¿Alguna vez haz creído estar a la deriva? ¿Un día estuviste muy feliz porque te hicieron sentir que eras una de las personas más valiosas del mundo, pero, irónicamente, al día siguiente te hicieron sentir que eras la persona más mala de todas? La respuesta es que podríamos estar ante una persona con un trastorno de la personalidad pasiva-agresiva.
Estas personas te hacen comentarios pasivos, que no parecieran malos a simple vista, pues lo hacen sutilmente. Como ejemplo tendríamos: “María, te ves muy mayor, ¿qué ha pasado?, ¿te lo digo por tu bien”; “¿Qué más sabes hacer aparte de cocinar?, solo pregunto”, “¿Cómo vas a hablar así? Deberías informarte más”.

No conocen la asertividad
En pocas palabras, así se definiría a estás personas, no conocen sobre normas sociales, no saben hablar asertivamente, solo fingen la empatía, y muchas veces, caen en el exceso de vanagloriarse a ellos mismos y sus logros, por ese lado tienen mucha semejanza con el trastorno narcisista.
A continuación, una lista de acciones que ejecutan.
- Son ambiguos con sus acciones, en un momento te pueden decir que harán una cosa y al final no la cumplen, alegando que se olvidaron de ello.
- Son los eternos incomprendidos: dicen que nadie los escucha, cuando ellos no muestran empatía, ni saben comunicarse con respeto hacia los demás.
- Solo llenan de elogios a los demás cuando quieren grandes favores.
- Critican mucho a los demás, piensan en blanco o negro, no hay puntos medios.
- Critican cualquier pequeña acción (una mirada, alguien que no les contesto, no contestarle las llamadas, etc.); demonizan a las personas, empiezan una verborrea psicológica contra ellas, haciéndoles sentir mal emocionalmente.
- No dan libertad, quieren aprisionar a las pocas personas que pueden controlar a su alrededor.
- Son lindos y te hacen favores, pero todo es a cambio de algo.
- No expresan su ira y la sueltan de forma indirecta, con agresiones sutiles.
No son buenos compañeros de trabajo
Tienen actitudes obstruccionistas para las personas que padecen este trastorno, es importante que los que lo rodean no obtengan lo que quieren. Actúan como si les estuvieran dando lo que quieren, pero rara vez seguirán adelante ni darán lo que se les pide. Es muy confuso tener a alguien que aparenta dar y no lo hace en realidad. Por tanto, habrá disputas no solo en lo laboral, sino en cualquier ámbito social. (Guerri, 2022)

Método de la piedra gris para llevarse con estas personas
Si ya no tienes más alternativa que vivir con una persona que padece este trastorno, lo mejor es aplicar el método de la piedra gris, este consiste en volvernos unas personas netamente neutrales en todo sentido: en nuestras respuestas y en nuestra manera de actuar. Responderemos al pasivo-agresivo con monosílabos de sí o no, o daremos respuestas cortas, que este no pueda refutar, tampoco empezaremos conversaciones sobre nuevas cosas. El principal objetivo es parecer aburridos para esta persona, para que de ese modo, ya no nos vea como su blanco de críticas.
Referencias
Guerri, M. (2023). Test pasivo-agresivo: comportamientos y características más comunes. https://www.psicoactiva.com/blog/la-personalidad-pasivo-agresiva-como-detectarla/