Vivimos en una sociedad que nos exige más de lo que podemos dar.
Juana, de quince años de edad: “Todo estaba bien hasta que me solicitaron, por salud, bajar de peso; o, al menos, ‘mantenerme’. Luego vinieron otros episodios en los que fui vilmente criticada por mi cuerpo, tanto por niños de mi edad como por gente muy cercana. Empecé a contar calorías, medirme la cintura, las piernas y los brazos. Buscaba comer cantidades exactas; de lo contrario, sufría ataques de ansiedad. Hacía ejercicio para quemar grasa, y cardio en exceso. Me alejé de todo y de todos, me hacía la enferma cuando había reuniones familiares con comida; me la pasaba en el baño del colegio para que no notaran que no comía, buscaba más dietas en Internet; no había otro objetivo en mi vida que bajar de peso. Llegué a pesar 36 kilos cuando debí pesar 50. Me convertí en una materia inerte. Ya no hablaba, no reía; había perdido todo lo que valoraba de mí: mi familia, mis amigos, mi personalidad, mi danza”. (en González, 2018)
Juana pudo salir de esta situación tan dura y difícil gracias al apoyo de su familia: “Jamás se está preparado para afrontar situaciones duras en la casa, y menos con los hijos. Y cuando esto sucede, uno se pregunta: ¿En qué me equivoqué? Hoy puedo decir tranquilamente que le doy gracias a Dios por estar en mi vida: sin Él no hubiera podido ayudar a Juana a salir de un trastorno que la estaba llevando a la tumba. Debo decir que, gracias a esta enfermedad, en nuestro hogar hemos afianzado nuestras relaciones como familia, nuestra fe se ha fortalecido y hemos servido para ayudar a otros. Juana es un ser humano espectacular”. Julieta Páramo, madre de Juana (en González, 2018).
Pero ¿qué es el TCA?
Es la relación no saludable con la comida, con la actividad física, y se puede dar por causas multifactorial, estos pueden ser: biológicos, psicológicos, conductuales y socioambientales que interactuarían de manera compleja, contribuyendo a su aparición y mantención.
¿Quién está en riesgo?
Cualquiera puede desarrollar un trastorno alimenticio por diversos aspectos, tales como la cultura y sociedad, estos trastornos suelen aparecer con más frecuencia en adolescentes, pero, también se desarrolla en la infancia o en la edad adulta.
Cuando una persona sufre de trastorno de la conducta alimentaria (TCA), sus síntomas no solo acaban disminuyendo la sensación de bienestar, sino que, además, pueden terminar en complicaciones médicas y llevar conigo una serie de enfermedades que comprometen todo el organismo, lo que afecta el crecimiento y el desarrollo: La desnutrición, el desequilibrio hormonal, la hipotensión, y los problemas del corazón potencialmente mortales.
En el ámbito psicosocial, traen consigo un bajo autoestima, posible dismorfia corporal, temor a ser juzgados constantemente por compararse por ciertos estándares de belleza que la sociedad impone, el afecto negativo (depresión, ansiedad o culpa), el deterioro en el funcionamiento interpersonal, y la preocupación excesiva por la alimentación, el peso y la figura.
En el ámbito socioambiental, los primeros comentarios críticos sobre la apariencia y la alimentación provienen de los padres. Los conflictos familiares no resueltos, haber sido objeto de burlas, además de la presión percibida para ser delgado, entre otros, son factores de cuidado.
¿Cuáles son los síntomas?
Los síntomas varían según el trastorno, pero los más comunes son:
Restricción alimentaria sin control médico: saltarse comidas, disminuir las raciones, evitar alimentos que «engordan», y comer solo alimentos light o diet.
Adelgazamiento extremo.
Atracones de comida.
Cambios en hábitos alimentarios: prolongar el tiempo para realizar comidas, rituales, jugar con los alimentos, quitarles la grasa, etc.
Síntomas y signos físicos de malnutrición: alopecia, sensación de frialdad, mareos, piel seca, con manchas o amarillenta.
Alteraciones menstruales.
Vómitos autoprovocados.
Empleo de laxantes.
Hacer ejercicio excesivo.
Ayunos durante periodos largos.
Miedo intenso a subir de peso.
Imagen corporal distorsionada.
Verse con sobrepeso incluso cuando se está con bajo peso.
¿Cómo podemos ayudar a una persona con trastorno de la conducta alimentaria (TCA)?
En caso de padecer este trastorno o suscitar estos síntomas, es de suma importancia acudir a la ayuda de los profesionales de la salud que sepan llevar un tratamiento adecuado. Los padres deben mantenerse alertas ante cualquier síntoma que pueda presentar el adolescente en casa, para poder brindar el apoyo y soporte necesario. El comportamiento y las acciones que realicen los adultos en casa, son fundamentales para guiar al menor en su proceso de desarrollo.
A una persona con TCA no se le puede obligar a recuperarse, ni se le puede decir: “tienes que comer, tienes que hacer esto o tienes que hacer lo otro, deberías de parar y dejar de tener atracones, deberías dejar de vomitar…” Muchas veces el paciente con TCA no es consciente de su enfermedad, lo que implica que el tratamiento se comience, la mayor parte de las veces, con una escasa motivación para el cambio. La comprensión de estos aspectos por parte de los profesionales de la salud que tengan los primeros contactos con el paciente y su familia, serán fundamentales para el éxito de la referencia al tratamiento especializado y su posterior adherencia. El conocimiento de estrategias motivacionales puede ayudar a que este proceso resulte satisfactorio.
¿Cuáles son los planes de tratamiento?
El tratamiento se puede adaptar a las necesidades de cada persona, por ejemplo: psicoterapia individual, grupal y de familia. Atención médica y monitoreo, asesoramiento nutricional y medicamentos.
Lo más importante es entrar en terapia, trabajar con un equipo interdisciplinario donde también esté presente un nutricionista, y se pueda contar con un adecuado soporte emocional.
López, C., Treasure, J. (2011). Trastornos de la conducta alimentaria en adolescentes: descripción y manejo. Revista Médica Clínica Las Condes, 22(1). 85-97. DOI: 10.1016/S0716-8640(11)70396-0
Gaete, P., López, C. (2020). Trastornos de la conducta alimentaria en adolescentes. Una mirada integral. Revista chilena de pediatría, 91(5), 784-793. https://dx.doi.org/10.32641/rchped.vi91i5.1534
Cuántas veces nos hemos recostado en la cama y hemos visto una película, disfrutando con unas ricas palomitas de maíz. A veces, nos quedamos atrapados con la trama que sucede en la película, y este artículo, toca una experiencia personal.
Me siento tan impactada que quiero compartirles y recomendarles esta película, y si ya la vieron, entonces reconoceremos qué sucedió con nuestro protagonista.
