Las bendiciones de la vida según Mark Twain

“Las cinco bendiciones de la vida” es un cuento escrito por Mark Twain, en el que retrata las experiencias, pruebas y penurias que se pueden presentar durante la vida en este mundo. En este texto esbozaré algunas reflexiones que podemos obtener del relato.  Les recomiendo encarecidamente que si no han leído el cuento, lo hagan antes de leer mis reflexiones, para que con las impresiones particulares que se hayan llevado, las comparen con las mías. Y de paso, no se privarán de la grata sensación que da el apreciar algo nuevo.

Aquí tienen un enlace con el cuento, es directo y mordaz como el propio Twain: https://www.nexos.com.mx/?p=39003

¿Ya lo leyeron? Empecemos entonces… Las bendiciones (o dones) de la vida (o del mundo) son la Fama, el Amor, la Riqueza, el Placer y la Muerte. Depende de cómo se concibe la manera de ver las cosas, unas pueden ser más atractivas que otras, o por el contrario, no generarían interés alguno, incluso podrían generar un rechazo inmediato. Es importante notar que es un “hada buena” la que se encarga de entregar los dones a nuestro protagonista sin nombre, y que a su vez le advierte que solamente uno es valioso en realidad. Ella podría representar el destino, las fuerzas sobrenaturales, incluso la divinidad o también el mero paso del tiempo, tenemos que recordar la cualidad de bondad que Twain le adjudica al hada, pues no es ninguna ironía o sarcasmo.

«Espíritu de la Noche» de John Atkinson Grimshaw

Al inicio, el hombre -joven en ese momento- del cuento eligió el Placer y lo vivió inmediatamente. En efecto se embriagó con él, pero se dio cuenta de la levedad, y decepción que genera la satisfacción de los impulsos, “Pero todos resultaron a su vez breves y frustrantes, vanos y carentes de sentido” (Twain, 2016, p. 750). El placer en sí mismo no es malo, lo que ocurre es que hay que educarlo, saber darle el lugar que le corresponde, no hacer que sea el centro en el que gira nuestra vida, por más atractivo que pueda aparentar; además debemos saber en qué complacernos. Por ejemplo, el placer que genera una relación de pareja, si es guiado por un amor genuino (que vas más allá del deseo) tiene mucho provecho y redondea la relación; por otro lado el placer inmediato que generan los vicios o el libertinaje, te enceguece y te hace esclavo de ellos o si se les supera, de todos modos dejan una sensación de frustración y arrepentimiento. Volviendo al cuento, el muchacho terminó entrando a cuenta de que desperdició los años de su juventud al tener como centro al Placer, y deseando otra oportunidad para elegir.

René Magritte: el principio del placer
«El principio del placer» de René Magritte

En efecto el hada buena le dio otra oportunidad, y el joven eligió el Amor, ello causó que extrañamente, el hada derramase algunas lágrimas. Ahora pasaron muchos más años que su época placentera, y en el transcurso, el hombre tuvo que ver morir a todos sus seres queridos. Cuando su última -y más querida- persona, una mujer (no se especifica cual era su vínculo con él) murió, nuestro protagonista dijo lo siguiente: “Por cada hora de felicidad que me ha vendido el Amor, ese mercader traicionero, he pagado mil horas de aflicción. Desde lo más profundo de mi alma, yo lo maldigo” (Twain, 2016, p. 751). Les confieso que esas palabras afligieron mi corazón, en verdad se puede sentir la impotencia del personaje. Lo peor es saber que muchas personas en este mundo llegan a estados similares, el dolor que les toca enfrentar es tan grande que a veces no lo pueden resistir y se llenan de amargura y tristeza. De todos modos debo mencionar que la visión de Twain con respecto al Amor, si bien tiene cierta lógica, queda incompleta. Es verdad, amar trae consigo pruebas y dolores, y si aún admitiéramos que en cantidad podrían sobrepasar a la felicidad que también brinda, no la superará nunca en calidad. Asimismo, uno debe amar sabiendo que nada en esta vida es eterno. Hay que luchar con todas nuestras fuerzas, pero a veces no se podrá hacer mucho por evitar una pérdida; debemos traer a conciencia ello, y saber asumirlo (si es posible, con ayuda de otros seres queridos o por profesionales de la salud).

«This is Love» de George Harrison, muestra dulce y verídicamente algunas de las bellezas del amor.

