubertad. El otro día pensaba que todos vivimos cierto duelo al dejar de ser niños, y al mismo tiempo, lo viven nuestros padres y/o cuidadores, quienes nos acompañan en el proceso.

De un día al otro, los padres caen en cuenta que sus hijos tienen decisiones propias, que están muchas veces buscando diferenciarse de las ideas impartidas, que son diferentes a lo que fueron, que empiezan a retarlo todo.

Escribir sobre mis pacientes adolescentes, me hace pensar en lo increíble que resulta ver el miedo en su mirada, ese miedo de sentirse inadecuados. Es terreno nuevo para ellos asumir esta nueva identidad, y solo están tratando de protegerse. Los adolescentes sienten miedo de no ser aceptados, y ya no solo se trata de su familia, el rol social empieza a cubrir una gran importancia.

Se miran a sí mismos, y están diferentes, comienzan a aparecer cambios en su aspecto físico, que con el tiempo irán entendiendo. Pero lo más complejo es lo abstracto, el plano psicológico, su mente cambia, inician un proceso de creación, en base a las experiencias. Se trata de una transformación creadora de la interpretación que le fueron dando a sus acontecimientos de vida, este es un proceso sujeto a constantes auto- críticas, lo que los hace pasar de fases inhibitorias a fases de bloqueo en cuestión de segundos.

Mis pacientes adolescentes, vienen con una armadura a la primera cita, y están la mayor parte del tiempo a la defensiva, he notado que están cansados de esa comunicación vertical. Entonces, lo primero que hago, es colocarnos en una misma posición: «Vamos a conocernos, entonces haremos un juego de preguntas, puedes preguntarme lo que tu desees, y luego de responderte, será mi turno de preguntar, ¿Estás de acuerdo con iniciar de este modo?», sus preguntas son claves, podemos iniciar hablando de cine, música, de arte, de sus mascotas, de sus pasatiempos, de cosas de las que realmente les interesa hablar, y que a mi realmente me interesa escuchar.

Me encantaría que los padres vieran ese primer desenlace, los adolescentes se sienten escuchados, no hay juicios, se siente un suspiro de alivio, y de pronto, compartimos algo de música, o vemos por minutos algunas escenas de películas o series importantes para ellos. Casi siempre, luego de eso, nos vamos al patio, jugamos con las mascotas, las alimentamos, o subimos a hornear galletas, o a pintar un poco, a jugar videojuegos.

Y es allí, en ese ambiente desestructurado, donde se comienzan a mostrar como son, una vez retirada la armadura, se ve su indefensión, sus pensamientos comienzan a ordenarse, empiezan a retomar el permitirse sentir, el permitirse simplemente ser. Es un requisito fundamental analizar sus procesos psicoafectivos y su vinculación.

Soy tan afortunada de que me permitan ser espectadora mientras se quitan la máscara, muchos de ellos refieren no sentirse comprendidos, percibirse solos, alejados de los demás, distantes. Eso me permite explicarles que los padres aún son niños grandes, que ellos también vivieron esa transición, y cuando les confieso, «¿Sabías que papá, mamá, también están asustados? Esto también es nuevo para ellos, que estén teniendo problemas de comunicación y confianza, no significa que no esté presente el amor, tus padres están aquí, contigo, para que podamos ayudarlos a entenderte. Ellos están dejando de lado su orgullo, han venido aquí a escuchar sus errores, pero no creo que todo sea oscuridad, porque estás aquí brillando de ilusiones, y una cuota de todo esto, la han puesto ellos».

Conversamos de tantas cosas, sus gestos son claros, es maravillosa la forma en la que empiezan a ver el mundo, mantienen la mirada inocente de un niño, y la valentía de querer descubrir las cosas por sí mismos de un adulto, y este es uno de los principales problemas en la comunicación con los padres, ya que muchos de ellos aún sienten que deben dirigirlos, pero no, en la adolescencia, hay que acompañarlos, escucharlos y guiarlos. Es momento de permitir que nuevas competencias parentales empiecen a marcar el camino.

El rol del padre o madre líder se afianza en este periodo de vida. Sé que aparece el duelo de perder al hijo(a) niño(a), pero no olvidemos que la voz de nuestros padres suena en nuestras mentes para toda la vida, algo así como una canción o varias, ya que forman parte de nuestro diálogo interno. Tengamos confianza en que las canciones cantadas por tantos años se mezclaran con la voz interna, para construir una melodía propia, basada en los valores inculcados. Y en que, si entendemos su nuevo ritmo, podremos seguir siendo escuchados.

De pronto en la sesión, el tiempo se hace corto, y es momento de despedirnos. Creo que la sinceridad y la humildad son los recursos más efectivos para desarrollar un vínculo de confianza con los adolescentes. Por eso, al finalizar la cita, les consulto si están de acuerdo en que converse con los padres nuevamente, señalando algunas conclusiones. Tengo claro que son menores de edad, y que es necesario hablar con los padres al finalizar, pero que importante es obtener su consentimiento.

Luego de varias sesiones individuales, y de encontrar fortalezas, y resaltarlas, luego de trabajar en la introspección, y mejorar el autoconocimiento, luego de explicarles con tanto cariño que el niño(a) interior no se irá a ningún lado, que no teman avanzar, que será su gran compañero(a) hasta los 100 años, si aprenden a cuidarlo(a). Le van perdiendo el miedo a lo desconocido, y se llenan de valentía. De esa valentía que te invade y te hace sentir más despierto que nunca.

Entonces, empezamos a hablar de los episodios de niñez que nos han herido o aquellos que no hemos concluido, claro que para este momento, ya se han desarrollado paralelamente sesiones individuales con cada uno de los padres, cuidadores, hermanos, esto para tener una visión más clara de la dinámica familiar. Es indispensable entender el sentir de cada miembro de la familia, sus expectativas, sus heridas, sus fortalezas, los aspectos por mejorar, sentimientos, entre muchas otros factores.

Continuando con el proceso psicoterapéutico, los recursos psicológicos, nos permiten identificar cuando estamos listos para pasar a las sesiones familiares, y se arma un plan estratégico, para luego desarrollar las sesiones entre el adolescente y cada integrante de la familia, hasta llegar al todo.

Ser el nexo para que ambas partes puedan comunicarse, significa traducir al idioma del otro la necesidad de cada uno, significa activar la compasión y asertividad en todo momento. «Vas a escuchar la versión de papá / mamá, puede que no la sientas al 100% afín a la tuya, pero son perspectivas. Es como si todo este tiempo hubieran estado viviendo en medio de una película, pues bien, cada uno tenía su propia filmadora, el lente con el que tu observabas algo, es muy diferente al que usaron tus padres, vamos a escuchar no para defendernos, dar la contra, o discutir, simplemente vamos a escuchar para entender la película que filmaron tus padres, y luego de ello, tu vas a poder contarles cuales han sido tus tomas favoritas, y cuales te lastimaron, no vamos a poder cambiar la película, pero si la moraleja».

La mayor parte del tiempo, estas sesiones terminan en un «perdón», de ambas partes, seguido de un abrazo sincero. Es ahí, donde me retiro un momento de la cita, por dos motivos, primero para darles un espacio privado, y en segundo lugar, porque estos momentos me conmueven hasta el alma, y suelo salir al patio a mirar el cielo y a agradecer por mi vocación, que me permite disfrutar de un te quiero, de un te perdono, te entiendo, que aún siendo ajenos, se vuelven tan propios.

El uniforme del alma: una opinión de por qué somos como somos (Parte I)

Empecemos con una alerta importante, este artículo que más tiene de ensayo que de otra cosa, se apropia de una idea y es la de describir desde mi punto de vista, cómo muchas personas actúan según su esencia. Por ende, al ser un aspecto tan subjetivo y tan poco apegado al sentido teórico que nos caracteriza, te invito a ti, estimado lector a tomarte este asunto como si fuera la vida: suave, sin darle mucho a la cabeza y sin tomártelo muy a pecho. Empecemos.

En primer lugar, quiero definir lo que comprendo por alma, y ante esto, reflexiono a partir de tres instancias: ¿cómo surge?, ¿cómo existe en nosotros?, ¿qué sucede tras perecer? Siendo así, tú, que estás delante de este escrito ¿qué respondes?, ¿qué opinas?

