Alexandra Nieves

Hola, soy Ale, psicóloga. Estoy formándome y especializándome en el ámbito clínico, y me agrada mucho interactuar con adolescentes y adultos. Disfruto bastante de la escritura y la lectura para reflexionar, entender y actualizar mis conocimientos. Adoro la naturaleza y me encanta bailar.

Los “casi algo”, ¿por qué duelen tanto?

¿Por qué mi última experiencia en el plano amoroso (que fue un «casi algo») me causo tanto dolor, casi como la ruptura de mi primer amor? Esa es la pregunta que constantemente ha resonado en mis pensamientos, sobre todo, porque la relación no se concretó, fue de corta duración y no hubo intimidad emocional.

Últimamente, he estado leyendo y escuchando bastante sobre este término los “casi algo”, y, realmente, muchas personas hablan del tema, sobre todo en las redes sociales.

Es cierto que el término “casi algo”, al menos en el campo de la psicología, no tiene una definición concreta, sin embargo, ha recibido mucha acogida en el habla popular, recientemente, y múltiples profesionales lo han definido de distintas maneras.

Por ejemplo, se llama “casi algo” al tipo de relación que no tiene un título formal, cuando dos personas están en la etapa de enamoramiento, entiéndase un vínculo en el que realizan todas las actividades de una pareja, pero no llegan a consolidarse como tal. En un “casi algo”, uno de los dos involucrados en el vínculo, que desea o idealiza que suceda algo más, mientras que el otro no. Si has vivenciado un “casi algo”, esta información te puede interesar.

¿Cómo son los «casi algo»?

Es importante aclarar que puede haber otras características, esto dependerá de tú situación y contexto personal. Por lo general, un “casi algo”, tiene las siguientes características:

  • No hay intimidad emocional, o por lo menos, no es tan profunda, es probable que aún no se conozcan realmente el uno al otro (emocionalmente), es posible que todavía no hayan conversado de temas profundos y personales.
  • No se proyectan a futuro, por el contrario, es probable que la necesidad del otro sea solo “fluir”, por lo tanto, no se planifica un proyecto ni a corto ni a largo plazo.
  • Encuentros improvisados: por lo general las citas son casuales, se dan cuando uno o ambos están libres.
  • No han conocido amigos ni familiares, ni se planifica hacerlo, ya que los encuentros son esporádicos.
  • No hay compromiso, ya sea para hacerse cargo de una acción o para participar en un acontecimiento importante de la otra persona.

¿Por qué duele tanto la ruptura de los “casi algo”?

Cualquiera que se haya enamorado, por lo menos una vez en la vida, sabe que esto trae consigo un conjunto de sentimientos intensos. No hay nada como estar enamorado, uno se siente con mayor motivación, energía y experimentas todos aquellos síntomas típicos, como la aceleración de los latidos del corazón, “mariposas en el estómago”, pequeños vértigos, sudoración en las manos, sonrisas nerviosas cuando observamos a esa persona durante más de cinco segundos, ¿qué tiene que ver esto con los “casi algo”?

El cerebro, entiende al “casi algo” como una pareja romántica y “concreta”, es así que se inicia el proceso fisiológico, y el enamoramiento. Entonces, dicho órgano segrega una variante de neurotransmisores que nos hacen sentir bien, entre ellas la dopamina, la causante del placer y euforia; y la oxitocina y serotonina, mediadoras del apego y felicidad.

Cuando el vínculo del “casi algo” termina, estos neurotransmisores se van a pique, en bajada, y es normal que sintamos tristeza, obsesión, frustración, necesidad, ansiedad, entre otros. La necesidad de volver a segregar estos neurotransmisores de placer son la razón por la que se vuelve con el “casi algo” o con la expareja. Esta es la razón principal del porqué sentimos tanto dolor, el cerebro anda en un periodo de síndrome de abstinencia hormonal, necesita volver a aquellos niveles altos de dopamina.

