Desde el primer instante en el que el paciente ingresa al consultorio, se observa su postura encorvada, el desvío de la mirada, el enrojecimiento, las manos sobre las piernas intentando contener su movimiento prácticamente involuntario, la respiración entrecortada (en donde en cada silencio se oye un suspiro de alivio), la voz temblorosa… Traducir lo mencionado, sugiere que puede tratarse de ansiedad social, uno de los motivos de consulta psicológica más recurrentes.
Se siente como si cada síntoma se colocará sobre la mesa, tal como si se tratase de una baraja de cartas. En estos casos, comprendo que el ritmo será lento, y que, forjar la base de la relación psicoterapéutica, será como intentar construir un castillo de arena al borde de la orilla, cada sesión será un nuevo inicio, ya que, la desconfianza hacia el juicio de los demás es el principal problema.
Es así que, el primer paso, es desglosarme del resto, reforzar el concepto de espacio seguro, no extender los silencios entre frases, más de lo que el paciente requiera, su mirada suele ser una especie de semáforo, y hay que aprender a leerla, tal como si se tratase de un manual de instrucciones.
En la mente de una persona con ansiedad social, existe una especie de «audiencia imaginaria», compuesta por un público hostil, crítico, oposicionista, incompatible, antipático. La interacción mental que tiene el sujeto con estos personajes está compuesta por un diálogo interno negativo, en donde uno de los mayores temores, es que, cuando la interacción se haga real, suceda lo imaginado.
¿Qué es la Ansiedad Social?
Se trata de un subtipo de los Trastornos de ansiedad, y se puede catalogar como un problema fóbico/obsesivo con una alta probabilidad de evolucionar a la cronicidad, si no se recibe el tratamiento idóneo.
La persona le otorga una importancia exagerada a lo que los demás pueden pensar de su conducta, preferencias, y todo lo que engloba su forma de ser. En donde tienden a darle una connotación extremadamente negativa al juicio que obtendrán de los demás.
Se presenta una especial atención selectiva a la propia actuación social insatisfactoria ya sea imaginativa o real. Por ejemplo, posterior a una situación social, la persona tiende a sobre analizar su desempeño, con el objetivo de identificar las fallas en sus interacciones.
Otra de las características de una persona con ansiedad social, son los pensamientos rígidos y obsesivos frente a todo lo que involucre la interacción social, acompañado de un estado de alerta continúa, miedo excesivo a ser el centro de atención, sensación de peligro en situaciones sociales e hipersensibilidad a las críticas.
Evaluarse negativamente, pensando que lo hacen a través de los ojos de los demás, implica también una gran dificultad para tomar decisiones.
En este tipo de problema, la persona ingresa a un círculo vicioso, ya que la ansiedad a que los demás noten sus propias reacciones de conducta no verbal, tales como, el sonrojarse, que retroalimenta la idea de que se van a dar cuenta de que le sucede algo «malo», lo que le produce más ansiedad.
A mayor interacción se necesite tener, mayor ansiedad. Es por esto que, uno de los estilos de afrontamiento más empleados, es la evasión, el intentar evitar la interacción o hacerla lo más concreta posible. Por ende, no suelen permitir la oportunidad de tener experiencias sociales que contradigan sus pensamientos, bloqueando la comprobación de la inocuidad del estímulo desagradable y el temor se mantiene. Esto trae como consecuencia habilidades sociales deficientes.
¿Qué pensamientos suele tener una persona con Ansiedad Social?
«Me duele el pecho antes de exponer en clases», «Me da pánico dar un examen porque siento que me irá mal y que el profesor pensará que no aprendí lo necesario», «No quiero ir a la tienda, porque no sé si lo que voy a comprar esté bien a los ojos de los demás, aún cuando sea leche o pan», «Tengo miedo de hablar con personas por primera vez», «Sabía que responder en la entrevista de trabajo, pero me quedé en blanco», «Trato de no ir a lugares con muchas personas, porque entonces es más atosigante», «No pedí mi vuelto al taxista, y tampoco me lo dio, solo pude bajarme avergonzada», «No puedo ir a los almuerzos familiares porque no quiero que nadie me vea comer, y me da terror tener que entrar al baño luego también», «Pienso mucho en la ropa que usaré para ir a alguna reunión, ya que temo hacer una mala elección», «No puedo participar en deportes grupales, porque si me equivoco fracasarán todos por mi culpa».
Tipos de Ansiedad Social
Es importante resaltar que, una persona con ansiedad social puede percibirla de modo generalizado con las interacciones sociales (Trastorno de Ansiedad Social generalizado), o en situaciones sociales específicas (Trastorno de Ansiedad Social no generalizado), como por ejemplo cuando requieren realizar algo específico delante de otra(s) persona(s), como exponer en el salón de clases, o participar de un baile en un día festivo.
Ansiedad Social Vs. Timidez e Introversión
La timidez usualmente tiene una causa genética o carácterial, se basa en el miedo, lo cual no conlleva necesariamente a la ansiedad.
Al hablar de personalidad introvertida, se engloba a toda la forma de ser de una persona, la cual elige, por preferencia, pasar la mayor parte de su tiempo a solas. Una persona puede ser introvertida o extrovertida, y tener timidez.
Factores de riesgo
Existen varios factores que pueden incrementar el riesgo de contraer este trastorno, entre ellos se encuentran los antecedentes de tener algún familiar con el diagnóstico de algún tipo de ansiedad y/o de personalidad obsesiva, así como también, el haber atravesado por experiencias negativas e incluso traumáticas, como por ejemplo, bullying, rechazo, humillación, círculo primario de apoyo disfuncional, presentar alguna característica física que llame la atención de los demás. Otro factor, es el atravesar por una situación social estresante que tuviera una consecuencia inesperada o negativa.
Miedo a diario
Si deseas seguir investigando sobre la ansiedad social, te recomiendo el documental en ficción sonora: «Miedo a diario», trata de Marisol, una adolescente que vive el día a día con este trastorno. Adjunto el enlace donde podrás escucharlo, son tal solo 6 episodios, que nos permiten entender el diálogo interno que establece una persona con ansiedad social.