Primordialmente, creo que surge a partir de las vivencias, se va configurando desde la más temprana sensación. Es decir, desde que nos gestan, el intercambio madre-hijo deja una huella neuronal que va marcando un ritmo, una forma de ser. Algunas veces es Hakuna Matata y otras veces es “córtenle la cabeza”.

Ante el desfile de la vida, marcha sin descanso, jadeante y con la mente en alto quién todo esfuerzo lo ve como cualquier cosa, es esa persona cuya máxima  siempre es defender, es asiduo seguidor de aquella célebre frase que dice “en la vida, he sido un hombre afortunado, pues, nada se me ha hecho fácil”. Sí bien a veces reniega de tantos esfuerzos, muchas veces, ésta es su única moneda de cambio.

De este modo, el surgimiento de cómo nos movemos en la vida, lo que nos hace ser nosotros, para mí, viene desde que integramos experiencias a nuestro ser. Así, se va desenvolviendo paso a paso mientras nos desdoblamos en la vida, y sí tomamos consciencia de esta “esencia” de cómo nos ayuda a guiarnos en diferentes situaciones entonces podemos decir que existe, ya que ¿cómo es posible decir que tenemos algo sí no hay consciencia de ello? Podemos verbalizar un “no sé qué” y allí, decidimos indagar y podemos comenzar a darle forma.

Queda, por último, resolver el asunto del después ¿qué ocurre luego? Y aquí me adhiero a algunas perspectivas que hace no mucho escuché de parte de un gran amigo, sobre una visión celta que habla más que del alma, de la reputación, cuando la cosechamos de una manera prodigiosa, con esmero, independientemente de lo que podamos tildar de “bueno o malo” esta quedará por siempre en la vida de aquellos a quienes se les contactó. Y más allá de eso, sí quedan registros de los productos de nuestras acciones, entonces, habrá una prolongación más allá de aquellos a quienes conocimos en persona. Esto es, por ejemplo, cuando tenemos contacto con ese sentimiento de bondad que podemos recoger cuando leemos un texto de parte de un personaje, o, por el contrario, ese repudio y rechazo que obtenemos al ver en los medios sobre aquella persona que cometió una serie de atrocidades. Estas personas, aunque hayan fallecido generan algo en nosotros, develan con sus actos de qué forma se dieron a conocer ante la vida y sus semejantes.

Así pues, relaciono los conceptos de alma y reputación en uno similar, ya que al no ser ninguno algo que podamos tomar con nuestras manos y ver sus características de manera figurativa, si existe un paralelismo en cuánto su importancia, su capacidad de ser “percibido” por quien repara en ellos, y así, se da cuenta de su existencia.

Algunas tipologías

A continuación, veremos algunas manifestaciones un tanto clásicas en su versión fortaleza y en su manifestación de defecto. Te darás cuenta apreciado lector, que muchas veces aquello que más nos caracteriza, si lo empleamos en exceso puede convertirse en un artificio en nuestra contra, por ejemplo, cuando nos excedemos en regar a nuestras plantas ¿Qué ocurre? El exceso de un recurso en detrimento de otros se vuelve en contra y perece aquello que queríamos cuidar. De igual manera, es conveniente comentar que pueden existir mezclas, es lo más natural del mundo, pero, habrá algunos indicios de una tipología más marcada que otras.

“Me Gustan Uniformados” El deber con Su Uniforme Lustrado

Indaguemos. En una temprana infancia, el alma aún desnuda fue bastante observadora, se dio cuenta que su medio no era de fiar, había compromisos de los que no podía zafarse, debía responder, debía satisfacer, debía sobrevivir. Así, se dio cuenta que “deber” y “querer” se forjaron como uno solo, comenzó a creer que el hacer cosas por y para otros no era descabellado, que había gozo en cumplir. Tomó las obligaciones de manera plácida, para todos fue siempre la persona espléndida, que lejos de dar problemas, se ocupaba de ellos ¡caramba, qué coincidencia! Un soldado de élite. Enfermo a veces por las reglas y porque los demás las cumplan.

Esta alma, se vio envuelta en presiones muy altas, denotaba a profundidad las complicaciones de la familia, aquellas mentiras de las que debió hacerse cargo porque parecía que nadie quería ocuparse, por lo que el clima familiar sentía que recaía sobre sus hombros pequeños. De este modo, se forjó para sí misma hombreras antes que un vestido para tapar su desnudez, de tal manera que sus compromisos por muy pesados le hicieran seguir caminando. Sin embargo, también notó, que requirió botas de combate, dado que el piso por donde debía correr sin querer realmente hacerlo, era pedregoso, muchos obstáculos había como para ir a pie descalzo, de igual manera, requirió un yelmo, alto, con penachos, pues, su inteligencia para ocuparse de los problemas era su mayor logro, así que al enorgullecerse de sí mismo decidió decorar aquello que aprendió que le haría feliz. 

Al desarrollarse y llegar a la adultez, esta alma, ya con heridas de guerra, suspicacia en sus ojos, mucho sosiego ante los improperios de otros, recato al actuar y dulzura contada solo para algunos pocos se yergue orgullosa. Mira el amanecer de todos a los que socorrió, pero ¿dónde está su propia vida? Se pregunta. La verdad nadie lo sabe. Se ocupó tanto de cumplir, de ser quién está dispuesta a servir que no sabe qué hacer por sí misma. 

Comprarse cosas, mimarse, pensar en ella antes que, en otros, anteponer sus deseos alocados antes que el qué dirán le resulta un desafío, el más peligroso que jamás ha presenciado y apenas y sabe combatirlo. No hace falta decir que le duele todo su ser cuando de pedir un favor se trata o pedir lo que sea, simplemente el recibir no está bien adaptado en su diccionario. 

Aquí, se dio cuenta que su primera divisa se devaluó ¿Qué herramientas puede emplear ahora? Su lustrosísima armadura no tiene nada similar, pero, con errores y aciertos contempló como armadura el poder decir que no sin que esté en juego su criterio y virtudes, se permitió volcar su consciencia a la locura y hacer lo que le antojaba según el momento, además dejó de darle todos sus recursos a otros y pudo darse aquellos que sintió que merecía tanto material como inmaterial, y por sobre todo, se dio el tiempo para contemplar la posibilidad que tal vez el amor que merece y quiere recibir van más allá de lo que pueda hacer, notó que la noción de cariño y amor viene por quién es, y no solo por aquello que puede fabricar en cuestión de minutos. Esta fue, la armadura del deber, su uniforme dentro de las almas era la más pesada de todas.

Hasta luego

Me despido por ahora, en el siguiente apartado comentaremos sobre el simpático buñuelo y la armadura corroída, espera paciente la segunda parte.

El sonido del amor: Mamá, ¿Puedo ir al parque?

Habita en el hombre una tendencia oculta a ser reconocido por los demás. Desde pequeñitos aprendemos a escuchar para sobrevivir. Al que no hace caso, lo carga el payaso*. Escuchar y confiar en los otros es práctico: permite conocer aquello que es, sin la necesidad de atravesar las experiencias desagradables que podrían originar este conocimiento. Los adultos en los que un niño confía son, parcialmente, los cristales a través de los cuales observa el mundo. De aquí la importancia para los padres de convertirse en figuras de apego honestas con el niño y la causa de la exaltación de la obediencia en múltiples culturas como instrumento para favorecer la supervivencia colectiva.

Sin embargo, si se persiste en considerar la aprobación u opinión de los otros como confirmación de realidad, se presentan complicaciones en la vida adulta adulta. Se traduce en la necesidad de reconocimiento. Al respecto hay múltiples teorías. En especial se levanta recientemente la de Axel Honneth (que es usada además como excusa para exigir el reconocimiento social como derecho inherente a la dignidad humana). Esta teoría del reconocimiento postula que un sujeto necesita de otro para tener una identidad estable y plena. Es decir, la dinámica social descansa sobre el principio radical del mutuo reconocimiento. Sin reconocimiento, las identidades se diluyen, el hombre no puede considerarse a sí mismo un hombre completo y sufre injustamente la privación de un derecho. Maslow se refería a esta cuestión (aunque sin considerar sus implicancias político-sociales) al hablar sobre la necesidad de reconocimiento. No obstante, es importante aclarar que Maslow distingue dos niveles en esta necesidad de reconocimiento: la social e individual. Existe la necesidad de ser reconocido por otros, pero también la de reconocerse y apreciarse a uno mismo.

