Resumen
En este breve ensayo elegí a la época del Romanticismo como objeto de reflexión, ya que creo que dentro de este periodo encontramos el mejor y más completo manejo de las esencias invariables del arte, las poéticas, debido a su sustancia, pero también debido a su caácter innovador y fructífero para el ser humano, diferenciado del pensamiento de épocas anteriores y posteriores. Mi intención es justificar dicha creencia, recurriendo al pensamiento y expresión del Romanticismo, pasando por su contexto histórico, luego por el plano artístico, seguidamente de una breve mención del encuentro del Romanticismo con el hombre de hispano, para finalizar con una reflexión de corte filosófico.
Palabras clave: Pensamiento, estética, poéticas, belleza, verdad
Contexto Histórico

Es sabido que el modo de pensar del Siglo XIX, fue muy influenciado por la idea del cambio, de la transformación, por el deseo de un progreso material y moral en el ser humano. En este concepto de variación constante se ve plasmando el periodo artístico del Romanticismo, dejando atás el concepto formalista del Clasicismo. Es el Romanticismo el periodo en el que el hombre comenzó a darle un énfasis notorio a la sensibilidad, a lo afectivo, al idealismo y a la angustia por el propósito de la existencia de hombre.
«El Romanticismo rápidamente se posesionó del sentimiento humano hasta adquirir el poder de darle sentido a la vida, y situarse más allá de una simple acepción conceptual, porque pasó a ser considerado en el ámbito de dos perspectivas históricas: por un lado, lo refieren a una etapa histórica determinada, la cual se extiende entre 1780 y 1830 (…), pero, por otro lado, el Romanticismo, por su complejidad, desbordó estos límites, pues, sus características esenciales sobrepasaron en mucho el mero hecho de ser un movimiento cultural e histórico de efímera duración, para situarse en una constante histórica y presentarse como un fenómeno eterno«. (Yegres, 2015, p. 20)
El Romanticismo en el Arte
La manera del Romanticismo de aproximarse a la música, fue a través de una construcción orgánica, y para ello, es esencial dar énfasis a la armonía. Tanto en la música como en la vida, Romanticismo busca la armonía, la continuidad y la consonancia, libre de los esquemas que antes se usaban. Reflejando esto en la música, a través de disonancias; independizándose de tonalidades y haciendo que los acordes se vuelvan sonoridades autónomas. Compositores como Franz Liszt -el mayor referente y principal responsable de estos cambios-; Berlioz; Berg y Beethoven (como precursor), entre otros, dieron forma a esta nueva forma de expresión con la música.

Por otro lado, para la aproximación en la pintura, podemos hacer uso del análisis simbólico. En el cuadro «El caminante sobre el mar de nubes» pintado en 1818, nos muestra la representación del encuentro del hombre y su presente, con el camino hacia su destino y futuro definitivo. Este cuadro se convirtió en símbolo del Romanticismo alemán (Deutsche Welle, 2015). Cualquiera de nosotros puede ser este hombre en el cuadro somos nosotros. Al no ver su rostro, uno mismo se puede posicionar en pintura. Nosotros somos los protagonistas de nuestro propio camino, y a pesar de nuestras debilidades (que pueden ser simbolizadas con el bastón que lleva el caminante), al igual que en el cuadro, podemos contemplar lo que nuestro futuro nos depara, un panorama incierto, con un camino largo y accidentado, pero al mismo tiempo somos capaces de vislumbrar un destino final gigantesco y eterno.

