Violencia: La antesala a los trastornos por estrés

Tenemos de conocimiento que los delitos violentos son sucesos negativos, que son vividos de forma brusca y que generan terror e indefensión, ponen en peligro la integridad física o psicológica de una persona y dejan a la víctima en tal situación emocional, que es incapaz de afrontarla con sus recursos psicológicos habituales. Cualquier delito es causa de un trauma, que supone un quiebre en el sentimiento de seguridad de una persona y lo cual va a repercutir en el entorno cercano y la familia. 

El padecimiento de un delito violento supone un ataque directo al sentimiento de seguridad de quien lo sufre, del que deriva una afectación en sus estructuras psíquicas.

Para Kilpatrick, un delito violento es un suceso negativo vivido de forma brusca, que genera terror e indefensión y pone en peligro la integridad física o psicológica de la persona, lo que deja a la víctima en tal situación emocional que es incapaz de afrontarla con sus recursos psicológicos habituales.

Dentro de los delitos violentos existen diferentes características multicausales que son complejas. El ambiente y las características de las personas tienen relación con la génesis de ciertos trastornos. De igual manera, la percepción social que se tiene de los trastornos, está relacionada con la ejecución de conductas violentas, provocando así una mayor dificultad de integración y marginación de las personas que lo sufren.

Echeburúa (2008) menciona que las personas que sufren trastornos mentales, automáticamente se relacionan con la violencia, ya que, estos sujetos son más propensos a ser objeto de violencia que protagonistas de ella, y que “la situación de esta bajo un trastorno mental, convierte a estas personas en seres más proclives de ser víctimas, que protagonistas”, porque la percepción social que se tiene del trastorno mental, está íntegramente relacionada con la ejecución de conductas violentas, lo que provoca una mayor dificultad de integración y marginación de las personas que lo sufren. Sin embargo, también hay personas que padecen trastornos y que ejercen acciones peligrosas. Generalmente, esta última idea ocurre cuando el protagonista está inmerso en el consumo de alcohol y drogas, no está o no ingiere el tratamiento correspondiente y cuando no cuenta con un apoyo familiar y social.

Desarrollo

  1. Estrés postraumático

El trastorno por estrés postraumático (TEPT) constituye el eje psicopatológico fundamental sobre el que gravita el trauma. La importancia de este trastorno no es reciente, ya que comenzó a ser estudiado en el Siglo XIX.  El TEPT ha sufrido un largo camino: maltrato infantil, agresiones sexuales, incendios, accidentes de tráfico, desastres naturales, atentados terroristas, torturas, han sido, entre otros, los aspectos más estudiados por los investigadores.

El síndrome o trastorno de estrés postraumático fue catalogado como un trastorno de ansiedad que tiene características singulares. Básicamente, lo padecen personas que “son víctimas de sucesos aversivos e inusuales de forma brusca, tales como las consecuencias de la guerra (Albuquerque, 1992), las agresiones sexuales (Echeburúa, Corral, Sarasúa y Zubizarreta, 1990), los accidentes (Alario, 1993) o las catástrofes (Holen, 1991).

Los resultados de diferentes estudios muestran que hay una indiscutible relación entre la ocurrencia de una situación traumática y el riesgo de sufrir problemas psicológicos posteriores. El estudio del trauma relacionado con la guerra también ha servido como paradigma en la investigación de otros tipos de estrés postraumático, como, por ejemplo, las situaciones traumáticas que ocurren durante la infancia. Los resultados de los distintos trabajos indican que es frecuente encontrar síntomas de TEPT tanto entre las víctimas de maltrato infantil, como entre las de abuso sexual infantil.

El hecho de ser víctima de un delito puede causar unas repercusiones psicológicas muy negativas en la estabilidad emocional de las personas afectadas, especialmente en el caso de las víctimas de violación. Las investigaciones sobre agresiones sexuales han contribuido a que aparezcan datos sobre la frecuencia del TEPT en la población general, aunque no resulta fácil hacer una estimación precisa de la presencia de este fenómeno en la sociedad, ya que muchas de las víctimas no denuncian la agresión, ni acuden a hospitales o servicios de atención a la mujer, lo que dificulta la valoración epidemiológica. Los resultados de estas investigaciones coinciden en afirmar que el hecho de ser víctima de una agresión sexual pone a la víctima bajo un elevado riesgo de padecer TEPT, incluso en mayor medida que otras situaciones traumáticas.

El abuso emocional continuado, aún cuando no exista violencia física, provoca consecuencias muy graves desde el punto de vista de la salud mental de las víctimas. En efecto, se diagnostica trastorno de estrés postraumático en personas que han sufrido “solo” maltrato psicológico crónico (Echeburúa et al., 1996a), y se han realizado estudios que demuestran que la violencia psicológica tiene consecuencias tan perniciosas para las víctimas como la violencia física.

Las víctimas de abuso sexual tienen una incidencia alta de trastorno por estrés postraumático (TEPT), trastorno del pánico y abuso de SPA. Se ha documentado una estrecha relación entre el TEPT y el uso de la fuerza o amenazas por parte del agresor; además, se ha sugerido que el TEPT se asocia con la gravedad del abuso, el número de eventos de abuso, la duración y frecuencia del abuso y la presencia de penetración, la exposición previa a otros sucesos traumáticos esto especialmente a una edad temprana como se menciono anteriormente; el sexo femenino, el bajo nivel de educación y de ingresos y algunos factores biológicos (como la hiperactivación noradrenérgica e hipofunción del eje hipotálamo-hipófisis-suprarrenal del individuo).

  1. Trastorno adaptativo

Según el DSM-V (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales), el trastorno adaptativo o los trastornos de adaptación se definen como trastornos mentales relacionados con el estrés. Los eventos estresantes o una alta frecuencia de circunstancias desagradables son la mayor y primera causa de dichos trastornos (Kocalevent, Mierke, Danzer, & Burghard, 2014); en otras palabras, el trastorno adaptativo no se desarrolla sin estar presente el estrés. Específicamente, los trastornos de adaptación se pueden considerar como “respuestas desadaptativas a un estrés continuo o severo, en la medida en la que interfieren con mecanismos de afrontamiento eficaces que dificultan el funcionamiento social adecuado» (OMS, 2013). El trastorno adaptativo, generalmente, provoca malestar significativo y prolongado, pérdida de interés, tristeza, sensación de indefensión y ansiedad en el paciente. Sus consecuencias son extremadamente importantes dado que en algunas ocasiones puede provocar pensamientos e incluso acciones suicidas.

Se ha demostrado que, tras sufrir algunas situaciones estresantes, algunos individuos aprenden a prestar más atención a sus sensaciones fisiológicas y a interpretarlas como amenazantes cuando se sienten estresados, lo que a su vez genera mayores niveles de ansiedad (Rapee, Litwin, & Barlow, 1990) y un estado de ánimo deprimido, debido a la falta de control percibido sobre la situación. En otras palabras, algunas personas pueden terminar reaccionando al estrés de la misma manera que otras personas reaccionaron ante un verdadero peligro físico. Por lo tanto, los estresores pueden ser los precursores de la aparición y el mantenimiento del trastorno adaptativo en algunos individuos.

