Duelo en niños

La muerte, aunque fue un tema tabú en siglos pasados, ha sido ampliamente estudiada desde diferentes disciplinas, y como parte de este estudio, la Psicología ha buscado enfocarse en la forma en la que esta es enfrentada por la persona humana y cuáles son sus distintos comportamientos frente a ella. Aunque las investigaciones de esta disciplina abarcan temas variados, el proceso de duelo es uno de los que capta mayor interés debido a su complejidad y a los efectos adversos que trae consigo al no afrontar de forma adecuada tal proceso (Pérez y Robayo, 2017).

El duelo es considerado como un grupo de representaciones mentales y conductas vinculadas con una pérdida afectiva, teniendo como objetivo aceptar la realidad de dicha pérdida y adaptarse al nuevo entorno (De Hoyos, 2015). También Freud (1996) habla del tema y señala que el duelo es un estado del alma, es decir una reacción normal de todo ser humano ante la pérdida de un ser amado, ya que se han establecido vínculos primordiales de identificación para poder elaborar la realidad psíquica en el caso de los infantes, pues estos ven a sus padres como objetos amorosos para identificarse (Varela, Hernández, Esparza & Pilar, 2013).

De igual forma, Tizón (2004) señala que el duelo incluye procesos tanto psicológicos como psicosociales que ocurren luego de la pérdida de alguien con quien se tiene un vínculo (Moreno, 2016). Otros autores la han definido como la reacción consecuente a la muerte de un ser querido manifestado en la esfera psicológica, biológica y social (Ordoñez & Lacasta 2006). Es una reacción normal ante una pérdida la cual va a suponer la readaptación ante la situación nueva que afronta, sin embargo, este puede volverse patológico si no se resuelve de la manera adecuada y requerirá de la intervención del profesional (Meza et al., 2008).

TERAPIA DE LA CONDUCTA INFANTIL: EL DUELO EN LOS NIÑOS

Sobre los tipos de duelo, la autora Moreno (2014) menciona que existen dos en general: el duelo normalizado y el duelo complicado. El primero se refiere a aquel proceso que ha sido atravesado de forma adecuada logrando la adaptación a la nueva realidad en la que vive y recordando a la persona fallecida sin dolor profundo y con cierta sensación de tranquilidad. El duelo normalizado además se caracteriza por un estado de perplejidad suscitada por el fallecimiento de su ser querido, dolor intenso junto con malestar, sensación de ser una persona débil, pérdida tanto del apetito y de peso como de sueño, dificultad para mantener la atención, culpa, rabia, episodios de negación, ilusiones, alucinaciones e identificación constante con el ser querido que ya no está (Cabodevilla, 2007).

Por otro lado, el duelo complicado se refiere al proceso inadecuado de adaptación en el que la persona se ve desbordada por la situación, sin poder por sus propios medio lograr afrontar la situación de forma adecuada. De igual forma, Flórez (2002) menciona que el inadecuado abordaje del duelo, puede convertirse en duelo patológico, el cual se presenta como una ausencia o retraso en su aparición o como un duelo demasiado intenso y prolongado. Por su parte Cabodevilla (2007) también menciona diferentes tipos de duelo entre las que tenemos el duelo anticipatorio, el duelo crónico, el duelo retrasado o retardado, el duelo enmascarado, el duelo exagerado, el duelo ambiguo y el duelo normal.

Según lo referido en la revista Duelo en Oncología, la intervención en el proceso de duelo puede ser a nivel individual, grupal y familiar. En la intervención individual se ha propuesto dividirla en cuatro tareas las cuales son: “aceptar la realidad de la pérdida”, “trabajar las emociones y el dolor de la pérdida”, “adaptarse a un medio en el que el fallecido está ausente”, “recolocar emocionalmente al fallecido y continuar viviendo” (Alberola, Asuara & Reina, 2008). Además estos mismos autores mencionan que es recomendable utilizar técnicas como “el libro de recuerdos, imaginación guiada, uso de símbolos, lenguaje evocador, rol-playing, dibujar” entre otros en el proceso de asesoramiento al deudo.

Duelo en niños y niñas en esta situación de confinamiento y pandemia

En la intervención grupal se hace mención de los grupos de apoyo en los que se consideran diferentes objetivos terapéuticos como el cambiar la forma en que el deudo se expresa y vive el duelo, exploración de la relación que se poseía con el fallecido y la resolución de los asuntos sin resolver entre otros más que se han asociado a las diferentes fases del duelo (Payás, 2008). Por último, la intervención familiar que tiene como objetivos específicos el “aumentar la realidad de la pérdida, ayudar a expresar emociones del deudo y ayudar a vencer los obstáculos que evitan el reajuste después de la pérdida” (Virizuela, Aires & Duque, 2008).

Aunque es un proceso complejo y difícil de afrontar en personas de cualquier edad los efectos negativos a largo plazo son mucho más altos en niños. Según Guillén, Gordillo Montaño, Gordillo Gordillo, Ruiz y Gordillo Solanes (2013) el 40% de los niños que han atravesado por un proceso de duelo padecen de un trastorno psicológico. Además García y Bellver (2019) mencionan que un dolor muy profundo en los niños podrían interferir en su correcto funcionamiento y desarrollo provocando síntomas como miedo nocturno, dolores crónicos, bajo rendimiento escolar y comportamientos que impliquen una regresión. Es por ello que ahora pasaremos a hablar un poco más sobre la niñez.

La niñez es un periodo de crecimiento acelerado entre los 0 a los 11 años, la cual se ve influencia por el ambiente y la genética (Papalia, 2014). Esta etapa se puede dividir en primera (0-5 años) y segunda infancia (6-11 años) según Mansilla (2000) quien además menciona que esta última supondría una “edad crítica” ya que las consecuencias de una inadecuada satisfacción de las necesidades psicosociales podrían traer consigo efectos negativos que alteren su normal desarrollo.

Partiendo de las etapas del desarrollo planteadas por Piaget (1975) se distingue que en el periodo sensorio motriz (hasta los 2 años) los niños son capaces de notar la ausencia de la persona de apego, posteriormente se da la adquisición del lenguaje, por lo que la posibilidad de que pregunten por la persona es posible adquieren la capacidad de identificar el estado de ánimo de otras personas, por lo que se ven influenciados por las emociones que sus cuidadores transmiten tras el fallecimiento del ser querido.

El duelo en niños: cómo comunicarles la muerte de un ser querido

Así mismo en el periodo pre-operacional (3 a 6 años) y con conceptos de temporalidad, reversibilidad, universalidad y funciones vitales en proceso de establecerse aún creen que el ser querido muerto puede despertar o volver tarde o temprano (García & Bellver, 2019). Posteriormente en el periodo de las operaciones concretas (7-10/11 años) se da un mayor concepto de irreversibilidad, se dan preguntas como ¿Cause la muerte? ¿Me pasará también a mí? ¿Quién me va a cuidar? (Ordoñez & Lacasta, 2007).

A partir de los 7 años un pensamiento, aunque infantil, lógico, flexible y reflexivo por lo que sus capacidades le permiten entender un poco mejor el concepto de muerte a diferencia de los niños menores a esta edad donde se le otorga características mágicas o se le relaciona con una sensación de ausencia (Durán, 2011). A esta ambigua comprensión de la muerte se le debe añadir la poca habilidad de los adultos para comunicar al niño la pérdida de algún ser querido y que muchas veces se prefiere evitar el tema con el objetivo de proteger a los niños creyendo que no entienden lo que pasan (Guillen et al., 2013).

Tomando en cuenta las particularidades del duelo en niños, Flórez (2002) menciona tres fases del duelo infantil, en primer lugar, está la protesta en la que el niño añora amargamente al familiar perdido rogando que vuelva a estar con esa persona. En seguida, está la fase de la desesperanza, en donde el niño inicia un proceso de abandono de esperanzas de que el familiar perdido vuelva con él, por lo que queda sumergido en un estadío de abandono y apatía acompañado de un llanto intermitente. Finalmente, en la fase de la ruptura del vínculo, el niño comienza a romper el vínculo emocional con el fallecido y vuelca poco a poco su interés por el mundo exterior.

Las víctimas silenciosas del covid: los niños y su duelo | ActitudFem

Es importante mencionar que cuando no se hace partícipe a un niño de la enfermedad o muerte de algún ser amado para él, al no llevarle al funeral o el no compartir la pena por el fallecimiento de un familiar, sería perjudicial para el niño él, ya que esto podría generar dificultad en iniciar el duelo y en el elaborar el duelo (Zañartu & Krämer, 2008). Flórez (2002) también reconoce la importancia de manejar la reacción de duelo de los niños, ya que se ha evidenciado que los trastornos depresivos y los intentos suicidas usualmente se presentan en adultos que durante su infancia vivenciaron el fallecimiento de uno de sus padres. Queda claro entonces que el duelo en niños se presenta como un factor de riesgo para futuros trastornos psicológicos y justamente por ello es necesario la intervención psicológica trabajado no solo con el niño sino también con la persona a cargo del cuidado del niño y otras cercanas al niño.

Referencias

  • De Hoyos, M. C. (2015). ¿ Entendemos los adultos el duelo de los niños. Acta Pediátrica Española [revista en internet], 73(2), 27-32. Recuperado de http://actapediatrica.com/images/pdf/Volumen-73—Numero-2—Febrero-2015.pdf#page=7
  • Cabodevilla, I. (2007). Las pérdidas y sus duelos. Anales del Sistema Sanitario de Navarra. Vol. 30, Suplemento 3 , 163-176. Recuperado de http://scielo.isciii.es/pdf/asisna/v30s3/original11.pdf De Hoyos, M. C. (2015). ¿ Entendemos los adultos el duelo de los niños. Acta Pediátrica Española [revista en internet], 73(2), 27-32. Recuperado de http://actapediatrica.com/images/pdf/Volumen-73—Numero-2—Febrero-2015.pdf#page=7
  • Ordoñez, A., Lacasta, M., (2007) El duelo en los niños (La pérdida del padre/madre). En Camps C, Sánchez PT. (Ed). Duelo en oncología. SEOM. Madrid. Recuperado de: http://www.seom.org/seomcms/images/stories/recursos/sociosyprofs/documentacion/manuales/duelo/duelo11.pdf
  • Pérez Suesca, J. A., & Robayo Muñoz, D. Y. (2017). Cartilla para niños y niñas de 6 a 9 años en proceso de duelo (tesis de licenciatura). Universidad Cooperativa de Colombia. Obtenido de https://repository.ucc.edu.co/bitstream/20.500.12494/14268/1/2017_duelo_ninos_acompanamiento.pdf
  • Varela, C., Hernández, V., Esparza, E., & Pilar, S. (2013). El duelo en niños, su abordaje desde la clínica del lazo social. In Contreras y Andrade. Congreso Interdisciplinario de Cuerpos Académicos. Ciencias Administrativas y Sociales. Buenos Aires. Recuperado de http://dialnet. unirioja. es/servlet/articulo

El camino del héroe

Históricamente hablando, la figura del héroe se relaciona íntimamente con el estereotipo de un semi dios o de un super héroe (Kerenyi, s. f.). Es decir, la de un hombre o mujer, que tras experimentar situaciones adversas logra resolver el conflicto, empleando sus esfuerzos y virtudes (ASALE & RAE, s. f.). En la ficción, la figura del héroe es un tema recurrente, ampliamente tratado en novelas, películas y juegos. Esto porque un personaje plano, que no tenga margen de mejora resulta aburrido.