En el plano estético del arte en general, podemos apreciar que las poéticas de este periodo son de caácter revolucionario en cuanto a los usos de las técnicas de creación e interpretación, pero no existe un cisma violento en este nuevo acercamiento hacia el arte. Las poéticas del Romanticismo siguen buscando la belleza, estéticamente hablando, a través de obras más desafiantes. Esto precisamente se refleja en la manera de ver la vida en el Siglo XIX, como se mencionó anteriormente.
El Romanticismo y el hombre hispano

La relación entre el Romanticismo y el hombre, no es solamente unidireccional, ambos se complementan e influyen. Por ende, la interacción del Romanticismo con las distintas razas de hombre, nos dan resultados particulares hasta cierto punto. A sabiendas de esto, Cesar Vallejo nos indica seis características particulares del hombre español: «El predominio de la fantasía, expresado por una filosofía idealista; un fondo melancólico y exquisito sentimentalismo; refinada sensibilidad; predominio de los sentimientos de amor, honor, patriotismo y religión, traducidos en sublimes pasiones, violencias de sangre y misticismos fanáticos; el instinto por la belleza de las formas y lo sonoro y lo grandioso y como medio que facilitó el triunfo del romanticismo, el caácter vehemente y voluble de su Psicología». (1954, p. 19)
Si bien el Romanticismo fue un movimiento europeo, su espíritu fue capaz de sobrepasar fronteras llegando así a Latinoamérica. Vallejo declaró que los poetas peruanos de su tiempo, lamentablemente, solo se limitaban a la imitación y no aprovechaban las posibilidades artísticas de nuestro choque y mezcla cultural (1954, p. 64).
Conclusiones

Beethoven dijo: «Lo difícil es bueno, lo difícil es bello, lo difícil está más cerca de la verdad» (Marshall y Cellan Jones, 2003), para referirse a la dificultad de sus composiciones.
Ahora, ¿Qué es la verdad para Beethoven?, o mejor dicho, ¿Quién es la Verdad para Beethoven? Para Beethoven, Dios es la Verdad. En sus propias palabras:
«Dios está más cerca en el arte. La música es una revelación más alta que toda sabiduría y toda filosofía… No tengo amigos. Debo vivir solo. Pero yo sé que, en mi arte, Dios está más cerca de mí que de los demás; yo me acerco a él sin temor; yo siempre lo he reconocido y comprendido. Por eso, la suerte de mi música no me inquieta; ningún mal puede provenir de ella; el que la comprenda se liberará de la miseria que arrastra a los hombres». (Plazaola, 2007, p. 591)
De aquí quisiera resaltar que Beethoven ubica a lo bello, junto a lo bueno y la Verdad y que se haya preocupado de no transmitir algún tipo de mal en su música. Y que buscase, mediante su obra, ayudar a la liberación los pesares y dolores del ser humano.
Si bien las poéticas pueden buscar en otros lugares, aparte de la belleza y aun así guardar una estética correcta (Plazaola, 2007, p. 277), puede que ir, hacia una belleza difícil; buena y de dimensión espiritual, en el plano estético, sea la manera más sublime y completa de expresión artística. Beethoven y el pensamiento romántico en general lo afirmaban de este modo.
Oscar Miró Quesada (según Vallejo, 1954, p. 18) decía que «las emociones estéticas que la contemplación de la belleza produce, sacuden y revuelven el espíritu profundamente, agitando las actividades psíquicas, sentimentales más ocultas; y siendo de este modo un poderoso reactivo para el alma».
Se debe darle virtud espiritual a lo material, para alcanzar una conmoción y deleite de corte bondadoso para el alma. Buscar la Verdad y la Belleza en un camino difícil, es lo que brinda el sentido de la existencia del ser humano.
Referencias
- Deutche Welle. [DW Español]. 2015, agosto 10). Reencuentro con obras maestras Caspar David Friedrich: El caminante sobre el mar de nubes Euromaxx [Archivo de video]. Recuperado de: https://www.youtube.com/watch?v=myDVbX9uOYI
- Marshall, L. (Productora), Cellan Jones, S. (Director). (2003). Eroica [Película]. Reino Unido: BBC.
- Plazaola, J. (2007). Introducción a la Estética. España: Publicaciones de la Universidad de Deusto.
- Vallejo, C. (1954). El Romanticismo en la poesía castellana. Lima: Juan Mejía Baca y P. L. Villanueva Editores.
- Yegres, A. (2015). Filosofía, Ilustración y Romanticismo. Revista de Investigación. Caracas, Venezuela. Universidad Pedagógica Experimental Libertador. 39(86), pp. 11-38.





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