Psicología de las emociones: El miedo

¿QUÉ ES EL MIEDO?

El miedo forma parte de la paleta de emociones primarias o básicas. Actúa regulando nuestra conducta ante la percepción de situaciones de peligro o riesgo.

¿Cómo se procesa esta emoción? Al inicio se percibe un riesgo, peligro o amenaza, al cual se le presta plena atención. Seguido a ello, se produce una sensación desagradable, y con ello, aparece la emoción en cuestión.

TIPOS DE MIEDO

MIEDO FUNCIONAL:

El miedo se activa ante un peligro real, en ese sentido, el miedo seguiría cumpliendo con la función primordial de nuestra supervivencia, como una especie de mecanismo de adaptación actuando en base a nuestro beneficio, no interfiriendo con nuestra vida cotidiana.

MIEDO DISFUNCIONAL:

En este tipo de miedo, el peligro puede ser un supuesto, es decir, una idea irracional (imaginario, distorsionado y catastrofista). En donde no existiría un riesgo real, o por lo menos, el riesgo no sería congruente con la intensidad del miedo percibido, actuando de forma poco funcional.

Es importante aclarar que con este miedo patológico, la consecuencia al estímulo no se asemeja a la consecuencia negativa que el propio miedo en sí, generaría en la persona. El mayor riesgo, es el desarrollo de una fobia (paralización), o de una personalidad contra-fóbica (defensa agresiva).

LA PERCEPCIÓN DEL MIEDO

Además de ello, existe una percepción individual, en base a nuestras creencias, le asignamos un significado y valor propios al peligro o riesgo hacia nuestra integridad física, psicológica (autoestima, autoconcepto, seguridad), económica, etc.

CAUSAS DEL MIEDO

SOCIO-CULTURALES:

La percepción de lo que sería un peligro o riesgo ante determinados estímulos, tiene un concepto genérico a nivel de sociedad.

APRENDIZAJE VICARIO:

Se refiere al aprendizaje por observación, a por ejemplo, la reacción de miedo que tiene un tercero.

CONDICIONAMIENTO CLÁSICO:

Para explicar este concepto, describiré el experimento que, en 1920, desarrolló John B. Watson con un bebé de 11 meses.

Este experimento se tituló: «Pequeño Albert», su objetivo era el de probar cómo las personas adquirimos miedos por entornos condicionados:

Es necesario mencionar que este experimento es de ética cuestionable.

SÍNTOMAS DEL MIEDO

Las principales reacciones fisiológicas al miedo son: Taquicardia, sudoración, cambios en la temperatura corporal (escalofríos), dilatación de las pupilas, incremento del tono muscular (agarrotamiento).

Dentro de las principales sensaciones percibidas, se encuentra la sensación de malestar y de pérdida del control.

La expresión gestual del miedo se traduce en contraer y elevar las cejas, en el alargamiento de la comisura de los labios, agrandamiento de los ojos, fruncir la frente, etc.

CUATRO FORMAS DE AFRONTAMIENTO

HUIDA:

Reaccionar e intentar escapar ante cualquier peligro inminente.

AMENAZAR:

El miedo promueve conductas de defensa, a partir de las cuales se busca recuperar el control de la situaciones. Dichas conductas nos colocan en posición de ataque.

INMOVILIZARSE:

Se refiere a la inamovilidad de la persona ante el estímulo que le genera un miedo disfuncional, este estilo también se conoce como el estilo de afrontamiento pasivo.

EVASIÓN:

Suele ser una de las formas de afrontamiento más comunes, y a su vez, las que agravan más el malestar. Al evitar el estímulo amenazador, se percibe una sensación de alivio, hecho que refuerza la creencia de que este sería un canal óptimo de afrontamiento.

ABORDAJE PSICOLÓGICO:

Para trabajar esta emoción cuando es disfuncional, se suelen aplicar diversas técnicas de la terapia cognitivo conductual, entre las principales:

Técnica de Reestructuración cognitiva: Identificando los pensamientos automáticos, se puede llegar a analizar las creencias irracionales, promoviendo una re-interpretación más funcional de las mismas.

Técnica de exposición: Consiste en exponer repetitivamente al paciente al estímulo que activa el miedo, pero de una forma controlada. Esta técnica puede desarrollarse mediante la imaginación, en realidad virtual, o en una realidad concreta.

La desensibilización sistemática: Se efectúa una división de los estímulos que generan el miedo, jerarquizándolos de menor a mayor intensidad, para luego efectuar la exposición de forma progresiva.