Síntomas del trastorno adaptativo

Los síntomas de los trastornos de adaptación se desarrollan cuando la persona se encuentra en una situación particularmente difícil o en un evento vital estresante al que debe adaptarse, como por ejemplo, una pérdida, una relación íntima problemática, un conflicto familiar, una oposición o evaluación académica complicada, un cambio de domicilio no deseado, dificultades financieras, cambio de trabajo, una decepción o un fracaso.

  • Los síntomas típicos del trastorno adaptativo son: bajo estado de ánimo, tristeza, llanto, preocupación, ansiedad, dificultad para respirar, opresión en el pecho, insomnio y problemas de concentración.
  • Otras manifestaciones comunes son baja autoestima, sentimientos de desesperanza, miedo, sentirse atrapado sin escapatoria, dudas constantes, incapacidad para planear actividades o llevar a cabo con normalidad la rutina diaria, y sentirse solo o sola.
  • En el caso de niños y adolescentes los síntomas del trastorno adaptativo son levemente distintos. En lugar de sentirse tristes, algunos niños pueden mostrarse irritables, con problemas para dormir y con un bajo rendimiento académico.

No se han encontrado correlatos físicos específicos para los trastornos de adaptación, no obstante, los pacientes deberían consultar a su médico de cabecera en el caso de dolores (especialmente de cabeza, cuello y espalda) o molestias, fatiga, problemas digestivos, de sueño o dermatológicos.

Diagnóstico del trastorno adaptativo

Desarrollo de síntomas emocionales o del comportamiento en respuesta a un factor o factores de estrés identificables que se producen en los tres meses siguientes al inicio del origen del estrés. Estos síntomas o comportamientos son clínicamente significativos, como se pone de manifiesto por una o las dos características siguientes:

  1. Malestar intenso desproporcionado a la gravedad o intensidad del factor de estrés, teniendo en cuenta el contexto externo y los factores culturales que podrían influir en la gravedad y la presentación de los síntomas.
  2. Deterioro significativo en lo social, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento.
  3. La alteración relacionada con el estrés no cumple los criterios para otro trastorno mental y no es simplemente una exacerbación de un trastorno mental preexistente.
  4. Los síntomas no representan el duelo normal.
  5. Una vez que el factor de estrés o sus consecuencias han terminado, los síntomas no se mantienen durante más de otros seis meses.
  6. La información que se ofrece en este artículo tiene una función divulgativa y orientadora. Todo diagnóstico relacionado con el trastorno adaptativo y cualquier otro trastorno psicológico, requieren de una completa y minuciosa evaluación y estudio que siempre serán realizados por profesionales sanitarios de psicología.

Tipos de trastorno adaptativo y prevalencia

Los siguientes especificadores se utilizan para identificar los subtipos del trastorno adaptativo:

  • Con estado de ánimo deprimido: Predomina el estado de ánimo bajo, las ganas de llorar o el sentimiento de desesperanza.
  • Con ansiedad: Predomina el nerviosismo, la preocupación, la agitación o la ansiedad de separación.
  • Con ansiedad mixta y estado de ánimo deprimido: Predomina una combinación de depresión y ansiedad.
  • Con alteración de la conducta: Predomina la alteración de la conducta.
  • Con alteración mixta de las emociones o la conducta: Predominan los síntomas emocionales (p. ej., depresión, ansiedad) y una alteración de la conducta.
  • Sin especificar: Para las reacciones de mala adaptación que no se pueden clasificar como uno de los subtipos específicos del trastorno de adaptación.

La prevalencia estimada utilizando datos del estudio Europeo Outcome of Depression International Network (ODIN) fue de 0.5% para los trastornos de adaptación.

Tratamiento del trastorno adaptativo

El principal objetivo del tratamiento del trastorno adaptativo es reducir y eliminar los síntomas de modo que la persona pueda recuperar un nivel de funcionamiento normal.

La Terapia Cognitivo Conductual es el tratamiento para los trastornos de adaptación que obtiene mejores resultados basados en técnicas científicas.

Objetivos del tratamiento cognitivo conductual

  • Identificar los estresores que están afectando al paciente y determinar si se pueden reducir o eliminar (entrenamiento en solución de problemas).
  • Comprender y reformular el significado del estresor para el paciente.
  • Elaborar una lista de las consecuencias negativas experimentadas por el paciente y trabajar conjuntamente para reducirlas.
  • Dotar al paciente de habilidades de afrontamiento (autorregulación emocional, evitación de afrontamiento desadaptativo, conducta asertiva, reestructuración cognitiva y autoinstrucciones positivas).
  • Ayudar al paciente a cambiar su interpretación del estresor, realizar ejercicio físico, aprender a relajarse, establecer relaciones, movilizar el apoyo social (no solo aprender a solicitarlo sino a aceptarlo), manejar sus emociones y los estresores mediante la inteligencia emocional.

     3.  Trastorno por estrés agudo

El trastorno por estrés agudo consiste en una reacción disfuncional, desagradable e intensa que comienza poco después de un acontecimiento traumático o abrumador y que se prolonga durante menos de un mes. Si los síntomas persisten durante más de un mes, se diagnostica un trastorno de estrés postraumático.

El acontecimiento traumático ha sido definido por la Asociación Psiquiátrica Americana como aquella situación psicológicamente estresante que sobrepasa el repertorio de las experiencias habituales de la vida (como puede ser un duelo simple, una enfermedad crónica, una pérdida económica o un conflicto sentimental), que afectará prácticamente a todas las personas y que provocará un intenso miedo, terror y desesperanza, con una seria amenaza para la vida o la integridad física personal o de un tercero (Calzada, Oliveros, & Acosta, 2012).

En el caso del trastorno por estrés agudo, las personas han atravesado un evento traumático, experimentado directamente (una lesión grave o amenaza de muerte) o indirectamente (ser testigo de acontecimientos que les suceden a otros). Las personas tienen recuerdos recurrentes del trauma, evitan los estímulos que les recuerdan el trauma y aumentan su estado de alerta. Los síntomas comenzarán en las cuatro semanas siguientes al episodio traumático y durarán un mínimo de tres días pero, a diferencia del trastorno por estrés postraumático, no duran más de un mes. Las personas que experimentan este trastorno pueden presentar síntomas disociativos (Warren Barnhill, 2020).

Criterios Diagnósticos DSM V

Para cumplir con los criterios diagnósticos, los pacientes deben haber estado expuestos directa o indirectamente a un evento traumático, y deben estar presentes mayor o igual de los nueve siguientes síntomas durante un período entre tres días y un mes:

  • Recuerdos angustiantes, recurrentes, involuntarios e intrusivos del evento.
  • Sueños angustiantes recurrentes sobre el evento.
  • Reacciones disociativas (flashbacks) en las que los pacientes sienten como si el evento traumático se estuviese repitiendo.
  • Intensa angustia psicológica o fisiológica cuando recuerda el episodio.
  • Incapacidad persistente de sentir emociones positivas.
  • Un sentido de la realidad distorsionado.
  • Incapacidad de recordar una parte importante del evento traumático.
  • Esfuerzos para evitar recuerdos angustiantes, pensamientos o  sentimientos asociados con el evento.
  • Esfuerzos para evitar factores externos que rememoran el suceso (personas, lugares, conversaciones, actividades, objetos, situaciones).
  • Trastorno del sueño.
  • Irritabilidad o crisis de enojo.
  • Hipervigilancia.
  • Dificultades para concentrarse.
  • Respuesta de sobresalto exagerada.

Además, las manifestaciones deben provocar malestar intenso o deteriorar significativamente el funcionamiento social u ocupacional, y no deben ser atribuibles a los efectos fisiológicos de una sustancia o de otro trastorno médico.

Conclusiones

Como podemos observar, el trastorno por estrés postraumático, el trastorno por estrés agudo y el trastorno adaptativo tienen en común un evento que causa un alto nivel de estrés, lo que conlleva a sentimientos encontrados, como tristeza, mal ánimo, miedo, ansiedad, etc. Ante situaciones de violencia, donde hay un abusador y una víctima, se pueden presentar estos síntomas en mayor o menor nivel, los cuales deben ser identificados oportunamente para una intervención exitosa. 

De igual forma se puede notar que existe un gran impacto emocional de la violencia sexual, varias investigaciones dieron como resultado que tanto trastornos depresivos, ansiosos, comportamentales son unos de los más frecuentes en la población que ha sufrido este tipo de violencia.  Es por ello que se deben tomar acciones, un ejemplo de ello serían las capacitaciones para las personas que son servidores de salud, para que ellos puedan poder brindarle la ayuda necesaria a víctimas de violencia, pero sobre todo brindarle una atención que sea integral, tanto física como psicológica. 

Referencias

Ayala, J. L. M., & de Paúl Ochotorena, J. (2004). Trastorno por estrés postraumático en víctimas de situaciones traumáticas. Psicothema, 16(1), 45-49.

Ayuso-Mateos, J. L., Vazquez-Barquero, J. L., Dowrick, C., Lehtinen, V., Dalgard, O. S., Casey, P., Odin Group (2001). Depressive disorders in Europe: Prevalence figures from the ODIN study. British Journal of Psychiatry, 179, 308–316.

Brito, R. M., & Uriarte, R. V. (2003). El síndrome de estrés postraumático y las víctimas de violación. Psicología y Salud, 13(1), 27-36.

Calzada, A., Oliveros, Y. C., & Acosta, Y. (2012). Trastorno por estrés agudo: Presentación de un caso. Cuadernos de Medicina Forense, 18(1), 27-31. https://dx.doi.org/10.4321/S1135-76062012000100004

Kocalevent, R. D., Mierke, A., Danzer, G., & Burghard, F. K. (2014). Adjustment disorders as a stress-related disorder: A longitudinal study of the associations among stress, resources, and mental health. PLoS One, 9 (5).

Rapee, R. M., Litwin, E. M., & Barlow, D. H. (1990). Impact of life events on subjects with panic disorder and on comparison subjects. American Journal of Psychiatry, 147, 640-644

Rincón, P. P. (2004). Trastorno de estrés postraumático en mujeres víctimas de violencia doméstica: evaluación de programas de intervención. Universidad Complutense de Madrid, Servicio de Publicaciones.

Warren, J. (2020) Trastorno por estrés agudo. https://www.msdmanuals.com/es-pe/professional/trastornos-psiqui%C3%A1tricos/trastorno-de-ansiedad-y-trastornos-relacionados-con-el-estr%C3%A9s/trastorno-por-estr%C3%A9s-agudo

World Health Organization (2013) ICD-11 beta draft.

El Universo del Autismo Infantil: Descubriendo Síntomas, Diagnósticos, Tratamientos y Vínculos Familiares

Introducción:

En el vasto universo de la mente, hay un fenómeno que brilla con una luz única y enigmática: el autismo infantil. Como astrónomos de la mente, nos adentramos en este cosmos fascinante para descubrir las estrellas y constelaciones que componen este intrigante paisaje neurodiverso. 

El autismo infantil es un trastorno del neurodesarrollo que afecta a la comunicación, las habilidades sociales y el comportamiento que presenta un desafío complejo para los niños, sus familias y la comunidad médica en general. En este artículo, exploraremos a fondo los diversos aspectos del autismo infantil, desde su identificación temprana hasta las estrategias de intervención y el impacto en las familias.

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Síntomas del Autismo Infantil:

El autismo infantil se manifiesta de diferentes maneras en cada niño, lo que dificulta su diagnóstico y tratamiento. Los síntomas pueden incluir dificultades en la comunicación verbal y no verbal, como la falta de desarrollo del lenguaje o el uso inusual del mismo, al igual que dificultades en la interacción social, como la incapacidad para establecer relaciones con sus pares o la falta de reciprocidad emocional. Además, muchos niños con autismo muestran comportamientos repetitivos o estereotipados, así como intereses restringidos y actividades obsesivas.

Métodos de Diagnóstico:

El diagnóstico del autismo infantil es un proceso multidisciplinario que requiere la participación de profesionales de la salud mental, pediatras, neurólogos y otros especialistas. Se basa en la observación clínica, en la recopilación de información de los padres y cuidadores, y en la aplicación de herramientas de evaluación específicas, como el ADOS y el ADI-R. Además, es importante considerar el historial médico y el desarrollo del niño en su totalidad para llegar a un diagnóstico preciso y completo.

Tratamiento del Autismo Infantil:

El tratamiento del autismo infantil es individualizado y adaptado a las necesidades específicas de cada niño. 

1. Terapia Conductual:

La terapia ABA (Análisis Aplicado del Comportamiento) es uno de los enfoques terapéuticos más comunes y efectivos para el autismo infantil. Se basa en principios científicos del aprendizaje y se enfoca en enseñar nuevas habilidades y reducir comportamientos problemáticos, a través de técnicas de refuerzo positivo y moldeamiento. Los terapeutas ABA trabajan individualmente con cada niño, utilizando procedimientos estructurados y repetitivos para enseñar habilidades sociales, de comunicación, académicas y de vida diaria. El programa de intervención se diseña específicamente para abordar las necesidades únicas de cada niño y se ajusta regularmente según su progreso.

2. Terapia del Lenguaje:

La terapia del habla y lenguaje es fundamental para los niños con autismo que presentan dificultades en la comunicación verbal y no verbal. Los terapeutas del habla y lenguaje trabajan con los niños para desarrollar habilidades de comunicación funcional, como el habla, el lenguaje expresivo y receptivo, la pragmática del lenguaje (uso social del lenguaje) y la comprensión del lenguaje. Utilizan una variedad de técnicas y actividades, como juegos interactivos, imágenes visuales, tarjetas de comunicación y dispositivos de comunicación aumentativa y alternativa (AAC), para ayudar a los niños a comunicarse de manera efectiva en diferentes contextos y situaciones.

3. Desarrollo de Habilidades Sociales y Emocionales:

Una parte importante del tratamiento del autismo infantil es el desarrollo de habilidades sociales y emocionales. Los niños con autismo a menudo tienen dificultades para comprender y responder adecuadamente a las señales sociales, como el contacto visual, las expresiones faciales y las señales emocionales de los demás. Los terapeutas utilizan técnicas de juego estructurado, modelado de comportamientos sociales apropiados, roleplaying y actividades grupales para enseñar habilidades sociales y emocionales básicas, como tomar turnos, compartir, expresar emociones y resolver conflictos de manera constructiva. También se enfocan en el desarrollo de la empatía y la comprensión de las emociones propias y de los demás.

Qué es la terapia ABA?

4. Desarrollo de Habilidades Académicas y de Autonomía:

Además de las habilidades sociales y del lenguaje, es importante desarrollar habilidades académicas y de autonomía en los niños con autismo. Los terapeutas trabajan en estrecha colaboración con los niños para enseñar habilidades académicas básicas, como la lectura, la escritura, las matemáticas y la resolución de problemas. También se centran en el desarrollo de habilidades de vida diaria, como la higiene personal, la organización, la planificación y la independencia en las actividades cotidianas. Utilizan técnicas de modelado, instrucción directa, reforzamiento positivo y generalización para ayudar a los niños a adquirir y generalizar estas habilidades en diferentes entornos y situaciones.

5. Apoyo Continuo y Participación de la Familia:

El éxito del tratamiento del autismo infantil depende en gran medida del apoyo continuo de los padres y cuidadores. Los terapeutas trabajan estrechamente con las familias para brindarles las herramientas y estrategias necesarias para apoyar el desarrollo de sus hijos en el hogar y en la comunidad. Esto puede incluir la capacitación en técnicas de manejo del comportamiento, la creación de un ambiente estructurado y predecible, el establecimiento de rutinas consistentes y la promoción de la comunicación y la interacción social en el hogar.

Impacto en la Familia:

El autismo infantil puede tener un impacto significativo en las familias, tanto emocional como financieramente. Los padres y cuidadores enfrentan desafíos únicos, como el estrés emocional, la falta de apoyo social y las dificultades para acceder a servicios adecuados para sus hijos. Además, el autismo puede afectar la dinámica familiar y las relaciones entre los miembros de la familia, lo que requiere adaptaciones y estrategias de afrontamiento efectivas. Es importante que las familias tengan acceso a recursos y apoyo adecuados, como grupos de apoyo, terapia familiar y servicios de intervención temprana, para ayudarles a enfrentar estos desafíos de manera efectiva.

Consideraciones Éticas y Sociales:

Además de los aspectos clínicos del autismo infantil, también es importante considerar las implicaciones éticas y sociales de este trastorno. La inclusión y aceptación de las personas con autismo en la sociedad son fundamentales para garantizar su bienestar y calidad de vida. Reducir el estigma asociado con el autismo y promover la igualdad de oportunidades para todos los niños, independientemente de sus habilidades o discapacidades, es un objetivo crucial en la lucha por la inclusión y la equidad.

Conclusión:

A medida que continuamos explorando el autismo infantil, la investigación y el desarrollo de intervenciones más efectivas y accesibles para los niños y sus familias, es fundamental. Además, se debe aumentar la conciencia pública y reducir el estigma asociado con el autismo, para promover una mayor inclusión y aceptación en la sociedad. Con un enfoque multidisciplinario y colaborativo, podemos trabajar juntos para mejorar la calidad de vida de las personas con autismo y sus familias.

Referencias 

Díaz Atienza, F. (2018). El autismo. Del diagnóstico a la intervención. Editorial Síntesis.

Fernández, L. (2016). Guía de intervención en los trastornos del espectro autista. TEA Ediciones.

Rivière, A., Martos, J. (2005). Autismo: el niño y su mundo. Ediciones Pirámide.

Rodríguez, S. (2014). Autismo y síndrome de Asperger: una guía para comprenderlos y tratarlos. Ediciones Paidós.

Narciso y yo: Trastorno de personalidad narcisista

En mi círculo de amigos he conocido amigas que han tenido relaciones amorosas con rupturas que dejaron un antes y un después en sus vidas. Cuando las escuchaba hablar sobre los comportamientos de manipulación o la disonancia cognitiva, siempre pensé que se podía poner un límite, y que darse cuenta sería muy fácil. Realmente, no lo es.

Desde un aspecto personal y profesional profundicé más mis conocimientos sobre el trastorno de personalidad narcisista, y pude hallar que, actualmente, hay mucha especulación en redes sociales sobre el diagnóstico. Un ejemplo serían los controversiales podcasts de “Un tal Alfredo”, donde muchas mujeres influencer cuentan parte de su relación amorosa con personas con características de sociopatía, egocentrismo y narcisismo.

Pero ¿qué es el trastorno de personalidad narcisista?

Según el DSM-V, el trastorno de personalidad narcisista (F60.81) se describe como un patrón dominante de grandeza, necesidad de admiración y falta de empatía, que comienza en las primeras etapas de la vida adulta, como la exageración de logros y talentos, donde el individuo se encuentra absorto en fantasías de éxito, poder, brillantez o amor ideal ilimitado, siente que es especial y único, que solo pueden comprenderle o relacionarse con personas especiales o de alto estatus, experimenta sentimientos de un trato especialmente favorable que cumpla sus expectativas, explota las relaciones interpersonales al aprovecharse de los demás, siente envidia de otros o cree ser envidiado y muestra comportamientos arrogantes o de superioridad.

Así mismo, la Terapia Cognitiva de Beck considera que sus raíces se encuentran en la infancia y deriva de una serie de creencias disfuncionales sobre uno mismo, el mundo y el futuro producido por un exceso de favoritismo, adulación e indulgencia por la familia o figuras significativas o como un mecanismo de compensación a experiencias de exclusión, desvalorización o rechazo que refuerzan los esquemas de verse superior o especial.

Esquemas básicos del narcisismo (pensamientos):

  • “Soy especial, soy superior y merezco un trato igual”.
  • “A mi no me gustan las reglas que otros siguen”.
  • “Necesito ser reconocido”.
  • “Es intolerable que no se me tenga el debido respeto”.
  • “La gente no tiene derecho a criticarme”.
  • “Mis necesidades son importantes, incluso sobre las de los demás”.
  • “Tengo toda la razón sobre las grandes cosas que me esperan”.
  • “Solo me comprenden personas inteligentes, como yo”.
  • “Si los demás no me respetan, merecen ser castigados”.

Además, Beck menciona la función de dos autoimágenes: una muy positiva y otra muy negativa que se alternan. Cuando hay una autoimagen de grandiosidad y no se puede mantener, se activa la imagen negativa, entonces prevalece hasta volver a la autoimagen de grandiosidad, siendo más implícita y explicita respectivamente, lo que se complementa con un carácter de impulsividad no llevada de forma adaptativa.

Para Freud, el narcisismo es parte normal del desarrollo psicológico, pero, al tener una prolongación en la edad adulta, el individuo no podrá mantener relaciones satisfactorias con los demás.

Para la teoría Gestalt, un narcisista es dependiente de la actitud positiva de los demás hacia ellos, consideran al ambiente únicamente para apoyarlos, no los ven como seres autónomos, y no perciben que puedan tener necesidades, pues creen que el mundo entero es el lugar donde manifiestan insatisfacción y crueldad hacia los demás.

El narcisista está atrapado en una imagen de quien imagina que es y no posee limites claros, a causa de ello, exterioriza impulsos sin contenerse. Uno de los antecedentes puede deberse a la proyección de la figura materna sobre su narcisismo hacia el niño o la carencia del cuidado a nivel emocional y la necesidad constante de sentirse especiales. En terapia, casi siempre se muestra como miembro de una “familia perfecta”, pero mientras se avanza, el paciente menciona haberse sentido privado de libertad, incomprendido e invisible.

En un estudio realizado en Barcelona, que medía la comorbilidad del trastorno narcisista de la personalidad y el trastorno límite de la personalidad, describe un porcentaje de prevalencia. Por otro lado, los factores asociados son el trastorno disocial de la personalidad, el trastorno antisocial de la personalidad, trastorno obsesivo compulsivo, ansiedad, adicción al sexo, depresión, consumo de sustancias y ludopatía.

Para las neurociencias, el investigador chino Yu Mao menciona que hay una reducción del grosor y el volumen de la corteza prefrontal, donde hay una afección en el control ejecutivo del cerebro, lo que favorece a la desregulación emocional. Se observó también una disminución de la materia gris en una región del cerebro que corresponde a la compasión y la empatía.

Bruce Stevens, en su artículo A nine headed Hydra (2000), menciona nueve tipos de clasificación de la personalidad narcisista:

  1. El dependiente: Necesidad de ser amado y jamás estar satisfecho.
  2. El amante: Idealiza el amor y siente decepción, llevan consigo heridas de relaciones pasadas y no toleran las imperfecciones de su pareja.
  3. El poderoso: Enamorado del poder, desprecia a sus inferiores y exhibe su éxito constantemente.
  4. El cuerpo: Importancia a la imagen corporal, la perfección física es la cura de sus males.
  5. El furioso: Muestra estallidos de rabia ante cualquier ofensa real o imaginada, y, debajo de ella, se esconde tristeza, vergüenza o desesperación.
  6. El estafador: Una persona encantadora que solo pretende utilizar a los demás, no existen normas morales.
  7. El fantasioso: Se encuentra en fantasías de éxito, admiración o amor, y no desean salir de ello, el deseo de ordenar es el protagonista, de igual modo, se muestran solitarios, se identifican con héroes de videojuegos o personajes, confundiendo la fantasía con la realidad.
  8. El mártir: Su identidad se construye en base a ser una víctima: “nadie sufre como yo”. Esto con el objetivo de afrontar problemas reales de su vida y de sí mismo.
  9. El salvador: “Solo yo puedo ayudarte”, dedica tiempo a “los que le necesitan”, pero siempre por algo a cambio.

Como redactora del presente artículo, al recopilar toda esta información, llegué a la consideración de que todos poseemos un cierto grado de egocentrismo, diferente al narcisismo. En comparación con las redes sociales, podemos evidenciar que es una condición que se desarrolla en la infancia y que se consolida en la edad adulta, siendo esta etapa de la vida un tiempo de concientizar la enfermedad para una posterior consciencia de cambio, en ello, los tipos de terapia que abordan esta condición y pueden sernos de ayuda son: la Terapia Dialéctica Conductual y la Terapia Psicodinámica.

Recapitulando lo mencionado al principio del artículo, es importante informarse sobre lo que vemos o escuchamos en las redes sociales y abordarlo con bases científicas. Debemos establecer límites saludables, puesto que el trastorno antisocial de la personalidad puede generar aspectos negativos -incluso dañinos- en las relaciones interpersonales, donde claramente no existe alguna justificación para las conductas que puedan vulnerar a la familia, amigos o pareja.

Es necesario realizar un autoanálisis para generar la consciencia de cambio y poder tener una mejor calidad de vida.

Referencias

Arosemena, M. (2017). Los nueve tipos de narcisismo. https://www.psyciencia.com/las-9-cabezas-de-hidra-y-del-narcisismo/

García, S. R. (s/f). El narcisismo y sus tipos de vinculación según Freud. https://saludpsi.mx/el-narcisismo-y-sus-tipos-de-vinculacion-segun-freud/

Hörz-Sagstetter, S., Diamond, D., Clarkin, J. F., Levy, K. N., Rentrop, M., Fischer-Kern, M., Cain, N. M., Doering, S. (2020). Características clínicas del trastorno comórbido de la personalidad narcisística en pacientes con trastorno límite de la personalidad. RET, Revista de Toxicomanías. 84. España. https://www.cat-barcelona.com/wp-content/uploads/RET-84-4.pdf

Instituto Ananda (s/f). PSICOPATOLOGÍA – NARCISISMO Y GESTALT. https://institutoananda.es/psicopatologia-narcisismo-y-gestalt/

Ita. Especialistas en salud mental (s/f). Tratamiento Trastorno Narcisista de la Personalidad (TNP). https://itasaludmental.com/tratamientos/trastorno-narcisista-personalidad#

Ochoa Buitrago, S. M. y Peláez Gómez, A. M. (2023). Revisión documental de los trastornos, narcisista, antisocial de la personalidad y trastorno disocial de la conducta. [Trabajo de grado, Corporación Universitaria Minuto de Dios]. Repositorio institucional UNIMINUTO. https://repository.uniminuto.edu/bitstream/10656/18018/1/T.P_OchoaBuitragoSarahMelissa_2023.pdf

Trastorno de ansiedad social

¿Qué es el trastorno de ansiedad social?

También conocido como fobia social, es un miedo intenso y persistente en una o más situaciones sociales en las que el sujeto esta expuesto ante personas desconocidas o a la posible evaluación por parte de los demás.

Si bien se sabe que no hay una buena causa específica de la ansiedad social, las primeras experiencias vividas durante nuestra niñez son esenciales para favorecer o reducir la predisposición biológica para desarrollar dicha ansiedad. Estas primeras experiencias de aprendizaje, generalmente, la vamos a vivir en el hogar, luego, entramos en contacto con pares de nuestra edad, que se suele dar en el colegio.

¿Qué causa el trastorno de ansiedad social?

Los médicos no saben que es lo que causa este dicho trastorno de ansiedad social. Posiblemente sea hereditario, pero no están muy seguros de que si es debido a una cuestión genética o a una respuesta a una dicha situación traumática (Healthwise, 2023).

¿Cuáles son los síntomas?

Los principales síntomas físicos de la ansiedad social son: Palpitaciones, es decir, la dificultad para respirar que puede sentirse la incapacidad para llenar los pulmones suele ser un síntoma que asusta mucho a la persona; dolor de cabeza; temblor; tensión muscular; ruborización facial que a su vez trae consigo la preocupación de la persona que puede ser notada por los demás que la observan, finalmente, síntomas de calor y frío pueden estar presentes.

La ansiedad social se divide en dos subtipos:

1) Ansiedad social generalizada:

En esta ansiedad hay un temor constantemente a la posible evaluación negativa de los demás en cualquier situación social, estas situaciones puede ser como la idea o acción de ir a una fiesta, de hablar con personas de autoridad, de iniciar y mantener conversaciones con personas que la cual no tenemos mucha confianza, también, el hecho de hacer una llamada telefónica a gente desconocida, o incluso caminar por la calle suele ser situación desencadenante de preocupaciones referidas a cuál aspecto negativo de nosotros está siendo pensado, criticado o evaluando por los demás.

2) Ansiedad especifica:

Esta es menos grave para las personas. Se caracteriza por el miedo a situaciones precisas que implica la interacción con otras personas, por ejemplo:

  • Comer o beber en público.
  • Conocer personas nuevas (socializar).
  • Iniciar o mantener una conversación con personas desconocidas.
  • Hablar en público o por teléfono.
  • Asistir a eventos, reuniones o fiestas (incluso por el propio cumpleaños).

Una historia de trastorno de ansiedad social:

Mi nombre es Ana, tengo mucho miedo a hacer amigos y socializar. Me cuesta conocer personas nuevas, hablar en público o por teléfono, me bloqueo y se me nubla la mente; no me gusta asistir a eventos sociales, tampoco me gusta festejar mi cumpleaños. Gracias a eso, lastimosamente, perdí muchos trabajos, amigos y me olvide del mundo social. Me preocupa bastante y no se que hacer, ¡necesito ayuda! Siento palpitaciones, dificultad para respirar, mi corazón se acelera… Me pasa desde el colegio, recuerdo que, durante mi época escolar, mis notas eran muy bajas porque me costaba trabajar en grupo con mis compañeros, así como hacer exposiciones en público, simplemente, me alejaba de todos mis compañeros y me pusieron el apodo de «rara», entonces me sentí mal, pero lo dejé pasar. Ahora siento que me persigue y me perjudica en el ámbito laboral, ¡necesito ayuda!

Ana debió buscar ayudar en ese momento, pero «lo dejó pasar» y se prolongó y sus consecuencias llegaron incluso al ámbito laboral, si a ustedes les pasa lo mismo, no lo pasen por alto, busquen ayuda profesional.

¿Cómo se trata?

El tratamiento del trastorno de ansiedad social requeriría la intervención psicológica, como la terapia cognitivo conductual. En casos específicos, se optaría por medicamentos antidepresivos, dependiendo de cuán grave sea el nivel de dicho trastorno.

Si quieres dominar la ansiedad de la vida, vive el momento, vive en la respiración.

Amit Ray

No anticipes los problemas ni te preocupes por lo que pueda suceder: mantente bajo la luz del sol.

Benjamín Franklin

Referencia

Healthwise (2023). Trastorno de ansiedad social. https://www.cigna.com/es-us/knowledge-center/hw/temas-de-salud/trastorno-de-ansiedad-social-hw177276

Trastorno explosivo intermitente (TEI)

Tener momentos de intensos de ira no es fácil, tienes que “controlarte”, pero a veces es difícil evitarlo, uno se enoja rápido y eso causa mucho estrés.

Vamos a proponer una palabra clave, agresividad. ¿Qué entendemos por agresividad? Es una conducta emocional de odio y rabia, es un enojo que no se puede contener y que se transmite a terceras personas, hacia objetos materiales, incluso hacia si mismos, pero esta agresividad no es solamente un «voy y te grito», «te doy un golpe y se acabó». No, existe un daño, tanto físico como psicológico, ¿pero qué es lo que este trastorno tiene como punto importante? Que la conducta impulsiva se da o se puede provocar de la nada, la persona está bien, y, a la mínima provocación, «estalla», es más, es posible que ni siquiera hay una provocación para que suceda.

El TEI también se presenta por arrebatos repentinos, pero con mayor agresividad, y, frecuentemente, en la vida de la persona que padece este trastorno. Es imprescindible informarnos acerca de este comportamiento, para poder reconocerlo y tener en cuenta las características que se presentan durante el mismo.

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Si observamos a una persona que suele tener episodios de ira con frecuencia y la reacción que presenta es rápida y excesiva ante problemas muy pequeños, estamos presenciando una característica que no podemos pasar por alto, si esta misma hiere a los animales o una persona, física y verbalmente, ya se convierte en una de las características más comunes de problemas de ira, aquí también se involucra el arrepentimiento frecuente de lo que hace o dice al momento de sentir ira, y la manera más común de hacerlo notar es con el llanto y la angustia, sin duda es un impacto perjudicial en las relaciones amicales, sentimentales, laborales, etc. Pero también se pueden presentar daños materiales en las descargas de ira, un ejemplo sería el romper objetos cuando se está enojado. Con tan solo imaginar este acto, hace que nos pongamos a analizar nuestro comportamiento y recordar algunos episodios de nuestra vida, si es que hubiera alguna similitud.

Muchos se preguntarán el punto de partida de este trastorno, cómo surge, a partir de qué edad inicia y quiénes lo padecen más, si acaso son los hombres o las mujeres. Bien, pues, es más frecuente en varones y es probable que se origine a partir de los seis o siete años, aproximadamente, sin embargo, podemos decir que donde realmente se manifiesta es durante la adolescencia, los factores de riesgo que encontramos son el maltrato físico en niños y los diversos sucesos traumáticos que puedan acaecer.

Si la ira es un sentimiento de enfado muy grande y violento, entonces tenemos que aprender a lidiar con ella, porque, después de todo, es un comportamiento aprendido. Debemos desaprender el responder de manera furiosa e incontrolable ante situaciones que nos parecen injustas y nos frustran, asimismo, debemos aprender a identificar las situaciones de ira y desarrollar un plan, en caso de que nos expongamos a estas situaciones, como podría ser: alejarme o evitar las situaciones que puedan desatar mi ira; salir a caminar es una muy buena idea; llamar a un amigo, cuando se siente que tal situación se va a dar; tratar de calmarse y relajarse; mejorar el cuidado personal; evitar el consumo de café en altas concentraciones, así como del alcohol y las drogas.

Entonces, si te identificas con estos aspectos, o si conozcas a personas que sufran ataques de ira con frecuencia, busca ayuda psicológica, porque la ira sin control solo genera violencia, y, sobre todo, te destruye a ti y todos los que te rodean.

Referencias

Mayo Clinic (2021). Trastorno explosivo intermitente. https://www.mayoclinic.org/es/diseases-conditions/intermittent-explosive-disorder/symptoms-causes/syc-20373921

MFMER (2021). Trastorno explosivo intermitente. https://middlesexhealth.org/learning-center/espanol/enfermedades-y-afecciones/trastorno-explosivo-intermitente

Agud, C. (2021). ¿Qué es el trastorno explosivo intermitente o ira? https://www.salud.mapfre.es/cuerpo-y-mente/psicologia/trastorno-explosivo-intermitente-ira/

Trastorno del sueño y vigilia

Los trastornos del sueño pueden afectar la cantidad, calidad o duración del sueño debido a causas emocionales. Sabemos que el dormir es uno de los factores primordiales del ser vivo, y que durante el sueño reparamos nuestro organismo, así como nuestro sistema inmunológico. Sin embargo, hoy en día dormimos muy mal, ya sea por las pantallas, las preocupaciones, entre otras razones que nos alteran. No obstante, podemos de tener una vía de escape para esos momentos de estrés que mencionaré más adelante.

¿Qué es?

El estudio del sueño es un fenómeno complejo que demanda un abordaje interdisciplinario. La conducta vinculada al sueño y los trastornos que de ella pueden derivar, son un fenómeno influido por diversos factores económicos, sociales, de salud física y mental, así como hábitos individuales (Zapata et al. 2021). Collado (2016) refiere que las altas tasas de morbilidad vinculadas a trastornos del sueño, se han convertido en un problema de salud pública.

Para que entendamos un poco más, les comentaré sobre las cuatro fases del sueño (Lonzi, 2017):

  1. Fase 1: Somnolencia.
  2. Fase 2: Sueño ligero.
  3. Fase 3: Sueño profundo.
  4. Fase 4: Sueño muy profundo.

Les daré un ejemplo: Cuando nosotros estamos a punto de dormir, empezamos a cerrar los ojos, así entramos a la Fase 1, y de repente, estamos durmiendo. Varios de nuestros órganos dejan de funcionar como lo hacían y entramos en la Fase 2, en la cual descansamos. De ahí, empezamos la Fase 3, la mas corta, y se da cuando entramos al sueño profundo donde nuestro cuerpo está en un estado de relajación profundo. Por último, llega la Fase 4, esta es la etapa mas importante de nuestro sueño, verás que es muy difícil de despertar de esta fase.

También se considera una quinta fase, la llaman Fase del sueño REM, pero preferiremos explicarlo por separado, ya que estas son funciones normales que suceden dentro de las fases conocidas como REM y NO REM.

Funciones del sueño

  • REM (MOR): significa Movimiento Ocular Rápido, donde el cerebro y el organismo se energizan, y es cuando se sueña.
  • NO REM: donde se ayuda al cuerpo a reparar tejidos, reconstruir huesos, músculos, y, a fortalecer su sistema inmunológico.

En la psicología tenemos libros que nos hablan del trastorno del sueño, tal y como el CIE-10. En este libro tiene como título «trastorno no orgánico del sueño» (F51).

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Dentro del CIE 10

F51.0 Insomnio no orgánico

Se caracteriza por una cantidad o calidad de sueño insatisfactorio, que persiste durante un período considerable de tiempo, e incluye dificultad para conciliar y mantener el sueño, o despertar precoz. Es el tipo más frecuente de trastorno.

Este tipo de trastorno, a veces, suele pasar por tener pensamientos rumiantes, tales como: «No tengo para pagar el colegio», «no tengo para el alquiler», «no tengo para las compras». Pero, literalmente, tú puedes elegir esos pensamientos, y tú los puedes cambiar.

F51.1 Hipersomnia no orgánico

La principal característica de la hipersomnia idiopática es la somnolencia excesiva durante el día, al menos, durante un mes, evidenciado por un sueño prolongado (mayor de ocho horas) con la calidad del sueño normal, dificultad al despertar, somnolencia en las horas habituales de vigilia, por lo que hay siestas intencionadas y sueños inadvertidos.

El síndrome de Kleine Levin es una hipersomnia recurrente en donde los individuos pueden llegar a tener 18 a 24 horas de sueño, se asocian con desinhibición como hipersexualidad y episodios de ingesta excesiva y compulsiva y ganancia de peso. (Consejo de Salubridad de México, 2020)

Una enfermedad dentro de la hipersomnia: Narcolepsia

Esta se caracteriza por una excesiva somnolencia dentro del día, acompañada, por lo general, en la mayoría de los casos de cataplejías, estos son episodios repentinos de debilidad muscular.

F51.2 Trastorno no orgánico del ciclo sueño-vigilia

También llamado «trastorno del ritmo circadiano», es un ritmo biológico, este no nos permite estar despiertos durante el día y dormidos durante la noche.

  1. Retraso de la fase de sueño: Conocido como «ave nocturna», con una dificultad para poder dormir temprano por las noches y siempre se levantará tarde al día siguiente.
  2. Desfase por cambio de horarios (jetlag): las personas que viajan y cambian de horario repentino.
  3. Trabajos en turnos: cambios de turno de trabajo.
  4. Ritmo distinto de 24 horas: Suele pasar en pacientes con ceguera con trastornos hormonales o ambientales, que hace que su ritmo cambie todos los días entre una a dos horas por motivos desconocidos (estos pacientes tienen un día de 25 horas).

F51.3 Sonambulismo

Ocurre en el primer tercio de la noche, cuando predomina el sueño NREM, y, en particular, las fases 3 y 4, el sujeto que lo padece inicia una deambulación nocturna inconsciente, unida a diversos comportamientos “complejos”. (Almenar y Campillo, s/f)

En la fase en la que ocurre, la persona esta en un sueño profundo y constituyente. Es posibles que las causas sean la fatiga, ansiedad, falta de sueño, alcohol, medicamentos o un factor hereditario. En la mayoría de casos, suele pasarles a los niños más que a los adultos, y no genera riesgos. En cambio, en cuanto a los adultos mayores, esto podría ser un síntoma de un trastorno neurocognitivo que afecte las funciones mentales.

F51.4 Terrores del sueño

Se caracterizan por ser episodios nocturnos de terror y pánico que se acompañan de gritos, movimientos bruscos e hiperactividad vegetativa.