Ahora bien, sucede que la estima social es variable por múltiples razones. ¿Debe serlo también el reconocimiento de uno mismo como ser capaz?. La necesidad de reconocimiento social continuo es el origen de múltiples problemas, como el desarrollo de una personalidad complaciente en exceso y la falta de asumir responsabilidades sobre las propias acciones, utilizando como escudo la obediencia a estándares externos que se asumen como válidos solo por existir fuera del sujeto en cuestión. En cristiano: cuando uno trata de confirmar la realidad a partir de lo que dicen los demás, termina por culparlos siempre, directa o indirectamente, por todos los errores que pueda cometer. Al fin y al cabo, ellos son los que tienen razón.

No te escondas Pepito

Podríamos afirmar entonces que el valor interno que le demos a la opinión de los otros es inversamente proporcional, se desee o no, a la seguridad que poseamos en nuestros propios juicios. Existe una forma simple de evaluar esto: cuando mi opinión y la de los demás es opuesta, ¿Cuál pesa más? Si es siempre la de los demás, tenemos un problema de responsabilidad sobre nuestras decisiones y sobre el valor que damos a nuestras propias apreciaciones. Por el contrario, si la perspectiva propia tiene más peso en nuestro fuero interno que las ajenas, nos consideramos en igualdad de condiciones frente a los demás. Esto, porque a quien más afectan nuestras posiciones es a nosotros mismos. Necesitamos estar seguros de las posturas sobre las que sufriremos consecuencias tarde o temprano.

No debe confundirse esta última actitud con evitar todo tipo de duda sobre una posición adoptada. Es necesario dudar para afirmarse en una opción determinada, lo que no es saludable es dudar continuamente a causa de un menosprecio de la propia capacidad.

Pero, ¿No decías que escuchar a los demás era una forma de supervivencia útil? Definitivamente, aunque no puede ser permanente. La confianza ciega en el entorno es eficiente mientras nuestra capacidad de juicio sea inferior a la del medio. Una vez llegada la adultez, y gracias al proceso de individuación y afirmación que se da usualmente durante la adolescencia, es necesario que la presión social pase a un segundo plano frente a las preferencias del individuo.

Y, ¿Por qué hablamos del sonido del amor en el título? Porque el consejo y escucha continuas suele confundirse con amor. Especialmente destacan los vínculos exagerados con los padres: pedir opinión para vestirse, elegir un trabajo, una carrera, etc. El común de la gente pretende asociar las voces de consejo con muestras de amor, cuando muchas veces prevalece en ellas una catarsis personal, un culto ególatra o una visión muy parcializada por cualquier otro motivo en el consejero.

No todo consejo es malo, no. No todos los demás están siempre equivocados. Pero hay que sacar cara primero por uno mismo, para eso hay que estar seguros, pensar, pensar mucho porque hace falta. Saber que quien saldrá ganando o perdiendo seremos nosotros mismos. Si somos honestos, si somos responsables, si acogemos nuestra voz interna con amor.

*El payaso de rodeo tiene la misión de alejar el toro del vaquero cuando cae a tierra. Lo peor que puede pasar es que no le quede más remedio que cargar al retador cuando el peligro es excesivo.

Referencias:

Gandler, S. (2018). Historical Ethos, Quadruple Ethos of the Capitalist Modernity and Baroque Ethos: Contributions of B. Echeverría for a Critical Theory from the Americas. 마르크스주의 연구15(3), 274-318.

Heidegren, C. G. (2002). Anthropology, social theory, and politics: Axel Honneth’s theory of recognition. Inquiry45(4), 433-446. https://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1080/002017402320947531

Huitt, W. (2007). Maslow’s hierarchy of needs. Educational psychology interactive23. http://www.rlifiles.com/files/en/2015_Grad_F.pdf

Van Leeuwen, B. (2007). A formal recognition of social attachments: Expanding Axel Honneth’s theory of recognition. Inquiry50(2), 180-205. https://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1080/00201740701239897

Detrás de la máscara de un mitómano

Alguna vez en nuestra vida nos hemos puesto a pensar por qué mentimos; y es innegable el hecho de que todas las personas en el mundo alguna vez han mentido por diferentes circunstancias, siendo considerada muchas veces una estrategia para no tener que enfrentar la realidad o tener que asumir las consecuencias de nuestras propias acciones.
Un estudio realizado en la universidad de Massachusetts nos mostró que el 60% de las personas mienten al menos una vez durante una conversación de 10 minutos. Y es que el individuo empieza a mentir desde la infancia y los sigue haciendo hasta la adultez, pero ¿Cuándo es que esta mentira esporádica podría considerarse una mitomanía?
Conociéndose también con los nombres de seudología fantástica o mentira patológica, la mitomanía suele ser una conducta adictiva y repetitiva no teniendo un motivo o circunstancias válidas. Para el mitómano el mentir se convierte en un hábito, siendo una forma de relacionarse con los demás, lo que los pude llevar a crear historias insostenibles, y aunque se puedan dar cuenta de que las otras personas los han descubierto pueden seguir mintiendo y complicar aún más su narración. Por lo que este trastorno puede llegar afectar todos los aspectos de la vida de la persona que lo padece tanto en el ámbito laboral, familiar, sentimental y social, siendo muchas veces incapaz de darse cuenta de qué es lo que origina estos problemas.

Por lo que es relevante conocer cuáles son los síntomas de un mitómano:

  • Manifiesta niveles de ansiedad altos cuando tiene frente a él las condiciones ideales para poder mentir.
  • Pensamientos recurrentes que lo llevan a mentir.
  • Manifiesta dificultad para poder resistir el impulso de mentir.
  • Siente satisfacción cuando los demás descubren las mentiras.
  • Presenta baja autoestima.
  • Pocas habilidades sociales.

Todos estos síntomas también pueden provenir de un trastorno de personalidad antisocial o personas con dependencia de sustancias. El mitómano se siente más cómodo mintiendo que diciendo la verdad ya que este trastorno es una conducta adictiva. La edad promedio de origen es a los dieseis años.
El 40% de mitómanos presentan anomalías en el sistema nervioso, presencia de epilepsia, traumatismo cráneo encefálico o infección.

Cómo identificar a un mitómano:

  • Con frecuencia hablan de sus experiencias y logros en los que figuran como victoriosos o heroicos.
  • También suelen contar historias en las que ellos son las victimas en busca de simpatía.
  • Sus narraciones siempre están bien elaboradas y están llenas de detalles.
  • Se caracterizan por tener diferentes versiones de la misma historia.

El mentir compulsivamente podría afianzarse como consecuencia de los castigos recibidos en la niñez. Lo que nos indica que no hay que castigar a los infantes cuando dicen pequeñas mentiras que son producto de su imaginación y forman parte de un estado evolutivo. Ya que lo que se origina es reforzar un comportamiento negativo; siendo relevante explicarles la diferencia entre realidad y fantasía.

¿Qué le sucede al cerebro de un mitómano?
Las mentiras le pueden proporcionar al individuo, cierto nivel de satisfacción; el saber que cada una de las mentiras que pueda decir tienen cierto nivel de peligro produce una descarga de adrenalina en el cerebro actuando como un reforzador fortaleciendo la respuesta mitómana y convirtiéndose en un círculo vicioso.
Investigadores del University College de Londres nos dicen que es importante conocer que cuando mentimos por primera vez para obtener algo, se origina una activación en la amígala; la cual tiene la función de originar sentimientos negativos que nos hayan sentir mal, limitando el alcance de la mentira.
Actualmente neurocientíficos de la Universidad de California del Sur encontraron que el cerebro de los mitómanos es ligeramente diferente de los individuos que dicen la verdad. Teniendo 26% más de sustancia blanca en la corteza prefrontal.
La sustancia blanca tiene como función la transmisión de la información por lo que al haber un incremento de las misma hay una mayor capacidad cognitiva para poder procesar las mentiras y poder manipular.
Muchas veces las historias contadas por los mitómanos pasan como creíbles ya que cuentan con abundantes detalles. Lo que conlleva a pensar que el individuo a estado procesando a minuciosamente toda esa información.