Partiendo de los estudios de Jung, el inconsciente como medio subjetivo propuso la creación de “arquetipos”, los que relacionaban imágenes, símbolos e ideas en relación con un patrón recurrente. Por tanto, para Jung estos conceptos son concepciones universales, que se arraigan a la cultura y trascienden a la sociedad misma.

El camino del héroe, el elegido y del villano.

Continuando con el postulado de Jung, el uso de “arquetipos” facilita la creación de personajes. El héroe, es el abnegado que consigue sus objetivos con duro esfuerzo; el elegido, es el que resuelve el conflicto tras comprender su realidad; y el villano es quien al verse en la misma situación que el héroe y elegido, decide decantarse por otro camino.  “Solo se necesita un mal día para convertir al hombre más cuerdo, en un lunático” (Moore, s. f.).

En la actualidad, se busca un cierto alejamiento de los arquetipos clásicos, al brindar una nueva perspectiva más humana y menos idealizada de lo que significa ser un héroe. Un ejemplo, puede ser el tratamiento de los “antihéroes”, los cuales resuelven los mismos conflictos que el “héroe”, con la diferencia de que estos últimos no siguen códigos o reglas que limiten sus acciones. El fin justifica los medios.

Tras revisar películas como Matrix, en la que nos presenta una persona que tras reconocer su identidad como el elegido y asumir las dificultades que implica su desarrollo, logra resolver el conflicto central. Por tanto, no solo se requiere tener el potencial, si no el comprender que un paso importante para conseguir los resultados deseados es la introspección.

Recrean qué hubiera pasado si Neo hubiese escogido la pastilla azul en  Matrix

El patriotismo

Un recurso para influir en la conducta de las personas es apelar al patriotismo, esto se logran brindando ejemplos que reflejen los ideales que desean cumplir. Es normal que cuando se están cursando un conflicto armado, el estado recurra a reconocer héroes de guerra, puesto que estos sirven como propagada de los ideales que se busca defender.

Los ideales que defiende el curso de las acciones del héroe son planteados acorde a las necesidades o convenciones de la sociedad. Un claro ejemplo, es la representación fílmica de los super héroes. En esta se busca describir personajes que sirvan de referente para la gente, la posibilidad de empatizar y verse reflejados en los ideales que estos representan.

Fotomural Capitan America Denlante De Una Bandera Americana personajes

Conclusión

El concepto de héroe, elegido y villano son arquetipos clásicos,  ya que, representan ideales compartidos que engloban características propias que facilitan el empatizar con estos. Como resultado, se puede aprobar o rechazar las acciones. Estos pueden facilitar la reflexión personal de los ideales, que como individuos se tiene.

Finalmente como reflexión, los arquetipos de héroe, villano o antihéroe son vigentes. Depende de cada uno como persona, el escoger que camino seguir, entendiendo que quizás no se pueda cambiar el mundo, pero si el poder mejorarlo. Así mismo, también es importante resaltar el cambio del arquetipo clásico, al moderno. Este último, se caracteriza por enfrentar conflictos, tanto situacionales como del mismo villano. En cambio, el arquetipo clásico se decanta por resolver conflictos; como lo visto en la Ilíada.

Referencias

ASALE, R.-, & RAE. (s. f.). Héroe, heroína | Diccionario de la lengua española. «Diccionario de la lengua española» – Edición del Tricentenario. Recuperado 25 de septiembre de 2021, de https://dle.rae.es/héroe

Kerenyi, K. (s. f.). Los héroes griegos. Ediciones Atalanta. Recuperado 25 de septiembre de 2021, de https://www.edicionesatalanta.com/catalogo/los-heroes-griegos/

Moore, A. (s. f.). DC Comics Deluxe Batman Noir The Killing Joke. Smash Comics: Tienda de Comics. Recuperado 25 de septiembre de 2021, de https://www.smashcomics.com.mx/products/dc-comics-deluxe-batman-noir-the-killing-joke

Mamá Grita: En defensa de las madres

En un día habitual, mamá regresa del trabajo, deja la cartera y demás cachivaches de protección contra cierto virus y se dirige al baño a asearse, sin respetar, los 20 segundos que recomiendan para el lavado de manos porque unas voces demandantes, persistentes, aparentemente indolentes y muy directas la acechan desde su llegada. 

Le reclaman su atención, le recriminan su ausencia, se quejan de sus decisiones y actos apenas los ejecuta, cuestionan sus razones y además de eso, le señalan cada error pasado y le anticipa todos los deseos a cumplir hacia el futuro inmediato. 

Esa voz inquisitiva es la de su hijo. 

«¿Por qué llegas a esta hora, mamá?», «siempre dices que llegaras temprano, mentirosa». ¿Dónde está mi mochila?, ¿ya saldremos?, ¿vas a cocinar ahora? ¡Tengo hambre! 

Ante esta escena, que más parece crónica de un desesperante texto de revista de suspenso antes de la ejecución de un crimen, resulta más bien una anécdota. 

Y eso, sin contar situaciones que pasan debajo de mesa y según quienes las viven son más «adaptativas»

– «Partes de la cotidianidad Brenda, por favor, acostúmbrate»- me dice la mamá crispada por mi cara de horror- hago mención también a situaciones tales como: «mamá, vete, no quiero tu opinión, el profesor ha dicho que debo hacerlo así todo, ¡no me digas más nada!». Y ante esta escena que me deja también estupefacta, la sonrisa nerviosa de la mamá se asoma con un: «tranquilito hijito, ya, ya lo hago». Increíble.

Ante este panorama, hay quienes se detienen a señalar desde lo alto de un pedestal de concreto cuál medida es mejor tomar en esos casos para los “impíos que osan privar de su paciencia al adulto”, cuál castigo a modo de ejecución total estarían dispuestos a tomar, otros, llevando su cabeza de lado a lado saborean desde su “privilegiada” inexperiencia mil maneras de increpar a la madre por su “blandengue” inactividad tras el arrebato de su hijo. Pero, ¿quién es el valiente que se impulsa a diseccionar el cadáver de la situación y desmiembra sección por sección los factores y pormenores de lo que sucede, lo que sucedió y sucederá? Muy pocos, realmente. 

No obstante, hoy, de la mano conmigo vamos a levantar la escena del crimen que se ha dado y descubriremos quién mató la paciencia de mamá, quién finiquitó realmente esas ganas de solicitar un por favor y devolver un gracias, quién realmente obstruyó esas ganas de levantarse a diario con la intención de cuidar mediante el mimo y no sobre la necesidad de calmar el palpito de urgencia por creer que ese pequeño fulanito está mal. Básicamente, veremos más allá del crimen (gritar) y observaremos el anecdotario y las pistas que, desperdigadas anuncian la consumación de este hecho, para algunos, en extremo repudiable. 

Asimismo, desde la base, veremos que el grito a modo de arma decapitó por unos instantes las emociones de una madre y de su hijo.

“Te concebí, eres mío”

Desde que recibió su muestra de embarazo positiva, desde que sus síntomas se fueron acrecentando y notó la transformación de su cuerpo, dio a luz antes de tiempo, simplemente, alumbró un par de ideas: Mi/su cuerpo, ya no será mío/de él, ahora, es nuestro.

Cada latido, cada mueca, cada sonrisa, sensación de placer, dolor y angustia fueron compartidos desde ese día, un sentido de pertenencia abismal, que dura en muchas madres hasta que se despiden de la vida. Inclusive, demuestran un nivel de fortaleza ante adversidades muy superior a lo que habían demostrado antes, dándose casos muy lamentables donde se toleran las más terribles injusticias en nombre de ellos, los hijos. Bajo este respecto, me es bastante familiar recordar este verso de una canción de Rosalía (cantautora española) que, en su álbum número dos titulado “El mal querer” (2018) interpreta: “Bueno, yo por amor, uff, bueno, hasta bajé al infierno. Eso sí, como subí con dos ángeles” (0:25).

Esta referencia, hace mención a una serie de abusos recibidos durante la vida matrimonial, llegando a rescatar como algo positivo el tener dos hijos. Para algunos un precio ampliamente cuestionable de pagar, para otros, existe una justificación enorme. En torno a esto, una realidad que inclusive viven muchas personas, más de las que imaginamos. ¿De dónde surge este sentido de pertenencia aún por sobre la vida de la “procreadora”? 

Badinter (1993) citado por Recciuti (2020), presenta este concepto como un saber espontáneo de toda madre que surge con un conjunto de saber hacer que viene de manera genética en la mujer, haciéndola la mejor cuidadora posible en la tarea de maternar. Pero, ¿Realmente es así?, ¿es cultura o es biología?, ¿cuánto es de uno y cuánto es de lo otro?

Si nos adherimos a la definición anterior, encontramos una perspectiva biologicista, donde la anatomía de la mujer ya determina lo que sucederá en la vida, a través del tiempo sin trascender aparentemente. Realmente, muchas veces no ocurre así y es un error inexcusable solo apegarnos a estas instancias, ya que muchas veces la cultura y la educación pueden llevar a caminos distintos, como ejemplo clave: la división de tareas y de “roles” en tanto que hombres ahora están en instancias “privadas” del hogar y mujeres en el trabajo, activando la cultura y política de su entorno. Sí bien es un tema que hoy en día se toma con pinzas, es necesario revisar que muchas de estas concepciones no solo eran de unas generaciones atrás sino que en muchas civilizaciones todavía se persiguen como un ideal.  Por lo tanto, dejando la mente abierta a encarar ideas y discursos dispares a los habituales, observemos estos dos caminos: en primer lugar, cuidar y soportar molestias por un tema de dificultad educativa, carencias económicas y afectivas para sí mismas, resignación ante la situación y noción del castigo como un elemento de aprendizaje necesario. En segundo lugar, cuidar y tolerar situaciones a veces de incomodidad extrema por considerar que el problema es irresoluble y “así debe ser” por patrones familiares arrastrados, rechazo a tomar la iniciativa para innovar nuevas estrategias para afrontar los problemas y fatiga crónica ante el estrés constante. Veamos un caso ilustrativo.

Sasi en Barrio Bajo y Lili en Villa Arco 

Una, es una chica menor a los 35 años, tiene dos hijos, educación primaria a duras penas terminada y es ama de casa, no demuestra esmero en su vestimenta diaria ni para celebraciones, su casa, su lugar de trabajo diario y no remunerado está impecable, con la comida siempre a la hora y sus hijos inmaculadamente bien cuidados. 

Para el desayuno, el cual hace cuando el sol aún no alcanza la alborada siempre está pensado para los demás antes que su propia nutrición, su esposo e hijos merecen “la gran presa” ella… ya tendrá alguito más. 