A diferencia de una pesadilla, una vez que pasa, el niño se vuelve a dormir rápidamente y no recuerda nada. Estos podrían resultar alarmantes, pero no es una causa de preocupación ni una señal de un problema medico más serio (Rubik s/f). Un episodio puede durar entre cinco y quince minutos.

F51.5 Pesadillas

Experiencias oníricas acompañadas de ansiedad o miedo, existe un recuerdo muy detallado que implica una amenaza para la supervivencia, la seguridad o autoestima. Con frecuencia, suele repetirse el mismo tema. No existe amnesia al evento, ni problemas en la orientación. También incluye trastorno de ansiedad del sueño. (Varela, 2014)

En periodos de estrés aumentan las pesadillas, ensoñaciones con mucha carga emocional y vivencias con contenido desagradable que aparecen en la fase REM. (Callejo, 2020)

File:Man Sleeping in Bed Cartoon Vector.svg - Wikimedia Commons

¿Qué hacer para tener un buen sueño y vigilia?

  • Higiene del sueño.
  • No consumir alcohol ni drogas.
  • Tener un horario para poder levantarse y dormir.
  • Actividades de relajación.
  • No fumar.
  • Evitar luz de pantallas o celulares.
  • Evitar la cafeína.
  • Recurrir a los fármacos como último recurso.

Conclusiones

Si el trastorno corresponde a un síntoma de una enfermedad psiquiátrica o médica, esta deberá tratarse de acuerdo a los lineamientos específicos de la patología de base. Las parasomnias pueden ser esporádicas y reversibles.

Queda destacar que, en este grupo de edad ya mencionada, la mayor parte de los problemas de sueño son en realidad de origen extrínseco, es decir, generados ambientalmente por malos hábitos o conductas durante el sueño, lo cual pone de relieve la importancia que tiene la información y educación sobre este tema y sus consecuencias en este grupo de edad, como una medida preventiva a largo plazo que les permita disfrutar de una mejor calidad de vida. (Carrillo-Mora et al, 2018)

Referencias

Callejo, A. (2020). Pesadillas, ¿qué indican? https://cuidateplus.marca.com/bienestar/2020/05/14/pesadillas–indican-173471.html

Carrillo-Mora, P., Barajas-Martínez, K., Sánchez-Vázquez, I., Rangel-Caballero, M. (2018). Trastornos del sueño: ¿qué son y cuáles son sus consecuencias?. Revista de la Facultad de Medicina (México)61(1), 6-20. https://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0026-17422018000100006

Organización Mundial de la Salud (1992). CIE-10.

Consejo de Salubridad General (2020). Catálogo maestro de guías de práctica clínica: IMSS-385-10. México. https://dcs.uqroo.mx/paginas/guiasclinicas/gpc/docs/IMSS-385-10-RR.pdf

Lonzi, J. P. (2017). ¿Sabes lo que ocurre en tu cuerpo cada noche? Todas las fases del sueño. https://muysaludable.sanitas.es/salud/fases-ciclos-sueno/

Rubik Centro de Terapia y Formación (s/f). Alteraciones del sueño. https://www.centrorubik.es/alteraciones-del-sueno-y-terrores-nocturnos

Varela, A. (2014). Trastorno del sueño. Pesadillas. Universidad Nacional de Costa Rica. https://www.studocu.com/latam/document/universidad-nacional-de-costa-rica/psicopatologia/trastorno-del-sueno-pesadillas/5170703

Zapata Salazar, J., Ríos, J., Ramirez, S. (2021). Confinamiento por COVID-19 y detección de trastornos no orgánicos del ciclo sueño-vigilia en deportistas de alto rendimiento. Nova scientia13(spe)Epub. https://doi.org/10.21640/ns.v13ie.2735

Ansiedad Infantil

Principales causas de ansiedad infantil

❖ Antecedentes familiares: Cuando en la familia se cuenta con antecedentes previos en trastornos de ansiedad, es muy probable que tu niño sea más propenso a padecerlos.
❖ Eventos familiares estresantes: Los acontecimientos que suceden en la familia afectan directamente al niño. Cuando el núcleo familiar atraviesa un momento difícil, como la enfermedad de uno de sus seres queridos, la pérdida de trabajo, una separación de los padres, la violencia intrafamiliar, la muerte de uno de sus integrantes, etc.
❖ Conductas aprendidas: Observar ansiedad en la familia, o ver miedos excesivos presentes, también le pueden generar ansiedad al pequeño.
❖ Los cambios pueden generar ansiedad infantil: Situaciones como cambiarlo de colegio, mudarse a otra ciudad, o cambiar de casa, son algunas de las causas que le pueden generar ansiedad infantil al niño.

Principales síntomas de la ansiedad infantil

➢ Manifiestan preocupación excesiva: Los niños que sufren de ansiedad, suelen ser muy exigentes con ellos mismos, les gusta que todo salga casi perfecto.
➢ Falta de confianza en sí mismos: Hace que el niño se siente de una forma extraña, y no logran comprender muy bien qué es lo que les pasa; esta situación puede causar que pierda la confianza en sí mismo.
➢ Pensamientos negativos y dificultad para concentrarse: La ansiedad lleva a que suelan pensar que están en peligro y que tengas problemas de atención.
➢ Nerviosismo: Es uno de los síntomas físicos más comunes, se aceleran los latidos del corazón, lo que causa taquicardia.
➢ Sudoración excesiva: Un ataque de ansiedad hace que el cuerpo produzca más sudor del normal.
➢ Dificultad para respirar: La respiración se acelera. En casos muy extremos, el niño se puede hiperventilar e incluso llegar a desmayarse.
➢ Mareos: Cuando el niño presenta aceleración en su pulso, sumada con la dificultad para respirar, su cerebro recibe menos oxígeno, lo que genera el riesgo de que pueda sufrir mareos.
➢ Dolor de estómago: Los nervios afectan directamente al estómago, por eso el dolor estomacal es muy común.
➢ Descontrol en las emociones: Es muy usual que la ansiedad deje al niño emocionalmente sensible, por tal razón pueden caer en el llanto o la ira excesiva.

¿Cómo controlar la ansiedad en los niños?

Para intervenir la ansiedad en niños podemos seguir los siguientes consejos:


➢ Cuando tengamos sospechas de la existencia de un trastorno de ansiedad en niños, el primer paso debe ser consultar con un especialista que nos pueda ayudar.
➢ Ante los miedos del niño, es importante no presionarle a enfrentarse al mismo o superarlo, pero tampoco evitarlo. Se trata de ayudar al niño a afrontar poco a poco a sus temores.
➢ Los niños con trastornos de ansiedad sufren mucho, y debemos evitar etiquetar, juzgar o criticar los síntomas o conductas asociados a la ansiedad.

Cuanto más sabes, menos necesitas

Yvon Chouinard. ecologísta y filántropo

Referencias

https://www.educapeques.com/escuela-de-padres/trastornos-de-ansiedad-ninos.html