El pensamiento de un mitómano
Tras la mentira patológica o mitomanía hay una persona con baja autoestima, tiene el pensamiento de que si se muestra tal y como realmente es, no será aceptado por los demás. Los mitómanos están caracterizadas por poseer una personalidad insegura; y sus mentiras con frecuencia son un plagio de ideas, pensamientos y vivencias de los otros; siendo usualmente de personas que ellos admiran. Al presentar pocas habilidades sociales hacen uso de las mentiras para poder parecer más interesantes ante las personas que lo rodean.
Citando a la doctora Maricarmen Jiménez Colín del Departamento de psiquiatría y salud mental de la UNAM; nos dice que la mitomanía es una falsificación desproporcionada que puede llegar a ser extensa, complicada o presentarse durante años o incluso toda la vida.
Es importante conocer que el mitómano dice mentiras con dos fines, el primero, para poder obtener algún beneficio; y el segundo, para poder construir una imagen y así poder ganar la admiración de los demás.
Como se dijo, suele estar vinculado a diferentes trastornos mentales, como el trastorno histriónico, el antisocial, el límite, el facticio o el narcisista.

Tratamiento
El mitómano no es capaz de reconocer que lo que está haciendo trae problemas, por lo que es relevante que la persona quiera cambiar por si sola; ya que la mayoría de estas personas que llegan buscando ayuda solamente lo hacen por haber sido obligados por sus familiares o por razones médico-legales.
Por lo que si el mitómano necesitase un tratamiento psicológico, la más factible es la psicoterapia cognitiva conductual, ya que lleva al individuo a un análisis de la situación; aclara cómo es que funciona la persona; cuál es el entorno en el que se da la problemática y cuáles son las consecuencias que trae consigo. De esta forma, el individuo podría darse cuenta de la situación y poder tomar la decisión de realizar un cambio.
En algunas situaciones el tratamiento psicológico va acompañado de fármacos.
Para que el tratamiento pueda ser efectivo se necesita la ayuda profesional, compromiso del paciente y apoyo o colaboración de su entorno.

PALABRAS CLAVES: Mitómano, adrenalina, narcisista, capacidad cognitiva.

REFERENCIAS

  • Dike, C. (2008). ¿Mentira patológica síntoma o enfermedad? Recuperado de https://www.psychiatrictimes.com/view/pathological-lying-symptom-or-disease
  • Linares, R. (2021). La mentira como forma de vida. Recuperado de: https://www.elpradopsicologos.es/blog/mitomania-mitomano-mentiroso-compulsivo
  • Mitomanía o la forma compulsiva de mentir – Ciencia UNAM.

El origen de lo ineludible

Palabras clave: Albert Camus, el dilema,El mito de Sísifo, suicidio, el absurdo, el salto de fe.

¿Qué pensarías sí te digo que al día en la ciudad de Arequipa se está registrando de dos a tres intentos de suicidio y la situación se está volviendo mucho más caótica y preocupante respecto a la salud mental? El médico psiquiatra Edwin Casaverde, del hospital Honorio Delgado ya nos estaba advirtiendo de esta situación y nos comenta que se está agravando por la inestabilidad política y la crisis económica y también por los cuadros depresivos en la población tanto adolescente y adulta joven.

Ahora bien, mi cometido en esta oportunidad es precisamente solventar esta disyuntiva acudiendo a un autor francés del siglo XX cuyos escritos marcaron está época. Albert Camus. ¿Estás preparado para afrontar verdades dolorosas inminentes?

El dilema del «para qué», si la respuesta es afirmativa, es cuestión de abrir el telón y demos comienzo al espectáculo. La mejor manera de comenzar con las peripecias que hoy nos atañan es relatando un mito narrativo trascendental en la filosofía de Albert Camus.

«El mito de Sísifo»

Así pues, según la mitología griega Sísifo fue el primer rey de la ciudad de Efira, actualmente conocida como Corinto en La Ilíada y la Odisea de Homero. El gobernante es descrito como un personaje ambicioso, déspota y cruel pues no se resistía a emplear la violencia en pos de mantenerse en el poder y conservar su influencia ante adversarios, además muestra poco o  ningún resentimiento al engañar y asesinar a quién fuera necesario. Bien es cierto, que Sísifo hizo algo que nadie tuvo la osadía de hacer: imponer su voluntad infringiendo las normas de los dioses para con el resto de mortales. De tal modo que, los dioses decidieron en conjunto la sentencia que se le adjudicará, ¿La humillación eterna? ¿Desempeñar alguna labor útil para ellos? ¡pues nada de eso! la pena que debía cumplir el hombre era experimentar de primera mano el sinsentido durante el resto de la eternidad…

Para ellos el castigo que se le impuso a empujar una gran piedra redonda desde la base de una montaña hasta el punto de partida para volverla a subir una y otra vez, fue la perfecta humillación para el rey burlón.

Este relato despertó la curiosidad del pensador francés, quién publicó en el año de 1942 un ensayo titulado «El mito de Sísifo» donde se realiza un comentario crítico acerca del mismo fundamentado con las máximas y principios básicos de su particular corriente filosófica: el absurdismo.

Este término acorde a Camus explica los esfuerzos realizados por el ser humano para encontrar un significado dentro del universo mediante los fracasos estrepitosos por definición puesto que no existe una explicación racional capaz de unificarlo todo (mucho ojo) no es que el mundo parezca absurdo,ni tampoco el hombre como tal es absurdo, sino es cuando la apetencia por buscar un efecto para cada causa, una razón para cada hecho y un todo para cada parte se encuentra ductilidad a un principio racional y razonable y creemos que sabemos.

Sin embargo, nuestro conocimiento es una mota de polvo en comparación a lo que ignoramos. Bajo dichas circunstancias, lo más sensato habría sido lo contrario a negarse rotundamente a esa rebelión, es decir, el absurdo. De manera análoga, al mito de Sísifo, gran parte de nuestra existencia,  la esperanza en el mañana, es que estemos un paso más cerca de la muerte, por ello, el preciso instante en el que uno realiza un profundo acto de introspección y se percata del carácter maquinal de la vida en primera persona es sumamente impactante.

Mientras redacto las líneas, pensaba en la segunda Guerra mundial, ya que ésta construyó un caldo de cultivo para la gestación de las ideas del pensamiento absurdista. Especialmente en las devastadas ideas de este concepto en el modus vivendi contemporáneo, sin duda el ejemplo más destacable que nos ofrece el pensador es el del obrero, ya qué llegó un momento en el que el escenario vital cae por su propio peso: levantarse, manejar, trabajar,  comer rápidamente, trabajar otras tantas horas, cenar, dormir y repetir el ciclo lunes, martes…es jueves, viernes y sábado durante todas las semanas hasta que un día cualquiera surge el inevitable ¿para qué? Y es entonces cuando se acentúa esa condición teñida de repugnancia.

Así mismo es menester destacar la referencia de Simone de Beauvoir con respecto al castigo de la piedra. Pocas tareas se asemeja más a la tortura de Sísifo, el trabajo doméstico con su infinita repetición. Lo limpio se ensucia y lo sucio se limpia, una y otra vez; jornada tras jornada. Actividades tan mundanas como comer, dormir, hacer ejercicio o mantener relaciones sexuales, tampoco se escapan a esta dinámica.

El remedio

Albert Camus

Además el francés nos ofrece arquetipos bastante representativos del hombre absurdo que merece la pena repasar.

Pero antes que nada Camus examina minuciosamente la posibilidad del problema filosófico dónde el hombre se vuelve consciente de su miseria, la auténtica tragedia a la par que los pensamientos que sucumben al volver de la oficina, al limpiador tras terminar trapear el suelo, al seductor nada más que conquista otra mujer, al actor jugar su papel y la fugacidad de la vida en combinación con la impotencia que uno atraviesa cada vez que grita desesperadamente al vacío para hallar una respuesta y se topa con el más absoluto y atronador silencio, eso es en definitiva…El absurdo.

Probablemente muchos de nosotros pensarán ¡Qué horror de vida! ¡Esto es insufrible!  y con razón pues la primera parte de la reflexión no invita precisamente al optimismo qué hacemos entonces pues no nos queda más remedio que seguir con el hilo conductor del francés para averiguar cuáles son las opciones a nuestra disposición concretamente son tres los caminos que podríamos adoptar para con esta problemática tan apremiante.

