Melanie Cruz Valdivia

Soy Mel, tengo 21 años y soy estudiante de psicología del 5to. año en la Universidad Católica de Santa María, me apasiona la rama clínica, me encanta aprender sobre psicopatologías y me interesa mucho la terapia dialéctica conductual. En cuanto a lo personal, me aficiona el baile y creo que llega a ser terapéutico para mi, me considero una persona bastante artística y siempre intento expresarlo en mi forma de ser. He realizado prácticas desde hace un año y medio en diversas áreas de la psicología, como social, educativa, organizacional y clínica (el área que más llamó mi atención). Actualmente, formo parte del internado de Warayana y sigo formándome para convertirme en una gran profesional.

Mi michi terapeuta

Un gato puede curarte, llenarte de felicidad y sanar un corazón y una mente que creemos atrofiados por el malestar emocional. Y si dices que ellos no son capaces de hacer esto, es porque aún no has tenido a tu michi terapeuta, es por eso que en este artículo hablaremos de la importancia de los gatos como animales de terapia en nuestro plan terapéutico y de los beneficios que nos traen con solo tenerlos a nuestro lado.

La terapia asistida por animales (TAA)

Los animales de terapia pueden ser muy diversos en tamaños y formas, pero todos comparten un común denominador, que es el objetivo de mejorar las funciones, cognitivas, físicas, emocionales y relacionales de las personas a tratar, ya sea un grupo de personas o un solo individuo, pues se suele usar este tipo de terapia con ambas poblaciones, al trabajar con grupos y personas en hospitales, centros penitenciarios, albergues, hogares de asilo para ancianos, entre otros. Así se aplica un tipo de terapia que ayuda en la recuperación de diversas condiciones de salud física o psicológica que, a la vez, apoya en la reinserción social (Affinity, s. f.).

Historia de la TAA

La relación que se da entre el hombre y el animal se remonta al paleolítico, cuando se empezó a adiestrar perros. La idea de animales de compañía y protección evolucionó en la Antigua Grecia, donde se pensaba que los dioses podían transformarse en animales; se llegó a usar como tratamiento el pasear a los enfermos a caballo para mejorar su estado, específicamente en el tratamiento de la autoestima. Así mismo, en esta época se empezó a tratar con gatos por parte de los egipcios, endiosándolos y domesticándolos, lo que formaba un lazo fuerte y duradero, el cual se mantiene hasta la actualidad, como un vínculo humano-animal, que hace recuerdo del bienestar que nos traen las alianzas con los animales para aportar en nuestra propia salud mental (GM, 2023).

En 1792, William Tuke fue el primero en usar terapia con animales sin fines coercidos, como lo hicieron muchos conductistas, y atribuyó la mejoría de los pacientes a la intervención con animales Por otro lado, en el Siglo XVIII se permitió en un centro psiquiátrico que los pacientes interactúen con los animales domésticos que habitaban en el establecimiento lo que mejoraba su estado emocional y reducía los conflictos. Esto provocó que diversos centros empiecen a copiar este modelo como parte del programa de recuperación de las personas. 

Años después, Sigmund Freud pudo confirmar este hecho al visualizar que sus pacientes se sentían más cómodos al hacer terapia cuando estaba su perro presente, ya que sentían confianza de no ser juzgados, esto ayudaba a que hubiese un mejor tratamiento en niños y adolescentes, lo que también se pudo observar con el psiquiatra Boris M. Levinson, quien, después de diez años, introdujo el término animal de terapia y describió sus beneficios terapéuticos. Posteriormente, también se hizo uso de animales de terapia para combatientes de guerra con secuelas de problemas emocionales como depresión, ansiedad o trastorno de estrés postraumático, y al ver su efectividad, se amplió el uso a programas de reinserción con prisioneros (Montoya et al., 2021).

Actualmente, se han descubierto muchos más beneficios por parte de los animales para la terapia de las personas, aunque en su mayoría se podría pensar que se habla de los perros, la realidad es que también se usan caballos o delfines, y no podemos excluir a los gatos. Todos estos animales tienen objetivos específicos en las personas, esto depende del plan terapéutico trazado, pero, en su mayoría, aporta a la disminución del estrés, la relajación, la expulsión de serotonina y la mejora del contacto social; esto facilita el trabajo con poblaciones de TEA, TDAH, TEPT, depresión o ansiedad, y reduce el pensamiento suicida y las conductas autoagresivas. 

Gatoterapia

Los gatos son mascotas pequeñas e individuales que han sido importantes en su relación con los humanos, en el transcurso de toda la historia, desde los egipcios que admiraban a los felinos, hasta la demanda de criar a estos por parte de Napoleón Bonaparte para erradicar el número creciente de roedores en Europa, esto fue un hito en la historia de los gatos, ya que desde entonces se les empezó a criar domésticamente en nuestros hogares (Blog Kiwoko, 2024).