Regresemos al cuento, nuestro personaje, desgraciadamente, con el corazón herido y rencoroso, se encontró con el hada nuevamente quien le volvió a dar la chance de elegir, ella esperaba que haría una mejor elección pero cuando vio que él eligió la Fama solo pudo suspirar y dejarlo a su suerte. En el inicio del ocaso de la vida, el hada regresó y vio que el hombre curtido por los años, estaba pensando mejor pero seguía en soledad. El hombre se dio cuenta más rápido que la Fama, en su apogeo, termina por despertar la envidia, el odio, y el escarnio de los demás, y en su decadencia, solo despierta lástima y desprecio  (Twain, 2016, p. 751). Así como el placer, la fama no es mala en sí misma, e incluso puede ser una herramienta muy valiosa cuando se quiere transmitir un mensaje provechoso y de bondad, pero claro, se puede usar para todo lo contrario y dispersar necedades y vanidades en los demás y en uno mismo. El propio Twain goza de una fama inmensa, sin ella no estaríamos reflexionando acerca de este cuento. No obstante, lo que escribió no deja de ser cierto, la gente famosa puede ser adulada un tiempo y luego los quieren ver caer… La paz y privacidad que brinda una vida discreta, en ese sentido, no tiene precio.

Les recomiendo escuchar «Fame» de David Bowie (junto con John Lennon), donde deja en evidencia a ese lado lúgubre de la fama: https://www.youtube.com/watch?v=aQINihWd7ts

El hada aún le permitió elegir una vez más, pero a causa de todo lo vivido, la mentalidad del hombre se tornó agria y desvergonzada. Eligió la Riqueza, a pesar de que ya sabía que todo lo que conseguiría sería nuevamente las frustraciones del Placer y la Fama. “¡Compraré, compraré y compraré! Deferencia, respeto, estima, adoración… Todas las falaces gracias de la vida que el mercado de un mundo trivial es capaz de proporcionar sin límites” (Twain, 2016, p. 752). 

Así como la fama, la riqueza puede ser usada para fines nobles, pero tiene el peligro de que uno quede esclavizado por ella. Además es efímera, el mismo cuento menciona que solo pasaron tres años para que nuestro hombre, ya llegando a una edad avanzada, se quedase sin nada. Es más que se viera sumido en la pobreza. En efecto, la riqueza material puede envanecer la mente y el corazón, estemos conscientes o no de ello. La riqueza te puede sofocar con tanta pompa, la pobreza te puede ahogar al hundirte en ella, ambos extremos son peligrosos, pero no intransitables. Eso sí, la tranquilidad que brinda una vida modesta pero estable, puede liberarnos de todas las contrariedades de los dos estados polarizados antes mencionados (Defoe, 2012, pp. 14, 15).

TRESCIENTOS AÑOS DE ROBINSON CRUSOE - Qué Leer
«Robinson Crusoe» de Daniel Defoe es, entre muchas otras cosas, una lección acerca de que los verdaderos tesoros no son materiales.

El protagonista, ya mayor, y demasiado golpeado por la vida y por sus propias elecciones, generó una agria resignación en su corazón. No obstante, también desarrolló cierta sabiduría, pues por fin entendió que detrás al Placer, le sigue el dolor; al lado del Amor está la aflicción; que a la Fama la acecha la vergüenza y que la Riqueza rápidamente se torna en pobreza -espiritual mayormente- (Twain, 2016, p. 752). Pero no asumió este saber con calma, sino que lo hizo con enojo y hartazgo, es por eso que pidió el último don, la Muerte. Pero el hada buena ya no tenía a la Muerte consigo, se la entregó a un niño, un niño muy querido por su madre. El pequeño le dijo al hada que eligiera por él. Qué misterio ¿Cuál habría sido la situación del niño? ¿Acaso estaría desahuciado y la Muerte no podía ser elección sino el único camino? (El hecho de que el hada eligiese por él, osease, que él no ejerciera su voluntad en la decisión, podría fundamentar esta suposición). Twain hace una llamada a la conciencia, la Muerte puede llegar en cualquier edad de la vida. Repito la idea dada al abordar al Amor, hay que saber que la muerte es inevitable, y aceptarla con serenidad. Es verdad, es una tarea muy difícil, entrar a conciencia de ello puede ser deprimente o causar temor, pero hay maneras de enfrentar esto, reconocer nuestra temporalidad, apreciar lo que está presente (nuestra vida, nuestras bondades, nuestros seres queridos) y no angustiarse por lo que todavía no llega (la misma muerte), e incluso acoger la esperanza de una vida después de fallecer. Estos son remedios que ayudan a ver de una manera más madura y serena a esa otra parte de la vida.