Asimismo, tolera explosiones de ira de su pareja ante cualquier cosa como una toalla mal colgada o una camisa sin planchar. Ante esto, el día a día con los hijos se torna una lucha de supervivencia, alimentarlos, asearlos, educarlos ante travesuras y reforzarles durante las tareas lo visto en la escuela aun con los escasos conocimientos que tiene y, además, tener algo de paciencia para sí misma y ellos.

Mantiene cada respiro de su existencia con base al alivio que llegará el día que sus hijos puedan levantarse por sí mismos, cuidarse y cuidarla y así alejarse de las penurias que la vida conyugal le ha proporcionado. No hay que ser muy listo para deducir que muchas de sus instrucciones son del tipo: “eso te pasa por estúpido, hazlo de nuevo”, “si no mejoras acabaras limpiando, estando como yo, mantenida y pobre”. 

Mucho resentimiento, frustración y deseos de expiar cada dolor mantenido durante años no son la excusa para palabras tan crudas, pero, existen y son distintivas de situaciones tan desesperanzadoras como la descrita. Ahora, veamos el caso de Sasi.

Hermosa, bien portada, muy cuidada en sus maneras, discreta y sonriente fuera de casa. Tiene 3 hijos, uno más travieso que el anterior, vivaces y muy audaces para conseguir lo que desean. No están enmarcados dentro de la habitual familia que vive bajo el mismo techo, al contrario, son familia pero viven de a temporadas en casa de cada progenitor, que, gracias a sus profesiones pueden permitirse una casa en un buen lugar de la ciudad.

La vida en estas instancias no está tan diluida en mieles y azúcares como pudiéramos imaginarnos, resulta que la cotidianidad de Sasi es la de ir arreando a su pequeña tropa, si, arreando porque en su casa no se mueve un dedo sino lo demarcan unos altos decibelios en más de cinco llamados, resulta que sus hijos luchando entre ellos por atención desarrollaron ciertas conductas que buscan de la manera que sea la atención de la dulce Sasi, cuya casa está destinada al azar y la aventura, lo primordial es el trabajo “para mantenerlos adecuadamente sin tanta ayuda del padre”.

Ante esto, el empuje para criarlos levantándose cada mañana, el de poder corregirlos ante quien esté, mimándolos cada que puede bien sea por capricho de ellos y su facilidad para “domesticarla” o porque simplemente le surgía de su interior, ella, es una fuerza arrolladora que al mismo tiempo de sacar la colada de la lavandería se cuestiona ¿lo haré bien?, ¿por qué conmigo no obedecen y con el papá sí?, ¿y sí los dejo con mi hermana y me voy de vacaciones un fin de semana?, ¿seré una mala madre por esto? y tras breves segundos de introspección surge nuevamente el llamado de la cotidianidad exigiendo algo baladí a lo que la respuesta que surge de su garganta son del calibre de: “nunca ves nada, está allí, ¡ciego!”, “jamás se te ha ocurrido buscar acá, es que no piensas”, “acostúmbrate a hacerlo tú solito, ya estás grande, no puedo hacerlo todo yo siempre”, “el día que me vaya tú tendrás que valerte por ti mismo, aprende de una vez”.

Ambas instancias, una más altisonante que la otra (para algunos) nos denotan dos realidades de las múltiples que existen, son comunes, pero no significan que sean aceptables dentro de los deseos de lo saludable y de bienestar, primordialmente porque están repletas de desdichas y reproches que lejos de levantarlas de la situación las hunde todavía más. 

Gritar para sentir

A este punto, gracias por no aferrarte a un paradigma y seguir explorando el tema que trasciende el grito de una persona, en este caso, de una madre, que desde esta postura las vislumbra como seres que han estado en observación y de los que se detallan estas características, para los padres, ya existirá otro momento para hablar sobre ellos donde hay mucha tela que cortar también. 

Entonces, siguiendo la línea de la comprensión y no de la excusa, ya sabemos qué trasfondos existen y que sucede allí entorno al grito y es que existen muchos disparadores que pueden predisponer todavía más una situación de crisis, vamos a enunciarlos y hagamos un pequeño ejercicio, sí respondes más de cinco “sí” por favor, busca apoyo, no serás señalado, anímate a revertir la situación. Empecemos.

  • Discuto constantemente con mi pareja, familiares cercanos y me irrito fácilmente.
  • Veo las noticias y la situación país me altera, provocando que me moleste y hable de cualquier modo con mis hijos.
  • No me detengo a pensar qué consecuencias puede desencadenar el que les grite y ellos se callen.
  • Casi nunca les pregunto a mis hijos cómo se sienten tras una discusión.
  • Me siento rebasado casi todo el tiempo, ante el mínimo estímulo “estallo” con todos en casa.
  • No ofrezco disculpas casi nunca o nunca.
  • Los problemas de mi familia se resuelven en casa, pienso que las cosas suceden por etapas, se disipan solas.
  • Si todo está en calma no vuelvo a tocar el tema de la anterior discusión, si nadie habla, ya se resolvió.
  • Acepto que muchas veces hablo a mis familiares con improperios y descalificaciones en lugar de ir al meollo de los problemas tratados.
  • Al ver un problema, juzgo, señalo, increpo al que lo cometió culpandolo inmediatamente de la situación en lugar de comprender y resolver.
  • Busco culpables de las situaciones para regodearme en lo que han hecho para sentirme mejor.
  • Espero que mis hijos siempre sean ordenados y condescendientes respecto al trabajo y rol que desempeño en casa más que por mi persona. 
  • Me molesto fácilmente si me mencionan alguno de mis errores, más si lo hace alguno de mis hijos.

¿Turbio, ¿no?  estas situaciones arriba enunciadas a modo de cuestionario son muchas de las instancias que en terapia se visualizan de manera casi total cuando a terapia familiar se refiere, y no lo comentan los padres o madres angustiadas, no, lo hace ese hijo que no se concentra en clase, que no puede acercarse a otros por problemas de confianza, entre otros, sí, son los hijos los síntomas de la situación de fondo que atraviesan los padres. 

Una baja autoestima, una necesidad casi eterna por desear descansar física y emocionalmente, incapacidad para controlar las reacciones emocionales, pobre capacidad para gestionar excesos conductuales de parte de los niños, esto es, lo que tradicionalmente llamamos “berrinches” pueden ser detonantes de una serie de desgastes familiares que traen como consecuencias los gritos desaforados de quién se siente responsable total por la vida de sus infantes.

Finalmente, algunas sugerencias de la mano de las revistas Healthy Children (2020) y Guía Infantil (Padilla, 2021) demuestran algunas estrategias importantes a considerar, aquí un resumen de ellas:

  • Tómate un momento para visualizar quejas, en papel, por escrito en el teléfono o en la pc, lo importante es poder saber qué sucede y cuántas veces se repiten estas situaciones y cómo resolverlas.
  • Sí bien el trabajo es vital, no puede llevarse a casa siempre. Un terreno de esparcimiento, un refugio ante la vida arrolladora es lo que debe significar un hogar, procura no evadir las situaciones de casa empleando como excusa el tener mucho trabajo.
  • procura mantenerte atenta a los placeres de la vida, que aunque se vean pequeños y cotidianos pueden significar un momento de meditación activa muy reconfortante, tal como el apreciar un aroma de la comida que consumes, apreciar la sonrisa que tus hijos te devuelven, agradecer por las cosas que te has podido proveer, entre otras.
  • Piensa que no todos tienen un mismo objetivo dentro de la familia, bien sea por la diferencia de edad, pensamiento, cultura, educación etc. todos son distintos, por lo tanto, no todos perseguirán la misma meta, no obstante, que esto no signifique hacer planes familiares, escucha la opinión de todos y en familia conduce el camino.
  • Piensa antes de estallar ¿esto lo amerita? Hay cosas que no son estrictamente necesarias para resolver de inmediato, puedes aplazar actividades en pro de una jerarquía más funcional, como el relajarte unos instantes y luego retomar las tareas de casa; en lugar de gritar e irritarte porque no están las cosas tal como las prefieres.
  • En situaciones sociales, destaca lo positivo, una reunión familiar amena no tiene por qué volverse un centro de quejas, al contrario, gózalo y disfrútalo, en otro momento, apropiado y privado compártelo y desahoga tus vivencias, hay un contexto para todo.
  • Comprende la conducta de tus hijos, vuélvete más observadora, muchas de las actividades que pueden irritarte pueden ser causa de un sentimiento de aburrimiento y de querer llamar tu atención sobre ellos, de manera negativa, pero atención al fin, de modo que, redirige la conducta, una actividad entretenida y educativa que pueda satisfacerlos a ellos y te sientas tranquila tú.
  • halagos, mimos y afecto. No dudes en dar los abrazos que siempre quisiste recibir, estimula el proveer afecto sin razón aparente más allá que la del amor, de ese modo, los lazos afectivos serán todavía más profundos y lograrás mayor cohesión familiar y por sobretodo te sentirás alegre de dar dulzura frente a los embates de la vida.
  • Finalmente, si estás en una situación de violencia, recurre a los organismos de apoyo, tus hijos no tienen por qué ser una barrera entre tú y tu estabilidad física, emocional y mental, además que no tienen que recibir el maltrato y abuso que por tu frustración arrastra, al contrario, contágiate de la fortaleza que ellos pueden darte y sal adelante, busca apoyo y brilla.

Referencias 

Vila, Rosalía. (2018). Preso (Cap.6: Clausura) [Canción]. El mal querer. Sony

Recciuti, P. Los artificios del instinto materno : representaciones de la madre universal [en línea]. Trabajo final de grado. Montevideo : Udelar. FP, 2020.

American Academy of Pediatrics. (2020). La crianza de los hijos durante una pandemia: consejos para mantener la calma en el hogar. Revista digital Healthy Children. Disponible en: https://www.healthychildren.org/Spanish/health-issues/conditions/COVID-19/Paginas/Parenting-in-a-Pandemic.aspx

Padilla, M. (2021). 12 prácticas necesarias para madres y padres estresados. 12 meses, 12 propuestas destinadas a fortalecer la familia. Revista digital Guía Infantil. Disponible en: https://www.guiainfantil.com/familia/padres/12-practicas-necesarias-para-madres-y-padres-estresados/

La Psicología de «La Noche Estrellada» de Vincent van Gogh

La Noche Estrellada de Vincent van Gogh es la obra más conocida del pintor. Es reconocida y apreciada por los sumergidos en el mundo y por los admiradores casuales de los lienzos. Considero ello que se debe a la simpleza de sus figuras (la luna, las estrellas, un pueblo, las montañas, un árbol); a lo llamativo que es el trazo y la forma de haberlos pintado; y a la belleza tan sencilla de apreciar en un cuadro que permite a cualquiera vislumbrar el reflejo de la vida misma que es tan propio de la pintura como bella arte. A esto debo agregar que la sobreexposición mediática y comercial que ha tenido tanto la obra como el autor es solo una consecuencia circuncidante a lo verdaderamente importante del artista y su obra.