Resumen (con spoilers):
Ray es un hombre de unos treinta y tantos años, con antecedentes de alcoholismo. Realiza un viaje vacacional junto a Joan, su esposa, y Peni, su pequeña hija. La trama se sitúa en el camino yendo a visitar a sus familiares, donde tuvieron una parada y en este. La pequeña Peni sufre un grave accidente y es llevada a toda prisa al hospital donde es custodiada por su madre, para realizarse una resonancia luego de que Ray se queda inconsciente en una silla del hospital. Pero cuando este despierta, no hay rastro de su esposa e hija, y tampoco hay registro alguno donde ambas hayan ingresado al hospital.
Después de tanto insistir, logra descubrir que su esposa y su hija han sido víctimas de una red de tráfico de órganos, y asesina a un guardia de seguridad para poder rescatarlas, pero el filme nos revela, en una toma muy tétrica de la última escena, que Ray, en realidad, solo lleva un cuerpo de la morgue en el asiento trasero de su auto, y no a su esposa e hija. Lo cual nos da a entender que ha estado alucinando desde el momento del accidente, y su familia nunca llegó al hospital.
Al final, todo es fruto de su imaginación. Había asesinado a su mujer y a su hija, pero él prefirió crear una realidad alternativa falsa, de tal manera que se autoconvence de los hechos que acontecen e involucra al espectador en ellos. De este modo, sufre un brote psicótico y provoca un homicidio, algo que no quiere reconocer, y termina por generar alucinaciones de las que está convencido.
(Fin de los spoilers)
Según la psicóloga Cristina Blanco, un trastorno psicótico puede producir deterioro cognoscitivo e ideas delirantes, pudiendo crear una realidad paralela. Del mismo modo, el doctor Pedro Sánchez Escobedo, de la Universidad de Autónoma de Yucatán, certifica el realismo que puede suponer una reacción psicótica en la mente de una persona para llegar a distorsionarla.
La mente del hombre es capaz de cualquier cosa
Joseph Conrad
¿Qué mensaje deja la película?
Los cien minutos de esta película son una invitación a asumir y enfrentar nuestros actos y sus consecuencias, a dar la cara a las adversidades, sin escondernos en los efectos del alcohol, de medicinas adictivas, o de drogas ilegales, ya que al hacerlo, podemos depender tanto de estas sustancias que, finalmente, pondremos en riesgo nuestras vidas y las de los demás, tal y como le pasó a Ray, pues su adicción al alcohol era tan grande que puso esa necesidad por encima de las de su familia, a la que terminó perdiendo después, por esa misma mala decisión.
Un segundo mensaje es el de permitirnos el beneficio de la duda. Durante buena parte de la película, y aunque había evidencia abrumadora contra Ray, nosotros, los espectadores, nos podríamos haber puesto de su lado, del lado de un asesino demente, porque, sencillamente, el hombre despierta nuestra solidaridad, al creer que lucha por una causa justa.
¿Acaso nosotros cometemos ese mismo error en nuestra vida cotidiana? ¿La de respaldar personas que queremos creer que están en lo cierto, al punto de ignorar por completo la lógica y los hechos?, ¿quizás nos resulta más atractiva la idea que nos venden ciertos personajes, porque la realidad nos asusta y queremos fabricar una fantasía que la cubra por completo? Una fantasía en la que a algunos les fascina creer que son las víctimas que luchan por sus derechos, en lugar de ver la triste realidad, que son la carne de cañón de los verdugos, manipulados por su demagogia barata.
Desde antes de su nacimiento, el ser humano tiene la necesidad de cuidados, protección, atención y apego. Uno de los motivos básicos e «instintivos» de la experiencia humana es la búsqueda y conservación de un fuerte vínculo emocional con otra persona. Necesitamos de muestras de amor: abrazos, besos, palabras cálidas, caricias, etc., que son una parte esencial para conseguir un correcto desarrollo y maduración cerebral. Si hay una ausencia de dichas muestras afectivas por parte de los padres o cuidadores, el bebé no podría llegar a desarrollarse debidamente, lo que alteraría no solo el aspecto afectivo, sino también el físico y el mental, provocando sensaciones de soledad y vacío.
«El niño desde el principio de su existencia está recibiendo sensaciones, percepciones, respuestas a sus reacciones impregnados de connotaciones» Singly (1976).
¿Cómo afecta psicológicamente la ausencia o percepción de ausencia?
La ausencia de estimulación afectiva a los niños por parte de los adultos que juegan un rol relacional afectivo importante, provoca la aparición de trastornos, no solo de la maduración, también genera síntomas clínicos que se expresan en trastornos somáticos, afectivos y conductuales. El término de «carencia afectiva», señala tanto la causa (déficit de estimulación afectivo-maternal) como la consecuencia (clínica somática, afectiva y conductual con retraso en la maduración afectiva del niño).
La percepción de esta carencia afectiva provoca malestar, sensación de soledad y vacío producido por esa necesidad afectiva no cubierta, y la búsqueda de aprobación constante para satisfacer esa necesidad.
“Me gustaría que en las noches, cuando llegan mis papás de trabajar, se sienten conmigo a hablar sobre lo que nos pasó en el día, pero no se puedo hablar con ellos porque llegan muy cansados de trabajar” (RJRR).
Síntomas que presentan los niños que tienen estas carencias:
Algunos síntomas son: desconfianza, deficiente habilidad social, ansiedad, depresión infantil, etc.
Según su edad, el niño puede presentar diferentes síntomas:
Bebés: Suelen llorar mucho y pueden tener enfermedades infecciosas.
Edad infantil: Trastornos en el lenguaje.
Edad escolar: Baja autoestima, trastornos de aprendizaje, celos, y fracaso escolar.
Pubertad: Trastornos del comportamiento, retraimiento, problemas en las relaciones sociales, y hostilidad.
Adolescencia: Consumo de sustancias, conductas impulsivas, incumplimiento de normas, baja autoestima, y ansiedad.
Estos síntomas se suelen mantener hasta la vida adulta, y afectan nuestras habilidades, de igual modo generan dependencia emocional. En la edad adulta afecta a la capacidad de adaptación, seguridad, autoestima y estabilidad en las relaciones personales. Además, en muchos casos, presentan ansiedad y sintomatología depresiva.
En conclusión, el niño necesita experimentar afecto de sus padres o cuidadores para cultivar su autoestima y la seguridad necesaria para alcanzar su autonomía personal.