Camus examina minuciosamente la posibilidad del suicidio. De ello el autor considera que el único problema filosófico realmente serio es el suicidio, el resto de cuestiones tales como lo real, qué es la justicia, existe el libre albedrío, existe Dios o hay algo después la muerte, son pasatiempos secundarios en comparación con el asunto que precede con observación a lo expuesto anteriormente. Cabría pensar que está alternativa no resulta tan descabellada como parece desde fuera a fin de cuentas si el problema radica en la toma de conciencia acerca de la fatal condición de la existencia humana. ¿No sería acaso una buena idea suprimir dicha existencia? ¿No sería la solución más coherente eliminarnos del mapa? ¿qué fácil verdad? pues no. El pensador defiende que al quitarse la vida uno confiesa subrepticiamente que no merece la pena vivir en sí y eso es falso.

Para Camus, no hay nada que refuerce más el absurdo que el hecho de acabar con la vida voluntariamente debido a la presencia del absurdo, darse es equivalente a confesar que la vida no supera o directamente que no la hemos entendido al no hallar una respuesta inexistente. Encierra una contradicción querer marcharnos por el absurdo pero hacerlo implicaría una resignación total ante el absurdo lo cual es el absurdo en el apego de un hombre a su vida, puesto que hay algo más poderoso que todas las miserias del mundo en un juicio corporal equivale a lo espiritual en consecuencia el cuerpo retrocede ante el aniquilamiento, el hombre es al absurdo como el absurdo es al hombre, se puede vivir con él. No obstante, ¿Cómo podría uno convivir con el absurdo sin hundirse ante su presencia? ¿Acaso estamos capacitados para soportarlo?

«Sobre todo mirarlo«

Monumento de Søren Kierkegaard

El autor, a su vez, plantea «el salto de fe» como elección moral y epistemológica, que consiste la adopción de un sistema de creencia religioso espiritual cuyas ideas estén justificadas por la existencia de un sentido vital divino o trascendente y absoluto, esto es una concepción de la realidad bajo un marco desde que trascienda. Según el filósofo Søren Kierkegaard, el padre del existencialismo, nos propone un salto de fe hacia lo intangible y empíricamente indemostrable, puede ser considerado como una postura sumamente irracional pero también necesaria, ya que vivir es lo más sensato cuánto menos que depositar nuestras esperanzas en un ente omnipotente y omnipresente que otorga una respuesta definitoria, puesto que es contraproducente o inútil. ¿Qué nos queda entonces?

La posición del escritor advierte que uno no ha de imaginar a Sísifo como un ser miserable pues el héroe ya es perfectamente consciente de su castigo y por tanto no espera que su situación vaya a  mejorar. Tampoco ruega a los dioses a la desesperada para que le vuelvan de sus cargos ni mucho menos se inventa esquema mentales que excusan su sufrimiento en su lugar al final comprende a cabalidad que haga lo que haga nada tiene sentido lo único que le queda es sublevarse en contra de los dioses bajando al pie de la montaña para empujar hacia arriba de nuevo la tarea es inútil su destino es inevitable en lo sabe y aún así continúa haciéndolo.

Es precisamente el reconocimiento de la verdad lo que acaba conquistando porque lo que buscaban los dioses desde un principio no era que cargara con la piedra sin más, sino que se cuestionara porque tenía que hacerlo una y otra vez. La verdadera tortura es ese «para que»  nunca fue desde el momento en el que Sísifo disfrute de su castigo sin cuestionarse lo que lo sobrepasa y es liberado del mismo ya que el castigo deja de ser castigo y lo más pertinente es que se vuelve en aceptación. Un estado en el que el individuo no solo reconoce la estampa absurdista sino que se apropia de ella. Le toma gusto, la vive en paz da entierro al problema y este se confronta por medio de la ciencia de sabiduría y paciencia  transformando en regla de vida lo que antes era una invitación a la muerte, ahora bien cómo puede uno encarar dicha verdad y coger el toro por los cuernos, es mejor que darle las espaldas. 

Pero hay que tener cuidado,  la noción de aceptación que el escritor proclama es un tanto difícil de entender pues está viene acompañada de la resignación y al mismo tiempo de una actitud activa y lúcida, por lo tanto constituye una aparente contradicción, si el absurdo está ahí y lo acepto pero esto no implica que no deba despreciarlo, desafiarlo o rebelarse contra él, en el acto de rebeldía el sujeto admiten conscientemente la puesta en escena del absurdo y a la par manifiesta expresamente su disposición a encararlo el autor declara vivir una experiencia, un destino.  Implica aceptarlo plenamente pero no viviremos tal destino sino hacemos todo lo posible para actualizar nuestra conciencia frente al absurdo, darle vida es sobre todo mirarlo.

La rebeldía consiste en la confrontación perpetua y directa del hombre con su propia oscuridad, es cuestionar el mundo a cada segundo. No hay aspiración, esperanza, deseo, ya que su única verdad es el desafío y la decisión más importante que toma cada día es la de no eliminarse.

El origen de lo ineludible es admitir que podamos reírnos de pensamientos que puedan parecer escalofriantes, deprimentes y asoladores, más pobre del ser humano que jamás se haya cuestionado estos interrogantes o peor aún, que los haya barajado sin atreverse a confrontarlos debidamente.

Referencias

  • Camus, A. (1942) El Mito de Sísifo. Madrid: Alianza.
  • Kierkegaard, S. (1984) La desesperación es “la enfermedad  mortal”. Madrid: Sarpe S.A.
  • Navarro, L. (2004) El malentendido de Albert Camus. Madrid: Alianza.

Desconocimiento, y miedo a las vacunas

El proceso de vacunación puede ser rastreado a 1796, cuando Edward Jenner observo que las mujeres que estaban expuestas a las llagas de vacas infectadas con viruela bobina, mostraban mayor resistencia a la variante humana. Como resultado de esta hipótesis, años mas tarde el Dr. Pasteur postuló que las enfermedades podían ser atenuadas, si se introducía intencionalmente un virus o bacteria debilitado. Postulado que puso a prueba en 1885, cuando trató exitosamente el caso de un niño mordido por un perro con rabia. En la actualidad, se puede afirmar que gracias a esta práctica, virus como el de la viruela fueron declarados erradicados (American Academy of Pediatrics, s. f.).

La vacunación como proceso de inmunización global, puede ser considerado como uno de los grandes éxitos de la humanidad (Garcia Sanchez, 2017). La incidencia de fatalidades tras la inoculación es muy baja si se compara con los pacientes que no recibieron ningún tratamiento. El procedimiento de acción consistente en la introducción de un microbio invasor, el cual se encuentra muerto o debilitado, tras el reconocimiento del sistema inmune, se generan anticuerpos preparados para combatir posibles infecciones (OMS, s. f.).

Miedo a las vacunas

El miedo es una emoción caracterizada por un intenso sentimiento de desagrado, provocado por la percepción de un peligro real o supuesto. Esta reacción es natural, puesto que prepara al cuerpo ante una amenaza. (Riera Peraferre, 2013)

El miedo a las vacunas puede centrarse en dos puntos, los grupos activistas que rechazan activamente el proceso de vacunación, y las personas que al no encontrarse del todo seguros prefiere no “arriesgarse”. En ambos casos, se evidencia que tras haber erradicado varias enfermedades, disminuyendo el grado de propagación y los efectos de las mimas, se a perdido el miedo; cambiando este por el miedo a los efectos secundarios de las vacunas.(Garcia Sanchez, 2017)

Los grupos activistas suelen tener ideologías prestablecidas, presentando información bajo la perspectiva de su opinión o religión. Estos grupos suelen considerar que su perspectiva es la correcta, negando el debate o estudio de perspectivas adicionales. Lo que puede conllevar a la aparición de sesgos. Es decir, que estos grupos pueden distorsionar o negar información acorde a sus ideales.

Por otra parte, el grupo que parte del desconocimiento suele ser mas receptivo en el estudio o debate. Lo que permite establecer sesiones psicoeducativas, dado que en su mayoría relaciona su miedo al desconocimiento, la desinformación y la asociación a experiencias negativas, que no necesariamente guardan relación.

Tripanofobia, qué es y cómo superar el miedo a las inyecciones


Medios de comunicación.

Los medios de comunicación son un punto importante a tomar en cuenta, puesto que la influencia que estos tiene en la percepción de la población es muy grande.  Un claro ejemplo es lo ocurrido durante el año 2018 en Brasil, durante la campaña de vacunación contra la fiebre amarilla. Se esparcieron rumores en redes sociales sobre la peligrosidad de las vacunas, llegando a afirmar que tras la inoculación se podría perder la vida. Situación que redujo el alcance programado del 95% al 76% (Mejia et al., 2020).