Es por esto que, actualmente, los gatos están acostumbrados a interactuar con humanos, y pueden vivir en cualquier espacio, desde una gran casa hasta un pequeño departamento, además de requerir menos cuidados que otros animales. Estas pequeñas criaturas tienen un poder inmenso para implicarse en la psicología y la terapia, sobre todo en pacientes con trastorno del espectro autista. Aunque se debe recalcar que estos no sustituyen el acto de ir a terapia o tomar medicación, sino que son más un complemento para el proceso terapéutico como red de apoyo, cuando no hay apoyo humano en el círculo cercano.

Entonces, a sabiendas de esto, podemos hablar sobre las ventajas que traen los gatos a la salud de los humanos, según Cahuasa (2023), sus mayores aportaciones se encuentran en el tratamiento para la disminución del estrés, ansiedad y depresión. Lo cual se da al momento del contacto del felino con la persona, ya sea estando cerca de él, con caricias, con juego y su herramienta más poderosa: el ronroneo. Todos estos actos benefician la salud mental, emocional y social de las personas, lo que además libera endorfinas, las consideradas “hormonas de la felicidad”.

Por otro lado, podemos ver la importancia de los gatos en escenarios de gran soledad, estrés o tristeza, donde se brinda apoyo emocional incondicional a sus dueños, y son de ayuda en la mejora del estado de ánimo y la reactivación conductual, al generar una rutina en sus cuidados, pues esto implica un sentido de propósito y responsabilidad a largo plazo, que se retribuirá con los aprendizajes de la vida que nos pueden llegar a dar.

Así mismo, ya que los gatos son animales muy pacíficos, se puede llegar a sentir la confianza para hablar con ellos y expresar los malestares personales, de tal manera, actúan como “confidentes” que apoyan al bienestar emocional y que ayudarán a desarrollar las habilidades sociales deseadas. Esto al interactuar con otros dueños de gatos y compartir nuevas experiencias que ayudarán a conocer nuevas personas.

Además, estas mascotas pueden brindar una sensación de seguridad en su hogar, ya que hay gatos que pueden sentir un cambio en el estado de salud de las personas y pueden alertar sobre potenciales situaciones de peligro. Igualmente, se ha visto que los niños que crecen con animales domésticos en casa son menos propensos a tener alergias, asma o enfermedades cardiovasculares.

Por otra parte, el ronroneo de los gatos es único, ya que transmite una increíble sensación de paz y tranquilidad en nuestro cuerpo, lo que regula el ritmo cardiaco, disminuye el cortisol, ayuda a procesar emociones y produce endorfinas que refuerzan el sistema inmunológico. Este puede hacer que los felinos sean de gran ayuda en ocasiones de ansiedad o estrés, para recobrar la estabilidad de la persona.

De igual modo, al ser pequeños y ágiles, pueden ser manejados por niños y adultos mayores: pueden estar en su regazo sin ocasionar daño alguno, además de ser útiles en la activación progresiva de adultos mayores, al tener juegos que los animen a levantarse y mejorar la movilidad de las extremidades superiores, por lo que se les puede ver en asilos u orfanatos (Perez, 2021).

Por ende, los gatos son excelentes animales de terapia, que no distinguen edades y brindan un gran apoyo a sus dueños, lo que resulta en un gran beneficio para la salud de estos. Aunque toda relación de un humano con su gato es distinta y tiene diferentes efectos, los gatos se pueden considerar como grandes terapeutas, con simples acciones que relacionen a la persona con este, lo cual logra una mejoría en la salud mental y el desarrollo de las habilidades sociales. Esto ha sido visualizado especialmente en pacientes con trastornos del espectro autista (quienes logran un vínculo que ayuda a expresar sus emociones, asumir responsabilidades y mejorar su socialización con el entorno), así como en casos de estrés, ansiedad o depresión. 

Entonces, ahora que sabes todo esto, ¿ya pensaste en tener tu michi terapeuta? Porque él está esperando por ti. 

Referencias

Affinity (s. f.). Qué son las Terapias Asistidas con Animales. https://www.fundacion-affinity.org/la-fundacion/accion-social/que-son-las-terapias-asistidas-con-animales

Blog Kiwoko. (2024). Vivir con un gato mejora la salud mental. https://www.kiwoko.com/blogmundoanimal/vivir-con-gatos-para-mejorar-la-salud-mental/

Cahuaza, P. B. (2023). LOS GATOS DE ANIMALES DE COMPAÑÍA A APOYO PSICOLÓGICO. Unifranz. https://unifranz.edu.bo/blog/los-gatos-de-animales-de-compania-a-apoyo-psicologico/#:~:text=%E2%80%9CTener%20un%20gato%20en%20el,de%20estr%C3%A9s%2C%20ansiedad%20y%20depresi%C3%B3n.

Perez, H. (2021). Gatoterapia. MD Escuela de Veterinaria. https://www.escuelaveterinariamasterd.es/blog/gatoterapia

Salomé Montoya, Paola A. Orozco, Mariana Pareja, & María C. Sierra. (2021). Un Viaje a la Terapia Asistida con Animales y sus Beneficios [Universidad CES]. https://repository.ces.edu.co/bitstream/handle/10946/5351/Un%20viaje%20a%20la%20Terapia%20asistida%20con%20animales%20y%20sus%20beneficios.pdf?sequence=3&isAllowed=y

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