En efecto “con la ayuda de sus pinceles chorreantes de color y vigor, van Gogh transformó los paisajes, los personajes, los objetos y la luz de cada día en una materia completamente nueva” (El Mundo, 2016, p. 29).

La psicología que está detrás 

Del autor y su obra en general

El arte de van Gogh tuvo una nueva manera de apreciar la estética, dirigiéndola a conceptos más abstractos. El jugar con lo abstracto fue el factor innovador, capaz de llevar la pintura a direcciones que no estaban tomadas en cuenta antes de él.

Los colores impactantes en intensos, el énfasis de las pinceladas, las formas de su obra son altamente expresivas e incluso excesivamente emocionales. Pero a su vez eso no lo dejó exento de padecer los momentos de oscuridad que traían consigo sentimientos de soledad y desesperación (Dahlan, 2014, p. 333).

«Autorretrato de 1889». El fondo comparte las formas de los espirales de luz de «La Noche Estrellada»

Van Gogh podía actuar de manera errática y de difícil manejo; y a pesar de sufrir colapsos y depresiones, el artista estaba muy lejos del mito que se armó a su alrededor como si se tratase de una persona lunática (Dahlan, 2014, p. 333).

El deseo de impresionar y apasionarse en su obra, hizo que se reflejara el mundo interior del artista, y no me refiero solo a sus puntos bajos sino también a los más altos y luminosos. Porque a través de su arte -y de todo bello arte que cale en nuestro corazón-, podemos darnos cuenta de las maravillas de la realidad. Y que a pesar de las contingencias que puedan ocurrir uno nunca está totalmente desamparado, la misma vida de van Gogh, llena de amarguras, renuncias y tragedia es testimonio de ello.

La Noche Estrellada

Este cuadro en particular se presta totalmente a un análisis psicológico puesto que lo que se ve es un estado intermedio entre la realidad y la imaginación, entre lo concreto y lo abstracto.

Van Gogh hizo la pintura cuando estaba internado voluntariamente en el hospital para enfermos mentales de Saint-Rémy, en Francia. El paisaje es una combinación de la imaginación del artista con la vista que tenía desde la ventana de su habitación. Podría decirse que representa la mirada y el anhelo de algo incluso mayor a la libertad, desde un estado de confinamiento que imposibilita o refrena muchos anhelo con la excepción necesidad creadora y la necesidad de sentido propios del ser humano.

En 1889, y a pesar de su debilidad mental y física, a pesar del dolor, la agonía y la melancolía, van Gogh pintó su Noche Estrellada que surgió por inspiración y en la que halló consuelo al contemplarla terminada. Asimismo, van Gogh era además de artista, un hombre intensamente religioso y se puede apreciar en muchas obras suyas y en el análisis de otras tantas, incluida La noche estrellada (Dahlan, 2014, p. 336).

La obra maestra

Al ver el cielo inmenso y luminoso; representante del infinito y la otra vida; y que ocupa la gran mayoría del lienzo; comparado a la pequeñez y lejanía del pueblo, que representa en parte, a la vida en el mundo terreno; uno puede darse cuenta de los deseos de van Gogh por elevar su humanidad.

El pueblo ocupa solo una parte del tercio inferior del cuadro, las luces de las casas es una modesta respuesta a la apoteosis de las estrellas celestiales. “Solo el estirado pináculo del campanario de la iglesia surge como un desafiante y a la vez frágil vinculo de uno entre el cielo y el hombre” (El Mundo, 2016, p. 31).

¿Y qué significa el ciprés en primer plano? Si bien al ciprés se le asocia con la muerte en algunas culturas europeas, es probable que van Gogh solo se interesase en el árbol por el desafío artístico que le representaba. En una carta a su hermano Theo, escribió lo siguiente: «Los cipreses aun me inquietan. Me gustaría hacer algo con ellos como con los lienzos de los girasoles, porque me sorprende que todavía nadie los haya hecho de la manera como yo los veo». Y previamente, en la misma carta: ​»dos estudios de cipreses de ese complicado tono verde botella» (van Gogh Museum, 1990)

Además, en el mismo año, van Gogh sintió el deseo de hacer sus propias versiones de cuadros de sus artistas favoritos, entre ellos tenemos su versión de «La Piedad» de Delacroix, lo que hace más que evidente el papel de la religión en su arte.

«La Piedad» según van Gogh. Nótese la similitud del uso de colores con La Noche estrellada; y la similitud del rostro de Cristo con el de van Gogh,

Van Gogh fue aficionado a la poesía y a la música. Se cree que el poema “Canto a mi mismo” de Walt Whitman (1.) fue una gran influencia para la creación de la Noche estrellada y hay suficientes pruebas para estar seguro de ello (Dahlan, 2014, p. 336).

El siguiente fragmento del poema es prácticamente una descripción del cuadro:

«Sonríe, tierra voluptuosa de fresco aliento,
Tierra de los árboles dormidos y húmedos,
Tierra del sol que ya se ha ido, tierra de las montañas de cumbre nebulosa,
Tierra del cristalino fluir de la luna llena, apenas tocada de azul,
Tierra del brillo y de la sombra manchando la corriente del río,
Tierra del gris límpido de las nubes que resplandecen y se aclaran
para que yo no las vea,
Tierra yacente y extendida, rica tierra de azahares
Sonríe, porque llega tu amante».

Van Gogh no podía pintar en su habitación, por ello, a partir de las imágenes retenidas su la mente, y con su propia imaginación, fue que plasmó lo que ahora podemos ver en el cuadro. Este proceso de crear a partir del recuerdo sin duda alguna tuvo que ver en el resultado final en lienzo. 

Lo que vieron los ojos, y lo que vio el corazón

Son la memoria y la observación las que tradujeron lo que vio al arte abstracto de la pintura. Las ideas se transforman a un contexto visual. Y un ejemplo evidente de ello son los bocetos y cuadros que van Gogh hizo en Saint-Rémy. (Dahlan, 2014, p. 336).

La Noche estrellada involucra la poesía, la lucha espiritual, e incluso la astronomía. Sus inspiraciones y las múltiples interpretaciones se deben a la interacción de la psique humana con el poder de la existencia (Dahlan, 2014, p. 336). Son las personas profundas, con substancia y complejidad, las que pueden hacer creaciones que se presten a muchas interpretaciones. Van Gogh y su genio es la prueba fehaciente de ello.

“Es verdad: desde el punto de vista de su significación histórica y social, el pintor es el hombre que enseña a los demás hombres a ver, según arte, la realidad, el maestro y el técnico del saper vedere -saber ver-” (Lain, 2018, p. 49).

Referencias

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1. «Canto a mí mismo» de Walt Whitman, poema completo traducido por Jorge Luis Borges:

https://revistas-colaboracion.juridicas.unam.mx/index.php/derechos-humanos-emx/article/view/23855/21338

El niño que llevamos dentro

Érase un niño. Érase nuestro niño. O mejor, érase un nosotros niño.

El nosotros niño -que tiene tu nombre- vivía (o vive) dentro de una madre, un padre, de un adolescente o de un anciano. Vive dentro de ese que tú dices ser hoy -aunque quizás aun no lo definas del todo-, digamos que vive dentro y a través de ese que los demás ven en ti.

Sucede que los años, las circunstancias, las experiencias nos han ocultado de nosotros niños. Encima del niño se entretejen teorías, autoengaño, heridas intensas y profundas, máscaras y superficialidades de todo tipo: diplomas, fiestas, amoríos, libros, físico e infinitos etcétera. Los años -que es la forma con la que llamamos al discurrir de la vida- se untan como petróleo encima del niño. Y, sin embargo, nunca desaparece. Todo el amasijo que está sobre él tiene su forma, parte de su molde.

Ese niño es nuestra clave de lectura. De lectura interna. De introspección. Son sus miedos y sus seguridades las que se esconden detrás de nuestras formas de sentir el mundo. Si tengo miedo de que me abandonen, si creo que los demás no importan, si me siento seguro con los que me quieren y quiero.

Empezar a buscarlo, nos embarca en un camino de autodescubrimiento que implica reconocer la propia debilidad, los errores que mantenemos por años. Implica decir: «Sí, estoy herido. Me hirieron. Puede hasta que tenga pus. Pero ahora me toca curarme».

Por eso es necesario hurgar hasta el niño de cada uno. Para curarse. Y porque nadie va a hacer el trabajo por nosotros. Revolver toda la oficina hasta encontrarlo. Hasta abrazarlo. Hasta descubrir sus heridas, sus miedos, sus dolores, sus amores, su encanto por la vida, su ternura y su naturalidad. Porque existen dos niños: el que era antes de todo, el que se asombraba, el que no tenía vergüenza de nada, el que aún no comprendía la maldad; y aquel que aprendió a callar para no ser ignorado, o a portarse como adulto desde muy temprano, o el que llamaba la atención a diestra y siniestra, o el que se aislaba. Consolando los dolores del segundo, podemos hallar los colores del primero.

Abrazar al niño interior no es abrazar la impulsividad o la inmadurez porque sí. No se trata de abrazar un niño interior aleatorio, idealizado. No es «el niño que todos llevamos dentro». Es tu niño. Sólo tuyo. ¿Quién eras?, ¿Qué pasó?, ¿Cómo llegaste aquí? Cada niño tiene una forma diferente de ver el mundo: suspicaz o confiada en los otros, seguro de sí o anulándose. A este patrón le llamamos apego en psicología. Pero lo interesante no es el nombre, sino lo útil de esto.

Piénsalo un poco, si tienes miedo de que te abandonen, eres insegura sobre el afecto de tus amigos o familia; si, por el contrario, prefieres aislarte porque temes a la opinión de los otros; o si lo haces porque nadie vale la pena tanto como tú. Todo viene desde que eras pequeño y te tocó atravesar lo que cayó en suerte.

Padres ausentes, negligencia o sobre-exigencia familiar, crianza ególatra, muertes cercanas, violencia, fuertes carencias. Forman un patrón de pensamiento que quizás no has tenido claro hasta hoy. Más allá de esto, las relaciones que sostienes con varones o mujeres pueden ser reflejo (por semejanza u oposición) a tus experiencias infantiles.

No te embarques solo, recorre esto con una compañía. Que no te estanques en observar y apiadarte de tu pasado, es solo la transición a una mirada más consciente, más madura del mundo. Un amigo, un familiar, un profesional (especialmente si te han tocado situaciones más complejas de lo usual) puede sostenerte. Mostrarte la ruta despejada si te comienzas a apagar.

Por encima de todo, que nos recuerde que siempre lo hemos tenido dentro, que la curiosidad, naturalidad y cariño nunca se ha ido del todo. Que aún podemos tomarnos la vida menos en serio y más de verdad.

A partir de aquí, un largo camino comienza.



							

¿Por qué el “sentimiento” es más fuerte que yo?

Exactamente… ¿Qué es ese sentimiento? ¿lo has pensado? ¿Qué es lo que realmente hace que quieras actuar de la misma forma una y otra vez? Aunque sepas que no es la mejor decisión porque termina haciéndote daño o porque terminas complaciendo a los demás y satisfaciendo nuestro sistema de recompensas, responsable también, de mantener muchas de nuestras conductas dañinas, ya que nos provee gratificación instantánea; sin embargo, no necesariamente nos convienen a largo plazo. (Chiaraviglio, 2020).