En Perú, se observó que tras la propagación de informacion errónea la comunicación entre amigos o familiares brindaba cierto grado de fiabilidad, lo que contribuía a la propagación de miedo y exageración. Por otra parte, se demostró que el grado de educación influye en la reducción de la propagación del miedo (Mejia et al., 2020).

Cómo afectan los Medios de Comunicación en los Adolescentes? – Fundación  APTA

Conclusiones

El miedo generalizado está asociada al desconocimiento. Por lo que, este se suele remediar con la educación, lo que representa una responsabilidad tanto para el gobierno como para la población. Entonces, si se comparte posts no verificados, se puede contribuir a la desinformación.

La incidencia de efectos secundarios y enfermedades relacionadas se da en situaciones muy específicas. Dado que en su mayoría, las vacunas no presentan efectos que contribuyan en la aparición de enfermedades, ni mucho menos en la aparición de situaciones de riesgo de vida. No obstante, el proceso de vacunación requiere de una supervisión cercana, dado que existe la posibilidad de reacciones alérgicas.

El proceso de vacunación puede ser opcional en circunstancias controladas. Sin embargo, cuando se establece situaciones en las que el bienestar de la población en general se está comprometido, las políticas de salud pública pueden imponer medidas restrictivas para reducir la propagación de enfermedades.

Por último, se requiere impulsar programas de alfabetización digital. Se a demostrado, que la influencia de los medios de comunicación influye en las creencias y acciones de la población. Por lo que, si estas provienen de medios no confiables pueden acarrear conflictos que ponga en riesgo la salud pública.

Recomendaciones

Tras el reconocimiento de educar a los grupos poblacionales, Canadá emitió una guía de trabajo con padres indecisos con el proceso de vacunación (MacDonal et al., s. f.).

 Este se compone de 5 puntos:

  1. Entender las preocupaciones especificas de los padres.

Escuchar atentamente, no a todos les preocupa los mismo. Contrastar las dudas de los padres, poner en valor las causas, destacando los datos negativos de las enfermedades, como la muerte o lesiones que acaben en discapacidad.

  • Utilizar técnicas de entrevista motivacional.

Usar supuestos que generen el escenario ¿Cómo te sentirías si tu hijo tuviera una enfermedad grave por no haberle vacunado? Usar cifras positivas, “ las vacunas son efectivas en el 99% de los niños”, mejor que “hay 1% de efectos secundarios”.

  • Ser firmes en el mensaje, usar un lenguaje claro al hablar de los riesgos de la enfermedad.

Repetir el mensaje, informar sobre evidencias de beneficios y riesgos equitativamente.

  • Proponer a los padres técnicas para el control del dolor al vacunar.

Como el uso de hielo, analgésicos y antinflamatorios de uso tópico y oral.

  • Evitar el rechazar o dejar de atender a los niños no vacunados.

El rechazo o discriminación, puede contribuir entorpecer el dialogo.

Referencias

American Academy of Pediatrics. (s. f.). Historia de las vacunas. HealthyChildren.org. Recuperado 11 de octubre de 2021, de https://www.healthychildren.org/Spanish/safety-prevention/immunizations/Paginas/History-of-Immunizations.aspx

Garcia Sanchez, N. (2017). Hablemos de Vacunas. https://archivos.fapap.es/DetalleArticulo/_l1urTLlmMtVrea6WrA0sG_M2Fx54BM31SXAQLUqI_fmsceXdvIqbpxm0DoceT9QksNIAnH4-9xW0_yGAM_n2SQ

MacDonal, N., Desai, S., & Gerstein, B. (s. f.). Working with vaccine-hesitant parents: An update | Canadian Paediatric Society. Recuperado 12 de octubre de 2021, de https://www.cps.ca/en/documents/position/working-with-vaccine-hesitant-parents

Mejia, C. R., Rodriguez-Alarcon, J. F., Garay-Rios, L., Enriquez-Anco, M. de G., Moreno, A., Huaytán-Rojas, K., Huancahuari-Ñañacc Huari, N., Julca-Gonzales, A., Alvarez, C. H., Choque-Vargas, J., Curioso, W. H., Mejia, C. R., Rodriguez-Alarcon, J. F., Garay-Rios, L., Enriquez-Anco, M. de G., Moreno, A., Huaytán-Rojas, K., Huancahuari-Ñañacc Huari, N., Julca-Gonzales, A., … Curioso, W. H. (2020). Percepción de miedo o exageración que transmiten los medios de comunicación en la población peruana durante la pandemia de la COVID-19. Revista Cubana de Investigaciones Biomédicas, 39(2). http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_abstract&pid=S0864-03002020000200001&lng=es&nrm=iso&tlng=es

OMS. (s. f.). Vacunas e inmunización: ¿qué es la vacunación? Recuperado 11 de octubre de 2021, de https://www.who.int/es/news-room/q-a-detail/vaccines-and-immunization-what-is-vaccination

Riera Peraferre, G. (2013). Estrategias para minimizar el dolor, el estrés y el miedo a la vacunación  infantil.

¿Cómo aprendí a querer?

Deberíamos hacernos esta pregunta más seguido y tal vez podríamos descubrir que podemos modificar y restablecer la forma en la que nos relacionarnos con los demás, una forma que se adapte más a nuestro presente.

Para entenderme en relación a los demás y cómo es que los “quiero” es importante entenderme primero como individuo. Según la teoría del apego, el niño aprende a entenderse como un individuo a partir de los dos años en adelante, cuando empieza a desplazarse y experimentar su autonomía, en definitiva, aún no entiende conceptos abstractos, por lo que la simbología que contiene su lenguaje es aún muy limitada, sin embargo; su mundo emocional es abundante e intenso. Sin siquiera terminar de comprender el lenguaje es a través de la profunda y estrecha relación con sus figuras de apego, padres o cuidadores, que establece una conexión vincular por la cual adquiere (durante el primer año de vida) el núcleo necesario para experimentar, expresar y modular sus emociones. (Di Bartolo, 2016).

La mentalización como la intérprete sensible de nuestras emociones.

¿Qué quiere decir mentalizar al otro?

Es la capacidad de una persona de interpretar sus estados mentales, con la noción de que posee y experimenta emociones, y así, a su vez, reconoce que el otro también las vive, por lo tanto, al identificarlas, las refleja y permite al otro ser consciente de las suyas propias.

Ya ¿Y en simple?

Por ejemplo: es como si la madre le prestara a su hijo, su mente para ayudarlo a reconocer, regular y organizar sus primeras emociones. (Di Bártolo, 2016).

  • “Cuando no tienes ganas de jugar con tus juguetes favoritos, es porque estás triste”
  • “¿Pasó algo que te pusiera triste?”
  • “Es válido que te sientas triste por eso, porque es importante para ti.”
  • “Cuando uno está triste a veces llora o no tiene muchos ánimos.”
  • “A mí me pone triste, cuando sin querer te haces daño y te duele.”

Como vemos en los ejemplos anteriores, la madre interpreta lo que el niño está sintiendo y se lo cuenta, también ayuda mucho cuando ella misma valora y expresa sus sentimientos con naturalidad y se permite sentirlos sin culpa ni vergüenza.

Pero conforme crecemos y vamos adquiriendo mayores responsabilidades y afrontamos nuevos retos, las emociones tienden a ponerse un poquito más complicadas de asimilar, como cuando sentimos decepción, frustración, irritabilidad, ira o cuando necesitamos consuelo. En estas ocasiones será determinante la observación sensible del cuidador, ya que si no logra reconocer y regular sus emociones cuando vive situaciones estresantes, no podrá ser el modelo adecuado para su hijo.

¿Cuántos de nosotros vivimos así?

 . . .

El inicio del desarrollo afectivo

Los primeros referentes emocionales son nuestros principales cuidadores, nuestras bases seguras, desde las cual voy a prendiendo a explorar el mundo para ver cuán seguro es, si me encuentro ante situaciones difíciles y complicadas. Pero sé que puedo volver a un lugar seguro (padres o cuidadores), aprenderé a confiar en mí mismo y en mis capacidades, por lo que mi forma de responder a los demás estará basada en el amor y confianza. Si por el contrario, al explorar, cuando voy en busca de seguridad, encuentro figuras, indiferentes, negligentes, abusivas e injustas; el miedo y la preocupación conducirán mi vida. Y no solo terminaré creyendo que el mundo es un lugar atemorizante e inseguro si no que aprenderé algo que dejará una huella firme y casi permanente en la formación de mi autoconcepto, ya que por lo general estas circunstancias de maltrato se mantienen y dan paso a la contundente y silenciosa idea de sentir que: No soy suficiente.

