
Algunas personas consideran que maquillarse es simplemente colocar color y brillo en el rostro. Sin embargo, el maquillaje es un arte que va más allá de solo aplicarlo. Es necesario manejar ciertas técnicas, practicar y poseer las herramientas adecuadas para realizarlo correctamente y que se vea agradable en el rostro. No todo el mundo sabe hacerlo bien.
Es fundamental resaltar la belleza de las mujeres a través del cuidado personal, ya que verse bien, impacta positivamente en cómo nos sentimos. Desde hace algunos años, he dedicado más atención y tiempo a mi rutina de maquillaje y cuidado del rostro. Para mí, maquillarme se ha convertido en un momento de atención plena que me permite conectar conmigo misma y realzar mi confianza, ayudándome a sentirme más hermosa.
El cuidado personal influye positivamente en la autoestima. Es importante resaltar que el autocuidado no es exclusivo de un género; tanto hombres como mujeres pueden beneficiarse del maquillaje y el skincare. Estos rituales de cuidado no solo mejoran la apariencia física, sino que también fomentan una mayor conexión consigo mismos y refuerzan la autoconfianza en cualquier persona.
El maquillaje como expresión personal

El maquillaje es un medio poderoso para la autoexpresión y la transformación personal. Se puede explorar con diferentes looks, esto puede influir positivamente en la autoestima, ofreciendo un sentido de control sobre la identidad y cómo gustas que los demás te perciban.
Gueguen y Jacob (2011) demostraron en su investigación publicada en Psicología de la Estética, la Creatividad y las Artes que el uso del labial, por ejemplo, puede aumentar tanto la percepción de atractivo como la autoestima de quienes lo usan. Y en efecto, ¿te has sentido distinta cuando usas un labial rojo, un nude o color vino? Cada uno expresa un distinto estado anímico, brindando mayor confianza personal, así como también a expresar lo que se desea dependiendo del contexto y de la vestimenta, lo que lleva a una mayor sensación de empoderamiento.
Skincare y bienestar emocional

El ritual de autocuidado, especialmente a través de una rutina de skincare, se ha convertido en un momento crucial de calma y autoatención en mi vida cotidiana. Según Crouch et al. (2018), en su estudio sobre el impacto del autocuidado en la salud mental, una rutina de cuidado personal puede servir como una forma efectiva de reducir el estrés y fomentar el bienestar emocional. Dedicar tiempo a un ritual de autocuidado no solo mejora la piel, sino que también se convierte en un momento de mindfulness en su máxima expresión. Proporciona un espacio de atención plena, donde puedes conectarte contigo mismo, observar tu rostro con cuidado y disfrutar de las texturas y aromas de las cremas. Particularmente experimentó momentos específicos de alivio, ya sea por los suaves masajes que me doy al rostro, por quitarme el maquillaje después de un día agotador, o por la frescura que siento al cuidar de mí misma.
Y si, todos ya somos bonitos al natural, sin embargo, una piel bien cuidada puede tener efectos profundos en la autoimagen de una persona, esto trae consigo mayor confianza, “nos sentimos bonitos, nos perciben bonitos”, por supuesto también es necesario la buena actitud.
Menos, es más, todo con moderación

En un mundo donde las presiones sociales muchas veces se disfrazan de tendencias, el uso del maquillaje y el skincare puede convertirse en un tema delicado. Encontrar el equilibrio entre lo necesario y lo superficial o exagerado realmente es un reto. Como señala el psicólogo David Leary, “La imagen que proyectamos puede verse afectada por la necesidad de encajar en estándares sociales, lo que nos lleva a una lucha interna entre la autenticidad y la conformidad” (Leary, 1995).
Piensa en el maquillaje y en el hábito de cuidar la piel como herramientas, y no como algo de lo que tengas que depender para sentirte segura(o) de ti mismo. Pueden resaltar lo que ya eres, pero jamás deberían definirte. Mantén tu genuidad en cada uno de tus looks, usa tus colores favoritos, prueba y práctica. Por último, usa los truquitos de maquillaje para sentirte bien contigo misma, para resaltar la belleza que ya posees, sin buscar validación en los demás.

REFERENCIAS
Gueguen, N., & Jacob, C. (2011). El efecto del color del lápiz labial en la percepción de la atractividad y la autoconfianza. Psicología de la Estética, la Creatividad y las Artes, 5(2), 170-174.
Crouch, M., & Ritchie, H. (2018). El impacto de las prácticas de autocuidado en la salud mental: una revisión sistemática. Revista Internacional de Enfermería en Salud Mental, 27(3), 900-911.
Leary, D. (1995). Autopresentación: Manejo de Impresiones y Comportamiento Interpersonal. Boulder, CO: Westview Press.