Referencias
Centre Londres 94 (1976). Carencia afectiva. http://www.centrelondres94.com/files/carencia_afectiva_0.pdf
Psicólogos Málaga (s/f). Síndrome de la carencia afectiva. https://www.psicologos-malaga.com/sindrome-carencia-afectiva/#:~:text=La%20carencia%20afectiva%20se%20define,por%20falta%20de%20la%20misma
Sánchez, L. A. (2018). Carencia afectiva y desarrollo socioemocional de estudiantes de décimo grado del Instituto Nacional de Segovia Leonardo Matute, de Ocotal, Nueva Segovia segundo Semestre 2018 (Tesis). http://riul.unanleon.edu.ni:8080/jspui/bitstream/123456789/7438/1/243355.pdf
Singly F. (1976). La lutte conjugale pour le pouvoir domestique. La influencia del entorno educativo en el niño. Ma. P. Bandres, Francia.
¿Tiene instintos el ser humano? De buenas a primeras podríamos decir que sí, por lo menos, si echamos un vistazo rápido a muchas de nuestras acciones y al habla popular. Encontraremos muchas conductas y pensamientos que se presentan casi de manera automática, sin pensar, asimismo, no es inusual que escuchemos frases o expresiones que usen la palabra “instinto”, tales como: “tiene instinto para x, y, o z cosa”, “es nuestro instinto de supervivencia”, “lo hizo instintivamente”, “nos guiamos por nuestros instintos”, etc.
Pues bien, podemos apreciar que la palabra no es ajena al habla popular, y está muy presente en el inconsciente colectivo de nuestra sociedad. Y precisamente, esta es una razón muy importante para despejar presupuestos e iluminar las ideas que giran en torno al “instinto”.
Entre las acepciones que nos brinda la Real Academia Española (2022) para dicha palabra, tomaremos especial atención en la primera y la cuarta acepción, así como una ligera mención a la segunda (es oportuno mencionar que la tercera acepción de instinto obedece al habla popular o coloquial antes aludido, y la quinta, ya ha caído en desuso, por ello no hace falta ocuparnos de ellas).
La primera acepción: “Conjunto de pautas de reacción que, en los animales, contribuyen a la conservación de la vida del individuo y de la especie”.
Aquí entraría en debate afirmar si somos animales o no, pero ya que ese no es el propósito de estas líneas, solo me remitiré a que Aristóteles decía que el hombre es un animal social y político (1988, p. 50, 168). No obstante el estagirita también tiene una idea que sí compete a nuestro tema; él afirmó que “los demás animales [aparte del ser humano] no se dan cuenta de la razón, sino que obedecen a sus instintos” (p. 58).
Es el instinto de los perros de trineo lo que les permite sobrevivir en la nieve.
Esto se puede complementar con lo afirmado por Marco Aurelio Denegri (2012, p. 41, 42), donde hay instinto, no puede haber inteligencia superior. En cuanto surge la segunda, la primera desaparece. Y ya que el ser humano tiene inteligencia superior, se debe concluir su carencia instintiva. Además el instinto es seguro, infalible, pero también es rígido y autómata, el animal no se equivoca cuando actúa por instinto, en cambio, si bien la inteligencia del hombre, le permite desplegar sus facultades con libertad, también abre la puerta al error y al desacierto, sí nos moviésemos bajo el instinto, estaríamos imposibilitados de cometer errores.
El instinto del lobo hará que no mate a otros lobos fuera de su manada, a menos que invadan su territorio, en especial cuando la comida escasea.
La segunda acepción es: “Móvil atribuido a un acto, sentimiento, etc., que obedece a una razón profunda, sin que se percate de ello quien lo realiza o siente”. Esta acepción podría encajar mejor con el fenómeno del insight, del cual ya hice un estudio que puedes consultar si haces clic aquí.
Luego, tenemos la cuarta acepción, de naturaleza religiosa y poco usada, pero aún vigente: “Impulso o movimiento divino, referido a inspiraciones sobrenaturales”. ¿Qué significa esto? De qué se tratan esas inspiraciones sobrenaturales y movimientos divinos.
Instinto de Beklan Kızılçay
Pues bien, nuestro insigne psicólogo nacional, Leopoldo Chiappo (1999, p. 55, 56), tiene una explicación muy buena que edificó a partir del concepto instinctus divinus, dado por Santo Tomás de Aquino. Menciona que el animal humano y profundo que es el hombre, despertó un nuevo tipo de instinto, en efecto, el instinctus divinus, el estímulo y “aguijón” de lo divino, que hace que el ser humano se eleve espiritualmente y supere el psiquismo animal. El aguijón, en cuestión, atraviesa la naturaleza humano hasta lo más profundo de su ser, e incluso puede llegar a hacer que el deseo de satisfacer el instinto divino sea más urgente que calmar el hambre, la sed, y los deseos físicos, y que nos demos cuenta que lo más importante es aspirar a lo infinito y eterno, satisfacer la necesidad de la belleza, ahondar en la verdad, luchar por lo que es justo, y darnos cuenta que, en palabras de San Francisco de Sales (citadas por Chiappo), “los hombres hacen más [cosas] por amor que por severidad y rigor”. Sin duda este concepto tomasiano merece mayor profundización en un próximo artículo.
En conclusión, podríamos decir que, en el sentido coloquial, sí tenemos “instintos”, pero propiamente hablando, no los tenemos, no de la manera en que los demás animales lo tienen; más bien, tenemos pulsiones, impulsos, tendencias, inclinaciones, etc., y, finalmente, en un plano que va más allá de de los dos anteriores, tenemos un solo instinto, diferente y superior al instinto de los animales, y me atrevería a decir que incluso es superior a la inteligencia humana, que nos lleva a la virtud y a todo lo bueno que el ser humano pueda buscar, incluida la eternidad, la trascendencia definitiva, y a Dios mismo.
Referencias
Aristóteles (1988). Política. Madrid: Editorial Gredos S. A.
Chiappo, L. (1999). El animal profundo: perfil psicológico del hombre. Persona, 2(002), 33-78. https://doi.org/10.26439/persona1999.n002.699
Denegri, M. A. (2012). Normalidad y anormalidad y El asesino desorganizado. Lima: Fondo editorial de la Universidad Inca Garcilaso de la Vega.
REAL ACADEMIA ESPAÑOLA. (2022). Instinto. https://dle.rae.es/instinto
Es muy importante tomar en cuenta la conducta de nuestros niños y adolescentes, porque la depresión es un trastorno afectivo cada vez más frecuente en la sociedad, y ellos también puede pasar por esta situación, no obstante, su manifestación puede ser un poco distinta. Una persona podría sentirse triste y no significa que tenga depresión, sin embargo, la intensidad y frecuencia de dicha imitación son indicadores que deben tenerse en constante atención. El estado de ánimo decaído que dura semanas o meses, limita al niño o adolescente en su capacidad de funcionar con normalidad; es un signo de alerta. Los síntomas pueden aparecer sea cual sea la edad. Por ejemplo, en lo niños prepuberales se muestra irritabilidad, rabietas, o incumplimientos de normas, quejas somáticas, afecto reactivo, incluso comorbilidad con ansiedad o TDAH.