¿Te ha pasado?

Tal vez es porque automatizas un pensamiento o creencia, es decir, es tan automático que ya no lo puedes ni percibir. A veces la emoción es tan fuerte y repentina que solo te concentras en lo que sientes, (aún no has hecho consciente el pensamiento que refuerza que la creencia exista y se quede en tu cabeza) y de forma reactiva, provoca una emoción.

Las creencias se forman basadas en las emociones, si hago un juicio es porque existe una emoción.

“Hace frío afuera, en el frío debo abrigarme”.

Esta es una afirmación y una declaración porque viene de una experiencia, algo que has comprobado por repetición. Por lo general, puedes confiar en que es cierta.


“Si los demás se dan cuenta que fallé, me van a juzgar, van a creer que soy tonto o poco inteligente”.


Esta es una afirmación o declaración basada en una creencia que se puedo, o no comprobar, pero tanto como la primera, se toman como ciertas sin haberlas cuestionado, como el cerebro es especialista en simplificar procesos, te ahorrará el análisis de cada pensamiento. Es por eso que muchas veces nos cuesta ser conscientes de las cosas que pensamos y más bien creemos que solo las sentimos, que aparecen sin saber por qué, casi como con una necesidad compulsiva de responder a ese estímulo sin detenernos a analizar si es real o no.

Muchas de estas creencias las adquirimos de niños y las asimilamos así, como ciertas.                        

«No puedo dejar de sentirme así»

La forma en la que te sientes en relación a todo lo que te pasa, es igual a las imágenes que te haces en la cabeza y las palabras que te dices a ti mismo.
La crítica, el autosabotaje, la procrastinación, la desmotivación, etc. son algunas de las tendencias que adoptamos al actuar.

¿Por qué las repetimos?

No solo por costumbre, también lo hacemos porque no hemos encontrado otra forma de resolver nuestros conflictos, volviéndose familiar, por lo que desarrollamos tolerancia al dolor normalizando el sufrimiento y cayendo en un bucle, en donde creemos que no podemos hacer algo para sentirnos mejor, ya que no hemos descubierto el origen. Y es probable que no podamos hacerlo porque no hemos entendido la importancia y trascendencia que le daría a nuestras vidas hacernos cargo y decidir hacer algo al respecto. En vez de hacer eso analizamos tortuosamente nuestra vida cayendo en la victimización.
Por eso cuando de pronto descubrimos que nos estamos sintiendo mal, debemos hacer el ejercicio de mirar hacia atrás hasta llegar a los posibles pensamientos que sustentan estas creencias, que están controlando nuestras decisiones. Tú tienes el poder para decidir reestructurar tu pensamiento, tienes la capacidad de tomar decisiones que te ayuden a motivarte, a ir por lo que realmente quieres, por la vida que mereces.

Si aplicamos esto a las relaciones amorosas, podríamos empezar con las siguientes preguntas: ¿Cómo aprendimos a querer? ¿Cómo aprendí a relacionarme en pareja? ¿Es mía la creencia sobre el amor?

Si estas creencias me fueron heredadas de mis padres, por ejemplo, el tipo de relación que ellos formaron, creó una emoción que dio paso a mi creencia sobre cómo debe ser el amor. Explicándolo así, muchas veces podemos observar con reflexión que lo que aprendemos desde pequeños, dentro de nuestras primeras interacciones, son el inicio de lo que después serán nuestras creencias, nuestros principios, sistemas de valores, etc. pues son estas las que regirán nuestras vidas ¿cierto?

Pero… ¿me siento realmente cómodo con eso? ¿puedo crear mis propios juicios?

¡Claro que sí!

(sin dañar a nadie en el proceso, por supuesto.)

Desde luego, después de trabajar en uno mismo, encontrando esos escurridizos pensamientos que refuerzan creencias que ni si quiera son nuestras y que se camuflan como verdades rígidas y absolutas, las cuales, no se adaptan para todas las etapas de la vida ni con todos los roles que cumplimos como adultos.

Cómo bien decía Viktor Frankl:

Tus creencias son subconscientes  
Lo que tú crees controla lo que sientes,
Lo que sientes controla lo que piensas,
Lo que piensas controla lo que haces.
Marisa Peer.


Palabras clave: creencias, emociones, sentimiento, pensamientos, sistemas.

  • Fuentes:
  • Chiaraviglio N. (2020, 26 de junio). ¿Por qué nadie puede llenar tu vacío?
  • Frankl V. (2004). El hombre en busca de sentido. Herder Editorial.
  • Peer M. [Marisapeertherapy] (2020). How to change limiting beliefs.

Descubriendo en la adultez las secuelas que del maltrato infantil

Hoy en pleno siglo XXI queremos darle la importancia que tiene el maltrato infantil por lo que se quiere empezar hablando de una de las etapas más relevantes para el desarrollo socioemocional del individuo; el cual hoy en día a cogido especial atención; pues nos hemos dado cuenta lo importante que es que la infancia tenga un adecuado desarrollo para que la persona tenga una buena salud mental.

Hasta el 2015, un 74% de niños en el Perú han sido víctimas de maltrato infantil alguna vez en su vida (ENARES en TeleSUR 2018).

Siendo este un problema a nivel mundial y que no distingue clase social; tiene carácter de invisibilidad debido a que ocurre dentro del ámbito familiar y pasa desapercibido. No conociendo que consecuencias tendría en el niño ni las secuelas que podría dejar en la adultez
Por lo que esta problemática recién comienza a ser objeto de interés por parte de los profesionales de la salud a partir de la segunda mitad del Siglo XX.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el maltrato infantil como “cualquier acción u omisión de acción que viole los derechos de los niños y adolescentes y afecte la posibilidad de que disfruten de un grado óptimo de salud y que afecte su supervivencia o su desarrollo”.

De quienes esperan recibir cuidado y amor, reciben golpes y otros maltratos.

Tipos de maltrato infantil

Es relevante conocer que el maltrato infantil se divide en dos tipos los cuales son maltrato por acción y maltrato por omisión.
Dentro del maltrato por acción tenemos el maltrato físico, psicológico o emocional y el abuso sexual. Y dentro del maltrato por omisión tenemos el abandono y la negligencia.

Maltrato Físico: El maltrato físico se define como aquella lesión infringida al menor y la cual es originada por los padres, cuidadores, docentes o cualquier persona que tenga a su cargo el cuidado de un niño. Aunque el adulto no tenga la intensión de lastimarlo; se considera maltrato a cualquier lesión física que presente el menor dentro de los cuales tenemos: hematomas, quemaduras, fracturas, lesiones cutáneas, torceduras, asfixia o ahogamiento.

Maltrato Emocional o Psicológico: Se define como maltrato emocional a todo acto de ridiculización, menosprecio o insulto que este dirigido hacia un menor; considerándose también como maltrato psicológico cuando se le somete al menor a que presencie otros actos de violencia física o verbal hacia otros integrantes de su familia; afectando su bienestar y su salud física y mental. Dentro de los indicadores de maltrato emocional tenemos: el rechazo, el aislamiento, insultos, criticas destructivas y amenazas constantes de abandono.

Abuso Sexual: Se define como abuso sexual a todo contacto sexual que se da entre un adulto y un menor de 18 años. En el que el individuo usa al menor para su satisfacción sexual. Dentro del abuso sexual está considerado la exposición de genitales, la violación, el estupro, tocamiento sexual, el incesto y actos libidinosos.

Abandono o Negligencia: Se define como abandono o negligencia hacia un menor; cuando sus necesidades básicas es decir (comida, vestido, cuidados médicos, higiene, protección y supervisión en situaciones peligrosas); no son cumplidas ni temporal ni permanentemente por ningún miembro de la familia que vive con el menor.

Conociendo que secuelas deja el maltrato infantil a corto y largo plazo:

El activista peruano Abel Daza quien también sufrió de maltrato infantil; nos indica que en el país se considerada al maltrato como algo positivo para la educación de los hijos tanto en el vínculo familiar como en el colegio (Telesur, 2018).

Hablando un poco más de las secuelas que trae el maltrato infantil

Después de la familia, el niño considera el colegio como su segundo hogar. Sin embargo, si por parte de los profesores el niño recibe gritos, humillaciones, insultos o castigos físicos esto puede ocasionar en el menor una baja autoestima y una falta confianza en sí mismo lo que puede originar inseguridad, agresividad, rechazo escolar, problemas de conducta y aprendizaje. También se ha llegado a conocer que muchos niños ayudan a sus padres en el trabajo llegando muchas veces a no asistir a clases o también trabajan independientemente en empleos informales sufriendo diferentes tipos de maltrato.
Al existir violencia intrafamiliar las habilidades sociales no se pueden desarrollar adecuadamente y los padres tampoco realizan de una manera adecuada sus roles tendiendo a repetir el ciclo de violencia del que alguna vez ellos también fueron víctima.


Mesa-Gresa y Moya-Albiol (2011) sostienen que, el niño a medida que va creciendo deja de tener consideración o simpatía por su madre que es víctima de maltrato intrafamiliar y tienden a ser hostiles y hasta agresivos. Llegando muchas veces a sufrir lesiones al estar involucrados en la violencia que se da entre sus padres. Teniendo más probabilidad a sufrir problemas emocionales y de conducta.
Las personas que han sido víctimas de violencia pueden llegar a presentar cuadros de depresión recibiendo el nombre de desesperanza aprendida, la adaptación hacia las diversas circunstancias de violencia y que se da como mecanismo psicológico como la negación o minimización.

¿Cuáles son los indicadores que nos podrían señalar que un niño es víctima de maltrato infantil?

  • El niño se muestra desconfiado, asustado.
  • Presenta una mirada baja o evitación de la mirada del adulto.
  • Hay desnutrición.
  • Incapacidad para relacionarse.
  • Parámetros de crecimiento por debajo de lo normal.
  • Bajo peso.
  • Rendimiento escolar bajo.
  • Alteración en la salud física y mental.

Antiguamente y hoy en día; se utilizan diferentes formas de maltrato para corregir las conductas inapropiadas de los niños y que erróneamente es visto de una forma natural y es socialmente permitido.

Ciclo de la violencia y la normalización de la misma dentro de la familia

La violencia es un problema de salud pública que hasta hoy en día sigue permaneciendo a ocultas por muchas circunstancias y que no nos permite conocer la magnitud real de esta problemática a nivel mundial, este ciclo de violencia es frecuente, repetitivo y cada año se incrementa más. Ya que hoy en día y en la antigüedad esta problemática se veía y se sigue viendo de manera normal en gran parte de los población y es una forma de crianza; muchos de los padres que se convierten en agresores de sus propios hijos también han sufrido de estos diferentes tipos de maltrato cuando han sido niños viendo este maltrato como algo común, repitiéndose el ciclo de violencia una y otra vez; por lo que los profesionales de la salud nos hemos podido dar cuenta que existe mucha falta de información para poder orientar y concientizar a las personas sobre las secuelas que puede traer la violencia.