Ya el niño desde las primeras interacciones dentro de la barriga puede saber que tan disponible se muestra la madre a sus demandas, por lo que al primer año de vida puede entender cómo debe relacionarse con sus padres para conseguir satisfacer sus necesidades básicas tanto emocionales como físicas. ¿Es acaso el niño capaz de preguntarse a esa edad, o si la manera en la que recibe amor y se relaciona con los demás es la correcta? ¿lo hace alguna vez?

Puede ser que siga teniendo la misma imagen de mí mismo, desde de niño sin haberla nunca cuestionado.

Mucho de cómo somos al crecer, viene desde nuestra infancia, en la que se formaron nuestras bases emocionales que nos dieron una idea de quienes creemos que somos, bases que nunca cuestionamos porque no somos conscientes de cómo se formaron, siendo muy difícil de precisar en qué momento comenzaron a existir o de si podemos cambiarlas.

¿Cómo aprendí a querer? Esta pregunta de carácter filosófico nos regala una gran reflexión y sobre todo una gran oportunidad: la de reinterpretar nuestras propias narrativas, sí, esas que llevamos años contándonos a nosotros mismos, tal vez la pregunta por sí misma no sea suficiente para develar “el gran secreto”, pero si nos permite cuestionarnos, tal vez por primera vez: ¿Cómo es que yo quiero? ¿A dónde me ha llevado mi forma de querer? ¿Me quiero, como quiero? ¿Cómo estoy dejando que me quieran?

Puede que no conecte con la respuesta al instante, pero me dará una pista, ya que si no me siento contento con cómo estoy entendiendo el amor, ni encuentro una forma en la que relacionarme con los demás me sea cómoda, es posible que pueda hacerme cargo y buscar reestructurar mis pensamientos y creencias por otras con las que me sienta más a gusto, puedo tomar el control y decidir trabajar en nuevas formas de relacionarme con los demás.

Ya que hace poco conmemoramos es Día de la Salud Mental es importante tener en cuenta que la intervención de los profesionales psicólogos, es oportuna y necesaria ya que es la guía que necesitamos para construir nuevos y mejores caminos teniendo como meta alcanzar el bienestar emocional y por lo tanto social, de uno mismo y hacia los demás.

“Ya que el fin de la terapia no es solo comprender y explicar, es construir, a través de la sintonía emocional, la relación de apego dañada”.

Inés Di Bártolo

Palabras clave: desarrollo afectivo, infancia, relaciones interpersonales, vínculo afectivo.

  • Fuentes:
  • Di Bártolo I. (2016). El apego, cómo nuestros vínculos nos hacen quienes somos. Buenos Aires: Lugar editorial.
  • Cortés C. (2018). Mírame, siénteme. Estrategias para la reparación del apego en niños. España: Editorial Desclée De Brouwer.

El Síndrome de Guillain-Barré, desde la perspectiva de la psicología

El Síndrome de Guillain-Barré es una enfermedad del sistema neurológico que se presenta mediante la parálisis de miembros superiores e inferiores; es una afección poco conocida cuyas consecuencias pueden ser fatales y que se observa habitualmente en personas con cuadros infecciosos graves en desarrollo, siendo el caso más extremo la parálisis de músculos fundamentales como el corazón o los pulmones, hecho que puede causar la muerte del paciente.

El Perú no es ajeno a esta enfermedad, según datos del Centro Nacional de Epidemiología Prevención y Control de Enfermedades del Ministerio de Salud, actualizado al 08 de enero del 2020, entre el 2018 y 2019 se registraron 1382 casos de Síndrome de Guillain-Barré en todo el Perú, de los cuales 12 se dieron en la ciudad de Arequipa. Así también se encuentra que entre el 2019 y principios del 2020 se registraron 39 defunciones, a nivel nacional.

Según la Organización Mundial de la Salud (2020), el Síndrome de Guillain-Barré “… es un trastorno en el que el sistema inmunitario del organismo ataca el sistema nervioso periférico, que puede ser desencadenado por diversas infecciones…”. (p. 1). Por otro lado, la OMS (2020) define a las enfermedades infecciosas como: “… afecciones causadas por microorganismos patógenos como las bacterias, los virus, los parásitos o los hongos. Estas enfermedades pueden transmitirse, directa o indirectamente, de una persona a otra…”. (s.p.).

Contexto de la enfermedad

El Síndrome de Guillain-Barré es una enfermedad poco conocida, que si no se diagnostica a tiempo puede causar la muerte de la persona que la padece, por lo que debe considerarse como una emergencia médica y más aún en personas que tienen algún tipo de cuadro infeccioso grave, debido a que estudios actuales, esto podría influir para que este síndrome avance de forma rápida.

Posibles situaciones en las que el SGB puede desarrollarse

La falta de prevención ante la presencia de síntomas iniciales, confundiéndolos como la consecuencia de hacer mucha actividad física, esperando que se alivien en el transcurso de los días mientras la enfermedad avanza.

Pensar el que el SGB es una enfermedad aislada y que no es la consecuencia de una enfermedad infecciosa más grave.

No tratar el SGB como una emergencia médica (mal diagnostico), y el desconocimiento de las personas acerca de que el estado garantiza el tratamiento gratuito para pacientes con SGB.

Aleatoriamente se han identificado las posibles circunstancias que pueden causar estas situaciones, como son la desinformación acerca de cómo reconocer los síntomas iniciales, la falta de fuentes de información que expliquen la asociación entre el SGB con otras enfermedades infecciosas graves, atención y personal deficiente en los centros de salud y por último la falta de difusión por parte del gobierno y el MINSA sobre el tratamiento gratuito que brindan los establecimientos de salud pública, en casos de SGB, ya que el costo del tratamiento en una clínica privada puede llegar a ser de cincuenta mil soles.

Criterios de diagnóstico médico

El Síndrome de Guillain-Barré (SGB) es un trastorno poco frecuente que puede ser desencadenado por una infección grave en proceso, en donde el sistema inmunitario ataca los nervios que transmiten las señales al cerebro, lo que provoca debilidad, entumecimiento o parálisis, conduciendo a la muerte de la persona que lo padece. Este síndrome generalmente avanza en un plazo de dos a cuatro semanas después de que comienzan sus primeros síntomas, pero han existido variaciones en donde puede desarrollarse plenamente sólo en los primeros días de haberse manifestado. Respecto a su tipología podemos resaltar dos formas, como la debilidad muscular progresiva que comienza en la parte inferior del cuerpo y se extiende hacia arriba del mismo, y la segunda forma en la cual la parálisis comienza en los ojos, partiendo desde la cara hacia las manos y se expande por todo el cuerpo.

Para el diagnóstico clínico de un paciente con SGB generalmente se consideran criterios como, el hormigueo progresivo, la debilidad progresiva tanto en brazos y piernas, una marcha inestable o incapacidad para caminar o subir escaleras, dificultad con los movimientos oculares o faciales como hablar o tragar, dolor fuerte que puede sentirse como dolores o calambres, dificultad para controlar la vejiga o la función intestinal, frecuencia cardíaca acelerada y dificultad para respirar. Como nos explica Rebolledo, Gonzales y Salgado (2018) “Según los factores de pronóstico, puede existir diarrea en las cuatro semanas que precedieron al inicio de la debilidad” (p. 79). Esta manifestación diarreica está estrechamente relacionada con una infección vírica generalmente leve, pero que en nuestro caso de estudio, podría significar la respuesta a diversas enfermedades de origen infeccioso, lo que apoya una vez más que la aparición y desarrollo del Síndrome de Guillain-Barré tendría efectivamente un origen infeccioso.

Según la Organización Mundial de la Salud (2016), “Para definir los casos de SGB se deben utilizar los criterios de Brighton, que se basan en la clínica y en pruebas complementarias como los estudios neurofisiológicos y la punción lumbar” (p. 2). Según este criterio los pacientes pueden ser categorizados, en tres niveles de certeza, siendo el nivel 1 el nivel con mayor certeza diagnostica, y el nivel 3 el que presenta menor certeza diagnostica, a partir de hallazgos clínicos y la disponibilidad de realizar análisis de LCR y estudios neurofisiológicos.