Los trastornos depresivos afectan a personas de cualquier edad, condición económica y nivel cultural, y suponen un gran coste para el individuo, la familia, el sistema sanitario y la comunidad en general. Asimismo, los estudios sobre prevalencia, diagnóstico y tratamiento de la depresión en la población infantil y adolescente pueden tener resultados variables, debido a la dificultad diagnóstica en esta edad, los criterios diagnósticos empleados o las técnicas de entrevista utilizadas. Dadas las peculiaridades de la depresión en la infancia y la adolescencia, se debe disponer de profesionales en atención primaria y en salud mental infanto-juvenil, que tengan formación y experiencia en el manejo del trastorno en estas edades, y contar con los recursos necesarios para su diagnóstico y tratamiento.
Hoy en día, la depresión durante la infancia continúa siendo infradiagnosticada, lo que se traduce en un mayor número de complicaciones y comorbilidades, así como el aumento del riesgo de cronicidad o de la aparición de enfermedades psiquiátricas en la edad adulta. A diferencia de los adultos, la depresión en los niños no se manifiesta tanto como un estado de ánimo alterado identificado claramente por el paciente, sino como un conjunto de síntomas variables en función del estado evolutivo, que abarcan desde alteraciones conductuales (conductas delictivas, agresividad, consumo de tóxicos), hasta el retraso del desarrollo psicomotor, disminución del rendimiento escolar o aparición de síntomas somáticos, lo que dificulta el diagnóstico.
El diagnóstico de la depresión infantojuvenil es clínico y ha de realizarse a través de una entrevista detallada, dirigida tanto al paciente como a sus cuidadores (que investigue sobre posibles estresores desencadenantes, personales o sociales; y antecedentes, personales y familiares, de enfermedad mental) y una exploración física y analítica que permita descartar enfermedades médicas que pueden manifestarse con síntomas depresivos.
La depresión es una de las mayores causas de riesgo de suicidio; por ello, es necesario preguntar siempre por ideas autolíticas o deseos de muerte, ya que, lejos de incitarlas, podremos evitar un paso al acto.
Sintomatología
La depresión infantil tiene una sintomatología un tanto diferente a la de adultos y adolescentes. Los niños suelen mostrar:
Irritabilidad, más que tristeza o desesperanza.
Reaccionan a la mínima provocación y de una manera desmedida.
Tienden a minusvalorarse.
Desarrollan fobias.
Sufren alteraciones del sueño.
Aumento de sensibilidad ante breves separaciones.
Empiezan a tener problemas en el colegio, suspenden y no hacen los deberes.
No les interesa jugar, pierden el apetito, tienen cansancio.
Hay que tener en cuenta que son propios de la infancia, los cambios muy rápidos en el estado de ánimo, de modo que en un momento los vemos tristes e irritables y luego, jugando muy felices, casi inmediatamente. Sin embargo, estas oscilaciones no invalidan el diagnóstico de una posible depresión durante la infancia.
Tratamiento
Hay diferentes variantes de tratamiento de la depresión infantil, no obstante, siempre debe ser individualizado, tiene que adaptarse al niño y a sus condiciones. En el mismo tratamiento es fundamental involucrar a los padres para que puedan intervenir en el entorno del paciente. Se puede tratar con acción psicoterápica, que debe extenderse al entorno familiar del niño; o en los casos más severos, con un tratamiento farmacológico.
En el plano psicológico, se incluyen técnicas congnitivo-conductales con las que el niño puede modificar su comportamiento frente a diferentes acontecimientos. El tratamiento precoz es fundamental, por ello, se debe actuar en cuento salten las alarmas.
En el transcurso de las investigaciones de Sigmund Freud acerca de los sueños y sus otros libros sobre el inconsciente colectivo, a su avanzada edad, estaba un poco decepcionado de la especie humana, decía que era un especie mala, llena de rencor y de sentimientos profundamente escondidos, mas letales de lo que cualquiera puede imaginarse. Además, decía que si no existieran leyes, los humanos nos destruiríamos unos a los otros; suena duro expresar estas palabras, sin embargo, dedicó su vida a entender la mente humana e interpretar los sueños de sus pacientes.
Dicen que para ser un escritor, primero debes ser un gran lector, y Freud no es la excepción. Estoy seguro que durante su vida como psicoanalista y escritor llegó a una comprensión mas precisa acerca de la humanidad, su mente, su conciencia y su espíritu.
Los sueños tienen sentido, no son azarosos ni expresan solo una condición de traumas pasados, sin embargo, las investigaciones de Freud estaban en contra de la ciencia de la época, lo que quería, básicamente, era mostrar sus resultados a favor del saber popular. En muchas tradiciones populares cuando alguien sueña a que se cayó del puente, algunos piensan que tiene un sentido o significado, y Freud coincide con el saber popular.
En principio tenemos al método simbólico
Para Freud los sueños pueden interpretarse, podemos ver un ejemplo claro si recurrimos a la Biblia, en el sueño que tuvo el faraón en el antiguo Egipto (Génesis 41:1-45): vio siete vacas gordas y siete vacas flacas, la interpretación que le dio José, es que venían siete años de abundantes cosechas y siete años de hambruna y sequía, y que lo que debía hacer el faraón era guardar trigo los primeros siete años para sobrevivir, el faraón le hizo caso a José y pudieron prosperar a las sequias. Lo que postula Freud, es tomar el sueño totalizado, a fin de dar entender una cosa, y que el sueño exprese otra, a veces un significado premonitorio por lo tanto Freud piensa que el solo hecho de descifrar los sueños es un arte, y que este método, por la elevada importancia del factor simbólicos, que inapto para la interpretación de sueños de manera general.
También podemos encontrar el método descifrador que proviene también de la cultura popular, y en lugar de tomar al sueño en su totalidad, propone que hay que tomarlo por partes, ir decodificando todo lo que pasa en el sueño como clave.
Por ejemplo: Soñaste que te encuentras dinero tirado en el piso y lo levantaste, fuiste a un minimarket y compraste dos kilos de cebolla. El método descifrador va encontrar un significado al caminar por la calle, un significado cuando encuentras el dinero, un significado cuando vas a comprar los dos kilos de cebollas, y dicho método, para su aplicación, necesita un código fijo, un código que traduzca y que especifique cada elemento del sueño, y cuál es el significado que le corresponde. Para Freud este método tampoco es apto para la ciencia ya que depende de un clave que en sí misma, es improbable ya que no resistiría una evaluación científica.
Freud propone su método de la asociación libre
Lo descubrió gracias al análisis psicoterapéutico a sus pacientes de neurosis que consistía en relajarse y contarle al psicoanalista todo lo que a uno le pasa por la mente, dejar de lado el relato que uno trae desde su yo, diciendo que «esto paso primero y esto paso después» y seguir un intento de coherencia donde uno va seleccionando lo que le parece relevante.