El Ministerio de Salud del Perú señala que en 1997, 1.425.000 de niños, niñas y adolescente entre edades de 6 a 17 años se encontraban trabajando, y más de 15,00 de ellos lo hacen corriendo peligro (2000, p.31).

Causas del maltrato infantil
Hoy en día en que el maltrato infantil aumenta cada vez más y es visto por la sociedad como algo normal debemos conocer cuáles son las causas que hacen que esta problemática se incremente cada vez más.

Mesa-Gresa y Moya-Albiol (2011), afirman que los padres que se convierten en agresores de sus hijos sufren de algún trastorno psicológico, vienen de familias disfuncionales o ellos han sido educados de la misma manera por lo que ven estos tipos de maltrato como algo normal para educar a sus hijos.
Otro de las causas que nos dieron a conocer es el factor económico ya que los padres al no conseguir trabajo muchas veces descargan sus preocupaciones y frustraciones con sus hijos maltratándolos de manera física o psicológica.

Asimismo, ocurre que muchas veces los padres no tienen conocimiento acerca de lo que es un adecuado estilo de crianza, infringiendo su autoridad y sancionando cuando algo les parece mal por lo que maltrato físico y psicológico es visto de manera normal; y es considerado una medida de corrección.

¿Cómo se podría prevenir el maltrato infantil?

  • Realizar actividades de intervención en las escuelas para padres con la finalidad de promover un adecuado estilo de crianza y dar a conocer cuáles son las consecuencias que trae el maltrato infantil a corto y largo plazo.
  • Identificar situaciones de maltrato infantil y establecer estrategias de tratamiento.
  • Remitir a centros de salud mental a padres que tengan algún tipo de adicción.
  • Hacer que los profesionales de la salud puedan darle mayor énfasis a las consecuencias que trae consigo los niños que son víctimas de maltrato infantil.

El psicólogo tiene un papel muy importante ya que va ayudar a comprender la necesidad de poder prevenir el maltrato infantil, identificando los casos de maltrato infantil en el colegio y en la consulta privada, realizando también programas de intervención con los estudiantes.

El maltrato infantil ha existido siempre y es algo que no ha cambiado incluso incrementa cada vez más; siendo relevante cambiar el estilo de crianza de los padres y modificar la dinámica familiar para que esta problemática que se da a nivel mundial no siga dejando consecuencias en los niños y posteriormente secuelas en los adultos. Porque para educar y corregir no necesitas agredir.

Referencias

  • Mesa-Gresa, P., & Moya-Albiol, L. (2011). Neurobiología del maltrato infantil: el ciclo de la violencia. Neurológica.
  • Ministerio de Salud del Perú (2000). Violencia familiar y maltrato infantil. Situación de la violencia familiar en el Perú.
  • Telesur (2018). Un 74% de niños peruanos son víctimas de maltrato. Recuperado de: https://www.telesurtv.net/news/peru-aumento-indices-maltrato-infantil–20180717-0035.html

Explicando el terror: El sendero desde lo patológico

Cuántas veces se nos ha dicho que no se aprende en cabeza ajena y a pesar de ello, existe una gran capacidad en nosotros para poder conectar, es decir, coincidir.

Esta gran habilidad tiene sus bases en la biología, pero la más importante en la neurociencia (propiamente dicha). Y sin embargo, pese a esta base tan dura, trasciende en ese entender del otro.

Pero, aquí viene la incógnita…¿Qué pasa con las personas que no tienen buena empatía? ¿Les falta neuronas espejo? No necesariamente.

PRIMERO, LO PRIMERO…

Sobre las neuronas de la empatía

Giacomo Rizzolatti, el neurocientífico italiano que descubrió las neuronas espejo, señala que este sistema cableado es lo que nos permite «captar las mentes de los demás no a través de un razonamiento conceptual sino a través de una estimulación directa de los sentimientos, no con el pensamiento» (Rizzolatti en Goleman, 2006).

El dato más confirmado es la relación de estas neuronas con el aprendizaje motor, y social.

Las neuronas espejo brillando en otras áreas:

Ervin Staub, un investigador pionero en este campo, admite que incluso si la empatía tiene sus raíces en la naturaleza, las personas no se guiarán por ella “…a menos que tengan un cierto tipo de experiencias vitales que dirijan su orientación hacia otros seres humanos y hacia sí mismos” (Staub, 2002, p. 222).

Según Jesen. “El modo en que se nos educa y se nos entretiene evita que entendamos el dolor de los demás “ (2002, 2008). Las circunstancias pueden bloquear o abrumar nuestras percepciones, volviéndonos incapaces de reconocer y dar expresión a nuestros sentimientos morales (Albert, n.d.; y también, Pinker, 2002).

Por otro lado, el reconocido paleoantropólogo Richard Leakey declara categóricamente: «Somos humanos porque nuestros antepasados aprendieron a compartir su comida y sus habilidades en un red de compromisos que se cumplían».

Lo que subyace a todo esto son los experimentos neurocientíficos que muestran que cuando uno percibe el dolor de los otros se movilizan automáticamente los mismos circuitos neuronales afectivos cuando siente su propio dolor.

Pero fue en 1996, a través de grabaciones de una sola célula en los macacos, los investigadores informaron del descubrimiento de un tipo de células del cerebro denominadas “neuronas espejo” (Gallese, 1996). Situadas en el área F5 de la corteza premotora, estas neuronas espejo disparaban no sólo cuando el mono realizaba una acción, sino también cuando el mono observaba a otro realizando la misma acción. Las neuronas del mono reflejaban, como en un espejo, la actividad que estaba observando. Posteriormente, cartografiando las regiones del cerebro humano mediante la Resonancia Magnética funcional (RMf), se descubrió que las áreas humanas de las que se suponía que contenían neuronas espejo también comunicaban con el sistema límbico, o emocional, facilitando la conexión con los sentimientos de otra persona, probablemente reflejando estos sentimientos.

Se cree que estos circuitos neuronales constituyen la base del comportamiento empático, en el cual las acciones en respuesta a la aflicción de los demás son prácticamente instantáneas. Como dice Goleman, “el que este flujo de la empatía a la acción ocurra de modo tan automático hace pensar en unos circuitos dedicados precisamente a esta secuencia.” Por ejemplo, cuando uno oye el grito angustiado de un niño, “la aflicción que siente impulsa la necesidad de ayudar” (Goleman, 2006, p. 60).

Volvamos al punto de partida…

Si bien existe una relación entre la empatía y la activación de las neuronas espejo en el cerebro, existen otros factores a tomar en cuenta…

La otra cara de la moneda es la psicopatía. Siendo este un tipo de trastorno mental que se caracteriza por la alteración del carácter o de la conducta social de una persona, pero no supone ninguna alteración de la capacidad intelectual.

A tener en cuenta:

Sus características y consecuencias para la vida en sociedad lo convierten en un trastorno mental cuyo estudio es de gran relevancia tanto en el ámbito clínico como en el de la criminología. Según los estudios elaborados sobre psicopatía, las personas afectadas por este trastorno suelen seguir unas pautas de conducta que permiten identificar estos rasgos:

  • Se muestran distantes y ajenos, ignoran los sentimientos de otras personas y desarrollan conductas crueles.
  • Son capaces de distinguir entre lo que está bien y lo que está mal, pero no les importa cometer infracciones, incumplir las reglas y convenciones sociales y sin miedo a los castigos que eso pueda suponer.
  • Muestran conductas deshonestas y manipuladoras para obtener beneficio personal o por placer.
  • Son irritables, egocéntricos, agresivos, imprudentes y mentirosos patológicos.
  • Son capaces de relacionarse con normalidad con su entorno, con encanto superficial, pero incapaces para mantener relaciones afectivas estables.

Aplicado a nuestra realidad 

El terrorismo desde su aparición ha causado innumerables pérdidas (humanas y materiales) y en su época de mayor vigencia causó un desequilibrio en las estructuras de nuestro país (políticas, económicas, sociales, militar).

En todos estos años del accionar terrorista poco o nada es lo que se ha hecho para revertir las condiciones que favorecieron la aparición y desarrollo de las organizaciones terroristas (OOTT) en el Perú, por lo que es necesario analizar y estudiar la situación socio-política actual del país, para propiciar la toma de medidas para prevenir la ocurrencia de nuevos atentados; así mismo, poder transmitir estos conocimientos a las nuevas generaciones de peruanos y evitar la influencia de ideologías violentas.

Patrones

Es la suma total de patrones del comportamiento, reales y potenciales, determinados por la herencia y el ambiente. Se forma por los factores que emergen y se desarrollan en el interior del individuo (inteligencia, carácter, temperamento y el factor somático) y por los factores psicofísicos de su ambiente (sistemas motivacionales, perceptivos, cognitivos y de valores y actitudes).

TIPOS

En psicología de la personalidad se considera que existen distintos tipos de personalidad deficientemente estructuradas (el tipo dependiente, tipo pasivo-agresivo, tipo paranoide, tipo esquizoide, tipo narcisista, tipo antisocial o psicópata, etc.). En la práctica psicológica acerca del terrorismo se menciona algunos tipos especiales: narcisistas- autoritarios, místicos- mesiánicos, puritanos, dogmáticos y mitificadores.

PERSONALIDAD Y CONDUCTA SOCIAL

Ni las características personales ni los acontecimientos ambientales ocurren en el vacío. La conducta social de un individuo es producto de su personalidad, y esta puede ser adecuada, deficientemente estructurada o presentar patologías en esta.

Conductas generales

1. APARENTE SERENIDAD: que la disfrazan presentando una postura rígida, siendo su comunicación y contacto interpersonal muy forzados.

2. FRIALDAD AFECTIVA: se les aprecia carentes de sustento afectivo, fuerzan su comportamiento fingen sus sentimientos, exteriorizando resentimientos hacia personas o situaciones.

3. NEGATIVISTAS: su comportamiento es retraído, con ausencia de comunicación, asociado a su estado afectivo, que para ellos es sumamente desagradable, por ello son parcos y ansiosos.

4. SUSPICACES: actúan a la defensiva, muy alertas, dándole un doble sentido a la entrevista, utilizan respuestas monosilábicas o de lo contrario optan por el mutismo.

5. HIPONÍMICOS-ABÚLICOS: muestran incapacidad para pasar a la acción, hay que iniciarlos en el diálogo, siendo necesario motivarlos y establecer una relación empática.

Abimael Guzmán: El falso mesías

Nació en Mollendo, ciudad porteña de la provincia de Islay, en la región peruana de Arequipa. Fue hijo de Abimael Guzmán Silva, un contador que tuvo 10 hijos con mujeres distintas, y de Berenice Reinoso Cervantes. Fue su madre quien, con dolorosa ausencia, decidió que su único hijo, Abimael, estudiará en el Callao.