San Francisco de Asís y la hermana muerte corporal | Diócesis de Celaya
San Francisco de Asís decía que la muerte es una hermana que guía a la vida eterna.

Para terminar, nuestro héroe curiosamente se quedó sin la muerte (una muerte inmediata) y tuvo que vivir su vejez. Si bien el cuento acaba de manera agria, yo interpreto que el hombre termina con la oportunidad para pensar y meditar sobre todo lo vivido; y liberarse de la amargura y tristeza en la que se vio comprometido.

Como podemos apreciar, los dones de la vida que propone Twain, tienen sus implicancias, su pros y sus contras. La Fama y la Riqueza, no se conceden a todo el mundo. El Amor, el Placer y la Muerte son más democráticos, llegan a todos en mayor o menor medida, y su correcto desarrollo depende de cómo nosotros actuemos con ellos. Es importante resaltar que el cuento afirma que el Placer, la Fama y la Riqueza, no son realmente dones, sino “préstamos temporales» y «disfraces provisionales” (Twain, 2016, p. 752), estoy de acuerdo con los tres primeros, y el propio cuento lo fundamenta. Pero el Amor es diferente, el Amor no es una apariencia tampoco en un “mercader traicionero”, el amor salva, nos dignifica. Le acompañarán mil peripecias, pero siempre vale la pena luchar en nombre de él, solo hay que saber dónde se vierte nuestro amor. De todas maneras, las observaciones de Twain no dejan de tener mucha verdad; el cuento es bastante certero, y te deja con el deber de pensar, porque su protagonista sin nombre no es nada más ni nada menos que una representación de la propia especie humana, entre muchas otras razones a descubrir.

Referencias

  • Defoe, D. (2012). Robinson Crusoe. Barcelona: Ediciones Brontes S.L.
  • Twain, M. (2016). Cuentos Completos. México DF: Penguin Random House Grupo Editorial, S. A. de C. V.

Dante Alighieri y la existencia humana

Lepoldo Chiappo, en su artículo «La Existencia Humana (Estudio sobre la Comedia de Dante)», nos comparte sus aportes en el constante ejercicio de como vivir la vida. Pero no lo hace de modo sencillo, es más, algunas de sus afirmaciones son implacables y duras, por otro lado tiene unas tan bellas y esperanzadoras, que uno no puede evitar inclinarse a darle la razón.

En este escrito procuraré recoger las ideas principales del estudio.

Palabras clave: Vida psico-espiritual, plenitud existencial, fracaso existencial, fortunio, Psicología Fundamental.

Leopoldo Chiappo (1924-2010), psicólogo peruano. Fue nuestro primer especialista en Dante Alighieri.

La Divina Comedia es una obra maestra de la literatura cristiana y universal. Más allá de las libertades creativas en cuanto al proceder de la vida más allá de la muerte; y una actitud crítica -y sensata- por parte de Alighieri hacia ciertas autoridades eclesiales de su tiempo; no cabe duda que “Europa no ha visto […] un poeta cristiano más grande que Dante” (Dawson, 2013).

Como decía, la Comedia, como toda obra literaria trascendente, refleja al ser humano, tanto en el tiempo en que fue escrita, así como de manera intemporal. Chiappo buscó amplificar ese alcance, o más bien aclarar el camino para ver todo el panorama dentro de la obra, y por supuesto, partiendo de la perspectiva de la Psicología. Y razón no le faltaba pues Dawson (2013) comenta que el crítico literario Luigi Valli teorizó acerca de un «lenguaje secreto» en la obra de Dante.

«Dante y la Divina Comedia» de Domenico di Michelino

Sin bien menciona que, para entender a la obra plenamente no hay que dejar de lado el espíritu cristiano de la misma. Propone que reflejar las situaciones del poema en la vida de cualquier hombre puede darnos un aporte valioso para el entendimiento del ser humano, mencionando que hay elementos del Infierno, Purgatorio y Paraíso dantianos en la vida que conocemos.