Freud dice que hay que relajarse e ir contando lo que se nos viene a la mente, sin importar la vergüenza o la crítica, todo lo que sea irrelevante y que parezca una estupidez debe ser tenido en cuenta y debe contarse. Freud hace uso del término representaciones meta que es aquello que orienta o estructura nuestro relato. Quiere decir que si te cuento qué es lo que compre hoy en mi visita al supermercado, se que tengo un fin en esta actividad. Por lo tanto, indica que debemos olvidar la representación meta para dar lugar a la asociación libre, dejamos que la ideas aparezcan, de esa forma estamos más cerca del inconsciente o nuestros deseos inconscientes, permitimos que se refleje de una manera más aproximada al inconsciente.
Tenemos que recordar y descomponer el sueño por pedazos, y con cada pedazo, asociar libremente. Asocia libremente qué se le ocurre cuando camina por la calle, qué se le ocurre cuando encuentra el dinero, qué se le ocurre cuando compra los dos kilos de cebolla, y el resultado no va ser azaroso. Con los ejemplos anteriores, tenemos algo muy parecido al método descifrador, con la diferencia que no toma el sueño como un todo, sino que lo desarma y toma algo del método simbólico en cuanto a la interpretación individual, pero le agrega algo nuevo; Freud postula que no hay código preestablecido de lo que significa cada elemento, sino el mismo soñante va generando el contexto por el método de asociación libre, y le da sentido a cada uno de los elementos, y de esta manera, llegar al significado del sueño.
Además, Freud también habló de una tesis la cual sostienen que los sueños reemplazan pensamientos por alucinaciones, en su libro da un ejemplo:
“Un niño estaba muy enfermo y su padre lo cuida muchos días y muchas noches, sin embargo, el niño muere y lo están velando; había niños alrededor del cuerpo rodeados de velas, el padre muy cansado; tiene sueño y se va a dormir a una habitación cercana, y sueña que su hijo se acerca a él y le dice: ´papá. ¿No ves que me estoy quemando?´. El padre se despierta apresurado y va a ver el cuerpo de su hijo y vio que una vela se había caído y estaba prendiendo fuego en el ataúd y parte del brazo del cadáver. Lo que indica Freud es que el padre se fue a dormir con la preocupación de las velas prendidas alrededor del cuerpo de su hijo. Quizás presintiendo que algunas de las velas podrían caerse”.
Si todo el día estamos preocupados y el problema que tenemos no lo podemos resolver, es probable que soñemos con eso. Freud quiere decir que el sueño también es pensamiento, pero es un pensamiento sensorial y vivido.
Los sueños se pueden cruzar, puedes soñar que estas en una autopista en Perú y por el otro lado estás en Australia con los canguros, sucede que el lugar geográfico puede cambiar. La lógica y las fechas pueden saltar de una a otra en cualquier momento en los sueños, puede ser que en tu sueño estés en el 2023, y al día siguiente estarás en 1999, todo puede ocurrir en los sueños, y para Freud era un factor muy interesante y recurrente en sus investigaciones. Posteriormente, otras de sus tesis daban a entender que el sueño podría representar la realización de deseo, era una tesis muy controvertida, una afirmación de Freud es que los sueños son placenteros, dando lugar a los sueños infantiles e ingenuos, por ejemplo: “Una niña le pide un helado a su padre y este no se lo da, pero cuando la niña se va a dormir sueña que su padre le compra el helado”.
También pueden ser sueños displacenteros o de comodidad, por ejemplo: “Cuando alguien sueña que suena la alarma para ir al trabajo, pero en su sueño es un bombero que está asistiendo a una emergencia, sin embargo, no despiertas porque quieres complacerte al dormir”.
Al continuar con las tesis de Freud, también postula que el sueño tiene un contenido latente. Compara el contenido manifiesto, que es lo que podemos contar, y el latente, que es lo que desenterramos o descubrimos.
Ejemplo de Freud:
El mismo Freud tiene un sueño de la Inyección de Irma, Irma era una paciente que sufría de neurosis histérica, según Freud, y nos dice, que le sugirió cuál sería la solución posible para su enfermedad. Queda sobreentendido que Freud le estaba diciendo a su paciente viuda que retome su actividad sexual, cosa que en esa época, a finales del Siglo XIX, una viuda ya no tenía vida sexual, de todos modos, Freud le dijo que eso podría ser la solución a sus síntomas histéricos. Sin embargo, Irma rechazó la solución que le propuso.
El sueño de Freud: Freud nos compartió uno de sus propios sueños, en él, se encuentra con un amigo que se llama Otto, Freud le pregunta, en su sueño, si vio a Irma, Otto le dice que sí. Freud agrega: «¿y como esta?, ¿ya se mejoró?». Otto dice: «la verdad, está un poco mejor, pero no del todo». A Freud no le gusta nada esta respuesta y lo toma como un fracaso para su cura psicoanalítica, entonces, bastante enojado vuelve a su casa y se pone a escribir la historia clínica de Irma y le envía una carta a un médico, al doctor M. explicándole el estado de este caso. En resumen, el sueño, en su esencia, le dice a Freud que él no tiene la culpa por el mal estado de Irma, sino que ella misma es la responsable por no acceder a la solución que Freud le propuso, asimismo, el sueño le indica que Otto tiene la culpa, lo que deja libre de culpa a Freud para que no se sienta mal. Esto es lo que hacen este tipo de sueños.
Freud continua y nos dice que el sueño combina diversas fuentes, como pensamientos diurnos y recuerdos de infancia. Todo el sueño deriva de la experiencia; es probable que, si por alguna razón le debes dinero a alguien, y eso te deja muy pensativo durante el día, traslades esos pensamientos a tus sueños, según Freud. También dice que la hipermnesia tiene que ver en recuerdos muy antiguos, en líneas generales, los sueños combinan y recombinan diversas fuentes, los sueños no inventan nada. Se apoyan en todo el capital de experiencias, recuerdos, y deseos inconscientes. Nada de lo que hemos vivido se pierde según Freud, todo lo podemos recordar.
Podemos entender que los sueños talvez sean expresiones de deseos inconscientes, por ejemplo: Un paciente que tenía fantasías homosexuales, en su sueño alguien lo acuchillaba por la espalda, la interpretación del sueño puede ser, que el deseo de ser penetrado aparecía sustituido por el cuchillazo que otro hombre le daba por la espalda. En el caso de este paciente, el deseo no era aceptado por el yo. Entonces el sueño debe desfigurarse para ser percibido, no puede llegar intacto, debe deformarse, por lo tanto, lo que se hace para interpretar el sueño es empezar con el contenido manifiesto, se analiza y se trata de encontrar el deseo inconsciente que está en la base.