Estudió su secundario en la ciudad de Arequipa, en el Colegio La Salle. A la edad de 19 años comenzó sus estudios superiores de Derecho y Filosofía en la Universidad Nacional de San Agustín, en Arequipa. Sus compañeros de clase luego lo describirían como tímido, disciplinado, obsesivo y ascético. Atraído por el marxismo, su pensamiento político fue influido por el libro 7 ensayos de interpretación de la realidad peruana de José Carlos Mariátegui, fundador del Partido Comunista Peruano. Quien se convertiría en la 4ta espada (después de Karl Marx, Lenin y Mao Zedong) de esta filosofía. Adoptando el alias de Presidente Gonzalo y comenzó a abogar por una revolución de carácter maoísta dirigida por los campesinos. Sería el que sembraría el terror por medio del «Luminoso Sendero de Mariátegui», cuyo nombre se debe a la frase de Mariátegui: «Ell marxismo-leninismo es el sendero luminoso del futuro»

Explicando el terror

RASGOS DE PERSONALIDAD DE LOS DIRIGENTES

FANÁTICOS: convicción dogmática, relacionada con su ideología, que es irreductible y ciega, no considera las demás opiniones.

LÍDERES: manejo y conducción de grupos.

AUTODIDACTICAS: orientan su comportamiento a un sentido intelectual.

PERSUASIVOS: amplio poder de convencimiento.

DOMINANTES: prohíben y controlan dictando normas.

TEMERARIOS: por su convicción no le temen la muerte.

RASGOS DE PERSONALIDAD DE LOS CUADROS O MANDOS

DOGMÁTICOS-FANÁTICOS: su aspecto cognoscitivo se centra a un aprendizaje dogmático parametrado.

LÍDERES: habilidad para el trabajo ideológico en las escuelas populares.

CÍNICOS: fabulan sus argumentos en el interrogatorio.

APÁTICOS: falta de sentimientos pero capaces de hacer actos cruentos.

ASOCIALES: muestran desajuste social, no consideran las normas sociales.

HERMÉTICOS: soportan situaciones complicadas por su regla de oro.

INTRÉPIDOS: por su fanatismo puede morir por ideales.

RUPTURA FAMILIAR Y SOCIAL: se desligan de toda relación afectivo-familiar, viven en la clandestinidad.

SIN SENTIMIENTOS DE CULPA: matar o morir es su deber, glorificación de la violencia.

La cuarta espada

RASGOS DE PERSONALIDAD DE LA MUJER TERRORISTA

MALEABLES: de fácil persuasión, su convencimiento por la ambición del poder hace que sean manipuladas, aprovechando su resentimiento natural, sus condiciones económicas, marginación y postergación social como mujeres.

RESENTIDAS: muestran suspicacia ante un medio ambiente, que considera capitalista, actúan con un resentimiento social mayor que el hombre por vivir en una sociedad machista, que las conduce a mostrar conductas antisociales.

AGRESIVAS: su asimilación ideológica, basada en un aprendizaje intencional, hace que actúen con violencia, acometiendo contra personas, objetos, más agresivas que los hombres; demuestran arrojó, sanguinarias y crueles frente a sus víctimas. En SL la mujer terrorista era de mayor número y mayor participación en atentados y aniquilamientos selectivos.

FRUSTRADAS: se muestran defraudadas en sus esperanzas con respecto al aparato estatal, no habiendo para ellas una clara satisfacción a sus necesidades y deseos. La mujer se siente rezagada sin esperanzas futuras de lograr mejoras socioeconómicas y las OOTT les ofrecían todo eso.

PENSAMIENTO IRREDUCTIBLE: sus procesos mentales, están estrechamente relacionados con su aprendizaje parámetro-dogmático, asentado en consideraciones irracionales, que son irreversibles e irreductibles por la lógica.

FANÁTICAS: muestran convicción dogmática, relacionada con su ideología, que es irreductible y ciega,que le hace olvidar o no considerar las demás cosas u opiniones.

INSENSIBLES: insensibilidad para el dolor ajeno. Cometen sus crímenes con acentuada naturalidad y agresividad.

Con el aporte de la psicología y otras ciencias que colaboran con ella, podemos entender a mayor profundidad, no solo la capa más gruesa y dura de las anomalías mentales, sino también como éstas al no ser tratadas pueden desencadenar un gran problema ya no de salud pública sino de seguridad ciudadana.

Tal vez la coyuntura siendo una realidad tan compleja  y que por azares del destino, confabulado con este momento histórico de nuestro país, siendo está quizás, un poco más difícil el proceso de saborear, no la victoria, pero por lo menos darnos un respiro a todos aquellos que amamos y defendemos nuestro país. Probablemente no hemos vivido en carne propia esta época de terror, pero no nos es necesario para saber las secuelas que dejó; no  entenderemos en su real magnitud cómo fueron los hechos, pero mediante los vestigios que nos dejan, no solo nuestros padres, sino los estragos y la fragmentación social y todos aquellos sobrevivientes de esta época oscura del Perú, nos enseñan a amar más a la patria. Hoy más que nunca, luchar contra esa ideología y saber que no se es necesario pasar por el trago amargo que fue el terrorismo.

En memoria de todos aquellos que perdieron la vida, los que aún siguen con nosotros y qué son un testimonio para ser resilientes, coherentes y ser un ejemplo a seguir, mi más profundo y sincero agradecimiento.

Que nos sirva para no cometer los errores del pasado, que nada justifica la muerte a manos de ideologías, sea está la que fuese, sino más bien guiarnos por el otro «sendero» el del bien común, la justicia y la verdad. Hoy más que nunca, no nos demos el lujo de olvidar…

Referencias

  • Albert, M. (n.d.), “Universal Grammar and Linguistics”, www.zmag.org/Zmag/articles
  • Allot, R. (1992), “Evolutionary Aspects of Love and Empathy”, Journal of Social and Evolutionary Systems, 15, 4, 353-370.
  • Amin, A. (2003), “From ethnicity to empathy: a new idea of Europe”, www.opendemocracy.net/debates/articles 24-7-2004.
  • Barber, N. (2004), Kindness in a Cruel World, Pantheon, New York, pp. 203-231.
  • Bennett, J. (2005), Empathetic Vision: Affect, Trauma, and Contemporary Art, Stanford University Press, Stanford, CA.
  • Blair, J., Mitchell, D., and Blair, K. (2005), The Psychopath: Emotion and The Brain, Blackwell, Oxford, UK.
  • Blakeslee, S. (2006), “Cells That Read Minds”, The New York Times, 1/10/06.

Spiderman No Way Home y El Problema de la Nostalgia

La expectación por Spider-Man: No Way Home está por las nubes, esta larga pausa en las salas de cine debido a la pandemia parece haber avivado más a un público hambriento por un filme de esta categoría. Tanto es así, que incluso antes de estrenarse ya ha superado un record, concretamente el del tráiler más visto de la historia en sus primeras 24 horas, marca que ostentaba hasta hace poco otra producción de Marvel Studios con Avengers: Endgame. Y es que la próxima película de “Nuestro vecino amigable” ha logrado un total de 355, 5 millones de reproducciones en tan solo 24 horas.

Imagen: El reciente tráiler de Spiderman: No Way Home produjo diversas reacciones entre los internautas

Pese a sufrir no pocas filtraciones, una de ellas y más importante el día antes del estreno oficial, los ánimos parecen no haber decaído, y por el contrario estos avistamientos ilegales de buena parte de las sorpresas del filme, no hacen sino acrecentar las ansias de los fanáticos y público en general por disfrutar de la tercera entrega de Spiderman en el Universo Cinematográfico de Marvel (UCM)

Pero claro, no todo podría ser miel sobre hojuelas, y es que con el casi seguro Spider-verse confirmado, las críticas y diversas opiniones no han tardado en surgir respecto a la interpretación de Tom Holland como el superhéroe arácnido. Detracciones nada recientes, pues estas se remontan al 2017 año del estreno de la película Spiderman: Homecoming. Primer filme protagonizado por Holland luego de un breve vistazo a su personaje en Capitan América: Civil War (2016)

Muchas personas aseveran que el mejor Spiderman de todas las películas en general fue llevado a la pantalla grande de mano del director Sam Raimi y protagonizado por Tobey Maguire en el lejano 2002. Que, aunque su trilogía ha envejecido muy bien hasta el día de hoy, siendo de las mejores producciones que darían inicio al boom del cine de super héroes que experimentamos ahora mismo, si tiene algunos errores que sus más acérrimos fanáticos se niegan a aceptar, muchos de ellos llevados por la noción de que todo tiempo pasado fue mejor y que ya no hacen películas como las de antes.

¿Nostalgia?

La palabra nostalgia deriva del griego nostos que significa (hogar) y algos /dolor). Fue acuñada por el médico Johannes Hofer (siglo XVII) para describir un estado de ánimo de los soldados suizos que luchaban fuera de su país, que sentían una tristeza ocasionada por el anhelo de regresar a su hogar. Que, aunque generalmente se presenta de manera individual, también la puede experimentar un país por alguna época dorada en específico en alguno de sus aspectos como lo puede ser el fútbol o tiempos de bonanza económica.

Imagen: Comentario en Twitter sobre la nueva película de Spiderman No Way Home

Tal y como sostendría Manuel Fernández Blanco, psicoanalista y psicólogo clínico: Lo perdido parece inolvidable, nos da la sensación de único e irrepetible. Se tiene nostalgia por algo que crees que te hizo feliz, que crees que te hacía estar completo, que te hace perfecto. Por ello que uno recuerda con tanto cariño las épocas antiguas y las producciones animadas o fílmicas como el caso del Spiderman de Tobey M. porque las vimos en épocas que ahora nos causan mucha añoranza, el solo hecho de recordar el pasado que dejamos atrás, un pasado lejos de los problemas y desafíos que representan la adultez o juventud que experimentamos actualmente.

El problema de la nostalgia

Este sentimiento es un paraíso que se siente como perdido pero que, en realidad nunca se ha tenido en propias palabras de Manuel Fernández. Es recordado como bonito, emocionante. Ya que normalmente recordamos un pasado idealizado. Tenemos pocos momentos de felicidad que los recordamos a todos con idealización, claro no representa ningún problema si es que esto no refiere una negación al presente ni la congoja al contemplar el futuro.

Imagen: Comparación de los diversos comentarios en redes sociales sobre las últimas películas del superhéroe arácnido.

Rafael Euba, “Se recuerda un pasado que parece mejor de lo que fue, la nostalgia se compone de brochazos muy simples que nos impiden ver el pasado con exactitud. El problema se da cuando te anclas al pasado, creer que no se va a encontrar en el futuro nada similar a lo que se echa de menos. La nostalgia es muy atractiva porque el pasado tiene una pureza y candidez que ni el presente ni el futuro poseen. El pasado no crea ansiedad Y el presente y futuro pues no. Las grandes vivencias dejan una huella emocional muy profunda

¿La nostalgia como algo patológico?

En un principio del siglo XVIII la nostalgia fue considerada como una grave enfermedad mental, que en esas épocas su diagnóstico significaba que el individuo tenía que ser recluido en un manicomio o en la cárcel. Y a partir del siglo XIX que la nostalgia dejo e tener esta categoría para pasar a ser un síntoma existente dentro de un trastorno mental, como lo puede la depresión o ansiedad.