Uno «vive el Infierno» en esta vida cuando se es un fracasado existencial, y no está dispuesto a cambiar. Pero claro, a diferencia del infierno de condena eterna, uno puede liberarse del infierno figurativo. De igual manera, el Purgatorio y el Cielo figurados por Chiappo no son los eternos que pregona el cristianismo católico; sino que son símiles de estos últimos. Y si uno busca mantenerse en el Paraiso de Chiappo, hay que estar en constante trabajo para no perderlo,

¿Qué es un fracasado existencial?

Hablamos del hombre que se ha cerrado al amor, a la belleza y a la justicia. El que abre la boca para soltar envidia, odio y resentimiento, y no tiene la mínima intención de salir de allí. Como ven es un estado radical. Si bien no es irremediable, es muy difícil de liberarse del mismo. Pues es un problema que se clava en la voluntad individual. No hay quien pueda sacar al fracasado de su infierno, sin que el último no ponga de su parte.

Es fracaso existencial es el fracaso esencial y universal del hombre en cuanto hombre (Chiappo, 2013, p. 71). Y no nos referimos a cosas como fracasar en los negocios, en la política, en el trabajo, en el matrimonio, en la vida social, o en cualquier índole que se desarrolle en la vida terrenal. Para Chiappo estos fracasos son particularidades, y hasta accidentales (2013, p. 71). En muchos casos estos pueden deberse a factores fuera del control de uno mismo, no es así con el verdadero fracaso radical del cual seríamos totalmente responsables, ese que te lleva al infierno en la tierra.

¿Cómo es un hombre elevado que logró la plenitud existencial?

Pero también está el otro extremo, tenemos al hombre que vive en plenitud existencial. Este es alguien que, por su apertura, amor, libertad y sentido de justicia se vuelve pleno en la vida psico-espirtual (término propuesto por Chiappo).

Ahora bien, ¿bajo qué medida y en qué escenario uno puede ser un fracasado existencial o un elevado existencial? En la Comedia nos presentan al ángel Fortuna, que se encarga de administrar todo lo que ocurre en el mundo material, se encarga de enviar momentos de bienestar y adversidad. Chiappo traduce esto en términos más seculares, y lo llama destino (2013, p.76). Así es el destino que es el devenir de las cosas, que hace que las cosas ocurran de un modo escrito, pero en el que podemos elegir cómo actuar ante esto. Podrá parecer un contrasentido decir que el destino no tiene todo preestablecido, pero no es así, no hay que caer en determinismos, el libre albedrío de cómo reaccionar ante las pruebas -y ante los placeres terrenales- de la vida es algo tan propio que nada exterior a la persona lo puede manipular.

¿Pero se puede estar abierto a lo bueno y estar contento rodeado de adversidades, sufrimientos, dolores, o miserias? La respuesta es sí. Y así como vemos el Purgatorio en la Comedia donde las almas sufren constantes tormentos, están felices porque tienen la esperanza y la certeza de que todo ello pasará y podrán entrar en la gracia de Dios en el Paraíso, su dolor no es estéril y lo afrontan con una alegría interior. De igual modo en este mundo, cuando los hombres transforman sus infortunios en fortunios (Chiappo, 2013, p. 77) lo hacen apuntando inevitablemente a la plenitud de la existencia. No actúan con la cerrazón voluntaria que infierniza (neologismo de Chiappo) la vida.

¿Cuánto dura todo esto? Toda la vida por supuesto, pero también tenemos una temporalidad aparte de la cronológica donde experimentamos y vivenciamos. Chiappo también pone en juego a la temporalidad existencial, que se mide en base a lo pensado, reflexionado, y aprendido de la experiencia, que se traduce en “sabiduría, prudencia, equilibrio, serenidad, saber del mundo y de la vida” (Chiappo 2013. p. 77). Uno puede estar lleno de experiencias pero no haber aprendido nada de ellas, más bien hay experiencias que te dejan perturbado, inquieto, desubicado y necio cuando no se asimilan con reflexión.

Lo esencial en la temporalidad existencial es la madurez psicoespiritual.

(Chiappo, 2013, p.77)

Chiappo nos anima a crecer en los valores más fundamentales, bondad, paciencia, comprensión, virtud, amor, justicia, entrega de uno mismo y perseguir la belleza; en contraposición a la amargura del carácter, la ira, el resentimiento, y la frustración.