A sabiendas de esto, conocemos los materiales con los que se construye el sueño, ahora debemos comprender cuales son los procesos por los cuales, a partir de estos materiales, se va formando el texto del sueño. Freud dice que hay dos artesanos que colaboran mucho para que los sueños se realicen y estos se llaman condensación y desplazamiento.
Desplazamiento:
Tiene un carga de efectividad que se pasa a otra, por ejemplo: Un hombre que siempre quiso tener una familia, pero no lo logra y se convierte en un coleccionador de objetos antiguos, así que se da entender que esta carga se pasa a otra idea o representación. Freud dice que el desplazamiento al igual que la condensación son iguales a la vigilia, el primer acto es intentar rastrear estos desplazamientos. Por ejemplo: Un paciente sueña que está en una gran sala, y esta sala tenía un detalle: los vidrios tenían una particularidad, eran esmerilados con pequeños triangulitos. Y se le pregunta al paciente: «¿a qué puedes asociar ese detalle del vidrio de triangulitos?». El paciente responde que le recordaba a la puerta del garaje de su abuelo. Entonces se le pregunta: «¿Qué asocias con el garaje de tu abuelo?». El paciente responde que recuerda una escena un tanto violenta que había ocurrido en ese garaje.
Podemos ver que pequeños detalles que quizá te recuerdan a alguna cosa en particular, y a partir de ello te diriges al origen de donde surge ese recuerdo, y puede llevarte a entender el porqué de ese sueño. Los desplazamientos pueden seguir diversas vías.
Freud también señala que pueden haber interpretaciones léxicas, por ejemplo: Un paciente sueña que está en el campo con su hijo, le enseña las áreas verdes y los diversos animales, de pronto el hijo le pregunta al padre «¿papá, todo esto es ganado?». Y el padre responde: «no hijo, es robado». Freud también da a entender que los chistes y las interpretaciones léxicas dan pistas acerca de lo que quiere decirnos los sueños.
Condensación:
A veces, los sueños son escuetos y no tiene mucho detalle, pero cuando el paciente comienza asociar, aparecen diversas aproximaciones. En otras ocasiones, el paciente no obtiene demasiado material en sus sueños.
En los estudios que realizó Freud, tuvo muchas coincidencias o repeticiones en los sueños de diversos pacientes, y aquí te muestro algunos símbolos:
Freud lo divide en proceso primario y proceso secundario, uno es un proceso psicológico inconsciente, y el otro tiene que ver con la conciencia. También están los deseos inconscientes infantiles y sexuales que buscan representarse. Todo esto forma, por así decirlo, la materia prima del sueño. Y como un tercer proceso vemos al simbolismo para crear relaciones, y los elementos del sueño que deben tener algún valor psíquico para ser analizados.
Finalmente, para que el sueño llegue a la conciencia debe someterse a una cierta desfiguración para que sea aceptable para el yo, y para la conciencia. Además, va haber una censura, no todo va a pasar la barrera, habrán elementos del sueño que se verán borrados. Asimismo, el proceso secundario indica que cuando nos despertamos, tratamos de darle coherencia al sueño de una manera narrativa.
Aquí tienen otro sueño de Freud, al que analiza y disecciona para tratar de encontrarle un significado:
“Recibo una carta de la municipalidad referente al pago de una internación hospitalaria de mi papá en 1851. Ello me resulta cómico, pues en 1851 yo todavía no había nacido, y mi padre ya está muerto, voy a verlo a la habitación contigua, y se lo cuento, para mi asombro, se acuerda que por 1851 se emborrachó una vez y debió ser encerrado o detenido. Freud le pregunta a su papá en el sueño: ´¿entonces tu bebías? ¿y poco después te casaste?´. Hago la cuenta, dice Freud, de que soy nacido en 1856, y me parece como si este año siguiera inmediatamente al otro».
Es decir, a Freud le parece que después de 1851 viene 1856, es un sueño interesante ya que reúne tres características que Freud nos va a explicar: El uso de los números en los sueños, soñar con personas muertas, y con lo absurdo.
Números, cifras y cálculos
Freud indica que el trabajo del sueño no razona, ni hace cuentas, sino que utiliza y compone los números y cálculos como elementos que sirven para figurar cierto material. Es lo mismo que hace con los nombres y con los dichos (construcciones léxicas).
Ejemplo: “Papá, ¿este terreno es muy grande y todo eso es ganado? Y el padre responde: “no, hijo, es robado”. Los sueños usan las mismas técnicas que los chistes.
Personas fallecidas y el absurdo
Freud hace referencia a su sueño que pueden tener diversos significados, indica que en los sueños no necesariamente deben ser racionales, sino que simplemente ponen en escena los pensamientos directamente, como en el caso de su sueño, el padre de Freud ya estaba muerto, y, sin embargo, entra a una habitación hablar con él. También incluye elementos absurdos, como el caso de la fecha de 1851 y que después le sigue 1856, además también es absurdo en su sueño que le estén cobrando una deuda (del padre) que data desde antes de que Freud naciera, diciendo que el padre está muerto. Freud dice que este elemento absurdo sirve para representar cierta contradicción.
La contradicción en el fondo es: Amo a mi padre y lo critico, o me puedo oponer a él. El sueño no presenta un modo lógico, pero le presta atención a las dos corrientes, la que ama al padre y la que le critica. Cuando le pregunta si bebía o no, Freud lo está criticando, pero al mismo tiempo, dice que es absurdo, y compara a los sueños locos con la gente que aparenta locura.
Por ejemplo: Una persona que se excusa de estar borracha para insultar a otra, o que disimula un estado de enajenación para evitar las consecuencias de lo que dice. Esto es lo que hacen los sueños absurdos, muestran estos pensamientos y los ridiculiza. Cuando el sueño representa lo contrario de lo que quiere decir, o cuando uno quiere escapar y gritar, y sin embargo esos movimientos se presentan inhibidos en el sueño.
En resumen, el juicio sobre el sueño cuando decimos: «esto es asombroso», «esto es ridículo»; «esto es inmoral». No hay que tomarlo como un resultado del razonamiento, sino que es parte del contenido (pensamientos oníricos no racionales).
En la ontología de mente que nos propone Freud, hay dos tipos de entidades:
Afectos: Cargas energéticas, libido o catexias (conjunto de fuerzas).
Casi todo lo que Freud nos dice cobre cómo se forman los sueños se refieren a las representaciones. En cambio, los afectos no varían como las representaciones que muestran desplazamiento y destitución, sin embargo, los afectos se mantienen estables, no se trasforman.