Para el tratamiento se recomienda utilizar la plasmaféresis o inmunoglobulina endovenosa. El soporte vital del paciente en la Unidad de Cuidados Intensivos de un hospital y la plasmaféresis o el uso de inmunoglobulina intravenosa, son generalmente la decisión clínica más recomendada, siendo que la plasmaféresis se refiere a la extracción de la sangre, de un volumen determinado de plasma, ya que esta contiene defensas naturales o anticuerpos que bloquean anticuerpos dañinos, obstruyendo así el avance del Síndrome de Guillain-Barré en el paciente. En segundo lugar, el uso de inmunoglobulinas que también contienen anticuerpos y que se emplean con éxito en el tratamiento de virus respiratorios. Siguiente este argumento, podemos asegurar que el SGB, va a tratarse mediante el bloqueo de anticuerpos que darían cuenta de una infección en proceso, en el cuerpo de la persona con este síndrome, por lo que es evidente que se requiere el antepuesto de una enfermedad infecciosa, para el desenvolvimiento de este trastorno neurológico.

Comportamiento clínico

Las enfermedades infecciosas presentan una relación etiológica respecto al Síndrome de Guillian-Barré, ya que es posible que un agente infeccioso modifique las células del sistema nervioso, provocando que el sistema inmune las identifique como externas y las destruya, afectando los nervios periféricos y ocasionando parálisis, debilidad y disminución de reflejos, lo que caracteriza el inicio de esta enfermedad.

Uno de los síntomas que acompaña este síndrome es la parestesia, que consiste en una parálisis leve que comprende la pérdida de la función muscular normal o debilidad de las contracciones musculares. La ataxia, describe la falta de control o coordinación de los movimientos voluntarios debido a la perturbación de las funciones del sistema nervioso. Es un signo de una condición subyacente, en este caso nos referimos a la presencia de la infección previa que daña los nervios periféricos que conectan el cerebro con los músculos.

Como resultado del daño a las células nerviosas, provocado por la respuesta inmunológica, derivada del cuadro infeccioso previo, los reflejos disminuyen en la mayoría de casos. Las lesiones también se producen a las neuronas motoras inferiores, que son las células que controlan la actividad muscular voluntaria esencial, que se encuentran en el tallo cerebral y en la médula espinal, afectan las células de la asta anterior, la raíz espinal y el nervio periférico. Provocando la presencia de las primeras características del síndrome, como la arreflexia. Por ende, estas infecciones afectan directamente los nervios craneales y periféricos. Es así que, podemos explicar que el hallazgo de la afectación a los pares craneales se debe a la oportuna realización de la punción lumbar, ya que mediante este procedimiento se puede extraer una muestra del líquido cefalorraquídeo para posteriormente analizarlo en el laboratorio. El nivel elevado de proteína en el líquido cefalorraquídeo, provoca dolor y es signo de la inflamación de varios nervios o pares craneales o la médula espinal, por deterioro de la cubierta de mielina, provocada por la infección. 

Un tema de suma importancia para encontrar la relación de este síndrome con un origen infeccioso, es el estudio del sistema nervioso periférico, el cual está formado por los pares craneales, los nervios espinales y millones de células nerviosas. Estos nervios periféricos conectan el sistema nervioso central, es decir, el cerebro y la médula espinal con el resto del cuerpo. En consecuencia, una lesión nerviosa afectaría todo el sistema nervioso, distorsionando o interrumpiendo la capacidad de comunicación del cerebro con los músculos y los órganos.

Rehabilitación

Es necesario recalcar que los pacientes que padecen SGB requieren un tratamiento rehabilitador de la discapacidad provocada por este síndrome, de acuerdo a las características clínicas y necesidad de cada paciente, ya que una vez tratado y detenido el progreso de este trastorno, al estar dañados los nervios que sirven de conducto para que el cerebro pueda mandar el movimiento de los músculos, se necesita de una larga recuperación de la capacidad motriz en el paciente, la cual puede durar entre 6 meses hasta 3 años, en los que la persona que ha tenido esta enfermedad, estará postrado en cama sin lograr moverse, ya que lo hará progresivamente, de acuerdo al nivel de daño que se haya producido a causa del avance de este trastorno y a su severidad.

Apoyo psicológico y psiquiátrico

Esta enfermedad puede producir múltiples cambios en el estilo de vida de la persona, potencialmente estresantes, como por ejemplo, renunciar a actividades que solía disfrutar o adaptarse a nuevas limitaciones físicas y necesidades especiales, lo que predispone a la persona a experimentar ansiedad, depresión u otro tipo de afección psicológica.Por lo que, el soporte emocional al paciente y su familia hace parte del tratamiento, siendo recomendable una educación que brinde información sobre este síndrome, al paciente y sus familiares.

Respecto al acompañamiento psicológico, es aquel que se realiza cuando una persona está pasando por algún momento difícil, y tiene como consecuencia la afectación de su esfera emocional. Es así que, el comportamiento clínico de esta enfermedad, suele requerir paciencia y mucha comprensión de la situación, por parte del paciente y su familia, debido a que la recuperación es muy lenta, y puede tardar como ya mencionamos de 1 a 3 años, de acuerdo al tipo y grado de esta enfermedad, por lo que hablar con un psicólogo sobre lo que esta enfermedad les hace sentir, tanto a la persona que padece de esta enfermedad, como a la familia, puede ser muy alentador. Asimismo, como ya mencionamos anteriormente, es muy recurrente que en la primera semana de recuperación después del alta hospitalaria, se le brinden al paciente pastillas contra la ansiedad y la depresión, debido a que estamos hablando de una enfermedad neurológica que puede repercutir también en la composición química del cerebro. En este caso particular, los antidepresivos pueden utilizarse como adyuvante para el manejo de los trastornos del sueño, dolor y consecuencias emocionales. Es así que en conjunto con los fármacos para tratar la enfermedad que ha provocado la infección, puede desencadenar alucinaciones continuas e insomnio, en este sentido, es muy importante el apoyo de la familia y del círculo más cercano del paciente, como soporte emocional y puedan ser pilares de apoyo en todo el transcurso de la recuperación.

Respecto a la situación del paciente, en relación a un proceso de recuperación prolongado, si estamos hablando de una sub clasificación del síndrome más grave, una buena alternativa, suele ser acudir a grupos de apoyo, donde el paciente pueda sentir que no está solo, y que hay otras personas que también están pasando por lo mismo que él. De no ser posible, es recomendable, darle a conocer casos similares al suyo, donde hay una recuperación exitosa, para que no se sienta solo, y pueda desarrollar en él un sentido de autosuperación personal.

Finalmente, el análisis de mecanismos y comportamientos patógenos, así como el estudio de los agentes causales relacionados con la aparición del SGB, nos han confirmado que este síndrome es una enfermedad de origen autoinmune, desencadenada por la infección de microorganismos y que si bien el agente causal genético puede predisponer a una persona con una enfermedad infecciosa en proceso a desarrollar este síndrome, no significa que lo origine, ya que las enfermedades infecciosas son en su mayoría las que influencian en el origen y desarrollo de este síndrome en la persona. Asimismo, aparte de la rehabilitación física, el apoyo emocional a la persona que sufre de este síndrome, así como a personas cercanas a él, es muy importante; este debe darse por parte de un psicólogo con experiencia en atención a pacientes con enfermedades crónicas, debido a la naturaleza de la enfermedad y a la susceptibilidad del paciente, por los fármacos proporcionados para su recuperación, y por el contexto de su situación, que suele ser para la persona que enfrenta esta situación, en gran medida desalentadora, al ser la recuperación de la motricidad en la mayoría de los casos, muy lenta, con una duración de hasta 3 años, en los cuales el paciente lograría realizar una marcha lenta y ser capaz de realizar sus actividades con cierta normalidad, sin contar, en el peor de los casos con secuelas, como partes del cuerpo que no lograron recuperar el movimiento del todo. Es de primer orden, fomentar una actitud positiva y ser pilares emocionales permanentes en la vida de las personas afectadas por esta enfermedad, ya que la tristeza prolongada, la incertidumbre, el pesar de este síndrome, entre otros; pueden llevar a la persona a tener pensamientos negativos, como el suicidio para ya no sentir dolor, o para no seguir siendo una carga para su familia o sus cuidadores, debido a su discapacidad.

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