Débora Fátima Rodríguez Meza

Amante de lo bello y cuestionadora. Bachiller en Psicología y de un Minor en Humanidades.

También camino sobre el fuego y encanto serpientes

Después del accidente la vida no es la misma. Los tejidos se reestructuran. Donde hubo piel, a veces hay cicatrices. Algunos huesos quedan expuestos y no siempre se encuentra quien los reacomode. Quizás, luego, haya que operar. Es cierto que cuando le ocurre a un niño, él se cura mejor. Todo se regenera más rápido y se adapta a vivir con las secuelas que a veces recuerdan el pasado.

A veces, los accidentes no son físicos, (ninguno es sólo físico) sino, principalmente, internos. Y a veces no son accidentes, sino traumas («golpes») constantes. Contra la identidad, la seguridad, las creencias internas. A esto le llamamos trauma complejo. Cuando la cronicidad normaliza un estado de supervivencia en adultos o niños.

Into the Abyss, Achraf Baznani(2014)

Tal como ocurre en los accidentes físicos, la mente se adapta a las nuevas condiciones (más rápido en niños que en adultos) y construye mecanismos de defensa para evitar más sufrimiento. Por eso, tenemos distintas manifestaciones de «callosidades»: dependen de las características de la «piel» de cada paciente, las predisposiciones genéticas, el tipo de daño, etc. Así como se construye una costra que protege una herida de la contaminación y evita que se extienda mientras está fresca, el cerebro puede construir una costra para sus heridas internas, aislando eventos dolorosos hasta que pase el estado de alerta. Cuando el estado de alerta se prolonga, esta cicatriz se queda de forma permanente protegiéndose y protegiendo al resto de la mente de contagiarse de su dolor.

A este tipo de aislamiento le llamamos disociación. Los estados de disociación son temporales normalmente, y no surgen siempre en forma de «cura» para situaciones dolorosas. También pueden darse por agotamiento como una forma de reducir el gasto cognitivo o simplemente como una capacidad de concentración que aisla la experiencia para lograr más eficacia en alguna tarea. De aquí que el espectro de disociación oscile entre una discontinuidad ligera del proceso de integración perceptiva y la radical disociación en múltiples identidades (varias conciencias de «yo» con experiencias perceptivas, emocionales, sensoriales y de memoria propias).

My small world, Achraf Baznani(2014)

.

Espacio para profesionales:

Las recientes tendencias sobre rasgos transdiagnósticos que plantean un abordaje distinto sobre la clasificación de patologías respecto a la forma clásica de los manuales, postula la posibilidad de considerar la disociación como una clave que refiere también a la «evitación existencial» y que se encuentra presente en patologías muy diversas: trastornos de conducta alimentaria, trastorno obsesivo compulsivo, evitativo, ansioso, fóbico, de estrés postraumático, bipolar, límite, somatomorfo y alexitimia. Además de una buena cantidad de evidencia que estudia esta asociación, la experiencia clínica permitirá percibir un patrón cognitivo común de evitación en estas alteraciones que da origen a obsesiones, desórdenes emocionales, comportamientos compulsivos y descontrolados o aparentes afecciones somáticas.

De aquí también la importancia creciente, por ser eficaz, que toma en las terapias de tercera generación (EMDR, Aceptación y Compromiso, Dialéctico Conductual, Activación Conductual, etc.) la aceptación de las emociones desagradables y su tolerancia a lo largo del proceso terapéutico.

.

Paperman, Achraf Baznani(2014)

La disociación es una forma compleja y útil de respuesta a los eventos traumáticos que puede atravesar una persona. Se presenta con mayor radicalidad y complejidad cuando el trauma es continuo y ocurre en edades tempranas. Esto podría deberse a que los mecanismos de tolerancia al estrés no han sufrido un proceso de maduración gradual y porque la búsqueda de supervivencia se considera superior a la integración de la experiencia. Recordemos que en un niño, la percepción sensorial y su internalización a través de funciones ejecutivas es un proceso desgastante; un adulto posee, en comparación, muchísima más capacidad de inferencia acerca del mundo a partir de la experiencia.

Se trata precisamente de una forma extraordinaria de respuesta al miedo. Tal como encantar serpientes y caminar sobre el fuego. Tan maravillosa es nuestra mente que nos permite atravesar la guerra sin pensar en el dolor para sobrevivir. Los pacientes que han atravesado por trauma; independiente de su edad, condición y la gravedad del mismo; son también veteranos. Las consecuencias son difíciles, y el proceso terapéutico tiene la función de dar a estos superhéroes de su propia historia, la capacidad de controlar su superpoder.

Porque "un gran poder conlleva una gran responsabilidad"
El tío Ben

Referencias:

Peiró (01 de marzo, 2021). Terapias de tercera generación. Economipedia.com. https://economipedia.com/definiciones/terapias-de-tercera-generacion. economipedia.com/definiciones/terapias-de-tercer-generacion.html#:~:text=Las%20terapias%20de%20tercera%20generaci%C3%B3n,en%20sus%20conductas%20y%20sintomatolog%C3%ADa.

Vera (s.f.) ¿Qué son las terapias de tercera generación y cuales hay?. Grulla, psicología y nutrición. https://grullapsicologiaynutricion.com/blog/terapias-tercera-generacion

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *