La palabra streaming referencia el tránsito o flujo de datos, los cuales se realizan al descargar ficheros. Por tanto, permite la visualización de imágenes en tiempo real al emplear el internet (García Clavería, 2013).
En la actualidad los servicios de streaming son la alternativa a los medios tradicionales como la televisión, la radio o el periódico. El consumo de servicios relacionados al internet se ve incrementado en relación a la edad en una escala inversamente proporcional (DDS, 2016). Es decir que las generaciones más jóvenes emplean un mayor tiempo en línea, en contra posición a las mayores que prefieren los medios tradicionales.
Parte de las características que hacen especial a los servicios de streaming son la posibilidad de escoger el contenido sin tener que respetar una programación, lo que sumado la posibilidad de consultar dicho contenido en la plataforma de preferencia, supone beneficios que los medios tradicionales no logran igualar (Martínez Ávila, 2020).
Los medios tradicionales se caracterizan por tener un proceso más complejo, partiendo desde la ideación de un sketch o segmento a la fase de publicación pasa por distintos filtros, los cuales supervisan que el producto final cumpla con estándares mínimos, incluyendo filtros morales o relacionados a los colores de la empresa. Por otra parte, si bien no se puede generalizar que todos sean autoproducidos, si existe una gran parte del medio que cuenta con equipos reducidos, incluso llegando a ser medios de una sola persona (Ortega et al., 2021).

La democratización de los medios resulta de la masificación de los servicios de streaming, lo que facilita compartir ideales, conceptos y entretenimiento. Situación que contribuye a un crecimiento retroalimentado por los mismos consumidores, echo que no termina de convencer a la industria.
Durante los últimos años se busca impulsar proyectos para establecer protocolos de neutralidad del internet, de tal forma que un país u organización no controle el flujo de datos. Sin embargo, esa cuestión pasa por limitaciones legales, como la libertad de expresión y los derechos de autor, es importante precisar, que cada país es autónomo en su legislatura, por tanto dichos proyectos tratan de integrar las particularidades de cada país (Gómez, 2014). No obstante, dichas medias son altamente polémicas, puesto que durante la pandemia se vio que países activamente bloquearon o restringieron el acceso a internet como medida restrictiva frente a contenido que resulte contradictorio al del gobierno (HRW, 2020).
Es en este punto en el que se busca precisar que un organismo o institución puede tener la autoridad para restringir contenido, bajo que ideales o marco teórico se sustenta la censura, ciertamente este proceso requiere de un mayor estudio. Sin embargo, durante la pandemia se evidenció la necesidad de reducir los efectos nocivos de la desinformación por medios online, tanto el origen, tratamiento y transmisión del SARS-Cov-2 fue manipulado activamente para establecer paralelismos con situaciones conspirativas, incluso llegando a realizar estafas a través de redes sociales (Acosta-Quiroz & Iglesias-Osores, 2020, p. 1).
Conclusiones
Los medios de streaming son la evolución necesaria de los medios tradicionales, ciertamente se puede apreciar un contenido más diversificado. En consecuencia, la elección de dicho contenido puede ser abrumadora si la persona que los consume no tiene especial interés, como puede ser el caso de las personas mayores. Sin embargo, también puede ser una ventana para descubrir múltiples perspectivas, que enriquezcan el pensamiento crítico y la creatividad.

Otro punto para tomar en consideración es la influencia que tienen los medios en la formación de la propia persona; existe evidencia que el acceso a la información, y las relaciones sociales puede influenciar la construcción de la identidad de los adolescentes (Del Prete & Redon Pantoja, 2020). Es importante resaltar que las personas jóvenes se encuentra en una etapa de desarrollo, altamente sugestionable. Por tanto, la responsabilidad de los padres o tutores es cada vez mayor al encontrar un catálogo de posibilidades.
Referencias
costa-Quiroz, J., & Iglesias-Osores, S. (2020). COVID-19: Desinformación en redes sociales. Revista del Cuerpo Médico del HNAAA, 13(2), 218-219. https://doi.org/10.35434/rcmhnaaa.2020.132.678
DDS. (2016). ZA_Deloitte_Digital_Democracy_Survey_Final.pdf. https://www2.deloitte.com/content/dam/Deloitte/za/Documents/technology-media-telecommunications/ZA_Deloitte_Digital_Democracy_Survey_Final.pdf
Del Prete, A., & Redon Pantoja, S. (2020). Las redes sociales virtuales: Espacios de socialización y definición de identidad. Psicoperspectivas. Individuo y Sociedad, 19(1). https://doi.org/10.5027/psicoperspectivas-Vol19-Issue1-fulltext-1834
García Clavería, M. (2013). La realidad actual del streaming de video: El streaming tradicional vs alternativas actuales. XVI Concurso de Trabajos Estudiantiles (EST) – JAIIO 42 (2013). http://sedici.unlp.edu.ar/handle/10915/94882
Gómez, L. M. R. (2014). LA GESTIÓN DEL TRÁFICO DE INTERNET EN LA UNIÓN EUROPEA. 8.
HRW. (2020, abril 2). En la lucha contra el COVID-19 los bloqueos de Internet deben terminar—World. ReliefWeb. https://reliefweb.int/report/world/en-la-lucha-contra-el-covid-19-los-bloqueos-de-internet-deben-terminar
Martínez Ávila, L. Y. (2020). Una guía para televidentes de streaming en Colombia. 38. Ortega, E., Padilla, G., & Rodriguez, J. (2021). Cultura participativa, fandom y narrativas emergentes en redes sociales. Dykinson.





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