Vivimos en una sociedad que nos exige más de lo que podemos dar.
Juana, de quince años de edad: “Todo estaba bien hasta que me solicitaron, por salud, bajar de peso; o, al menos, ‘mantenerme’. Luego vinieron otros episodios en los que fui vilmente criticada por mi cuerpo, tanto por niños de mi edad como por gente muy cercana. Empecé a contar calorías, medirme la cintura, las piernas y los brazos. Buscaba comer cantidades exactas; de lo contrario, sufría ataques de ansiedad. Hacía ejercicio para quemar grasa, y cardio en exceso. Me alejé de todo y de todos, me hacía la enferma cuando había reuniones familiares con comida; me la pasaba en el baño del colegio para que no notaran que no comía, buscaba más dietas en Internet; no había otro objetivo en mi vida que bajar de peso. Llegué a pesar 36 kilos cuando debí pesar 50. Me convertí en una materia inerte. Ya no hablaba, no reía; había perdido todo lo que valoraba de mí: mi familia, mis amigos, mi personalidad, mi danza”. (en González, 2018)
Juana pudo salir de esta situación tan dura y difícil gracias al apoyo de su familia: “Jamás se está preparado para afrontar situaciones duras en la casa, y menos con los hijos. Y cuando esto sucede, uno se pregunta: ¿En qué me equivoqué? Hoy puedo decir tranquilamente que le doy gracias a Dios por estar en mi vida: sin Él no hubiera podido ayudar a Juana a salir de un trastorno que la estaba llevando a la tumba. Debo decir que, gracias a esta enfermedad, en nuestro hogar hemos afianzado nuestras relaciones como familia, nuestra fe se ha fortalecido y hemos servido para ayudar a otros. Juana es un ser humano espectacular”. Julieta Páramo, madre de Juana (en González, 2018).
Pero ¿qué es el TCA?
Es la relación no saludable con la comida, con la actividad física, y se puede dar por causas multifactorial, estos pueden ser: biológicos, psicológicos, conductuales y socioambientales que interactuarían de manera compleja, contribuyendo a su aparición y mantención.
¿Quién está en riesgo?
Cualquiera puede desarrollar un trastorno alimenticio por diversos aspectos, tales como la cultura y sociedad, estos trastornos suelen aparecer con más frecuencia en adolescentes, pero, también se desarrolla en la infancia o en la edad adulta.
Cuando una persona sufre de trastorno de la conducta alimentaria (TCA), sus síntomas no solo acaban disminuyendo la sensación de bienestar, sino que, además, pueden terminar en complicaciones médicas y llevar conigo una serie de enfermedades que comprometen todo el organismo, lo que afecta el crecimiento y el desarrollo: La desnutrición, el desequilibrio hormonal, la hipotensión, y los problemas del corazón potencialmente mortales.
En el ámbito psicosocial, traen consigo un bajo autoestima, posible dismorfia corporal, temor a ser juzgados constantemente por compararse por ciertos estándares de belleza que la sociedad impone, el afecto negativo (depresión, ansiedad o culpa), el deterioro en el funcionamiento interpersonal, y la preocupación excesiva por la alimentación, el peso y la figura.
En el ámbito socioambiental, los primeros comentarios críticos sobre la apariencia y la alimentación provienen de los padres. Los conflictos familiares no resueltos, haber sido objeto de burlas, además de la presión percibida para ser delgado, entre otros, son factores de cuidado.

¿Cuáles son los síntomas?
Los síntomas varían según el trastorno, pero los más comunes son:
- Restricción alimentaria sin control médico: saltarse comidas, disminuir las raciones, evitar alimentos que «engordan», y comer solo alimentos light o diet.
- Adelgazamiento extremo.
- Atracones de comida.
- Cambios en hábitos alimentarios: prolongar el tiempo para realizar comidas, rituales, jugar con los alimentos, quitarles la grasa, etc.
- Síntomas y signos físicos de malnutrición: alopecia, sensación de frialdad, mareos, piel seca, con manchas o amarillenta.
- Alteraciones menstruales.
- Vómitos autoprovocados.
- Empleo de laxantes.
- Hacer ejercicio excesivo.
- Ayunos durante periodos largos.
- Miedo intenso a subir de peso.
- Imagen corporal distorsionada.
- Verse con sobrepeso incluso cuando se está con bajo peso.
¿Cómo podemos ayudar a una persona con trastorno de la conducta alimentaria (TCA)?
En caso de padecer este trastorno o suscitar estos síntomas, es de suma importancia acudir a la ayuda de los profesionales de la salud que sepan llevar un tratamiento adecuado. Los padres deben mantenerse alertas ante cualquier síntoma que pueda presentar el adolescente en casa, para poder brindar el apoyo y soporte necesario. El comportamiento y las acciones que realicen los adultos en casa, son fundamentales para guiar al menor en su proceso de desarrollo.

A una persona con TCA no se le puede obligar a recuperarse, ni se le puede decir: “tienes que comer, tienes que hacer esto o tienes que hacer lo otro, deberías de parar y dejar de tener atracones, deberías dejar de vomitar…” Muchas veces el paciente con TCA no es consciente de su enfermedad, lo que implica que el tratamiento se comience, la mayor parte de las veces, con una escasa motivación para el cambio. La comprensión de estos aspectos por parte de los profesionales de la salud que tengan los primeros contactos con el paciente y su familia, serán fundamentales para el éxito de la referencia al tratamiento especializado y su posterior adherencia. El conocimiento de estrategias motivacionales puede ayudar a que este proceso resulte satisfactorio.
¿Cuáles son los planes de tratamiento?
El tratamiento se puede adaptar a las necesidades de cada persona, por ejemplo: psicoterapia individual, grupal y de familia. Atención médica y monitoreo, asesoramiento nutricional y medicamentos.
Lo más importante es entrar en terapia, trabajar con un equipo interdisciplinario donde también esté presente un nutricionista, y se pueda contar con un adecuado soporte emocional.
Referencias
González, A. M. (2018). El valiente relato de una niña de 14 años que superó la anorexia. https://www.eltiempo.com/salud/historia-de-vida-de-juana-luego-de-sufrir-anorexia-159586
López, C., Treasure, J. (2011). Trastornos de la conducta alimentaria en adolescentes: descripción y manejo. Revista Médica Clínica Las Condes, 22(1). 85-97. DOI: 10.1016/S0716-8640(11)70396-0
Gaete, P., López, C. (2020). Trastornos de la conducta alimentaria en adolescentes. Una mirada integral. Revista chilena de pediatría, 91(5), 784-793. https://dx.doi.org/10.32641/rchped.vi91i5.1534
AEPNYA (2008). Trastornos de la conducta alimentaria (TCA). https://www.aeped.es/sites/default/files/documentos/trastornos_alimentarios.pdf