Cuando se da amor, no lo pierdes, este crece y enriquece tanto al que da como al que recibe. En el otro extremo cuando uno es iracundo o violento con otro, tampoco se desprende de la actitud negativa, la conserva y la propaga.

Uno puede amar a Dios, a sus padres, a uno mismo, a su país, a su época, a su ascendencia, a su descendencia, a todo lo bueno y respetable. Así también está la posibilidad de insultar y blasfemar contra todo, pero esto amarga la existencia y nos priva de la capacidad de abrirse a la alegría y de la capacidad de admirarse de lo bueno (Chiappo, 2013, p.80).

A la actitud hostil e iracunda Chiappo le llama voluntad aniquiladora y la identifica con el nihilismo (2013, p. 80). La infiernización de la vida humana consiste en caer espiritualmente frente a la adversidad.

Uno debe potenciar el alma con los recursos espirituales que son el amor, la resistencia, la paciencia, el sacrificio, la benevolencia, la dignidad, la grandeza, la valentía, la responsabilidad, el silencio, el ofrecimiento de uno mismo, e intentar ser constantes en ellos a pesar de la adversidad (e incluso del placer).

Una plenitud existencial consolidada permanece autónoma frente a las alteraciones y vicisitudes y se nutre de su propia riqueza; porque los placeres terrenales, también pueden enceguecer y corromper, pueden quebrar la serenidad del alma tanto como lo hacen las tristezas, el encono y la malignidad.

Psicología Fundamental es el nombre que Chiappo le dio a la psicología que se encargue de estudiar lo abordado y todo lo relacionado a la construcción psico-espiritual para comprender lo relacionado al sentido y la estructura de la existencia humana.

“La calamidad es ocasión de la virtud […] El soldado bisoño con sólo el temor de las heridas se espanta; más el antiguo con audacia, mira su propia sangre, porque sabe que muchas veces después de haberla derramado ha conseguido victoria”.

(Séneca, 2013, p. 23)

Ahora bien, mencioné que un hombre pleno debe tener la capacidad de amar y admirarse además de buscar la belleza, pues bien, ¿Cuál es esa belleza, como amar, como admirarse? Hay que estar preparado, porque de pronto todos tus conocimientos, toda tu supuesta cultura y grandes saberes, se pueden ir abajo, o puedes comunicarlos mal debido al impacto y sobrecogimiento que surge cuando tienes frente a ti a la Belleza. Lo condensaré con lo ocurrido en el pasaje cuando Dante encontró en el Paraíso a su amada Beatriz:

La hermosura que en esos momentos vi en ella, excede todo lo que los hombres podemos imaginar, por lo que yo tengo por cierto que solamente su Hacedor podría comprenderla. Yo me declaro incompetente para describirla, como jamás se sintió autor alguno, cómico o trágico, abrumado por su oficio y su trabajo, pues como con la intensidad del Sol se contrae una pupila débil, así mi mente, que de suyo es lerda, se contrae al recuerdo de su dulce sonrisa […] más ahora me veo forzado a suspender los versos que hablan de su belleza, como el artista que llega al límite de su arte.

(Alighieri, 2010, pp. 222, 223)
Dante, Virgilio y Beatriz como símbolos – LITERATURA MEDIEVAL
Dante contempla al cuerpo glorioso de Beatriz, litografía de Gustavo Doré

¿Qué más podría agregar ante estas estremecedoras líneas? Creo que capturan a la perfección la esencia de lo que es la auténtica belleza, la admiración y el amar. Ocurrió en el Paraíso dantiano, pero también un reflejo resplandeciente de este acontecer puede ocurrir en la tierra, seguro en alguno ocasión lo pudimos vislumbrar.

Referencias

  • Alighieri, D. (2010). El Paraíso. México D.F: Grupo Editorial Tomo, S. A.
  • Chiappo, L. (2013). La existencia humana (Estudio sobre La Comedia de Dante). Revista De Neuro-Psiquiatria, 65(1), 70-85. Disponible en: https://revistas.upch.edu.pe/index.php/RNP/article/view/1509/1537
  • Dawson, C. (2013) La Cultura Literaria en la edad Media. Verduzco, H. (Ed.), Historia de la Cultura Cristiana. México D.F: Fondo de Cultura Económica.
  • Séneca (2013). Los Siete Libros de la Sabiduría. Barcelona: Ediciones Brontes S.L.