«Disociación, el escape que necesitamos»

Imagina esto: te encuentras en medio de una discusión familiar, un clásico, y sin darte cuenta, de repente te encuentras mirando al vacío como si estuvieras paralizado(a). No es que no te importe lo que está pasando, es solo que, de alguna manera, tu mente decide tomar un pequeño descanso…mental, por supuesto. Esto me pasó hace poco. Mis hermanos estaban discutiendo como si no hubiera un mañana y, sin querer, mi cerebro hizo «click» y me desconecté. Mi cuerpo seguía allí, pero mi mente se fue a dar una vuelta, quien sabe a donde. ¿Te suena familiar?

¡No todo es tan malo como parece!

La disociación, es un mecanismo tan humano que nos permite «escapar» de una situación emocionalmente abrumadora, no es algo que deba ser visto necesariamente como algo negativo. En muchos casos, es una respuesta adaptativa, algo que nuestro cerebro hace para protegernos, para sobrellevar momentos de alta tensión emocional.

Pero, claro, en exceso no es tan bueno. Cuando se vuelve habitual o excesiva, puede interferir con nuestra capacidad para conectar con la realidad y las personas que nos rodean, por ejemplo, a veces me pasa que cuando leo un libro, tengo que volver a leer la misma oración varias veces, es como si mis ojos estuvieran en el papel, pero mi mente estuviera en otro lado o a veces, me doy cuenta de que estoy haciendo algo en piloto automático, como cuando camino sin darme cuenta de a dónde voy, o de repente llegó a un lugar sin recordar cómo llegué allí. ¿También te pasa?

La disociación, como ves, puede ir desde una simple desconexión momentánea hasta episodios más largos, pero, en su forma más momentánea, es una forma de protegernos cuando las cosas se vuelven emocionalmente complejas, cuando estamos sobreestimulados, o cuando pasamos por mucho estrés.

¿Por qué a veces no es tan funcional?

La disociación puede ser útil como una estrategia rápida para lidiar con el estrés, pero cuando se convierte en un mecanismo de defensa habitual, puede dejar de ser funcional.

Si tu mente se desconecta cada vez que algo se vuelve incómodo o abrumador, es probable que evites procesar las emociones que necesitas enfrentar. A largo plazo, esto puede hacer que las emociones no resueltas se acumulen y que te desconectes cada vez más de la realidad. Además, cuando la disociación se vuelve frecuente, puede afectar tus relaciones, ya que estar presente y conectar con los demás se vuelve más difícil.

Si «huyes» mentalmente en una conversación o durante una actividad importante, puedes perderte momentos importantes de conexión emocional con los demás. Y, aunque es comprensible que quieras evitar el conflicto o la incomodidad, a largo plazo, esto puede generar sentimientos de aislamiento o desconexión.

Es importante recalcar que en casos de trauma severo, como abuso o violencia, la disociación puede ser una respuesta de supervivencia y es un tema mucho más complejo del que se redacta en este artículo.

En estos casos la mente se «desconecta» para protegerse del dolor insoportable de la experiencia. Este tipo de disociación, aunque adaptativa en ese momento, puede volverse crónica y dificultar el proceso de sanación. En situaciones de estrés postraumático (TEPT), por ejemplo, la disociación puede ser un síntoma persistente, ya que la mente busca escapar de las emociones y recuerdos traumáticos que no han sido procesados.

¿Cómo lidiar con la disociación?

Hay técnicas muy útiles para traer de vuelta nuestra atención al presente y hacer que nuestro cerebro se conecte nuevamente al «aquí y ahora».

  1. Respiración profunda: Cuando me siento «fuera de mí misma», una de las mejores maneras de regresar al presente es parar un momento y tomar una respiración profunda. Inhala por la nariz, llena tu abdomen de aire (no solo el pecho) y exhala lentamente por la boca. Hazlo varias veces. Esto ayuda a calmar el sistema nervioso y a traer tu foco de atención al aquí y al ahora.
  2. Grounding (o enraizamiento): Esta es una técnica sencilla y poderosa. Se trata de usar nuestros sentidos para estar en el presente, por ejemplo, si sientes que te estás desconectando, puedes tocar un objeto con textura (como una taza, una bola antiestrés o algo que esté cerca), sentir su temperatura o peso. Incluso puedes detenerte a notar cosas en tu entorno: «¿Qué veo? ¿Qué escucho? ¿Qué huelo?» Esto te conecta con el mundo real y te ayuda a salir del piloto automático.
  3. Validación emocional: Hacer una pausa y reconocer en voz alta: “Ok, estoy disociando porque esta situación me está abrumando”, “aguanta, estoy disociando” es un primer paso. Validar tus emociones (incluso las que te hacen querer huir) puede ayudar a disminuir su intensidad.
  4. Movimientos físicos: A veces, simplemente mover el cuerpo ayuda a liberar tensiones. Caminar, estirarse o incluso saltar un poco en el lugar puede hacer maravillas para devolver la atención al cuerpo y salir de ese «mood automatico».
  5. Practicar mindfulness o atención plena: Hacer ejercicios pequeños de mindfulness en tu día a día, como estar 5 minutos completamente presente mientras tomas tu café, disfrutas de una caminata o te bañas, puede ayudarte a entrenar tu cerebro para estar más consciente y menos propenso a desconectarse en situaciones difíciles.

Todos tenemos nuestras formas de lidiar con lo que nos abruma. Sin embargo, aprender a manejarla y a conectar nuevamente con la realidad cuando sea necesario, es necesario  para mantener un balance emocional óptimo.