Jorge Castelló (2005), en su teoría de dependencia emocional, menciona la etapa de la relación de pareja llamada idealización. Para el autor, el dependiente sobrevalora las cualidades de la pareja, por lo tanto, tiende a no ver las llamadas red flags (características alarmantes que causan conflicto). En el caso del “casi algo”, lo que evidencia que, en cierta parte, este tipo de vínculo está basado en una creencia, ya que generamos expectativas individuales. Asimismo, Riso (2023) menciona que, como cualquier etapa, solo dura un tiempo determinado y surge otra etapa llamada amor maduro, o en el caso de un “casi algo”, desidealización, donde conoces con mayor intimidad a la otra persona, y podrían surgir sentimientos de ansiedad y frustración, al esperar algo que quizá no es y no ocurre.

Ya sea porque te das cuenta de que la relación no funciona, no es estable, que se presenta el ghosting (desaparecer e ignorar sin explicación alguna), o incluso de que se decida ya no continuar con la relación. Percatarse de que no fue lo que pensaste, soltar la ilusión y la proyección, tomar conciencia de todo lo que se invirtió: tiempo, emociones, dinero, entre otros, sin un objetivo concreto, es el momento que causa mucho dolor. Los sentimientos que por lo general se experimentan son la frustración, ansiedad, tensión, tristeza, ira, incertidumbre, desilusión, etc.

Pero entonces, ¿son malos los “casi algo”?

Es de conocimiento que las relaciones interpersonales son parte de nuestro desarrollo humano y del aprendizaje, por ello, puede que se compliquen bastante. Amigos, enamorados, “amigos con derechos”, “salientes”, “casi algo”, “no sé qué somos”, “andamos fluyendo”, etc. Cualquier tipo de relación que mantengas podría ser funcional, esto depende de la etapa en la que te encuentres, de tus objetivos, de qué es lo que tú quieres y esperas de un vínculo emocional.

No existe una definición concreta, porque somos seres muy complejos e intensos, con distintas experiencias y diferentes intereses. Ya sea que decidas terminar con el vínculo del “casi algo”, que desees algo serio, o que quieras continuar con la situación actual, es importante que te comuniques de forma honesta y asertiva con la otra persona involucrada.

A tomar en cuenta sobre los “casi algo” que se terminaron:

Como ya lo he mencionado, muchos procesos se ven inmersas en un “casi algo”, tanto neuronal como emocionalmente. Es importante que se entienda que la ruptura de un “casi algo” es tan importante como la finalización de cualquier otro vínculo más estable. Incluso en muchos casos, estas rupturas se afrontan como un duelo, porque se pierde un vínculo y se suelta una ilusión. Te dejo algunas recomendaciones a tener en cuenta para afrontar la ruptura de un “casi algo”:

  • Identifica tus emociones, habla de lo que sientes, válida y dale importancia a la ruptura.
  • Determinar qué es lo que quieres y lo que no quieres en una relación afectiva, de esta forma replanteas tus límites, adquieres conciencia de la idealización y evitas caer nuevamente en el vínculo.
  • Apóyate en tu red de apoyo más cercana y segura, contar con la familia y amigos hará el proceso mucho más llevadero.
  • Si lo requiriera tu situación, busca ayuda profesional para sobrellevar la ruptura.

El amor es un sentimiento que avala la capacidad para disfrutar juntos de las cosas, y no una medida de cuánto estoy dispuesto a sufrir por ti, o cuánto soy capaz de renunciar a mí.

Jorge Bucay

Referencias

Aprendemos Juntos 2030. (2023). V. completa. ¿Por qué nos equivocamos tanto en el amor? Walter Riso, doctor en psicología y escritor [Vídeo]. https://www.youtube.com/watch?v=u4duNKPm9cM

Castelló, J. (2005). Dependencia emocional: Características y tratamiento. Madrid: Alianza Editorial.

Producción Videográfica y Sonorización. (2017). LA NEUROBIOLOGÍA DEL AMOR, DR. EDUARDO CALIXTO GONZÁLEZ UAMX [Vídeo]. https://www.youtube.com/watch?v=mKiVe7Hb-Hc

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