La nostalgia también se puede presentar como algo no vivido, es decir el deseo o anhelo por experimentar ciertas situaciones, tal como sucede cuando se visualiza algún fragmento de una película, un cuento de fantasía, o una historia de amor. Incluso hasta una canción es capaz de trasladar a una época específica, desencadenando imágenes añoradas o inventadas. Y tal como se mencionó previamente estos pueden verse maquillados, incluso inventados por nuestros procesos mentales.

La nostalgia y Spiderman

Este sentimiento no es ajeno a Peter Parker o su alter ego, de hecho, este personaje ha tenido de los pasados mas conmovedores y difíciles entre esta industria. Aunque la muerte de secundarios no es poco recurrente entre las constituciones y trasfondo de las figuras de los comics. Las pérdidas de Peter Parker aún se conservan entre las más importantes de la editorial roja, además que sus sacrificios constituyeron un cambio en el status quo y la psique de los personajes. O acaso alguien puede olvidar la mítica frase «Un gran poder conlleva una gran responsabilidad»

Por trágico que resulte, todo superhéroe que se precie de serlo ha debido de experimentar, la muerte de un cercano y en el caso de Peter Parker estas no son pocas solo por rememorar las defunciones de Gwen Stacy (1973), May Parker (1997), hasta los propios padres Richard y Mary Parker (1968).

El Tipo de la Brocha: The Amazing Spider-Man #700

Imagen: En las diversas producciones el superhéroe arácnido ha experimentado varios momentos de nostalgia personificada con su tío Ben Parker.

Pese a ser historias llenas de ficción, Spiderman es la historia de un hombre intentando hacer lo correcto con los dones que posee, esta responsabilidad que ha asumido no debe impedirle encontrar la felicidad, los errores que uno comete pueden ser perdonados y que por más que uno caiga debe encontrar la manera de resurgir.

Cualquiera puede ponerse una máscara, cualquiera puede ser como Spiderman solo necesitas tener la voluntad de hacer lo correcto y nunca rendirte, no quedarse estancado con lo dulce de un pasado que, aunque acogedor, no puede ser tomado como un refugio permanente ni perfecto. Tal y como nos lo enseña nuestro vecino amigable trepamuros.

RESEÑA Marvel Gold. El Asombroso Spiderman 6: La muerte de Gwen Stacy -  Tomos y Grapas

Imagen: Pese a sufrir muchas pérdidas de seres queridos Spiderman siempre ha logrado continuar.

Que uno disfrute o no de una interpretación determinada es de lo más natural, sin embargo, el problema se da cuando desvalorizamos toda obra nueva por el solo hecho de cambiar actores o por renovar las fórmulas del producto. El ser humano a lo largo de su historia ha demostrado ser un ser completamente adaptable y unos pocos cambios no deberían suponer un desafío mayor para nosotros.

Así que la próxima vez que nos encontremos ante una nueva producción no seamos tan remisos a darle una oportunidad, el solo hecho de que sea diferente a como lo solíamos recordar, no necesariamente significa que sea una mala producción. La renovación constante es natural en contextos tan innovadores como el nuestro así que lo mejor es mantenernos dispuestos al cambio, para no caer en lo tentadora que resulta la nostalgia excesiva.

Y claro nuestros recuerdos son algo que constituyen nuestra propia personalidad, si esto conlleva tener una negación constante a el resto de tiempos lleno de posibilidades estamos cayendo en el peligro de la añoranza nociva. Por lo que se requiere una serie de medidas para que continúes con tu propio camino trazado, valorando el pasado. viviendo en el presente y soñando con el futuro.

Referencias:

ChilePsicólogos. (s.f.). ¿Qué Es La Nostalgia Y Cómo Superarla? Cuando El Pasado Nos Atrapa. https://chilepsicologos.cl/nostalgia

La Casa de El. (2016) TOP 10 DE LAS MUERTES RELEVANTES EN LA VIDA DE SPIDERMAN. https://www.lacasadeel.net/2016/09/top-10-las-muertes-relevantes-la-vida-spiderman.html

Efectos del distanciamiento social

Tras haberse decretado estado de pandemia, la gran mayoría de los gobiernos optó por seguir protocolos de distanciamiento social. Entre los que se enumera los periodos de aislamiento o confinamiento obligatorio, estas medidas son dadas tanto para personas que hayan estado en contacto con algún paciente diagnosticado, como para personas que residan en centros con altos índices de contagio  (OMS, 2021). Sin embargo, estas medidas si bien fueron expuestas en el marco de la salud pública, en muchas ocasiones esta acarreando problemas de salud psicológica. Puesto que, el ser humano por naturaleza es un ser altamente social, resiente en gran medida las restricciones que impidan compartir afecto.

Qué debe saber sobre el distanciamiento social

Antecedentes.

Los primeros días de pandemia, se vieron marcados por el desconcierto. Tras el cierre de frontera, varios ciudadanos se encontraban en ciudades, estados y hasta en países distintos a de su residencia habitual. Según cifras de la cancillería dadas al diario el comercio, a mediados de marzo del 2020, al menos 14,500 peruanos se encontraban “varados” tras el cierre de la frontera peruana (Astos Sánchez, 2020).  Este suceso, lejos de ser anecdótico nos demuestra la vulnerabilidad vivida por estas personas, puesto que, si bien algunos pudieron tramitar su retorno por medios privados, muchos se vieron en la necesidad de solicitar ayuda a los países anfitriones.  Por otra parte, tras la llevada al Perú, estos debieron pasar por “cuarentenas” obligatorias, las cuales en su mayoría se daban en completa soledad. Debido que, para evitar posibles contagios, estos no podrían regresar a sus hogares.

Efectos.

Después de reflexionar sobre los distintos sucesos vividos por la comunidad, se puede aseverar que tras los periodos de aislamiento las personas que estuvieron aisladas, al menos 3 semanas, vieron modificado su bienestar psicológico (Ahumada, 2020). En experimentos de laboratorio, se pudo evidenciar que en caso de animales; en relación a si fueron criados en comunidad, o sin demás miembros de su especie, estos responderán de distinta forma a situaciones de estrés o ansiedad. Siendo que la crianza en comunidad presenta condiciones mas idóneas para el bienestar de estas. Por otra parte, si estos son aislados tras haber vivido en comunidad, puede presentar respuestas menos favorables a la frustración. (Cuenya et al., 2011)

Otro punto se refleja en la disfunción para adquirir nuevas habilidades, puesto que, parte de los procesos de aprendizaje tiene base en las relaciones sociales. Es decir, que al socializar con miembros de igual o mayor instrucción, se facilita la “adquisición” de los hábitos, valores y conocimientos culturales. (Yubero, 2004)

Consecuencias

Como principal consecuencia del aislamiento social se puede nombrar al estrés, ansiedad y depresión. Ya que, el desconcierto generalizado por la pandemia se ve agravado por un reducido sistema de contención. En otras palabras, al no tener amigos o familia que puedan servir de ayuda, los conflictos personales se agravan. En otra instancia, se puede apreciar que, dependiendo de las características de la población, este desarrolla distintos cuadros patológicos. En el caso de las mujeres, se puede apreciar que estas demuestran sintomatología depresiva mayor al del grupo masculino. (Prieto-Molinaria et al., 2020)

Así mismo, se puede referenciar que un sector claramente afectado es de las personas que estudian y trabajan. Puesto que, estos al buscar mejores oportunidades suelen abandonar su lugar de origen, lo que contribuye a encontrarse viviendo solos.

Dolor crónico y el confinamiento por COVID-19

Alternativas

El uso de medios virtuales como las video llamadas son altamente empleados para reducir la brecha que impuso las medidas sanitarias. Sin embargo, se debe de tener mucho cuidado con las alternativas a tomar. Puesto que, se evidenció que exceso de tiempo libre o estrategias erróneas podrían desarrollar problemas adyacentes. Como alternativas negativas se suele evidenciar el abuso de bebidas alcohólicas, el consumo de drogas, la sobre exposición a pantallas y el uso desmedido de juegos de video.

Conclusiones

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A raíz de la situación de pandemia, se evidencia que la dinámica social se ha visto modificada, lo que conlleva situaciones atípicas, como el distanciamiento social. Evento que únicamente puede ser comparado como el estado de guerra por los efectos en el día a día.

Como conclusión, se puede afirmar que la falta de socialización puede desencadenar efectos nocivos en la salud mental de la población, suscitando episodios de estrés, ansiedad y agravando cuadros depresivos. Por lo que, se recomienda emplear alternativas virtuales para estimular la comunicación. Así mismo, en caso los síntomas no mejoraran, el buscar ayuda especializada es clave para evitar conflictos mayores.

Referencias

Ahumada, P. S. M. (2020). Efectos del aislamiento social y la cuarentena sobre el bienestar subjetivo de los chilenos durante el brote de COVID-19. SciELO Preprints. https://doi.org/10.1590/SciELOPreprints.368

Astos Sanchez, M. (2020, mayo 23). Coronavirus | Perú | “Estamos cerca y no hacen nada por ayudarnos”: Más de 5.600 peruanos siguen varados en Latinoamérica | Covid-19 | MUNDO. El Comercio Perú; NOTICIAS EL COMERCIO PERÚ. https://elcomercio.pe/mundo/latinoamerica/coronavirus-peru-estamos-cerca-y-no-hacen-nada-por-ayudarnos-mas-de-5600-peruanos-siguen-varados-en-latinoamerica-covid-19-noticia/

Cuenya, L., Fosacheca, S., Mustaca, A., & Kamenetzky, G. (2011). Efectos del aislamiento en la adultez sobre el dolor y la frustración. Psicológica, 32, 49-63.

OMS. (2021, abril 19). Declaración acerca de la séptima reunión del Comité de Emergencias del Reglamento Sanitario ‎Internacional (2005) sobre la pandemia de enfermedad por el coronavirus de 2019 (COVID-19)‎. https://www.who.int/es/news/item/19-04-2021-statement-on-the-seventh-meeting-of-the-international-health-regulations-(2005)-emergency-committee-regarding-the-coronavirus-disease-(covid-19)-pandemic

Prieto-Molinaria, D. E., Aguirre Bravo, G. L., de Pierola, I., Luna Victoria-de Bona, G., Merea Silva, L. A., Lazarte Nuñez, C. S., Uribe-Bravo, K., Zegarra, Á. C., Prieto-Molinaria, D. E., Aguirre Bravo, G. L., de Pierola, I., Luna Victoria-de Bona, G., Merea Silva, L. A., Lazarte Nuñez, C. S., Uribe-Bravo, K., & Zegarra, Á. C. (2020). Depresión y ansiedad durante el aislamiento obligatorio por el COVID-19 en Lima Metropolitana. Liberabit, 26(2). https://doi.org/10.24265/liberabit.2020.v26n2.09

Yubero, S. (2004). CAPÍTULO XXIV SOCIALIZACIÓN Y APRENDIZAJE SOCIAL. 26.