«Así que, la próxima vez que tu mente se pierda en un viaje astral, dale la bienvenida con una sonrisa y dile: “aquí estás de nuevo, disociando”. Pero también recuerda traer tu mente al “aquí y ahora”, con cariño, respeto y si es necesario, un poco de humor. “oye Ale, pellizca tu mano o toca tu nariz”. Porque, al fin y al cabo, ¿quién no se ha escapado un poco de vez en cuando?

“La vida no es un problema a ser resuelto, sino una realidad a experimentar”

 Alan Watts

Fractura: Cuando la mente juega una mala pasada

Fractura (2019) crítica: efectivo mecanismo de suspense con destellos de  Brad Anderson
Fractura (2019). Koji Productions, Macari/Edelstein, Paul Schiff Productions

Cuántas veces nos hemos recostado en la cama y hemos visto una película, disfrutando con unas ricas palomitas de maíz. A veces, nos quedamos atrapados con la trama que sucede en la película, y este artículo, toca una experiencia personal.

Me siento tan impactada que quiero compartirles y recomendarles esta película, y si ya la vieron, entonces reconoceremos qué sucedió con nuestro protagonista.

Resumen (con spoilers):

Ray es un hombre de unos treinta y tantos años, con antecedentes de alcoholismo. Realiza un viaje vacacional junto a Joan, su esposa, y Peni, su pequeña hija. La trama se sitúa en el camino yendo a visitar a sus familiares, donde tuvieron una parada y en este. La pequeña Peni sufre un grave accidente y es llevada a toda prisa al hospital donde es custodiada por su madre, para realizarse una resonancia luego de que Ray se queda inconsciente en una silla del hospital. Pero cuando este despierta, no hay rastro de su esposa e hija, y tampoco hay registro alguno donde ambas hayan ingresado al hospital.

Después de tanto insistir, logra descubrir que su esposa y su hija han sido víctimas de una red de tráfico de órganos, y asesina a un guardia de seguridad para poder rescatarlas, pero el filme nos revela, en una toma muy tétrica de la última escena, que Ray, en realidad, solo lleva un cuerpo de la morgue en el asiento trasero de su auto, y no a su esposa e hija. Lo cual nos da a entender que ha estado alucinando desde el momento del accidente, y su familia nunca llegó al hospital.

Al final, todo es fruto de su imaginación. Había asesinado a su mujer y a su hija, pero él prefirió crear una realidad alternativa falsa, de tal manera que se autoconvence de los hechos que acontecen e involucra al espectador en ellos. De este modo, sufre un brote psicótico y provoca un homicidio, algo que no quiere reconocer, y termina por generar alucinaciones de las que está convencido.

(Fin de los spoilers)

Según la psicóloga Cristina Blanco, un trastorno psicótico puede producir deterioro cognoscitivo e ideas delirantes, pudiendo crear una realidad paralela. Del mismo modo, el doctor Pedro Sánchez Escobedo, de la Universidad de Autónoma de Yucatán, certifica el realismo que puede suponer una reacción psicótica en la mente de una persona para llegar a distorsionarla.

La mente del hombre es capaz de cualquier cosa

Joseph Conrad

¿Qué mensaje deja la película?

Los cien minutos de esta película son una invitación a asumir y enfrentar nuestros actos y sus consecuencias, a dar la cara a las adversidades, sin escondernos en los efectos del alcohol, de medicinas adictivas, o de drogas ilegales, ya que al hacerlo, podemos depender tanto de estas sustancias que, finalmente, pondremos en riesgo nuestras vidas y las de los demás, tal y como le pasó a Ray, pues su adicción al alcohol era tan grande que puso esa necesidad por encima de las de su familia, a la que terminó perdiendo después, por esa misma mala decisión.

Un segundo mensaje es el de permitirnos el beneficio de la duda. Durante buena parte de la película, y aunque había evidencia abrumadora contra Ray, nosotros, los espectadores, nos podríamos haber puesto de su lado, del lado de un asesino demente, porque, sencillamente, el hombre despierta nuestra solidaridad, al creer que lucha por una causa justa.

¿Acaso nosotros cometemos ese mismo error en nuestra vida cotidiana? ¿La de respaldar personas que queremos creer que están en lo cierto, al punto de ignorar por completo la lógica y los hechos?, ¿quizás nos resulta más atractiva la idea que nos venden ciertos personajes, porque la realidad nos asusta y queremos fabricar una fantasía que la cubra por completo? Una fantasía en la que a algunos les fascina creer que son las víctimas que luchan por sus derechos, en lugar de ver la triste realidad, que son la carne de cañón de los verdugos, manipulados por su demagogia barata.

Referencias

Anderson, B. [Netflix Latinoamérica] (2019). Fractura / Tráiler oficial [Archivo de video]. https://www.youtube.com/watch?v=dEw_cB2_7Rk

Castro, C. (2019). Fractura (Fractured) Análisis y Explicación. https://sabanerox.com/2019/10/12/fractura-fractured-analisis-y-explicacion/

Jiménez, F. (2022). Fractura, cuando la realidad no corresponde con la verdad. https://lamenteesmaravillosa.com/fractura-cuando-realidad-no-corresponde-verdad/

Sánchez, G. (ed.) (2019). ¿Sabes qué es realmente un brote psicótico? https://lamenteesmaravillosa.com/sabes-que-es-realmente-un-brote-psicotico/