La censura como elaboración secundaria
Freud argumenta que cuando se está soñando y uno dice: “no, esto es solo un sueño”, solo es un truco de la censura que nunca se duerme del todo y se ve sorprendida por el sueño que dejo pasar. La instancia que censura tiene una función psíquica que contribuye al contenido onírico (no racional) con intercalaciones y acrecentamientos. Estas intercalaciones muchas veces buscan darle coherencia al sueño, con el fin de hacerlo más aceptable para el yo.
Es lo mismo que hacemos durante el día con las percepciones: ordenamos el material, creamos una trama inteligible con nuestras percepciones, y a veces, nos excedemos al darle coherencia. De eso se aprovechan los magos, dice Freud, y acabamos cayendo en el truco del prestidigitador.
Como ya dijimos antes, el sueño es un conglomerado, por eso tenemos que interpretar cada componente, si hay algo que no encaja, lo último que debemos hacer es descartar ese elemento, lo que sí debemos hacer, es poner el foco en lo más intenso, en los elementos más vívidos. Sospechemos de la coherencia, dice Freud, ya que es lo que le agrega el yo, para no escuchar al inconsciente que trata de comunicarse con nosotros. Si un sueño es muy claro o muy coherente, quiere decir que funcionó muy bien la elaboración secundaria, es decir la censura.
Freud nos da su modelo de la mente humana, ofrece una perspectiva de cómo funciona la psique; habla bastante de ello en su libro La Interpretación de los Sueños, que abarcaría muchos temas, por ello trato de sintetizar los más relevantes para nuestro tema.
Considero que interpretar los sueños demanda estudiar a Freud y su libro, también recomiendo leer a Carl Gustav Jung, en su libro Arquetipos, que da muchas luces acerca de cómo entender nuestros propios sueños para posteriormente, saber qué trata de decirnos nuestra conciencia. Como ya sabemos, la conciencia es la reprimida, como vimos en mi articulo anterior acerca de “La Tecnología, El ego, y el Autoconocimiento” Los yoes (“ego”) reprimen el mensaje de la conciencia, sin embargo, hay diferentes detalles en la investigación de Freud que nos da entender, implícitamente, el interior del humano, la conciencia o espíritu que trata de comunicarse con nosotros, pero muchas veces, debido a la poca información que tiene la cultura popular acerca de los sueños, dejan pasar los mensajes encriptados que nuestra conciencia o espíritu trata de comunicarnos, no obstante, tal y como mencionamos en líneas anteriores, Freud estaba de acuerdo con la creencia popular de que los sueños tienen un significado.
En este punto, podemos hacernos varias preguntas como: ¿Qué trata de decirnos nuestra conciencia o espíritu? ¿Por qué le llamo la atención a Freud este tema? ¿El ser humano tiene un poder oculto que trata de manifestarse? Estas y más preguntas que quizá tú también puedes estar formulándote, me recuerdan lo que Einstein dijo una vez: “La mente intuitiva es un regalo sagrado y la mente racional es un fiel sirviente. Hemos creado una sociedad que rinde honores al sirviente y ha olvidado al regalo”. Asimismo, Platón, en su mito de la caverna, habla sobre un mundo dual, donde existe la luz y la sombra, lo real y lo imaginario. Me atrevo a decir que en cada ser humano existe la imaginación y la creatividad, ellas están ahí, latentes, y que muchas veces, la inspiración viene mediante los sueños.
Para tratar de entender esto nos adentraremos en un texto de la India, el Bardo Thodol, que habla acerca de la liberación de nuestra conciencia por medio de la audición. Me parece muy interesante ya que estamos tocando el tema ¿Acaso la conciencia, en efecto, busca liberarse? ¿Qué quiere decir liberación de conciencia o espíritu? ¿Son los sueños manifestaciones de nuestra conciencia?
Gracias a los estudios de Freud, podemos responder la última pregunta, en efecto, los sueños son manifestaciones de la conciencia, que -como ya mencionamos anteriormente- se ven obstaculizados por el ego.
El Bardo Thodol: «La liberación por audición durante el estado intermedio»
Este texto, traducido para occidente como El Libro Tibetano de los Muertos (convengamos que es una traducción mercadotécnica), postula que los antiguos sacerdotes del Himalaya llevaban toda una vida de preparación para su muerte, y cuando ya era hora de morir, ellos lo sabían, de modo que preparaban un ritual para los moribundos, se acostaban en una cama a dormir, a su vez, un sacerdote se encargaba de leerles el libro Bardo Thodol al oído, a su alrededor, típicamente, estaban los familiares y las personas más cercanas haciendo plegarias por su espíritu o conciencia. El Bardo Thodol indica que, cuando estamos muertos, el último sentido que desaparece es el del oído, por eso leían el Bardo Thodol al oído del moribundo, mientras poco a poco, su conciencia dejaba su cuerpo. Los familiares hacen plegarias para que su espíritu encuentre la salida y se haga uno con la luz, en términos de cultura occidental, podríamos decir, que vaya al paraíso, y ya no vuelva a encarnarse más, de no lograr tal hazaña, queda atrapado en el Bardo “el estado intermedio”. El Bardo es un lugar inmaterial, podríamos decir que allí no se está en la tierra ni en el cielo. Según el texto, el alma deambula por 49 días por el mundo, como si fuera una hojita seca llevada por el viento; el espíritu recorre el mundo como un espectador, el cual puede escuchar, pero nadie puede verlo, pues está vagando en el Bardo.
Las plegarias que los familiares y allegados hacen, tienen el propósito de que ese espíritu escuche y pueda encontrar un camino, para ya no volver a encarnarse. Es decir, debemos aprender a escuchar de un modo determinado, que me advierte que estoy entre dos cuestiones, el Bardo Thodol postula que cuando no se halla ese camino, inexorablemente, vuelves a nacer, ese espíritu o conciencia puede elegir donde encarnarse, a los padres o la familia donde volverá a nacer, cuando una pareja esté a punto de concebir la vida, en el vientre de la madre, en el momento de la concepción, el espíritu entrará automáticamente, y mantendrá la creencia de que con ellos, podrá resolver el problema que en su vida anterior no resolvió.
https://www.youtube.com/watch?v=MWyWl2GVt9g
Si decimos que toda nuestra vida es un Bardo, podemos asentir, y además añado que, si lo vemos en una perspectiva de dualidad, es decir, entre dos cuestiones, no escapa de la vida cotidiana del ser humano. Las personas dicen que quieren hacer una cosa, pero terminan haciendo otra cosa: «amo a mi mujer, pero deseo a la vecina», «amo el arte, pero deseo el dinero», trasladándolo a ese Bardo “entre dos lugares”. Entonces, podemos decir que antes de la encarnación y después de encarnar, se vendría del mismo lugar. Nuestra conciencia o espíritu, en realidad, es infinito, nunca muere, lo que muere es nuestra carne, nuestro cuerpo material.
