Entre conversaciones que tuvimos en un salón de clases, surgió un tema bastante peculiar: el duelo y el miedo a perder. Comentamos acerca de cómo sería la vida si moríamos o si perdíamos a las personas o mascotas que más amábamos. En el transcurso, observaba los rostros de mis compañeros, mientras conversaban sobre ello y en muchos casos, había cierto miedo, tristeza, incomodidad e incluso poca apertura para intervenir, a lo que el profesor encargado sugirió la siguiente dinámica: Nos pidió escribir una carta anónima de despedida a aquella persona, mascota o proyecto significativo, para la cual nos brindó un tiempo prudente. Seguido de ello, pidió que todas las cartas por fila, sean mezcladas para que otros compañeros puedan escribir palabras amorosas de consuelo y acompañamiento.
Al finalizar, cada estudiante por fila buscó, entre las cartas, la que había escrito, y deseosos empezaron a leer las palabras de consuelo y amor; muchos de los estudiantes se mostraron sensibles y otros se rehusaban a leer en el salón, comentaron que era una situación complicada, para evitar sentirse vulnerables.
Esta anécdota me sirvió mucho para poder comprender que el perder a alguien o algo, nos resulta una experiencia diferente para cada uno. Algunas personas pueden aceptar y recibir apoyo, otras no saben cómo actuar ante ello para no sentirse vulnerables o porque aún no ha habido un cierre o un fin para el duelo, pues existen muchos sentimientos, recuerdos y experiencias de por medio.
El duelo es una experiencia universal, natural y emocional a la pérdida significativa, ya sea la muerte de un ser querido, la ruptura de una relación, la pérdida de un empleo o cualquier otro cambio importante en nuestras vidas. En su esencia, el duelo es un proceso de adaptación a la ausencia, donde se experimentan una variedad de emociones complejas y se navega por un viaje de ajuste emocional, cognitivo y espiritual.
«Cuando se habla de pérdidas y en especial de las pérdidas relacionadas a una persona, es una experiencia que necesita ser compartida, acompañada y respetada. Es normal que se necesite saber que el dolor, tiene un impacto en los demás; así que, por lo general, las personas que han tenido una pérdida suelen valorar mucho la presencia y la compañía de las personas que aprecian». (Fundasil, s/f).
Es relevante considerar que cuando el duelo se presenta, la personalidad, la psique de la persona, su historia, sus experiencias de vida y el sistema de afrontamientos que posee, más allá de las circunstancias de la muerte, tendrán que ver con la forma de asimilar el duelo. Por ello, al presentarse el duelo, será importante dejar que la persona pueda sentir el dolor junto a todas las emociones que ello conlleva. Aceptar, que ese ser amado ya no está y que la pérdida es irreparable, será un momento inicial y crucial para el fortalecimiento de la persona.
¿Cuáles son los tipos de pérdida a los que podríamos enfrentarnos?
De acuerdo a Pangrazzi (s/f), son:
- Pérdida de la vida: Es un tipo de pérdida total, ya sea de otra persona o de la propia vida.
- Pérdidas de aspectos de sí mismo: Pérdidas que tienen que ver con la salud, por ejemplo, pérdida de las capacidades sensoriales, cognitivas, así como psicológicas, por ejemplo, la autoestima, valores, ideales, ilusiones, etc.
- Pérdidas de objetos externos: Pérdidas materiales, un trabajo, un hogar, ciertas pertenencias y objetos vinculados o importantes para cada persona.
- Pérdidas emocionales: Rupturas con la pareja o amistades debido a que el contacto físico se ve limitado.
- Pérdidas ligadas con el desarrollo: Pérdidas relacionadas al propio ciclo de la vida, por ejemplo, el el paso por las distintas etapas o edades, infancia, adolescencia, juventud, menopausia, vejez, etc.
¿De qué manera nos afectan las pérdidas?
Las manifestaciones a causa de las pérdidas no son universales, varían de persona a persona y de las actividades que se realicen para sobrellevarlas.
Torres (2020) nos menciona las dimensiones en las que nos afectan las pérdidas:
- Dimensión física: Molestias físicas, sensación de “vacío” en el estómago, nudo en la garganta, sequedad en la boca, alteraciones de sueño y alimentación, sensación de opresión en el pecho, palpitaciones, falta de energía, etc.
- Dimensión emocional: Experimentar sentimientos de tristeza, enojo, miedo, culpa, soledad, ansiedad, impotencia, añoranza, desesperanza, alivio y liberación, amargura, etc.
- Dimensión cognitiva: Dificultad para concentrarse, falta de interés por las cosas, confusión, entre otras.
- Dimensión conductual: Cambios en el comportamiento, por ejemplo, aislamiento social, retraimiento, aumento en el consumo de tabaco o alcohol.
- Dimensión social: Aislamiento, rechazo hacia los demás.
- Dimensión espiritual: Se puede presentar como el replanteamiento de las propias creencias, podemos llegar a cuestionarnos a nosottos mismos y pensar: “¿Por qué a mí?”
¿Cuales son los mitos en relación al duelo?
En el manual sobre el duelo de Unicef (2020), nos menciona los siguientes:
- Mito 1: El duelo se resuelve aproximadamente en un año
El duelo es un proceso en sí muy complejo y personal. El periodo de tiempo para “resolverlo”, varía en función de múltiples factores.
- Mito 2: El duelo es como una depresión
Aunque ambos comparten ocasionalmente ciertas manifestaciones tales como la desilusión, tristeza profunda, llanto, desapego de la vida, apatía, entre otras, debemos recordar que la depresión es una enfermedad mental con criterios diagnósticos y el duelo es una respuesta adaptativa.
- Mito 3: Dentro de los diferentes tipos de muerte, hay unas que son peores que otras
No es una competencia sobre quién ha tenido la peor desgracia y quién está sufriendo más. Cada proceso y cada persona es diferente, sus vivencias son válidas y deben respetarse.
- Mito 4: Cuando la muerte es “natural”, sobre todo de una persona mayor, no genera duelo
En el duelo, lo que importa es la vinculación que se tenía con quien se ha perdido, cada persona lo procesará de diferente manera, según cuán significante ha sido y según las experiencias o vivencias que tenemos de ello.
- Mito 5: Los hombres lo llevan mejor, para ellos es diferente, se recuperan antes
No es una cuestión de género, cada persona, independientemente de ello, es libre de sentir la pérdida y organizar su experiencia como pueda y como sepa sobrellevarla.
El duelo y sus etapas según Kubler-Ross
1. Negación
El shock y la incredulidad por nuestra pérdida en un momento o un día, puede ser disfuncional e intentará convencernos de que el ser querido no ha muerto. Sin embargo, la incapacidad de comprender la pérdida durante un tiempo no es algo de lo que haya que salir rápidamente, pues es una reacción normal.
2. Ira
Kessler (s/f) refiere que la ira es el guardaespaldas y una expresión del dolor. Además, debajo de la ira puede haber sentimientos de desesperanza o impotencia que en circunstancias provoca la culpa y la culpa que algunas personas utilizan para mantener una ilusión de control o expresar frustración. La culpa puede verse acompañada de pensamientos como: “si yo hubiera estado, si yo hubiera hecho…”. Se estará buscando el factor causante de la pérdida.
3. Negociación
Las intenciones de volver el tiempo atrás es un deseo frecuente en esta etapa, la persona se queda pensando en el pasado para intentar negociar la salida de la herida, mientras se piensa en lo diferente o maravilloso que sería todo si el ser querido o la pérdida no hubiese pasado.
La frase que resume esta etapa es: “¿Qué hubiera sucedido si…?”
4. Depresión
La persona empieza a asumir de forma definitiva la realidad de la pérdida, y genera sentimientos de tristeza y de desesperanza junto con otros síntomas típicos de los estados depresivos, como el aislamiento social o la falta de motivación para realizar actividades rutinarias o de ocio.
5. Aceptación
La aceptación no significa que te parezca bien que tu ser querido se haya ido. Consistirá en aceptar la realidad de la pérdida, de aprender a convivir con ella y crecer a través del conocimiento de los sentimientos.
¿Las etapas son rígidas o siempre deben seguir una secuencia?
No, las etapas no son rígidas o lineales. Debemos comprender que tales etapas pueden aparecer en diferente orden, intensidad o incluso puede que no se presenten en el duelo de una persona.
¿Cómo afrontar la pérdida y el duelo?
Te presentamos algunas indicaciones de autocuidado:
- Permítete estar de duelo, date un espacio y permiso para sentir cada emoción. Quizás pienses que es mejor no sentir el dolor, o distraerte para evitarlo, sin embargo de todas maneras, con el tiempo, lo más probable es que el dolor salga a la superficie.
- Si buscas o deseas estar un momento solo o sola, procura meditar y expresar emociones en privado, pero sin que esto signifique aislarse de los otros. Será muy importante que lo comuniques a los que están a tu alrededor, para que entiendan esos espacios y los respeten.
- Abre tu corazón al dolor, es importante para expresar lo que sientes, ya sea la tristeza, la rabia o el miedo por lo perdido. Recuerda que tenemos la libertad y el derecho de llorar cuando sintamos que sea necesario. Llorar es tan exclusivamente humano como reír.
- Anímate a pedir ayuda, da la oportunidad a tus amigos y seres queridos de estar cerca. “No es más sabio ni más evolucionado el que no precisa ayuda, sino el que tiene conciencia y valor para pedirla cuando la necesita”. (Bucay, 2003).
- Confía en tus recursos para salir adelante y respeta tu propio ritmo de sanación, puedes conseguir ayuda profesional para fortalecer tales recursos y aprender estrategias para gestionar situaciones difíciles.
- Comprende que el duelo no es olvidar, al contrario, nos permite buscar para tu ser querido el lugar que merece en tu corazón. Es poder pensar en él, y no sentir ya ese latigazo de dolor. Es recordarlo con ternura y comprender que el tiempo que compartiste con él o con ella, fue un gran regalo.
¿Cómo ayudar a alguien en duelo?
Para poder acompañar saludablemente a un familiar o amigo que ha perdido algo o a alguien valioso, debemos considerar lo siguiente:
Actitudes que ayudan
- Dejar que se desahogue: recuerda que sentir y expresar el dolor, la tristeza, la rabia o el miedo frente a la muerte de un ser querido es el mejor camino que existe para cerrar y curar la herida por la pérdida.
- Escuchar y acompañar a la persona en duelo puede ayudar a que se sienta aliviada y validada.
- No temas en sentirte vulnerable, no hay nada de malo en mostrar tus sentimientos, o en mostrar que también te afecta lo que ha pasado.
- Respeta el tiempo y procesos: el afronte es individual, cada persona cerrará el duelo en el tiempo que vea necesario.
Actitudes que no ayudan
- No intentes buscar una justificación para lo que ha ocurrido.
- No te empeñes en animar ni tranquilizar insistentemente a la persona en duelo, es posible que lo que más necesite en ese momento, es que solo la escuches.
- No le restes importancia a lo que ha sucedido al hablarle de lo que todavía le queda.
- Comentar las siguientes frases: «Ya olvídalo», «Fue mejor así», «Deja de sufrir», «El tiempo todo lo cura», «Mantente fuerte por lo demás», «Es la ley de la vida».
- Invalidar sus sentimientos, por ejemplo, decir que llorar no sirve o que es de débiles y que solo empeorará el dolor.
Me gustaría comentar que el duelo es una respuesta adaptativa universal que puede manifestarse de diversas maneras, recuerden que no hay una manera correcta de vivir un duelo, cada uno lo vivirá como lo sienta, y está bien. Por ello les animo a comprender los sentimientos de los demás, a respetar los espacios y a ser una red de apoyo. Si te encuentras pasando por una situación de duelo, no dudes en pedir apoyo o acompañamiento, recuerda que siempre habrá ayuda disponible.
Para finalizar, los invito a escuchar los siguientes podcast que retratan muy bien los procesos de la pérdida y el duelo. Al escucharlos, podrán esclarecer sus dudas y sentir alivio.
Psicología al desnudo: https://www.youtube.com/watch?v=OQdqYAJHr8c&t=357s
Después de la pérdida: https://www.youtube.com/watch?v=1Buu1nCLgA0&t=789s
Referencias
Bucay, J. (2003). El camino de las lágrimas. Editorial. https://psicodescubrir.com/wp-content/uploads/2020/01/el-camino-de-las-lagrimas_jorge-bucay.pdf
Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia. (2020). Duelo. Manual de Capacitación para Acompañamiento y Abordaje de Duelo. https://www.unicef.org/elsalvador/media/3191/file/Manual%20sobre%20Duelo.pdf
Rogers, K. (2023). ¿Cuáles son las 5 etapas del duelo y cómo superarlas? https://cnnespanol.cnn.com/2023/11/29/cuales-son-5-etapas-duelo-como-superarlas-trax/
Rolón, G. (2020). El duelo: Cuando el dolor se hace carne. Argentina: Editorial Planeta. https://www.planetadelibros.cl/libros_contenido_extra/45/44654_1_El_duelo.pdf
Torres, A. (2020). ¿Qué hacer en caso de pérdidas? – FUNDASIL. San Salvador, El Salvador.