
Si algo nos enseñó la pandemia COVID-19 del año 2020, es que las cosas pueden cambiar rápidamente y en ocasiones, solo hay que adaptarnos a nuestra realidad.
La sensación de control normalmente nos trae paz y comodidad, ya que sentimos que podemos manejar las situaciones que se nos presentan y el punto de inflexión siempre estará en nuestras manos.
Preguntarnos por el futuro, sin embargo, tiende a traer poco o nada de control consigo, ya que las situaciones de la vida son cambiantes y están influenciadas por muchos factores que escapan de nuestras manos.
Los miedos que vienen con la incertidumbre están relacionados a la preocupación por lo que traerá o NO traerá el futuro y el hecho de no saber todo lo que podría resultar de una simple decisión.

¿Esto es ansiedad?
Esta preocupación por el futuro es llamada ansiedad anticipatoria, este tipo de ansiedad suele venir cargada de pensamientos negativos, escenarios catastróficos, y situaciones que pueden salir mal.
Los pensamientos que tenemos relacionados a esto suelen pasar al tratar de ver escenarios más positivoS, entendiendo que no tenemos control sobre todos los factores que pueden influir en el desenlace de nuestra historia y así disfrutar de una forma más consciente de nuestro presente.
Por otro lado, cuando estos pensamientos se alojan en nuestra mente por mucho tiempo podemos desarrollar distorsiones cognitivas que pueden desarrollar depresión, ataques de pánico, pesimismo, entre otros.

Los engaños de la mente
Algunas de las distorsiones cognitivas relacionadas con la ansiedad anticipatoria son las siguientes:
Filtraje: Se trata acerca de una “visión de túnel” que nos encasilla en una sola percepción sobre alguna situación por la que estemos pasando.
“No hay otra salida”
Sobregeneralización: Se refiere a sacar una conclusión de un solo hecho en particular.
“Todas las personas son poco confiables”
Visión catastrófica: Consiste en adelantar acontecimientos de un modo desastroso, sin una prueba concreta de que pasara lo peor.
“Siento que no estoy desempeñándome como deberia, seguro me despedirán”
Los debería: Relacionado a mantener reglas rígidas inamovibles de como tienen que suceder las cosas o comportarse las personas.
“ Deberías ser detallista conmigo todos los días”
Falacia de cambio: Consiste en creer que el bienestar de uno mismo depende de manera exclusiva de los actos de los demás.
“Solo me sentiré útil cuando mi jefe me de su aprobación”
Falacia de control: Tiene que ver con la forma extrema en que nos vemos en relación al grado de control que tenemos sobre los acontecimientos de nuestra vida.
“ Yo puedo controlar cada aspecto de mi vida” / “ No tengo control sobre ninguna situación de mi vida”

La ansiedad anticipatoria tiende a presentarse cuando se presentan situaciones que amenazan nuestros planes y nuestra conciencia se vuelca al futuro tratando de dar siguiente paso para no volver a caer, se activa nuestro sistema de alerta y tratamos de que nuestro plan continúe su curso, sin embargo a veces los planes deben cambiar, lo que lejos de calmar nuestra ansiedad, la incrementa.
¿Qué puedo hacer para manejar la ansiedad anticipatoria?

La regulación emocional es vital para poder manejar situaciones que salen de nuestro control, ya que al no controlar nuestras emociones, estas se desbordan y no nos dejan pensar con claridad.
Para ello hay que conocernos, entender cómo nos sentimos y porque nos sentimos de esa manera, cuáles son las emociones que nos atan y no nos dejan continuar, identificarlas, entenderlas y aceptarlas.
La meditación, respiración y análisis objetivo son herramientas que ayudan a que estemos más conscientes de lo que está dentro de nuestras posibilidades y que podemos hacer respecto a los aspectos que no lo están.
También, centrarnos más en lo que tenemos y no tanto en lo que no, ayuda a que disfrutemos nuestro presente, desarrollando pensamientos más positivos que nos lleven a superar los obstáculos que puedan presentarse.
No hay que olvidar que el autoconocimiento nos ayuda a tomar decisiones con mayor facilidad y seguridad, asi como, reconocer nuestros puntos fuertes y los que podemos mejorar.
En este 2025, trabaja en ti mismo, conócete, agradece lo que tienes en este momento y persigue tus metas, pero no olvides que si el plan debe cambiar no significa que hayas fracasado solo significa que tal vez el camino tiene algunos desvíos para llegar a donde quieres llegar.