Llegado a este punto, ya tenemos un entendimiento más claro acerca de la pregunta: ¿Qué trata de decirnos nuestro espíritu? Parece todo un misterio por resolver, y lo es, pero he tratado de exprimir la pulpa de los conceptos tratados en este artículo. Es una perspectiva interesante la idea de que nuestro espíritu o conciencia busca liberarse, o quizá busca darnos las pautas para que comprendamos, por medio de los sueños, cómo resolver lo que en una supuesta vida anterior no pudimos resolver. Así que terminaré con una pregunta: ¿Acaso Freud se apoyó en otros textos para formular sus tesis investigativas? Es probable.
Desde que somos pequeños nuestros padres nos decían que no debemos de llorar, que debemos de ser fuertes y aguantar. Pero no es malo llorar si realmente nos sentimos mal, hablo de ese dolor de pecho, de esa presión, y un gran dolor de cabeza.
Nuestro cerebro es tan maravilloso que, cuando nosotros estamos enojados o tristes, se acumula una hormona llamada cortisol. En momentos de estrés, nuestro organismo pone en marcha un sistema de defensa para contrarrestar el daño que pueda causar la sensación de ansiedad. Este sistema se activa mediante el cortisol. Y nuestras lágrimas poseen cortisol. Por ende, al momento de llorar estas liberando cortisol, y acompañado de una buena respiración, ayuda a poder liberar cortisol.
“Llorar y honrar tus propias necesidades y sensibilidades es una parte fundamental del autocuidado y de amarse a sí mismo, ser consciente de las necesidades y honrarlas para beneficiar la salud del cuerpo, de la mente y del espíritu”, destacó la Dra. Judith Orloff, autora de The Empath’s Survival Guide: Life Strategies for Sensitive People y psiquiatra de la Facultad de Psiquiatría Clínica de la Universidad de California. Si bien el llanto está asociado al dolor o al sufrimiento, desde el punto de la perspectiva de la ciencia, existen razones para considerar que llorar reporta beneficios.
¿El estrés puede salir través de nuestras lágrimas?
Pues sí, cuando nuestro cuerpo siente que nos sentimos estresados o ansiosos, es posible que lloremos automáticamente, pues es un tipo de defensa que nuestra constitución física pide.
Si estás acostumbrado a reprimir tus emociones, permitirte llorar podría crear ansiedad cuando tus sentimientos salgan a la superficie, durante las primeras veces. Pero es algo normal, cambiar la perspectiva y darte gusto según sea necesario, puede ayudar a superar gradualmente cualquier molestia. Puedes tomar el proceso con calma. “Tienes que regresar y trabajar un poco con tu niño interior, porque el niño interior es quien apagó (esta expresión) cuando no era seguro llorar”, agrega Orloff.
Al llorar, nos permitimos ser vulnerables. Y eso puede ser bueno, ya lo decía Sideroff: «Porque no puedes estar en guardia todo el tiempo. El cuerpo siempre se apoya en dimensiones diferentes para estar en un lugar de equilibrio. Ser vulnerable y bajar la guardia es una forma de recuperarse, en cierto sentido, del estrés y la tensión».
Usualmente, las personas sostienen que se sienten mejor después de llorar. Eso podría deberse a que el llanto nos obliga a prestar atención a lo que lo desencadenó y a trabajar a través de nuestras emociones y pensamientos (Bylsma). Llorar también podría ayudarnos a comprender lo que es importante para nosotros, especialmente, si los hacemos por algo que nos molesta inesperadamente.
Sabias que…
Cada 24 de julio se celebra el Día Internacional del Autocuidado, para promover y mantener nuestra salud física y mental, cuidándonos a nosotros mismos. Este día nos invita a fomentar estilos de vida saludables, hoy y todos los días.
❖ Antecedentes familiares: Cuando en la familia se cuenta con antecedentes previos en trastornos de ansiedad, es muy probable que tu niño sea más propenso a padecerlos. ❖ Eventos familiares estresantes: Los acontecimientos que suceden en la familia afectan directamente al niño. Cuando el núcleo familiar atraviesa un momento difícil, como la enfermedad de uno de sus seres queridos, la pérdida de trabajo, una separación de los padres, la violencia intrafamiliar, la muerte de uno de sus integrantes, etc. ❖ Conductas aprendidas: Observar ansiedad en la familia, o ver miedos excesivos presentes, también le pueden generar ansiedad al pequeño. ❖ Los cambios pueden generar ansiedad infantil: Situaciones como cambiarlo de colegio, mudarse a otra ciudad, o cambiar de casa, son algunas de las causas que le pueden generar ansiedad infantil al niño.
Principales síntomas de la ansiedad infantil
➢ Manifiestan preocupación excesiva: Los niños que sufren de ansiedad, suelen ser muy exigentes con ellos mismos, les gusta que todo salga casi perfecto. ➢ Falta de confianza en sí mismos: Hace que el niño se siente de una forma extraña, y no logran comprender muy bien qué es lo que les pasa; esta situación puede causar que pierda la confianza en sí mismo. ➢ Pensamientos negativos y dificultad para concentrarse: La ansiedad lleva a que suelan pensar que están en peligro y que tengas problemas de atención. ➢ Nerviosismo: Es uno de los síntomas físicos más comunes, se aceleran los latidos del corazón, lo que causa taquicardia. ➢ Sudoración excesiva: Un ataque de ansiedad hace que el cuerpo produzca más sudor del normal. ➢ Dificultad para respirar: La respiración se acelera. En casos muy extremos, el niño se puede hiperventilar e incluso llegar a desmayarse. ➢ Mareos: Cuando el niño presenta aceleración en su pulso, sumada con la dificultad para respirar, su cerebro recibe menos oxígeno, lo que genera el riesgo de que pueda sufrir mareos. ➢ Dolor de estómago: Los nervios afectan directamente al estómago, por eso el dolor estomacal es muy común. ➢ Descontrol en las emociones: Es muy usual que la ansiedad deje al niño emocionalmente sensible, por tal razón pueden caer en el llanto o la ira excesiva.
¿Cómo controlar la ansiedad en los niños?
Para intervenir la ansiedad en niños podemos seguir los siguientes consejos:
➢ Cuando tengamos sospechas de la existencia de un trastorno de ansiedad en niños, el primer paso debe ser consultar con un especialista que nos pueda ayudar. ➢ Ante los miedos del niño, es importante no presionarle a enfrentarse al mismo o superarlo, pero tampoco evitarlo. Se trata de ayudar al niño a afrontar poco a poco a sus temores. ➢ Los niños con trastornos de ansiedad sufren mucho, y debemos evitar etiquetar, juzgar o criticar los síntomas o conductas asociados a la ansiedad.